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Elegido por los Dioses por Zafira

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Notas del capitulo: Muchas gracias por sus reviews, la verdad me pusieron muy feliz… estoy casi en mi 85% de buena salud, aun me da unas pequeñas recaídas, pero estoy mucho mejor, saliendo de a poco, me estoy cuidando… ahhh por otra parte, pues debo decir que este capi me costo escribirlo… jeje y es que de repente me vi como en un camino sin continuidad, y lo que me motivo a escribir el fic, pareció borrárseme de la mente… así que ni yo misma se que esperar de esta historia… jejeje… pero me gusto como me quedo jajaja me resulta hasta emocionante el rumbo de los hechos, y ni idea tengo de que vaya a pasar mas adelante… Bueno ya escribí de más… espero les guste a ustedes el capi… besitos
Capítulo 1º: Lazo

No recordaba con exactitud que era lo que había ocurrido, al abrir sus ojos se encontró nuevamente en la habitación que le habían dispuesto en el Templo del Emperador Poseidón, se sentó sobresaltado al recordar a los jueces del inframundo…

¡Tranquilo, Andrómeda… todo esta bien ahora, ya pasó! – Sorrento estaba con él en el cuarto, velando su descanso por orden de su emperador…

¡Sorrento… ¿Qué fue lo que pasó?! – Shun miraba al general, se sentía desorientado, pues por más que lo intentaba, lo único que llegaba a su mente era a Radamanthys atacando a Julián…

¡Defendiste a mi señor Poseidón… y luego recibimos la ayuda…! – Sorrento dudó en decir eso último, aunque de nada iba a servirle ocultarlo… - ¡La ayuda del Titán Hiperión!

¿Hiperión?

¡Así es, hermoso caballero… me alegra ver que ya haz despertado! – Shun se sorprendió muchísimo de ver a aquel sujeto, cuando este tomó su mano y la besó, sus mejillas se tiñeron inmediatamente de carmín…

¡Tú… eres… yo te he visto antes…! – susurró el peli verde mirando al Titán…

¡Me alaga que aún me guarde en sus recuerdos… “no podía esperar menos de la joya predilecta de mi amado Hades”… fue muy valiente en defender al señor Poseidón! – el mismo peli rojo al que Shun conociera en Atenas… el menor tenía la certeza de que era él…

¡Julián…! – Shun buscó con la mirada al joven, este estaba en la puerta mirando muy fríamente al titán… - ¿Está bien señor?

¡Si, Shun… descuida, gracias por todo…! – el peli azul ingresó seguido de Kanon - ¡Espero que tú estés mejor!

¡Estoy bien gracias…!

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Shun pudo notar a la perfección cuanto desconfiaba Julián del Titán, y no era el único, Kanon tampoco le perdía de vista ni un solo segundo, él por su parte no podía evitar sentir cierta simpatía por ese sujeto, al final de cuentas, los había ayudado, y el peli rojo se mostraba muy amable con ellos… quizás por ese motivo fue que acepto dar una caminata por las afueras del templo con él, a pesar de la mirada de advertencia de Julián que parecía decirle con la mirada que no lo hiciera…

¡Gracias por aceptar! – comento el peli rojo caminado tranquilamente y tomando aire…

¡Gracias a usted, por ayudarnos… la verdad, quien sabe lo que hubiera sucedido si no intervenía! – comento Shun con una sonrisa…

¡Supongo que mi señor Hades, hubiera tomado el control de su cuerpo y los habría detenido! – aquellas palabras el titán las soltó mordaz, en ningún momento apartó la vista del rostro del menor, deseaba ver cual era su reacción…

¡Supongo…! – mencionó con tranquilidad el peli verde, y eso pareció sorprender al peli rojo…

¡Entonces eres consiente del lazo que los une! – Hiperión se había quedado quieto observando a aquella criatura mortal, cuya pureza lo había hecho merecedor de portar el alma del poderoso Rey del Inframundo.

¡Desde luego… fue la única forma! – susurró el menor sin voltear a mirar al mayor…

¡Entonces esa fue la causa… ahora me queda claro, le ofreciste a Hades el habitar aún en ti, a cambio de la vida de tus aliados! – acotó seguro de sí el peli rojo…

¡Te equivocas…! – Shun sonrió con ironía al decir aquello…

¿Entonces…? – Hiperión se acercó aún más al peli verde…

¡…l simplemente me utiliza para vivir, su alma esta ligada a la mía, él vive en su cuerpo ahora, no en el mío… y eso sólo será hasta que se recupere por completo de sus heridas! – Shun miró directamente a aquellos ojos que lo traspasaban…

¡Me estas diciendo, que el Poderoso Hades está compartiendo el débil hilo de tu vida! – dijo irónico el titán, su mirada de pronto pareció encenderse, cualquiera se hubiera sentido intimidado por ella, sin embargo, Shun no retrocedió ni un poco…

¡Puedes creer lo que quieras, yo simplemente le ofrecí esa opción para evitar que se rompiera el equilibrio en Averno… no me malentiendas, no me mofo de ello, me resulta bastante agotador… sin embargo, puedes probar haciéndome daño… te aseguro que no intentaré protegerme! – Shun parecía ido al decir aquellas palabras, su mirada perdida le indicaba al mayor que su mente estaba más lejos de aquel lugar de lo que él podía imaginar… y entonces no pudo evitar sonreír…

¡Contéstame algo, pequeño… ¿Sabes cómo se romperá ese lazo?! – el titán se acercó nuevamente al menor, tanto como para sentir el suave aroma que despedía la piel del chiquillo…

¡No, aunque la verdad no me interesa saberlo! – el tono que usó Shun era agresivo, nada propio de él, parecía disgustado por la pregunta, por lo que inmediatamente intentó alejarse del mayor, quien sin embargo, al sentirse agredido reaccionó con mayor rapidez, y tomando al menor de las muñecas lo acercó a su cuerpo…

¡Sabes hermoso caballero… tengo eras de existencia… y no voy a permitir que alguien de tu rango me falte el respeto a mí, o a Hades… ¿entendiste?! – Hiperión sonrió al ver que había captado la total atención de Shun, le gustó su rostro tan inocente, y aquellos labios que tenía la certeza de que aún eran castos… quizás por aquellas emociones que hacía mucho tiempo había dejado de sentir, fue que por impulso deseó saber si sabían tan bien como él imaginaba…una ráfaga de energía dorada le obligó a apartarse, esta cosmo energía era muy poderosa, por lo que inmediatamente se puso en guardia…

¡Debería apartar sus manos de mi discípulo!

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¡Mi señora, Atenea, sintió una alteración de energía, y por esa razón me envió a mí, al caballero de Géminis y al caballero de Escorpio para averiguar que había sucedido, Emperador! – Shaka se encontraba en posición de respeto frente a Julián, quien lo miraba a él y a los otros caballeros dorados con atención…

¡Le agradezco a Atenea su preocupación… como verán estoy bien… sin embargo, horas antes fui atacado por unas sombras, a las cuales el titán Hiperión logró vencer! – mencionó con firmeza el joven mirando con cierto disgusto al peli rojo que aún parecía divertido por la casi pelea que estuvo a punto de llevarse en las afueras del templo, entre él y los dorados…

¿Un titán? – agregó dudoso Saga, y le dirigió una mirada escrutadora al peli rojo.

¡Así es… al parecer, mi hermano Hades así lo creyó conveniente… aún no tenemos idea de quien pudo haber ordenado aquel ataque… pero ya comenzamos a investigar! – acotó Julián y Kanon asintió en apoyo a sus palabras…

¡Esperamos nos permita colaborar con ustedes, Emperador… es el deseo de nuestra Diosa que sepa puede contar con su ayuda! – Milo era el que tomaba la palabra, y el asentimiento del joven Dios les dio la certeza que estaba de acuerdo…

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¿Estas bien Shun? – Sorrento se había quedado a hacerle compañía al menor en las afueras del salón…

¡Si… aunque la verdad, debo admitir no me hace nada feliz ver a mi maestro aquí! – dijo casi sin pensar el peli verde…

¿Acaso no se llevan bien?... ¡Eso si que es raro…! – el peli lila sonrió al comentarlo, y eso logró quitarle también una sonrisa al más joven…

¡…l no confía en mí… y no lo culpo… no he sido sincero con nadie… él… me vio siendo Hades… supongo que por esa razón… no… es justo por esa razón que no soy un digno sucesor de su armadura! – Shun parecía sufrir por sus palabras, tomo aire y luego lo soltó lentamente…

¡El primer paso para sentirse bien, es perdonarse uno mismo, ¿sabías?... a mi señor Julián le costo también… pero, no es imposible! – el marina sonrió dulcemente al peli verde, quien con su sonrisa le agradecía inmensamente aquellas palabras…

El sonido de las puertas abrirse les distrajo, vieron a los dorados abandonar el salón de audiencias… Shaka con la mirada llamó a Shun, y este fue a su lado.

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Milo y Saga creyeron conveniente ir a ver si podían recabar alguna pista del lugar, que les fuera de utilidad, Kanon los acompañaría… mientras tanto, Shaka y Shun, que se encontraban en la habitación que se le había dispuesto al dorado, conversarían de lo ocurrido a su llegada.

Aunque eso de conversar era mucho decir… desde el momento en que maestro y discípulo quedaron a solas en la habitación, reinó un incómodo silencio… el mayor miraba fijamente al menor, quien parecía estar más interesados en analizar las irregularidades del piso, que en mirar a Shaka…

¡No piensas mirarme al rostro! – dijo al fin el rubio soltando un suspiro indignado…

Shun pareció hacer un esfuerzo sobre humano para obedecer, lo miró como lo hacía siempre, de manera casi fría…

¡La verdad no entiendo, qué es lo que quiere que le diga! – dijo al fin el menor con cierta impaciencia, parecía que por sobre todo quería salir de aquella habitación…

Aquella palabras disgustaron a Shaka, quien por primera vez sintió el deseo de abofetear a alguien… tomó a Shun de los hombros y lo atrajo hacia sí, esta acción ocasionó que el menor le dirigiera una mirada llena de asombro…

¡Por ejemplo, podrías decirme qué hacías hablando con ese titán a solas… también podrías decirme…! – Shaka comenzó a hablar con seriedad, más fijar su mirada en aquellas esmeraldas lo calló… sintió el impulso de alejarlo de golpe, pero no pudo… es más se acercó tanto a su rostro que la punta de su nariz casi rozaba la piel del más joven… - ¡Decirme…!

Shun tampoco podía apartar sus ojos de los de su maestro… su corazón latió fuertemente en su pecho… sin previo aviso, se puso de puntas y beso en la mejilla al rubio… y después simplemente soltando el agarre que el mayor tenía sobre él, salió de la habitación diciendo…

¡Lo siento…!

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Quizás era por la pena de lo que acababa de hacer, o simplemente era por tratarse de él, pero no vio, ni sintió a Poseidón, sólo hasta después de chocar de lleno con él…

¡Eyy!... ¡Ten más cuidado… podrías lastimar a alguien… o aún peor… podrías lastimarte! – el peli azul lo había sostenido de la cintura para que no cayera debido a la fuerza del choque, lo miró divertido cuando le ayudo a incorporarse, y su sonrisa se acentuó aún más al ver aquellas mejillas totalmente sonrojadas debido a la vergüenza…

¡Disculpe… yo…! – comenzó a decir el peli verde…

¡Descuida… ¿podemos hablar?! – de pronto la expresión del peli azul cambio a una mas seria… el menor lo observó y asintió con la misma seriedad - ¡Sígueme entonces!

Julián lo llevo ante el Gran Sustento Principal… una vez ahí lo abrió y se introdujo en él, a pesar de estar renuente, Shun lo siguió en el interior de aquel Imponente Pilar…

¡¿Por qué aquí?, señor Julián! – preguntó el menor sin perder de vista al joven Dios…

¡Por que es el único lugar, en dónde podremos hablar sin que nadie pueda interrumpirnos… ni escuchar lo que estamos diciendo! – respondió tranquilo Poseidón…

¿Y qué… quiere que hablemos? – murmuró Shun sin apartar la vista del mayor…

¡De lo que le contaste a Hiperión… del lazo que te une a Hades!

¡Ah… eso… ¿lo escucho?! – Shun comenzó a sentirse un tanto cohibido con Julián, quien lo miraba de una manera muy insistente.

¡No deberías confiar en ese titán… en el pasado fue amante de Hades, podría intentar lastimarte… ya que eres algo que definitivamente Hades ama! – el tono de voz del peli azul tuvo un ligero cambio, y su expresión se volvió seria… - ¡Los titanes fueron enemigos nuestros en la era mitológica… eso es lo que se conocen por las historias… pero la verdad es otra… la verdad es que ellos eran familia, y trataban con nosotros… tenían vínculos con ciertos miembros de la familia… romances, aventuras!

¿Y por qué cambió eso? – Shun miró confuso a la reencarnación del Dios, que estaba ya frente a él…

¡Cambio… cuando uno de ellos no quiso cumplir con un compromiso… y el hermano de este, guiado por su ambición, uso eso para declarar una guerra! – culminó de decir el peli azul…

¡Supongo que no me dirá quien fue…! – el peli verde sonrió alejándose del dios que parecía estarse aproximándose cada vez mas a él - ¿Julián…?

¡No…! – la sonrisa del peli azul se hizo más acentuada, cuando Shun detuvo su andar debido a que llego hasta uno de los muros del pilar…

¿Emperador…? – el menor comenzó a sudar frío… no tenía lugar a donde ir, y el mayor ya le detenía cualquier punto de huida con sus brazos a ambos lados de su cabeza…

¡Entiendo por qué te escogió a ti…! – Poseidón acarició delicadamente los labios del menor… - ¡Pero no soy yo quien más desea besarte! – aquella expresión pareció relajarse, se volvió más humana, aquella mano sujeto el mentón del más joven y lentamente fue acercando su rostro… - ¡Podría yo… sólo sería una vez…!

Lentamente sus labios comenzaron a juntarse, los ojos del más joven se abrieron grandemente, mientras el mayor rodeó con su brazo la cintura, y su con la otra mano sostenía la cabeza del peli verde para profundizar aún más el contacto…

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¡Lo siento…!

¡Uhmm… uhmm! – era todo lo que Shun podía emitir, se sentía tan cohibido que era incapaz de mirar a los ojos al peli azul, o decir algo al respecto de lo que acababa de suceder, lo único era mantenerse en la posición en la que estaba, mirando al suelo, con las mejillas muy sonrojadas, y los labios entre abiertos…

¡Yo… realmente deseaba eso, más como Julián que como Poseidón…! – el joven emperador acarició el rostro del menor y lo levantó para que este le mirara al rostro… - ¡Pero no volverá a suceder… lo prometo!

Tardo unos minutos más para que Shun por fin comenzase a hablar nuevamente, quizás lo que lo obligó a hacerlo fue la mirada triste que demostró el peli azul, debido a su actitud…

¿Y por qué cree que él me haría daño? – preguntó el menor sólo para romper el hielo que se había formado…

¡La verdad ahora, los recuerdos que Poseidón me ha permitido conocer de aquel mitológico tiempo, es muy limitado… sólo se lo que la mayoría, de los titanes… que es mejor no confiar en ellos! – hablo Julián mirando la insignia de la familia Poseidón que estaba gravada en las paredes del Gran Sustento…

¡Pero… Hades confía en él! – murmuró el peli verde mirando fijo la imagen del mayor.

¡Hades… él debe recordar mejor las cosas que yo… al fin y al cabo… su alma habita en su verdadero cuerpo… supongo que también Zeus lo sabe… aunque… no creo que él sepa que Hades le permitió a Hiperión el que saliera de sus dominios para venir aquí! – el peli azul miró nuevamente a Shun… - ¡Quizás sea una buena idea ir a visitar al Señor del Inframundo… ¿Qué opinas tú?!

¡Creo… que sería lo mejor… “aunque no creo que eso le guste a mi maestro”… también quisiera verlo! – susurró el más joven sin prestar atención al mayor…

¡Es probable que él rompa el lazo que los une! – Julián no miraba al menor al hablar, se imaginaba el ritual para separar el alma del que fuera el hermano de su alma inmortal.

¡No lo se… es probable, supongo que si una nueva guerra se aproxima, lo mejor es no tener dentro mío el alma de alguien como él… es peligroso que su vida este unida a la de un mortal como yo! – Shun hablo con toda sinceridad, él sabía la gran carga que era estar unido al Dios de la Muerte, él lo había aceptado, pero el precio fue su propia libertad, pues le había entregado su corazón a Hades a cambio del regalo de la vida para todos aquellos caballeros dorados a los que él admiraba, volvieran sanos y salvos del reino de los muertos…

¡Tal vez te robaste el corazón de mi hermano, al final de cuentas… jajajaja… y no puedo culparlo, debí retenerte a mi lado en la última batalla, mi bella Andrómeda, te me vuelves a escurrir de las manos como en el pasado! – la voz que emanaba Julián se había vuelto más seria e imponente… Shun supo de inmediato que quien le hablaba era el Dios de los Mares, Poseidón… - ¡Aunque por lo que me dicen tus ojos… ese sentimiento es recíproco!

¡Poseidón… señor! – Shun bajo la cabeza en presencia del Dios.

¡Es mejor que salgamos de aquí, pequeño… eres una tentación muy grande… jajaja… avísale a los dorados de tu diosa, que partiremos al averno al anochecer! – las puertas del Sustento se abrieron y ambos jóvenes salieron, Shun hizo una reverencia y se retiró en dirección a dónde sentía el cosmos de los dorados, mientras el dios, utilizando su cosmos invocaba a todos sus generales a que fueran a reunirse con él…

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¡Una excelente sugerencia, pequeño Poseidón… a Hades le encantará tenerte en sus dominios…! – decía con cierta malicia el peli rojo, observando con altivez a los generales que le dirigían furibundas miradas de rencor - ¡Eso me hará más fácil la tarea de cuidar de ti!

¡El Emperador Poseidón no necesita de su protección… para eso nos tiene a nosotros! – habló furioso Kanon, que ya se estaba cansando de la actitud del titán, y no era el único… hasta los dorados sentían cierta antipatía ante aquella forma de menospreciar el poder de uno de los dioses más poderosos del Olimpo.

¡Jajajaja… lo dice quien apenas pudo proteger el cuerpo de su señor! – acotó con ironía Hiperión, le encantaba la reacción de aquellos orgullosos humanos, le parecía hasta cómico…

¡Basta! – la voz de Poseidón se hizo oír en el Templo… Shun pudo observar que el joven Dios también demostraba molestia, más parecía intentar mantener la calma… - ¡Hiperión… no subestimes mis fuerzas, ni las de mis marinas!

¡No te enfades, pequeño… sabes que sólo digo que a tu hermano le encantará tenerte como su invitado…! – el titán miró intensamente al dios, cuyo cosmos parecía debilitarse… - ¡Además, ya que no haz despertado por completo… es mi deber cuidar de ti! – antes de que el peli rojo pudiera sostener a Julián, Kanon ya lo tenía en brazos, mientras Isaac, Sorrento y Eo se colocaban frente a ellos para evitar el avance del peli rojo… - ¡El orgullo los puede hacer caer… no son rivales para mí!

¡Ya Hiperión…! – Shun habló con firmeza, y su cosmos aumentó sorprendiendo a Shaka y a los demás dorados pues había algo que ellos bien conocían en aquella presencia, que no era exactamente del caballero de Andrómeda que ellos conocían - ¡Deja de provocarlos… No creo que sea eso lo que te pidió Hades!

El peli rojo pareció un tanto sorprendido por aquello, aunque rápidamente se relajo y le sonrió al menor, se acercó a él y acariciando su rostro, susurró…

¡Ustedes dos tienen eso en común… los dioses los eligieron… tienes suerte de que él te proteja… ya serías historia si dependiera de mí! – Hiperión se retiro tranquilamente del lugar… Shun lo siguió con la mirada hasta que desapareció de su campo visual… entendió entonces a Julián/Poseidón… lo había notado en aquellos ojos de fuego… en ellos pudo ver la llama de los celos encendida…

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Shaka no dijo absolutamente nada del incidente, cuando se encontraba a solas con Shun, simplemente lo miró fijamente… una parte de él deseaba abrazar a aquella criatura, y la otra simplemente no podía tocarlo… pues lo supo, aún había algo de aquel ser que tanto daño causó en el frágil cuerpo de su ahora discípulo, y él era incapaz de aceptar eso… nuevamente sintió que aquel abismo de un principio se formaba entre ellos, y un asomo de rencor, que él jamás antes había experimentado, emergió de su interior…

Shun tampoco intentó explicar nada…sintió el frío que nuevamente le brindaba la presencia, por lo general cálida, de Shaka… y eso le daba un mensaje claro… él era y seguiría siendo a los ojos de su maestro, un ser impuro e indigno…

Milo también mostraba sus reservas con el menor, lo miraba fijamente analizándolo a cada momento… aquella criatura que era capaz de sacrificar su propia integridad para salvar a sus amados amigos, aún tenía en su interior algo de Hades, eso le provocaba ciertas dudas, aunque aún podía notar aquella pureza en su mirada que le obligaba a cumplir con la orden de su Diosa, pues ella misma le había pedido que cuidara de Shun…

Saga era quien más se mostraba normal… él entendía a aquella criatura, pues se había visto también en una situación similar, tan similar que debió morir para superar aquella situación, lo que lo diferenciaba de Shun, pues el menor no había muerto, por lo menos no su cuerpo, y eso probablemente era la causa por la cual, el alma de Hades no había salido del todo de su cuerpo. Aunque era claro para él, que el alma del Dios, estaba apenas ligada a la del peli verde, pues se notaba a la perfección que aquellos ojos rebosaban de bondad...

¡Por lo que me dijo mi hermano, saldremos al anochecer! – comentó Saga a sus compañeros, Shun asintió y luego simplemente se levantó y salió de la habitación…

¿Dónde piensas ir? – preguntó Shaka sin voltear a mirar al menor…

¡Caminar…! – fue la escueta respuesta del peli verde antes de abandonar la habitación.

¡Shaka… ¿qué sucede contigo?! – Milo miró muy seriamente al rubio, pues desde lo ocurrido había sentido la perturbación en el cosmos de su amigo…

¡Nada… sólo que no…! – el rubio se puso de pie y también salió del cuarto… dejando a los peli azules sumamente sorprendidos…

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Shun se había ocultado tras un pilar del templo para no ser visto por Sorrento que justo en ese momento se retiraba hablando con Kanon, ninguno lo había sentido, por lo que el menor suspiró aliviado… una mano en su boca lo alertó, cuando se volteó para ver de quien se trataba se sorprendió al encontrarse con su maestro…

¡Debemos hablar! – Shaka tomó del brazo al peli verde y se lo llevó a un lugar un poco más apartado…

Estuvieron en ese lugar unos diez minutos sin que ninguno dijera absolutamente nada, al fin, fue el mayor el que rompió el silencio…

¿Cuándo ibas a decírmelo? – el rubio sonó serio y a la vez dolido, había una parte de él que le recriminaba aquella pregunta, pues si era sincero con él mismo, no había hecho mérito para ganarse la confianza del más joven…

¡Esperaba no tener que hacerlo… después de todo es algo que sólo me involucra a mí! – sentenció fríamente el menor, volteándose dispuesto a salir de ahí… más el rubio lo tomó del brazo y lo obligó a girarse y a enfrentarle la mirada…

¡Soy tu maestro… y aunque no lo creas me preocupas…! – Shaka estrecho entre sus brazos el cuerpo de su discípulo, colocó una de sus manos en la nuca del peli verde obligando al menor a apoyar su cabeza en el pecho del mayor quien con su otro brazo rodeó la cintura del más joven al momento de susurrar suavemente a su oído - ¡No deseo que nada malo te pase… no lo soportaría… ¿me entiendes?… eres un ser demasiado especial… no te cierres a la oscuridad, no cuando tu sola presencia trasmite la más pura luz!

¡Ma… maestro! – Shun se relajo en esos brazos, se sentía tan cálido no pudo evitar desear sentir ese calor… se sentía de nuevo como un pequeño sediento de cariño, y su alma clamo por su hermano, deseaba estar bajo sus alas, protegido como siempre lo había estado…

¿Es peligroso? – susurró el rubio al sentir a Shun acurrucado entre sus brazos, esa sensación le agradó bastante, no entendía por qué no lo había hecho antes, por qué lo había alejado tanto de él, cuando se moría por mostrarle cariño…

¡No… él ya no puede habitar por completo en mi… solo es temporal! – murmuró el menor - ¡Mientras sus heridas sanan por completo, y su vida deja de correr peligro!

¡Y esa demostración… no fue nada! – comentó el rubio ejerciendo mayor fuerza a su abrazo…

¡Por favor, maestro… eso fue apenas una sombra de su poder… algo que evita que corra peligro su vida… su poder me protege, o mejor dicho se protege… es eso… yo simplemente utilizo un poco de su esencia cósmica, pero jamás pierdo la conciencia de quien soy en realidad! – Shun se aparto del mayor, miró directo a aquellos ojos que nuevamente se le mostraban…

¡Confió en ti… pero… si iremos a ese lugar… te prohíbo que te separes de mi o de Milo o Saga… ¿entendido?! – Shaka acaricio el rostro al peli verde sonrió al recibir una sonrisa en respuesta…

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Todos los preparativos ya se habían hecho, los generales que no los acompañarían tenían la misión de proteger los dominios del Dios de los Mares, mientras que Kanon lideraría la expedición al Inframundo. Hiperión por su parte, los guiaría, según lo que explicó, utilizaría su cosmos para trasportar a todos a la entrada de los dominios del Dios de la Muerte, pero que cada uno debería de usar su poder para sobrevivir en ese lugar.

La hora había llegado… el titán elevó su cosmos y los rodeó a todos… al instante habían desaparecido, y vuelto a aparecer pero ya en un lugar diferente…

¡No pensé volver aquí! – susurró Shun mirando las ruinas del castillo en el que hacía tiempo atrás se habían enfrentado a aquellos espectros...

¡Si… pero ahora las circunstancias son diferentes… espero! – murmuró Julián instando a Shun a que lo siguiera camino a la entrada… Los dorados también lo siguieron, así como los generales…

¡Bien… es aquí dónde nos separaremos! – el titán había sorprendido a todos con su afirmación, más lo que siguió a eso fue lo que dejo anonadados a los guerreros… pues el peli rojo en un movimientos que superaba a la de la luz, tomó a Julián por la cintura al igual que a Shun y se precipitó a lo profundo del abismo…

¿Pero qué…? – nada pudieron hacer los generales o los dorados, Kanon y Saga, quienes se habían percatado del movimiento del titán fueron fácilmente evadidos por este… al final los caballeros miraron como desaparecían, Julián y Shun, en una especie de llamarada cósmica…

¡Maldito… sabía que no era de fiar! – se quejó Kanon e Isaac asintió…

¡No es momento de lamentarnos… él no los lastimará… debemos seguirlos! – acotó Sorrento acercándose también a los pies del abismo…

¡Sirem tiene razón… no debemos perder el tiempo… ¡ - Shaka hacía uso de todo su autocontrol… aunque no le gustaba en lo más mínimo que el titán se haya llevado a Shun con ellos, y menos sabiendo que él estaba ahí abajo… - ¡Vámonos!

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¡¿Qué significa esto Hiperión?! – Julián había soldado el agarre del mayor al tiempo en que tomaba a Shun de la muñeca para colocarlo tras de él…

¡A Hades no le agrada que le hagan esperar… esos caballeros simplemente nos hubieran atrasado! – respondió tranquilamente el titán sonriendo - ¿Por qué temes pequeño?… ¡Jamás permitiría que te lastimaran, eres tan amado por mí, como lo es Hades!

Shun miró al peli rojo, notó la picardía en sus palabras… sintió una presencia aproximarse a sus espaldas, una que le ocasionó un escalofrío por todo el cuerpo… se volteó lentamente encontrándose con aquel a quien habían ido a buscar… Hades los miraba serena y fríamente, lo primero que pasó por la mente de Shun fue pensar que el peli negro era muy diferente a Poseidón, el peli azul era mucho mas expresivo, quizás por que Poseidón aún no había despertado por completo, mientras que el Rey del Inframundo, no parecía conocer lo que era sentir… él era un dios integro, sin un asomo de humanidad.

¡Hades! – la voz susurrante de Shun obligó a Julián a apartar la mirada del peli rojo, buscando al dueño de aquel nombre….

Ambos dioses se miraron por un momento que parecía tenso, había un cierto nerviosismo en la expresión de Julián… y eso parecía hasta divertir al peli negro, que sin previo aviso, encendió su cosmos y atacó a su hermano ancestral… Shun intentó apartar a Julián, pero Hiperión se lo impidió al rodearlo con sus brazos para protegerlo del ataque…

¡Vaya recibimiento! – un imponente cosmos emergió de la figura del peli azul, y logró protegerlo del ataque…

¡No deberías permitir que un dios contemple esas expresiones tan humanas en tu rostro… podrían intentar aprovecharse de ti, hermanito! – Hades hablo irónicamente al momento de aproximarse aún más a Poseidón, que se mostraba ahora sereno y frío…

¡Veo que tus heridas han sanado! – mencionó irónico el menor… haciendo clara alusión que Hades había sido vencido también por humanos…

¡Lo haz hecho bien, Hiperión… gracias por traerlos a salvo! – Hades hizo caso omiso a aquel comentario… observó a Shun al dirigirse al titán, y sonriendo acotó - ¡Ha pasado tiempo…!

¡Generales Marinas y Caballeros Dorados están camino aquí también, Hades… no creo tarden en llegar! – comento el peli rojo soltando a Shun de su agarre y dirigiéndole al peli negro una mirada muy penetrante…

¡Radamanthys, Aiacos y Minos los estarán esperando! – comentó el dios volviendo a mirar a su hermano - ¡Síganme… es mejor entrar ya!

Shun dudo un poco en seguir la marcha, miró hacia atrás, recordando las palabras de Shaka, se mordió su labio inferior con un asomo de angustia, sin embargo, esta inmediatamente desapareció al sentirse rodeado por el cosmos del gobernante de esos dominios, cuando lo buscó con la mirada, se encontró siendo esperado en la puerta por él…

¡Hades! – susurró el peli verde, caminando hacia aquella dirección… al estar frente al dios hizo una pequeña reverencia…

¡Sabes que no te haré daño… ni dañaré aquello que estimas! – Hades acarició el rostro del menor al momento de aproximarse a su oído para susurrarle - ¡Compartirás mi lecho en Giudecca!

Shun observó al imponente dios… este lo guió por los pasillos del palacio hasta el salón dónde ya los esperaba Poseidón e Hiperión, el peli verde se sentía un tanto perdido en presencia de aquellas divinidades, no deseaba pensar en el sentido de las palabras del Dios de la Muerte, Hades había hecho una promesa a él, cuando este decidió compartir un poco de su vida con el dios… así como al entregarle el regalo que tanto añoraba, se había hecho totalmente dueño de su corazón… aunque eso, sólo él lo sabía con certeza… pues sólo él sabía como le había ardido el toque de aquella mano en su rostro, y como esa mirada lograba acelerar su pulso sin control…

¡Los asuntos que te trajeron a mi, querido hermano, los trataremos al amanecer… ahora es conveniente descansar… Pandora, muéstrale al Emperador de los Mares la habitación donde reposará…! – Pandora había ingresado justo al momento de escuchar la voz del peli negro, ella le sonrió a Shun antes de hacer una reverencia ante Poseidón e indicarle con un gesto que lo siguiese… - ¡Hiperión, hablaremos por la mañana también! – el peli rojo sonrió al aceptar, sin embargo su mirada no se había apartado de Shun un solo segundo…

¡Claro, mi amado niño… arreglaré todo para mañana, supongo que querrás también su ayuda! – hablo sereno el titán, ya observado al peli oscuro…

¡Eso lo decidiré mañana… por el momento, ve y descansa! – Hades ofreció su brazo a Shun para que lo tomara, el menor lo miró entre nervioso y confundido, más accedió a tomarle el brazo - ¡No temas… eres mi preciada joya ahora… tú te me entregaras a voluntad, cuando te sientas listo!

¡Gracias…! – susurró el peli verde… Esas palabras lograron sacarle una sonrisa al menor, quien al fin sintió algo de paz en su alma… aunque la idea de entregársele al mayor, lo inquietaba bastante.
Notas finales: Espero que les haya gustado... besitos

Chauuu

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