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Aire cortado por Dark Amini

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Vincent era un chico muy extraño y muy intimidante en la escuela. Siempre tenía un aspecto siniestro, usaba ropa oscura y abultada, no tenía amigos, casi no hablaba, tenia excelentes notas y cuando alguien le buscaba algún problema, era seguro que le diera la golpiza de su vida. Las chicas se derretían por él, la idea del chico malo, atractivo y misterioso les era desquiciante, pero el las ignoraba completamente (cosa que se les hacia muy sensual). Lo que si era evidente, era su pasión por las matemáticas y el arte (¿extraña combinación no?). Siempre se le veía entre las clases leyendo algún libro y escuchando música por los audífonos. Un día tuve que hacer equipo con él en la única clase que tenemos en común y fue algo escalofriante.

 

Yo tenia pocos amigos, por que a diferencia de Vincent, yo no era nada popular entre la clase. Un día mientras salía tarde de la escuela, un sujeto fornido e idiota, acompañado de otros dos sujetos, trato de chantajearme para que yo le diera dinero a cambio de evitar una golpiza. Yo me negué, y eso me costo que me arrojaran contra el piso para patearme. Pero en el momento en que caía al suelo, me estrelle contra Vincent y se le cayeron sus libretas. El sujeto que me arrojo le grito:

 

-          Hazte a un lado… o también te daremos la golpiza de tu vida.

 

Vincent no dijo nada, trato de levantar su cosas, cuando aquel tipo lo agredió, dándole una patada que lo derribo de lado. Pero cuando se acerco para seguir pegándole, Vincent lo tomo de los tobillos y lo hizo caer con tanta fuerza, que se quedo inmóvil por la sorpresa. Rápidamente Vincent se incorporo y comenzó a golpear a los otros dos tan rápido, que cayeron como costales de arena. Cuando el bravucón se incorporo, Vincent le dio un golpe tan fuerte con el puño en la cara que se desmayo en el pavimento. Yo estaba sorprendido y maravillado, y como idiota me levante para darle las gracias, pero Vincent ni siquiera me hacia caso. Levanto sus cosas y se marcho como si yo no existiera. Mientras observaba atónito la escena, me di cuenta que una libreta estaba debajo del sujeto que me agredió. Lo empuje y logre sacarla. Era de Vincent.

 

Tarde una semana en buscar a Vincent, pero nadie  sabia de él o lo había visto (cosa que o se me hacia nada extraño). Pensé en abandonar la búsqueda cuando una noche, después de quedarme a hacer una investigación en la biblioteca, vi a Vincent en un pasillo, y cuando lo seguí para devolverle el libro, observe que se metía al cubículo del profesor Carlos de matemáticas. Pensando en que Vincent se iba a disculpar con él por la libreta, me apresure para devolvérsela e iba a tocar la puerta, cuando escuche un quejido. Me sorprendí y me iba a alejar, pero la curiosidad me gano y espié por la cerradura. Me quede impresionado al ver que Vincent besaba apasionadamente con el profesor, y no solo eso, el maestro lo estaba desnudando y besaba su piel mientras sus brazos rodeaban su espalda con firmeza. Vincent ahogaba sus gemidos en el cuello de Carlos y sus manos se aferraban a él, mientras el otro saboreaba su cuerpo. Me avergoncé al ver la escena y salí corriendo de la escuela hasta mi casa. No dije nada y me fui a dormir temprano.

 

En la noche me sentía muy inquieto. No dejaba de pensar en la extraña belleza de Vincent, su piel era blanca y contrastaba con su negra cabellera. Su figura era muy estética, y se me hacia increíble como podía ocultarla con las pesadas ropas, que le cubrían todo el cuerpo. Y lo que se me hacia todavía más sorprenderte era la forma tan desinhibida en la que se dejaba tocar por el profesor Carlos. Me avergoncé al darme cuenta que tuve una erección al pensar en esto, pero sentía tan fuertes las palpitaciones que no pude evitar masturbarme pensando en él. Ahogué el grito de placer con la almohada, y se sentí extrañamente muy satisfecho. Eso me hizo sentir muy desconcertado.

 

Al día siguiente me encontré de frente con Vincent, lo observe y tenia la misma inexpresividad de todos los días, la única diferencia era que yo conocía una faceta oculta, y eso me hacia sentí especial. Esa sensación de complicidad me hizo sonreírle inconcientemente. El me miro con disgusto y me pregunto:

 

-          ¿De que te ríes idiota?

-          Ah de nada, me da gusto encontrarte… - saque el cuaderno y le dije – ten… se te cayo el día en que me ayudaste.

-          Mmm… gracias, lo estaba buscando.

 

Ya no dijimos nada, y nos fuimos cada uno a nuestras clases. Después de un par de semanas, agote la fantasía de verlo con el profesor durante las noches, y algo en mi deseaba ver un poco más del Vincent oculto. Espere a que anocheciera y discretamente fui a ver si se encontraba con el profesor Carlos. Y en efecto ambos se encontraban en su cubículo, pero ahora podía recrear mi vista con un espectáculo más interesante. Ambos estaban desnudos y el profesor Carlos tenia a Vincent apoyado contra el escritorio mientras lo embestía con fuerza por detrás. Vincent tenía la piel enrojecida, sudaba abundantemente y hacia un esfuerzo desesperado por ahogar sus gemidos. Carlos llego al orgasmo y se detuvo por completo mientras se recargaba en el agotado chico. Después le ordeno vestirse y Vincent lo miro completamente decepcionado. Cuando ambos se encontraban vestidos, Carlos le dijo:

 

-          Esto se acabo.

-          ¿Pero por que? – pregunto con voz angustiosa Vincent

-          Los demás profesores sospechan que tengo una relación con un estudiante, y si se enteran de lo nuestro, no echaran a los dos.

-          ¡No me importa!... ¡por favor Carlos no me hagas esto! – imploro Vincent

-          ¿Crees que voy a perder mi beca de postgrado en Italia por ti?, ¡Reacciona Vincent! – le dijo mientras lo sacudía de los hombros – Además no puedes arriesgar la beca por la que tanto has trabajado.

 

Vincent se desmorono llorando. Yo me sentí mal por él. Sentí coraje y rabia al ver como Carlos lo trataba… como s fuera basura. Vincent se despidió con un beso y tomo sus cosas para irse. Yo corrí y trate de esconderme para que no me viera, pero él me descubrió. Me tomo con rudeza de la ropa y antes de que me golpeara le dije:

 

-          ¡Te prometo que no diré ni una sola palabra!…

-          ¿De que hablas?... aquí no ha pasado nada. – dijo mientras me soltaba y me hacia a un lado.

-          Vincent… - le dije tratando de detenerlo.

 

Pero no lo logre. Tenia ganas de decirle que lo comprendía y que sentía coraje por el, y que no merecía ser tratado así por Carlos. Después de ese incidente, pasaron un par de días sin que se supiera de él. Preocupado le insistí y le suplique a la secretaria para que me diera su dirección o por lo menos su teléfono. Le  mentí diciéndole que íbamos a tener un examen importante y que si no lo presentaba iba a perder su beca. Eso pareció conmoverla y me dio su teléfono. Llame a su casa temprano y me contesto su mamá:

 

-          ¿Quién habla?

-          Hola señora, soy amigo de Vincent… necesito verlo para entregarle unas tareas…

-          Mira ahora salgo a trabajar. ¿puedes venir?

-          Si señora… solo dígame como llegar.

 

La señora amablemente me dio la dirección, se despidió y colgó. Se me hizo extraño que no me comunicara con Vincent, aunque pensándolo bien, no seria raro que el fuera igual de reservado con su mamá que con los demás.

 

Tome un taxi y me fui a la casa de Vincent. Toque la puerta y me di cuenta que estaba abierta, al parecer no se encontraba nadie en la casa. Entre cautelosamente y me asome a una de las recamaras. Estaba abierto un ventanal que daba a un balcón y observe a través de las cortinas a Vincent recargado en el barandal. Súbitamente comenzó a subirlo y me asusto mucho, así que corrí, y antes de que él se aventara al vació lo jale con fuerza y caímos los dos al suelo. Él se desconcertó y furioso me grito mientras yo me aferraba su cintura con todas mis fuerzas:

 

-          ¿Qué te pasa? ¡suéltame!

-          ¡De ninguna manera!

-          ¡Te digo me sueltes! – gritaba tratándose de zafar de mi con golpes.

-          ¡Carlos no vale la pena!... ¡Es un miserable y patán!...

 

Al escucharme decir eso, Vincent dejo de luchar y trato de ahogar el llanto. Yo seguía abrazándolo, y mientras sentía como su cuerpo se aflojaba y cedía, le dije sin pensarlo:

 

-          Tú me gustas…

-          ¿Qué dices?

-          Que me gustas… y quiero demostrártelo. – dije completamente sonrojado… ya no podía retractarme.

 

Vincent comenzó a reírse, y eso me desconcertó. Mientras se incorporaba me dijo:

 

-          Estas loco…

-          En verdad… dame una oportunidad…

 

Acto seguido, le di un beso que lo sorprendió por completo, pero cuando lo iba a abrazar, me hizo a un lado, mientras me decía:

 

-          Será mejor que te vayas. Agradezco tu gesto pero no eres mi tipo

-          ¿Y como es tu tipo?

 

Vincent ya no me contesto, solo me acompaño a la puerta y yo no podía evitar sentirme como un tonto al exponer mis sentimientos y ser rechazado. Mientras caminaba a mi casa, una extraña idea ilumino mi mente:

 

-          ¡Ya se que quiere! – grite emocionado, ante el desconcierto de la gente que pasaba por la calle.

 

Yo tenia que ser un chico malo, alguien que pudiese someterlo y hacerlo completamente suyo… eso tendría que intentarlo.

 

CONTINUARA...


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