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Convaleciente por Lein_Eorin

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Notas del capitulo:

Una vez más... hagamos sufrir a Sanji!! ... asi debría llamarse el fic ¬¬ no mejor no, les prometo mejores tiempos para el guapo cocinero... aunque no en este capitulo jeje

En el capitulo anterior.

 

Desde lo sucedido en Thriller Bark Zoro no ha podido recuperar el ánimo y continua físicamente débil, motivo por el cual sus amigos le sobreprotegen de tal manera que le hacen sentir muy incómodo; pero de todos, es Sanji quien esta más al pendiente del Marimo, hecho que le fastidia aun más. Es entonces que Franky, Brook y Robin se hartan de la poca sinceridad de ambos y deciden ponerles una trampa para que se confiesen sus sentimientos pues es evidente que están enamorados.  Les dejan en una isla, atrapados pero ambos necios sólo logran confundirse más…

Convaleciente.

Capitulo 2: ¿Celos?

El plan de conquista destrozado

 

Las olas se levantaban impresionantemente mientras el mar esta agitándose con tal fuerza que el Thousand Sunny pareciera un barquito encerrado en una botella con agua, subía y bajaba con tanta fuerza que los pasajeros a penas si podían sostenerse, el agua entraba por la cubierta mojándolo todo y golpeaba tan furiosamente que el mástil comenzaba a cuartearse.

Por si fuera poco, un gran barco de la marina venía siguiéndoles con dificultades, lanzando balas de cañón al azar, disparando como se pueda. Los perseguidos sólo podían esquivar mientras intentaban mantener el barco en pie, una corriente fuerte de aire más las olas permitieron que el gran barco los alcanzase, algunos marinos intrépidos o muy estúpidos (depende del punto de vista) se habían dejado caer a cubierta y la batalla comenzó entre la lluvia.

 

Mientras Brook intentaba mantener el timón junto con Chopper, Usopp y Robin sujetaban las velas con fuerza; dando oportunidad al trio mounstruo de acabar con unos cuantos marinos que ya sea rebanados, golpeados o acribillados, volaron por los aires, cayeron al agua o regresaron medio heridos a su barco.

 

Mirando tal atrocidad, el capitán del barco, un tal Saga, corrió hasta la popa y dando un gran salto desenfundó dos espadas con mango dorado, una con un rostro maligno, la otra con un rostro angelical. Zoro al mirarlo no pudo evitar sonreír y dando una señal a Luffy quien comprendió el mensaje y quitó a unos marinos que le estorbaban. Así el espadachín llegó hasta el hombre de cabello azul marino que con una mirada fiera se lanzó contra Zoro y las espadas chocaron; pero algo extraño sucedía y era que, entre la lluvia, los gritos, los repentinos truenos y el estruendo…. El espadachín experimentado estaba cediendo a la fuerza del marino y de un momento a otro sus famosas Katanas cedieron del todo; la nueva salió por los aires y cayó al mar, mientras que Sandai Kitetsu rodó por la cubierta y terminó  a los pies de Luffy que poco a poco abrió los ojos sorprendido… aterrorizado, un grito llenó su boca…. ¡ZORO!

 

Y en ese preciso instante, lentamente Sanji volteó hacia su compañero peliverde, trató de correr pero los marinos le impidieron el paso y él se limitó a golpearlos a prisa; sin embargo al dar un segundo vistazo notó los miles de trozos en los que Wadou Ichimonji se había convertido, el mango cayó ensangrentado al suelo, muy cerca de él. El cocinero se concentró pensado en lo mucho que el marimo cuidaba esa espada, en el profundo significado, recordando que un día vio al tipo a punto de llorar sujetándola mientras le contaba a Chopper (su privilegiado mejor amigo) a quien pertenecía esa espada y su sueño.

 

Lentamente levantó la mirada y observó la sangre del peliverde, el pecho rebanado aún peor que cuando ojos del halcón lo venció. Saga sujetaba por el cuello al espadachín y con una sonrisa alzó su katana cerca del cuello… y después… la sangre brotó

 

-          ZORO!!! – Sanji se levantó de golpe, cayó bruscamente de la hamaca al suelo, propinándole un buen codazo al Luffy quien lentamente despertó.

-          ¿Ya está el desayuno?

-          Cállate idiota y vuelve a la cama – contestó Sanji un tanto agitado y volteó a todas partes buscando a Zoro, luego miró a Luffy que se acostaba en su hamaca, Ussop dormía tranquilo mientras murmuraba algo de que había vencido el sólo a Crocodile

-          Ni cuando duerme – susurró Sanji y después se dio cuenta de que Chopper tampoco estaba

 

Preocupado o más bien turbado por la pesadilla salió caminando hasta llegar cerca del mastín, ahí escuchó los susurros de Chopper y llevado por la curiosidad llegó a la popa del barco encontrando al pequeño reno, recargado cómodamente en el brazo de Zoro; que con los ojos cerrados escuchaba mientras el menor le contaba a cerca del Doctor Kureha y los días felices que pasaban, el peliverde le escuchaba sonriente.

 

-          ¿A quien le toca la guardia? – se acercó Sanji, parecía un tanto molesto

-          A mi – contestó el pequeño sonriendo y se levantó

-          ¿y tu marimo?

-          ¿Es de tu incumbencia pervertido? – contestó osco como siempre

-          Me hace compañía – contestó Chopper y al ver como las chispas salían de los ojos de ambos contrincantes optó por hacerse invisible y subir al mastín antes de salir herido

 

Después de un intercambio de insultos consecutivos, sin notar que un buque de la marina se acercaba, sin escuchar los gritos de Chopper… ambos seguían insultándose y empujándose hasta que finalmente unas manos extrañas salieron de sus mejillas y les taparon la boca al tiempo que un fortísimo golpe en sus frágiles cabezas les hizo reaccionar y notar que no sólo estaban en el suelo, sino que los marinos estaban en cubierta. Sanji miró fijamente al capitán que se presentó y resultó ser el mismo de su sueño, su sangre se congeló, las piernas le temblaron y su color cambió a un pálido terrible; pero antes de poder advertir a Zoro, este ya había empuñado sus Katanas.

 

El marino comienza su batalla a muerte con el espadachín y Sanji corre a toda velocidad, pero como en su sueño los marinos le retienen y nuevamente intenta patearlos lo más rápido posible. Un disparo se escucha… todo pasa tan rápido… ¡no podrá llegar!… En ese instante Chopper crece a su modo bestia descomunal y tomando por la cintura al enemigo lo empuja con tal fuerza y furia que el hombre sale volando, revienta con la fuerza del impacto el mástil del buque marino y esto obliga a los invasores a salir huyendo atemorizados.

 

Sanji llega hasta Zoro y se siente aliviado de saber que está bien, aunque algo le molesta desde lo profundo de su alma… ¿Qué es?

 

-          hey Zoro… ¿te encuentras bien? – preguntó Luffy sujetando la bella katana que una vez hubiera sido de Kuina, se acercó hasta el espadachín y se la entregó, este la sujetó con debilidad y la guardó

-          no pasa nada capitán - susurró Zoro y luego de acariciar la cabeza de Chopper se retiró al otro lado del barco

-          algo le pasa – susurró Chopper

-          ¿Cómo sabes? – preguntó Usopp observando en la lejanía el buque que huía a toda velocidad

-          Porque jamás deja caer esa katana – contestó Robin con los brazos cruzados

-          ¿Deberíamos hacer algo? – preguntó Brook mirando a Zoro

-          Si… dejarlo solo – contestó Sanji encendiendo su cigarro – de todas formas, no creo que quiera ayuda

-          O que se intrometan en sus asuntos – aseguró Franky que ya iba camino a la cocina

-          Estará bien Chopper -  dijo finalmente Luffy y sujetó de los hombros al pequeño médico dirigiéndolo a la cocina junto a los demás

 

Mientras armaban su acostumbrado escándalo, Zoro se encontraba recostado en el suelo, su boca sangraba… una vez que no pudo ver a sus amigos… el joven espadachín sujeto su abdomen con fuerza mientras mucha sangre brotaba. Una sonrisa se grabó en su boca y pensaba si su famosa técnica podría superar la bala que retenía en su cuerpo, el chico comenzaba a ver borroso, su boca temblaba… justo por eso soltó la Katana… casi gritaba en ese instante… por suerte Chopper estuvo ahí para salvarle el pellejo…

Necesitaba descansar urgentemente; pero no era el día del chico así que escuchó la voz de Luffy que estaba parado frente a él

 

-          Zoro… venga vamos a jugar… estoy aburrido

-          Vete a molestar a… - se calló un segundo y luego se levantó, no quería torcer el brazo, pero era necesario… necesitaba ayuda esta vez y era urgente… ese orgullo suyo se lo impedía, no era tan grave como las heridas que a penas sanaban… pero estaba tan cansado – Luffy…. – susurró y terminó abrazando al chico que sorprendido le sujetó

 

En ese preciso instante Nami y Sanji les observaron, Zoro abrazaba con fuerza al capitán mientras este le sujetaba la cintura, hablándole al oído. Sanji dejó caer las tazas de té

 

-          ¡¡¡HEY IDIOTAS!!! – les gritó Nami y furiosa se acercó a separarlos, mientras ustedes están… ¡¡¡aquí!!! ¿Quién rayos cuida el rumbo?

 

Estuvo a punto de golpearlos cuando Luffy la miró seriamente, ella se detuvo en seco, como paralizada pues una de esas miradas no eran nada normales. Sanji por su parte caminó lentamente cerrando sus puños. Luffy le observó de reojo y ese momento de seriedad fue interrumpido por el espadachín… que estaba roncando

 

ZORO!!!!!

 

Momentos después el moreno duerme plácidamente en la cama de Nami, mientras todos le miran seriamente.

 

-          no entiendo nada – comentó Usopp mirando a Nami que estaba furiosa

-          sólo perdemos nuestro tiempo, si nos desviamos para atender a este… bueno para nada…. No llegaremos a nuestro punto

-          Nami… una isla del tesoro no es tan importante como un Nakama – contestó seriamente Usopp

-          Muy cerca de aquí está la isla de Corcira, hay una gran ciudad… - comentó Robin viendo el mapa del archipiélago en el que estaban. Sonrió con suficiencia pensado en lo bien que hacia su trabajo de investigación cada que encontraban un puerto

-          ¿Corcira dijiste? ¡¡¡Adelante!!! ¡¡¡Debemos salvar a Zoro!!! – dijo Nami sonriendo

-          ¿Qué hay ahí? – preguntó detenidamente Franky

-          es una isla vacacional…- contestó Robin reconociendo el mapa

-          Demonio – susurraron todos al unísono mirando a Nami

 

 

Luffy observó preocupado a Zoro, quien susurraba un nombre específico mientras apretaba con todas sus fuerzas las colchas de ovejitas mientras dejaba escapar un quejido doloroso de su boca. Chopper se acercó lentamente, midió su temperatura y les pidió a todos que salieran.

 

Sanji y Nami voltearon a mirarse ya afuera, luego miraron a su capitán que además de serio, estaba dando vueltas con cara de preocupación, de aquellas que no pasan si no porque es algo grave. Nami cerró los ojos y nuevamente miró la escena… el beso ¿el beso? ¿Cuál?  Si no hubo ninguno… Sanji miraba como su puño cerrado temblaba y luego de un buen rato se animó a preguntar…

 

-          Nami- San… ¿Por qué estas furiosa?

-          No entiendo porque nos tomamos tanta molestia si ese marimo se recupera solo… como si fuera un mutante o algo así

-          ¿marimo? – Sanji le miró con una leve sonrisa - ¿estás bien?

-          Si, no pasa nada – dijo y acto seguido caminó al lado contrario del barco apartándose de todos.

 

Robin le miró unos segundos, después les dio una seria mirada a Frany y Brook, estos torcieron un poco la boca

 

-          el día de hoy todos están raros… - susurró Usopp que ya estaba junto a Sanji

-          Creo que… estamos sobreprotegiendo a nuestro nakama – susurró Robin mirando la puerta

-          esos dos… ¿Qué demonios hacen? -  contestó Sanji un tanto airado – ¿ya se tardó no?

-          ¿Te importa lo que pasé? – preguntó sorprendido Usopp. Sanji volteó con mirada asesina

-          No… que se muera esa alga desabrida si quiere. Parece que le gusta andar por ahí con cicatrices por todos lados – contestó y fue directo a la cocina

 

En ese momento salió Chopper con la cara triste y Luffy corrió a su encuentro junto a los presentes, incluso Nami que se colocó justo junto al capitán. Chopper explicó que no era la herida de bala lo que le aquejaba, ese era un problema menor, sino que había descubierto que el moreno tenía unas pequeñas heridas en la espalda, causadas por una rara flor del Grand Line, Le Vare. Está flor despide un poderoso veneno de sus espinas, y evidentemente había estado en contacto con el espadachín, por lo que tendrían que buscar las medicinas adecuadas pues de lo contrario el espadachín no sobreviviría, después de todo su cuerpo aun estaba frágil y resentido, muchas de sus heridas internas seguían frescas.

 

Sanji escuchó todo desde la cocina y lentamente llevo su mano a la boca, cerró los ojos… y tan sólo pudo ver un beso que jamás pasó, luego recordó el suelo, las rocas y el mismo Zoro bañado en su sangre… “no es nada”, repitió el rubio.

 

De nuevo herido por mi culpa, si hubiera sido yo el que quedó abajo al caer en la isla anterior el estaría bien… salvado otra vez… ¡qué vergüenza! ¿Es que acaso cada vez que este cerca de él va a salir herido?… yo... debería ser más fuerte, ¿cómo pienso siquiera en estar a su lado si no puedo protegerle ni de una estúpida flor?

 

A la mañana siguiente todos estaban despertando al ritmo de “ Binks No Sake” en violín, subieron adormilados a la proa para ver si se acercaban a la isla indicada, Nami había quedado de guardia pero se encontraba dormida en el suelo con una colcha de ovejitas cubriéndola del frío de la madrugada  y unos pasos adelante estaba Zoro haciendo lagartijas.

 

-          ¡ERES UN IDIOTA! – le gritó furioso Chopper y llegó hasta Zoro que se detuvo observándolo

-          Estaré bien – susurró bastante molesto

 

En ese momento el capitán caminó hasta Zoro y de un puñetazo lo sentó en el suelo

 

-          ¡IDIOTA! – dijeron todos al unísono a Luffy quien miró a Zoro a los ojos que comenzaban a empañarse

-          Primer oficial… tu fuiste el primero… - susurró y Zoro asintió – no rompas tu promesa…

-          Lo lamento… Luffy – contestó y se dispuso a levantarse, pero las piernas le fallaron y nuevamente terminó en brazos de Luffy

 

El chico lo llevó nuevamente al camarote, dejándolo ahí para que descansará un rato, después Sanji fue obligado por el capitán para llevarle la cena al peliverde. Al entrar al cuarto lo encontró sentado en la cama.

 

-          Marimo… ¿que no entiendes lo que es estar quieto? ¿Es un concepto muy complicado para tu pequeño cerebro? -  pero el joven no contestó a las ofensas, él no estaba en este mundo

-          Kuina… lo… lamento - susurró y se levantó repentinamente tambaleando, caminó hasta Sanji que estaba paralizado, la charola con el desayuno cayó al suelo… - Kuina… - repitió el hombre y sujetando el rostro del rubio que estaba perplejo e inmóvil…- perdóname… Kuina…

 

Y un largo Beso surgió de aquella noche…

 

 


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