Capitulo 1: Profesor y Alumno
Era el ultimo día de clases, los alumnos del instituto Presis estaban emocionados para descansar en las vacaciones y no tener que preocuparse de las tareas. Dentro de esas alegrias que tenian y las locuras que pensaban hacer, en la ventana estaba un chico solo, mirando las Sakuras (Arbol de cereza). Se sentia tranquilo a pesar de que no tenia amigos, pensaba como seria el sexto año de clases.
De repente, entra la profesora y se para frente a la clase.
Profesora: Bien, clase. Hoy es el ultimo día en que vamos a estar juntos, me alegro de que todos hayan pasado de grado y espero que le pongan pilas al sexto grado. Ahora, para terminar, escriban lo que quieren hacer para sus vacaciones - Los alumnos sacaron una hoja y empezaron a escribir.
Pasaron los minutos, hasta que toco el timbre del instituto. Todos sabian lo que significaba... Era hora de salir de escuela y disfrutar la vida. AL FIN!!! Ya se podia sentir el aire puro sin tareas pesadas que hacer.
Todos salieron corriendo, todos excepto aquel chico. Salio tranquilo y mirando el piso. Sentia que ya no tenia con que divertirse, estaria todo el tiempo solo. Cerca, en un aula, salio un hombre con traje y lentes. El hombre era hermoso, sus ojos eran de color azul, su cabello era castaño y tenia una mirada penetrante. Su cuerpo era corpulento y se notaba que era bastante inteligente.
Mientras salia del aula, ve que un chico tropieza contra él, lo mira serio... y le empieza a preguntar:- Ten cuidado, niño. ¿Cuál es tu nombre? - El chico se quedo sin hablar al ver un profesor muy lindo
Chico: M-mi nombre... es... Ginji. Ginji Amano ¿Y el suyo?
Profesor: Eso no te incumbe... pero te dire quien soy para que sepas a quien tenes que respetar. Mi nombre es Ban Midou
Ginji: Ohh... pues, es un gusto conocerlo, Señor Midou - Sonrie y le extiende la mano
Ban: Yo no tengo el gusto. Espero que te fijes por donde caminas ¿Escuchaste?
Ginji: Si... Señor Midou - Baja la mano y mira al piso
Ban: Excelente. Adios - Después de una mirada al chico, empieza a caminar, solo queria irse a su casa tranquilo y tener, al menos, un tiempo para descansar del trabajo. Ginji cierra el puño con fuerza y con valentia se da vuelta
Ginji: Señor Midou, espere - El castaño mira al chico de ojos marrón - ¿Podria... por favor, llevarme a mi casa?
Hubo un silencio, pero duró lo bastante para pensar.
Ban: ¿Porque tendria que llevar a un pibe como vos, a su casa? Ni siquiera me agradas
Ginji: Es que... tengo miedo de que tiren piedras - El profesor miró con sorpresa al ojimarrón
Ban: ¿Quienes quieren tirarte piedras? ¿y porque?
Ginji: Porque... - baja la cabeza por un ratito, pero la sube con una sonrisa dulce aunque triste - porque nadie me quiere... y porque soy raro
Ban: No puede ser que nadie te quiera. Tu mad--
Ginji: Menos mis padres me quieren, ni mis hermanos. Todo porque soy... el menor de la familia. Igual, no importa. Me las arreglare para irme sin ningun rasguño a mi casa - se agacha con la cabeza mirando al piso - Lamento por querer algo imposible - se levanta - Hasta luego, Señor Midou - se voltea y se va corriendo de la escuela
El profesor se quedo en shock al ver como un niño fuera tan valiente en soportar tanta presion, además de que ni siquiera la familia lo queria. En un momento queria ayudar al pobre chico, pero sabia que no podria al ver que las reglas no tenian permitido alguna relación con los alumnos. Cerró los ojos, los abrió, dio media vuelta y se retiro del edifición.
Al llegar a su casa, se tiró al sofa, cerró los ojos y se relajó. No queria pensar nada sobre la escuela y los alumnos molestos que empezaban a gritar por cualquier cosa en el recreo, las maestras que lo coqueteaban y hasta algunos profesores que también lo hacian. Pero más que nada, sobre el Director. Pero lo bueno es que no los veria hasta el proximo año.
Sentia que al fin estaba descansando y que su mente ya no tendria problema con las evaluaciones y tareas, se sentia con suerte este año. Ningun alumno se llevo su materia, asique no tendria que trabajar en las vacaciones. Si! Al fin en paz!
Pero... no puedo decir lo mismo con aquel pibe... con Ginji Amano. De repente, abre los ojos y se levanta del sofa.
Ban: Tsk, menudo crío... ¿Porqué me importara tanto? Es solo un chico molesto y nada más... un Chico molesto y nada más... aunque, es lindo. Me sorprende que sea valiente con este asunto, ni siquiera se queja de que lo molesten. Seguro se debe sentir que al fin esta abandonado - mira un rato al vacio y después piensa sobre como estaria el chico ahora.
En la casa de Ginji...
Padre: Será mejor que empieces a limpiar, ya que estas de vacaciones no significa que vas a jugar todo el tiempo
Ginji: Si, Padre
Madre: Después de lavar la losa, quiero que limpies los muebles, a mi me duele mucho la cintura. Estube trabajando como condenada.
Ginji: Si, Madre - Se levanta del suelo y se dirije a la cocina. Antes de empezar se dirije al baño. En el espejo, miraba una cortadura que tenia en el rostro, estaba sangrado poco, pero se podria infectar. Agarra alcohol, lo pone en el algodón y se lo pone en la herida. Hizo un pequeño sonido de dolor, pero después se tranquilizó. A continuación, agarra una curita y se lo pone en la cortadura - Mmmm... creó que así esta bien - sonrie y se va directo a la cocina
Al empezar a lavar los platos, siente un poco de molestia. Eran los moretones que tenia en su cuerpo, por las piedras que le tiraron aquellos chicos de la escuela. Sabia que las burlas y los insultos dolian pero no mataban, pero las piedras, ya era demasiado. Aunque sabia que cuando sea grande se vengaria de esos malditos que no merecian vivir. Pero cambio de idea, la venganza no resuelve nada. Solo traera cosas peores. Era mejor dejar las cosas como estan.
Ginji: Algún día, podre disfrutar de la vida. Por ahora, voy a trabajar duro para que no me peguen, pero... no quiero compartir mi alegria con nadie - suspira - ¿Qué estara haciendo el Señor Midou ahora? Por haberle contado sobre mi situación, se impresionó. Pero... es increible como se desesperó. Creo que le importó - sonrie
Pasaron algunos días después de que las clases terminaran. La Navidad fue tranquila para Ban y para Ginji, pero la semejanza entre los dos, fue que estubieron solitarios en Noche Buena. Ban solo miraba el arból decorado por su hermana, ya que no deseaba hacer el arból lo hizo su hermana, Himiko. Lo pasó solo, ya que su hermana solo estaba de visita y tenia que ir a festejar a su casa con su marido y sus amigas.
Ginji solo estubó en la cena y en hacer el arból de Navidad. Pero después solo estubó en su cuarto, porque no queria pasar la Navidad con su familia. Sabia que no le iban a regalar nada, asique no quiso molestar y empezó a escuchar musica suave.
Fue lo mismo en Año Nuevo, todo solitario y tranquilo.
De repente, apareció Enero, que pasó volando como el tiempo. Y llegó Febrero, en el día de San Valentín.
Ban caminaba tranquilo en el centro, solo iba de paso a comprar libros para la escuela, ya que iba a empezar en Marzo. Miraba como las parejas caminaban abrazadas y, como las flores, oso y bombones se vendian a montones. Era un día romantico y loco. Pero se daba cuenta como las chicas lo miraban con atención, él no las miraba pero lo sentia. Y ERA CIERTO!!! Las mujeres lo miraban con admiración, como si fuera algo mistico.
En una esquina, vio el parque que tanto deseaba, ahi no habia ningun alma, ya que estaba medio escondido. Paso por el parque y se sentó en una de las bancas.
Ban: Ahhh... al fin, puedo descansar - en eso, mira en la banca que estaba a unos pocos metros. Estaba el chico de ojos color miel, aquel rubio que era valiente, que tenia una piel delicada. Ese chico... Ginji Amano - Mmmmm, no estaria mal que hablara con él... ¿Eh?... - Sacude la cabeza - Debo de estar loco... siempre he estado solo, menos voy a estar con alguien ahora - Lo sigue mirando - Pero... me causa... que necesita algo... - Se para y camina donde esta el rubio - Ohhhh... debó de estar loco - susurra
Ginji: ¿Comó estara el Señor Midou? - mira el suelo con tristeza, después siente una sombra que lo cubre y levanta la mirada
Ban: Hola ¿Comó estas? - sonrie con calidad
Ginji: ¡Señor Midou! Ya... ya me estaba preguntando como estaba - sonrie
Ban: Oh ¿En serio? Qué... lindo de tu parte. ¿Me puedo sentar?
Ginji: Si! - El castaño se sienta
Ban: ¿Comó puede ser que conoscas este lugar?
Ginji: Bueno... solo caminaba un dia por el centro y lo encontre por casualidad. Este es uno de mis lugares favoritos. Me tranquilizan mucho
Ban: Mmmm... tienes razón. Es muy relajante estar aqui - Saca un paquete de cigarrillo - ¿Puedo...?
Ginji: ¿Eh? Ah... Claro! No tengo problema, jejeje
Ban:- Prende un cigarro y saca un poco de humo - Eres bastante extraño
Ginji: Creó... que si lo soy - agacha la cabeza
Ban: No pude dejar de pensar en ti todo este tiempo
Ginji: ¿Eh? - levanta la mirada sorprendido
Ban: No se... me sorprende que haya personas que soporten mucha presión en la vida. Algunos llegaron a morir por tu situación... o sea, de que nadie te quiera, te juzguen de ser raros y de que te tiren piedras
Ginji: Ohhhh... Me siento feliz - le sonrie
Ban: - Lo mira - ¿Porqué?
Ginji: Por que hay una persona que al fin le importó
Ban: ... - Se queda mirandolo confundido y después se rié - Eres raro jajajajajaja - ahora el turno de Ginji el que estaba confundido - Eso me gusta
Ginji: Jejeje al menos a alguien le gustó
Ban: - Se lo queda mirando
Ginji: ¿Qué pasa?
Ban: Necesito preguntarte algo importante ¿Porqué tu familia te odia? Los padres tienen que proteger a sus hijos cueste lo que cueste
Ginji: Es que... me contaron que por culpa mia, no tenian suficiente plata para gastar en sus cosas y para pagar sus cuentas, asique tubieron que sacrificar reliquias familiares. Al final, tampoco me querian en la vida, solo fui un accidente. Asique nunca me quisieron por esa razón
Ban: Qué gente de mierda... No pueden odiarte por esa razón, y si tanto problemas les tenias ¿porqué no te abortaron?
Ginji: Me dijieron que fue porqué no querian gastar plata
Ban: Es cierto, para hacerse un aborto tenes que pagar bastante dinero, además el aborto no esta permitido hoy en dia. Pero lo siguen haciendo por dinero. Lo que puede hacer el maldito dinero.
Ginji: Pero me siento feliz, porque se que cuando sea grande, ya no voy a pasar por esto otra vez
Ban: O sea... ¿te vas a vengar de las personas que te hicieron daño?
Ginji: No. Siempre pensé en vengarme de aquellos que me lastimaron y que se puedan ir al infierno por malvados, pero la venganza no lleva nada bueno. Solo empeora las cosas. Asique será mejor dejar las cosas asi - El hermoso hombre no podia creer que haya un niño que sea tan sabio, sabia lo que estaba mal y lo que estaba bien, pero... ¿porqué queria seguir sufriendo?
Ban: Vaya... eres bastante... tonto
Ginji: ¿Qué?
Ban: No ves que seguiras sufriendo... tienes que llamar a la policia, tienes que vengarte de esos malditos!!! No puedes dejar que se salgan con la suya!!! No tienes!!!!
Ginji: ... Señor... Midou...
Ban: Nunca permitiria que un alumno mio sufrá
Ginji: Pero... yo no soy alumno suyo
Ban: Ahora lo serás, cuando entres a clases, estarás en mi aula
Ginji: Señor Midou - le sonrie - se que tiene razón, pero si llamó a la policia, me mandaran a un horfanato y no podria disfrutar de las clases, de las materias, del aire puro, del respeto que hay cuando los profesores nos vigilan
Ban: Ginji... - el rubio se levanta
Ginji: Lo siento, pero me tengo que ir. Nuestra conversación fue interesante, me encanto ver que este bien...
Ban: ... Esper---
Ginji: Se ve bien sin lentes, lo hace ver más... lindo jejeje - se sonroja sonriendo - bueno... ya me voy. Adios!! - sale corriendo
Ban: Ginji... - baja la cabeza - alumno tonto... - mira el cigarrillo - y lo peor es que el fuego consumió todo el cigarro - suspira