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Noches frías por Karu_Pon

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Notas del fanfic:

Bueno... esto esta mal, lo subo bastante tarde... pero no planeaba hacerlo igual.

{Ka-na: entonces, por que lo subes?}

porque me sentiria mala fan de mi bello Uru si no lo hago.

(Yumi: increible...)

Bueno!! sin mas, les dejo el fic

 

 

Notas del capitulo:

Cualquier falta de ortografía es producto de su imaginación

 

Tantos ensayos, tantas giras, tanto estrés, merecen descanso. Eso es lo que los miembros la famosa banda The Gazette hacen; descansar.

Ya era de noche, el fin de uno de sus días de seudo vacaciones. Cada uno en su habitación, ya bien desempacado todo, preparándose para dormir unas largas horas, después de todo, no tenian que al día siguiente saltar al trabajo.

Caminaba por los oscuros y silenciosos pasillos del hotel, tratando que con sus descalzos pies hacer el mínimo ruido, por temor a despertar a alguien. Esa noche en particular, estaba helando a horrores, y él solo traía una delgada pollera blanca de marga corta y un pantalón largo, algo holgado, de color negro, que era de lo que constituía su pijama. Abrazó mas la almohada que traía en sus brazos una vez llegó a su destino, la cuarta puerta del pasillo contando desde la izquierda. Sin tocar previamente, abrió con sumo cuidado para no hacer que sonara tan fuerte el típico rechino de las bisagras ya oxidadas con el tiempo. Entró apenas su cabecita por el espacio formado al abrir la puerta, inspeccionando dentro de la habitación.

Estaba ordenada, casi nada en el suelo, a excepción de una maleta con ropas mal metidas en ella, y otras más esparcidas por el suelo. No estaba en total oscuridad, ya que una tenue luz salida de la lámpara de mesa cerca de cama, alumbraba débilmente. Y justo al lado, encima de la cama, con los cobertores llegándole hasta la cintura, estaba el cuerpo de su mejor amigo, de espaldas a él.

 

-     Aki… – lo llamó débilmente, aún sin atreverse a entrar por completo a la habitación.

-     ¿Qué pasa? – respondió con tono bajo y ronco, parecía que lo acababan de despertar.

-     … T-tengo frío… – susurró apenas, ruborizándose y ocultando algo su rostro en la almohada.

-     … - Reita se quedó callado un poco para luego sentarse en la cama – está bien… - dijo, y se corrió un poco, haciendo espacio en la cama.

Entendiendo el mensaje, abrió por completo la puerta y caminó rápidamente hasta la cama para luego, subirse a ella y ser arropado hasta el cuello por Reita; quien luego, se acostó a su lado, tapándose de igual forma. Acercó su cuerpo al del rubio, buscando un abrazo, el cual no se dio esperar, llegando por su cintura atrayéndolo más hacia él, quedando casi pegados. Se acurrucó mas en el pecho de él, sintiendo una de las manos Akira sobre su cabello, regalándole caricias que pronto lo relajarías hasta llegar a dormirse.

-     Descansa, Shima – fue lo último que escuchó ser susurrando por los labios de su compañero de habitación por esta, al igual que muchas otras noches, en las cuales usaba la misma excusa para dormir con él.

Tengo Frío…

 

 

La falta de calor a su lado, sumándole a esto, los rayos de sol que chocaban sin piedad alguna en su rostro, terminó por despertarlo por completo. Abrió perezosamente sus ojos, en busca de un cuerpo extraño, pero no vió nada. Se sentó en la cama para tener mejor visibilidad del cuarto. Las prendas que estaban anteriormente en el suelo ya no estaban sobre este, al igual que la maleta, que se encontraba reposada sobre una de las sillas del conjunto del escritorio. Las puertas del armario abiertas, dejando ver variedad de vestimentas, lo terminó por convencer, Reita ya se había levantado ordenando de paso sus cosas. Soltó un suspiro para luego levantarse de la cama, tomando su almohada para luego salir de la habitación dirigiéndose a la suya propia. En el camino a esta, se extraño por el silencio que había en esa planta del hotel, alquilada exclusivamente para su banda. Normalmente ya habría uno que otro ruido provocado por el despertar de sus amigos ¿Tan temprano era?

De cualquier forma no le importó mucho, perezosamente entró a su habitación y se tiró a la cama boca abajo, cerrando los ojos para intentar seguir durmiendo. Solo unos minutos le duró la paz cuando sintió tres cuerpos extraños sobre él, seguidos de unos gritos.

 

-     ¡O-Tanjobi Omedeto Gozaimasu Shima! – gritaron las tres personas que recientemente habían entrado.

-     ¡Ah! ¡Chicos, muévanse! Me aplastan… – les gritó de vuelta, recibiendo risas por parte de los otros.

-     Oh Shima, ¡Que enojón estas! – dijo el más pequeño haciendo caso, levantándose de encima de su amigo.

-     No te enojes, ¡Es tu cumpleaños, hombre! – dijo el pelinegro del piercing desordenando los castaños cabellos de Uruha, mientras le practicaba una llave de lucha, bastante improvisada. El castaño solo intentaba liberarse golpeando la cama repetidamente en señal de rendición.

-     ¡Aoi, basta! Vas a matar a Shima si sigues así – le criticó con tono autoritario el pelinegro menor.

-     ¡Oh, cuidado! Kai se puso celoso – le molestó Ruki sonriendo traviesamente. Kai instantáneamente se sonrojó de sobremanera desviando la mirada.

-     ¿Es cierto eso, Kai? – le preguntó sonriente Aoi levantándose y soltando a Shima del agarre, al cual parecía que ya se le salía el espíritu por la boca, producto de la asfixia.

-     ¿¡Qué!? N-no, ¡Claro que no! – se notaba que tener la mirada de Aoi sobre él lo ponía nervioso, ya que el color en sus mejillas se había intensificado y comenzaba a tartamudear.

 

El castaño solo miraba la escena divertido, tratando de recuperar el aliento, Aoi que abrazaba con fuerza a Kai, mientras este lo empujaba con notoriamente poca fuerza. Y Ruki, echando leña al fuego burlándose de Kai. Le divertía bastante esos momentos que hace unas semanas se habían vuelto frecuentes entre Yuu y Uke. Se reía de la cara que ponía Kai hasta que se dio cuenta de algo.

-     Oigan, ¿Dónde está Reita? – dijo buscándolo con la mirada sin éxito alguno.

-     No lo sabemos, cuando fuimos a verlo hace un momento él ya no estaba – le informó Aoi sin soltar a Kai de su agarre.

-     Ahh… que extraño – pronunció con desgano, el también quería ser felicitado por el rubio.

-     Quizás salió a hacer ejercicio, ya lo conoces – le animó el pequeño sentándose a su lado y palmeándole el hombro. Este solo sonrió como respuesta, ya tendría tiempo para exigirle a Reita aunque sea un abrazo por su cumpleaños.

-     Oe, chicos – los llamó Kai, una vez libre - ¿Por qué no salimos a desayunar por ahí? Así aprovechamos de celebrar el cumpleaños de Shima~Chan – concluyó con una bella sonrisa.

-     Me parece buena idea, ¿Tu qué dices, Uru? – le preguntó Ruki mirándolo ilusionado.

-     Me parece bien, quizás podríamos salir a comprar por a…hí – antes que te terminara, Ruki ya se encontraba en su habitación, alistando todo para salir – Nunca cambia – dijo luego soltando una risita.

 

Una vez listos, todos salieron en busca de un café abierto que no se viera muy ocupado, la mañana paso tranquila, claro sin contar las locuras de Takanori en el centro comercial. Volvieron al hotel a eso de las ocho de la noche cuando ya oscurecía, todos con bolsas, unos más que otros. Ruki había comprado varias cosas más y Uruha llevaba también los regalos que habían aprovechando de comprarle sus amigos, la había pasado realmente bien, a excepción de algo... Esperaban el ascensor, cuando este se abrió y dejo a la vista a Reita que iba bajando de este.

 

-     ¡Rei~Chan! ¿Dónde te habías metido? Tuvimos que salir sin ti – dijo Kai llegando junto a él, quien era el que detenía las puertas de ascensor para que no se cerrara.

-     Hmm… tuve cosas que hacer simplemente – dijo con indiferencia, dejando entrar en el ascensor a Ruki, Aoi y Kai viendo que Uruha seguía frente a él - ¿No piensas entrar? – le habló curioso.

-     Etto… - iba a decir algo, cuando Ruki se les adelanto diciendo que ellos irían a dejar sus cosas a sus habitaciones. Reita se le adelantó también y tomo todas las cosas que tenia entregándoselas luego a Aoi.

-     Déjalas en su cuarto, nosotros ya volvemos – dijo y sin esperar respuesta de nadie, tomó la mano de Uruha y salió junto con el del edificio, dejando a más de un sorprendido.

 

 

Otra vez una noche fría, en América siempre hacia frío en esta época, no era como Japón que a estas alturas del año el sol todavía calentaba todo el ambiente. Fuera de noche, las calles aun se veían bastante llenas considerando la hora.

Pasaron por un bar a tomar unas copas, pero se habían ido luego debido a que Uruha había dicho que no se sentía bien y quería irse luego, cosa que extraño bastante a Reita. No era de todos los días ver a Kouyou Takashima rechazar una copa, y menos en su cumpleaños. Aunque según él, eso Reita no lo había notado. Debían ser pasadas las nueve y el rubio aún no se dignaba a decirle ni una sola felicitación, ni un abrazo, nada. Como si para él fuera un día como otros, y eso hacia entristecer al castaño. Tantos años siento amigos, miembros de la misma banda, partners de trabajo ¿Y no se acordaba de su cumpleaños? Si así era, preferiría estar en su cama durmiendo a estar vagando sin sentido con él.

Habían llegado a una especie de muelle, ¿tanto habían caminado? Ya no importaba, Uruha se sentía al límite, quería llorar, le dolía de sobremanera que la persona más importante de su vida no recordara el mísero día de cuando él había nacido. Porque sí, Reita era la persona que más le importaba en el mundo, hasta más que él mismo. A él lo amaba más que a un amigo y un familiar, lo amaba como hombre, aunque él nunca se enterara de eso, y estaba bien, su amistad ante todo era lo que importaba. Pero no podía evitar sentirse así de mal, y más cuando Reita parecía no darse cuenta de nada, ya era el colmo.

 

-     Reita… quiero regresar – susurró intentado que su llanto no se notara. Detuvo su caminar, provocando lo mismo en el rubio.

-     ¿Por qué? ¿Te sucede algo? – dijo acercándose a Uruha, quedando a escasos centímetros de él. Como auto reflejo, este se alejo, retrocediendo unos pasos.

-     N…no, solo quiero irme… ya e-esta helado – su voz lo traicionaba, dejando escapar leves sollozos, de los cuales ‘por fin’ Reita se había percatado.

-     Uru, estas llorando, ¿Qué pasa? – le dijo avanzando los pocos pasos que los distanciaban, y levantando el rostro de Uruha por su mentón, observando los cristalinos caminos marcados en sus mejillas.

-     ¡Suéltame! – le poco menos gritó quitando bruscamente la mano de Akira - ¡Solo quiero irme! ¿Qué no entiendes algo tan simple? – le dijo con rabia limpiando sus mejillas con las mangas de su chaqueta.

-     ¿¡A ti qué rayos te pasa!? – le dijo subiendo el tono de su voz.

-     ¡Que te importa! – le gritó rompiendo en llanto saliendo corriendo de ahí.

-     ¡Uruha! – le llamó corriendo para alcanzarlo, y cuando lo consiguió, lo atrajo hacia si en un abrazo bastante forzado debido a la resistencia que ponía Uruha – Uru… calma – le susurró suavemente acariciando los cabellos de este, sabía que eso lo tranquilizaba. Lo dejó llorar por un tiempo hasta que se calmó y volvió a hablar – Dime que es lo que te sucede – dijo aun en tono suave.

-     Y aun no te das cuenta… - dijo melancólicamente soltado un risa cínica, extrañando al rubio – No puedo creer que te importe que me pasa si ni siquiera sabes que día es hoy.

-     ¿Qué día es hoy? – preguntó más que extrañado.

-     Si ¡Hoy! – dijo levantando la mirada quedando frente a frente – Ni si quiera recuerdas que es mi cumpleaños ¡Y tu actúas como si no te importara!

-     ¿Tu cumpleaños? – dijo para luego hacer clic en su mente - ¿Era eso? ¿Por eso lloraste? – dijo divertido recibiendo una mirada furiosa y un asentimiento por parte del castaño – Ay Uru… -dijo hundiendo el rostro de Shima en su pecho – Si me acordé de tu cumpleaños, ¿Cómo no lo haría?

-     Entonces, ¿Por qué saliste antes que todos y te perdiste todo el día? – dijo mirándolo bastante acusadoramente.

-     Era porque buscaba tu regalo, pequeño – dijo acariciando su mejilla sonrojada.

-     ¿Y por qué… no me has saludado en todo el día? – dijo comenzando a sentirse apenado por su comportamiento.

-     Porque quería esperar hasta darte tu regalo.

-     ¿Y por qué no me lo das? – dijo ya desesperado.

-     Porque quería esperar a estar solo contigo – dijo sonriendo cálidamente, provocando un aumento de color en las mejillas de Shima – y si preguntas por qué aun no te lo doy – habló viendo que este se disponía a volver a preguntar – es simplemente porque antes no me atrevía, pero ahora sí, Shima… - dijo agarrando fuertemente a Uruha por la cintura y su mentón, acercándolo poco a poco a su rostro.

 

Uruha se paralizo, el ya se imaginaba lo que seguía, su corazón empezó a latir fuertemente y su respiración se cortó... y así fue. Unió sus labios con los de Reita en su suave beso, el cual estaba lejos de ser lujurioso. Entreabrió su boca sintiendo la lengua del mayor hacer presión en sus labios, permitiéndole el acceso a esta para que jugara con la suya. Se abrazó el cuello del rubio con ambos brazos, y este bajó los suyos propios a la cintura del oji-miel. Fue un beso largo pero lento, disfrutando cada uno del intercambio de aliento y saliva hasta que el aire se hizo necesario y se separaron respirando con dificultad. Uru lo observaba sonrojado con la respiración bastante agitada.

 

-     Espero haya sido de tu agrado mi regalo, Shima – dijo sonriente, arreglándole los rebeldes mechones del cabello de Shima – Y si no te quedo claro, mi regalo soy yo, tú decides que hacer con él – concluyo feliz mirando directamente a su amigo.

-     ¿Me lo puedo… quedar para siempre? – dijo más que dichoso sonriendo abiertamente.

-     Es todo tuyo – dijo para luego recibir un abrazo de Shima – Feliz cumpleaños, me pequeño Shima.

 

Uruha no cabía en su felicidad, así que todo fue por eso. Jamás se lo esperaría de alguien como Reita.

 

-     Aki… - lo llamó con dulzura – Tengo frío… - el rubio sonrió.

-     Está bien… - lo abrazó lo más fuerte que pudo, fundiéndose en un nuevo beso.

 

Esa fue una de las pocas noches en la cual no se sintió frio a lo largo de ella…

 

Notas finales:

Y DICE!!!!

Yumi~Ka-na~Karu:

Cumpleaños felizzz. (Yumi: Feliz! feliz!)
Te deceamos a tiii {Ka-na: a tii! A TII!}
Feliz cumpleaños [Karu: Uruha riko bello hermoso Kou-Chan de mi alma encantador pon cuack!!]
... Que los cumplas feliiiiiiiiz!!

Waa! ya son 28 años... aun esta jovensito!!
(Yumi: y rico)... aparte. Espero que hayan disfrutado el fic!!

{Ka-na: surgio de un sueño de Karu~Chan}

Chuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu~

 

|- [x] KaruxPon ~ [!] -|


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