Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Simpatía por el demonio por Aphrodita

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

O sea... Seiya x Belzebú. Se preguntarán, en este preciso momento, que tipo de drogas consumo para imaginar parejas como estas.

Se quedarán con la duda.

En fin, este fic tiene tres parejas, pero la principal es la mencionada: Belzebú x Seiya. Espero que les guste, y si no, no hay problema, creo que podré vivir con ello.

La noche era extremadamente clida para la poca del ao, y desde haca semanas que el ventilador lo haba dejado de usar, por lo tanto ya se haba acostumbrado a dormir sin su "cancin de cuna", sin ese "ruidito" constante y adictivo, necesario para conciliar el sueo: tur tur tur tur.
Si volva a orlo de nuevo, era como darle un cigarrillo a alguien que hacia dos semanas haba dejado de fumar... aunque sin dudas menos daino. As que dej el amplio ventanal abierto permitindole a una refrescante brisa ingresar.

Y a algo ms...

O mejor dicho "A alguien"... No era cosa de todas las noches despertarse en mitad de la madrugada y encontrarse a un tipo que aparentaba recin salido del hospital psiquitrico observndonos dormir, fue por eso que la primera reaccin de Seiya, humano como cualquier otro humano, fue intentar gritar, pero el hbil invasor, con un rpido movimiento le tap la boca evitando el desastre.

—Shsss... —Susurr para tranquilizar al Pegasus, pero lejos de hacerlo solo logr dejarlo al borde de una crisis ya que cuando intent utilizar toda su fuerza propia de un Santo, no tuvo buenos resultados—No quiero hacerte dao, por el momento.

El pobre castao asinti con sus ojos bien abiertos.

—Si prometes no gritar, te suelto.—Ante el torpe asentimiento de su vctima, retir su mano.
—AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!...
—No grites!—El sujeto se tir encima de su antiguo enemigo para buscar silenciarlo de nuevo.
—AAAAAAAAAAAAAAAH!... —Seiya ya estaba cianotico, para colmo forcejear con ese hombre mitad humano, mitad bestia no lo ayudaba a respirar mejor—AAAAAAAAAAAAAH...
—POR FAVOR NO GRITES!.—Logr taparle la boca y rpidamente acot—Creme que no estoy aqu para lastimarte... Seiya, necesito que me creas.

Al escuchar su nombre surgir de la boca de ese pelilargo peliazul lo tranquiliz un poco, porque eso significaba una cosa: Que lo conoca. El problema era no recordar cuando, donde y porque, pero al menos no era un simple loco prfugo que se haba colado por su ventana con suficiente fuerza como para inutilizar sus brazos.
El invasor, lentamente, volvi a retirar su mano, Seiya solo se qued mirndolo con reticencia, y al ver que no volva a gritar como un desaforado, dej de tensar sus msculos y se relaj. Se miraron unos segundos, en completo y aterrador silencio, hasta que una voz irrumpi esa calma.

—Seiya?—Era Saori, con un tono de preocupacin evidente.

El aludido observ la puerta, luego de que su "invitado" le dirigiese una mirada muy particular que rogaba una oportunidad... Una sola oportunidad.

—Q-que?—Investig el Pegasus con su voz tomada.
—Sucede algo malo?
—N-no... Porque lo dices?... Todo est bien.
—Sei... Medio Japn te escuch gritar.—Dijo la dama con un tono cansino.
—Ah... Solo una pesadilla... —Ri nervioso y le ech una mirada al sujeto que se haba apartado para resguardarse en un lugar completamente oscuro.
—Sei, Puedo pasar?
—NO!.—Se apresur a decir ponindose de pie bruscamente para llegar hasta la puerta.—Estoy desnudo!—Fue lo primero que se le ocurri decir para evitar que su Diosa ingresase a su cuarto, pero se llev por delante el tendal de ropas y zapatos que haba en el suelo, terminando desparramado, y tirando de paso el velador y un porta retrato de su hermana de su mesita de luz, enredndose el tobillo con el cable del alargue de la computadora.
—Sei? Estas bien? Que fue ese ruido?
—Nada, nada... —Se puso de pie como tiro y junt todo torpemente—Es que me ca de la cama.
—Ay Sei!, Cada da me desconciertas ms.
—Estoy bien, no te preocupes... Ve a descansar.
—Bueno... —Accedi sin conviccin—Cualquier cosa que necesites...
—Si, lo s, no te preocupes, gracias, ya vete...

La pelimorada se alej, y luego de recuperar el alma, el castao suspir y record al loco que le haba hecho montar ese numerito, lo mir de soslayo con curiosidad, frunciendo su frente, este se qued de pie bajo la ventana, donde la luna iluminaba dbilmente su marcado rostro.

—Que es lo que quieres?—Dijo finalmente el Santo de Athena dando la vuelta para quedar frente a l.
—Necesito que me ayudes.


Continuar...
Notas finales: No sé cuando, pero continuará, ahora me tengo que poner con la continuación de “Lo que el viento...” bastante abandonado lo tengo a ese fic. Pero prometo intentar actualizar lo más rápido que pueda.

Sé que esta introducción es cortita, pero es así ¿Qué le vamos a hacer? Es solo el preámbulo a la historia. Igual el primer capítulo ya casi lo tengo y es sumamente largo (O al menos el cuádruple que este)

5 de Junio de 2009
Merlo Norte, Buenos Aires, Argentina.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).