Un Par De Decisiones:
-“Hiro… necesito tu ayuda”
Sabes estoy algo cansado
algo he caminado
para llegar aquí.
Sabes, me estas poniendo triste
hay algo que no hiciste
algo se te olvido.
El Famoso vocalista de Bad Luck, Shuichi Shindo, se encontraba empacando sus pertenencias del lujoso departamento que compartía con su hasta ahora amante Eiri Yuki. Una vez más la pareja de oro de Japón había discutido, por tercera vez en la semana y por razones bastante tontas. Aunque al final de la pelea el escritor (por muy raro que suene) no corrió de casa al menor, solo se dirigió a su estudio y se encerró allí, Shuichi opto por irse y se dirigió al cuarto para comenzó a vaciar los cajones que guardaban su ropa.
Entonces...
yo estaba enamorado
así como alocado
o eso creía.
De pronto,
me estoy haciendo viejo
ya no estoy tan pendejo
debo pensar un poco en mi
Ya fue suficiente, ya no podía más, era hora de salir de la vida de Yuki, aunque lo amaba más que a su vida, tenia que pensar por su bienestar, ya tenía 22 años, tenía dinero suficiente para comprar un departamento, ¡Tenia que independizarse!
Comprende que solo un segundo
lo habría cambiado todo
un par de decisiones.
Lo siento y no es que no te ame
y dices que lo arreglaras
pero cuando algo se rompe
nunca vuelve a ser igual.
Llamo a Hiro, su eterno amigo, pidiéndole asilo como siempre, luego buscaría un departamento, pero lo principal era salir de aquel lugar, iniciar una vida sin Yuki, aunque le doliera por dentro.
Y dices: devuélveme mis cosas
mis llaves y esas cosas
que ayer te regale
Y digo: y dale tiempo al tiempo
tal vez con otro esfuerzo
tal vez se arreglara.
Me odias
pero estas de acuerdo
y finges que lo nuestro
no que era lo que yo pensaba
y que ahora estas mejor que antes
y por dentro estas peor que yo.
Si yo también te quiero,
si no es que no te ame
debo pensar un poco en mi.
Siempre era lo mismo, hasta las peleas eran monótonas, siempre había un motivo para que el escritor terminara formando la guerra mundial con Shuichi, las niñerías de este, los desastres que generaba en la casa, lo malo para el sexo, los celos… los malditos celos, por que aunque el escritor lo negara esos sentimientos que lo inundaban por dentro cuando su amante se reunía con Ryuichi Sakuma eran celos, lo que gatillo la pelea de hace un momento eran celos, Shuichi no entendía por que Yuki no quería admitirlo, por que diablos no admitía que lo quería, ¡Por que diablos no se lo decía!
Comprende que solo un segundo
lo habría cambiado todo
un par de decisiones.
Lo siento y no es que no te ame
y dices que lo arreglaras
pero cuando algo se rompe
nunca vuelve a ser igual.
Al finalizar de empacar Shuichi verifico que tenía todo lo necesario, lo demás, ya vería como lo iría a buscar, o quizás no, quizás las dejaría para que el escritor hiciera con ellas lo que quisiera, si quería quemarlas pues era libre de hacerlo, a él ya no le importaba nada. Echo un último vistazo a la habitación y salio de ella con un bolso, miro por el pasillo, la luz del estudio estaba encendida pero no se escuchaba nada.
-“Adiós Eiri”
Shuichi salio del departamento lo mas silenciosamente que pudo, iría donde Hiro, aprovecharía el fin de semana para buscar nueva casa, hacer compras, componer canciones, por fin sentía que su vida tenia una motivación propia desde que conoció a Yuki, sin contar su enorme deseo de ser un cantante conocido en su país.
Un par de decisiones…
-“Adiós Shuichi”
Eiri Yuki estaba en su estudio, había salido de este y había visto a su pequeño empacar sus cosas, lo primero que había pensado era ir y detenerlo, pedirle perdón y admitir sus celos, pero luego algo lo detuvo, se fue de regreso al estudio y allí permaneció hasta que el ruido de la puerta principal cerrándose le indico que Shuichi se había marchado.