Eiji se encontraba corriendo en dirección al instituto ya que había acordado en llegar temprano con su amigo Fuji, se habían puesto de acuerdo en que se iría a dormir a casa del tensai pues este iría a comprar unos animes, Eiji lo acompañaría ya que quería saber donde compraba y se quedarían viendo lo que adquiriera; además tenía que llegar temprano para que le pudieran pasar la tarea de química que había olvidado hacer. Encontró a su amigo junto con Oishi sentados a las afueras del edificio frente a los jardines y quien sabe de qué cosas estaban hablando, pero interrumpió cuando les cayó encima.
-¡Buenos días! –dijo Eiji con alegría.
-Buenos días Eiji –saludo Fuji alborotándole el cabello.
-Buen día… Eiji… ¿te me puedes quitar de encima? –dijo Oishi que estaba debajo del gato.
-Hoi, hoi, ¿por qué estas debajo de donde estoy sentado? –pregunto Eiji inocentemente.
-Yo estaba sentado primero aquí y tú me caíste encima –contesto Oishi con paciencia.
Eiji rio y se levanto para que el de ojos esmeralda pudiera levantarse, una vez que estuvo libre se sentó al lado del pelirrojo y los tres estuvieron sentados recargándose de espaldas con el edificio.
-Fujiko, ¿me pasas la tarea? –pregunto Eiji sacando su libreta.
-¿No hiciste la tarea? –pregunto Oishi listo para reprenderlo.
-Es que no sabía de qué era –dijo Eiji tomando la libreta de Fuji.
-¿Qué no estabas en clase? –dijo Oishi molesto.
-Si estaba en clase pero estaba dormido –dijo Fuji sonriendo.
-¡Eiji!
-¿Qué?, me estaba quedando dormido –dijo Eiji copiando los apuntes –pero alcance a escuchar lo de la tarea pero ya no entendí de que era.
-No es posible que te quedes dormido –dijo Oishi negando con la cabeza.
-Intenta no dormirte tú con la “tía cosa”, mira que he tenido la decencia de salirme a mojarme la cara para no quedarme dormido y azotar contra la mesa.
-Es divertido verte cabecear –dijo Fuji recordando.
-Nya, es feo porque la vista se empieza a oscurecer y cuando habla de los ciclos y enzimas de repente solo escucho: bla, bla, bla, bla… esa es la señal para que me vaya a mojar la cara y tratar de despegarme –dijo Eiji anotando a toda prisa.
-No tienes remedio –dijo Oishi resignado.
-No seas tan duro con el gato, Oishi, en verdad llega a aburrir –dijo Fuji para calmarlo.
Oishi no dijo más y dejo que el pelirrojo terminara de copiar la tarea, momentos antes de que Eiji le cayera encima estaba hablando con Fuji del día de campo al que irían, pues un grupo al que pertenecía el sub-capitán se reuniría y llevarían a cabo un día de campo, Oishi había invitado a sus compañeros, por supuesto Eiji había aceptado de inmediato junto con Fuji y si este iba significaba que también iría Tezuka.
-Ya confirme su asistencia al día de campo, ¿saben llegar? –dijo Oishi.
-Llegare con Eiji, ya sabes que a veces se pierde –dijo Fuji en tono comprensivo.
-No entiendo porque tienes que confirmar nuestra asistencia, nya, solo es un día de campo y tu llevaras nuestra comida –dijo Eiji que estaba por terminar la tarea.
Un celular empezó a sonar y de inmediato Fuji se levanto para atender la llamada, el gato que estaba dándole los últimos toques a la tarea, ya que había cambiado algunas palabras para que no se notara que la había copiado, alcanzo a observar que el tensai ponía cara de sorpresa y luego volteaba a verlo.
-Eiji, ¿quieres ir a Chiba? –pregunto Fuji.
-Nya, tu sabes que si –dijo Eiji distraídamente terminando la tarea y guardando su libreta.
-Sí, no hay problema nos acompañara –dijo Fuji al teléfono –¿si trae ropa?... claro, entonces nos vemos en la tarde.
Fuji volvió con sus amigos y se percato que Eiji lo miraba con cierta curiosidad, como si apenas se diera cuenta de que acababa de aceptar algo que no sabía muy bien que era, pero Fuji simplemente se sentó con sus compañeros, siendo centro de atención de las miradas de la golden pair, esperando ciertas respuestas.
-Fujiko, exactamente, ¿cuándo vamos a ir a Chiba? –dijo Eiji curioso.
-Hoy en la tarde después de clases –contesto Fuji sencillamente.
-¿Nya?, hoy…, pero, pero… ni siquiera he pedido permiso y solo traigo mi pijama y a chibi-Diagoro –dijo Eiji nervioso.
-¿Chibi-Diagoro? –pregunto Oishi.
-Es que Diagoro no cabe en mi mochila así que me traje a chibi-Diagoro… es que tengo que abrazar algo cuando duermo –explico Eiji entusiasmado.
-Eso es cierto –murmuro Oishi.
-Por la ropa no te preocupes yo te presto –dijo Fuji volviendo al tema.
-¿Y vamos a ir por los animes? –pregunto Eiji con interés.
-Lo siento gatito, pero saliendo de la escuela tenemos que ir a mi casa para que logre empacar, si no llego con tiempo mi madre me pondrá en la maleta cualquier cosa, te prometo que después vamos.
-Está bien, entonces solo queda lo del permiso –dijo Eiji pensativo –¿me prestas tu celular?, para hablarle a mi mamá, yo no tengo saldo.
-Claro –dijo Fuji extendiéndole el aparato.
-¿Soy yo o el edificio se está moviendo? –dijo Oishi interviniendo.
Entonces el par de chicos de iris azules sintieron que el suelo estaba haciendo un movimiento oscilatorio, vieron como los arboles que estaban frente a ellos se sacudían, Eiji alzo la vista para ver las ventanas del edificio, la duración del temblor fue algo larga.
-Creo que deberíamos quitarnos de aquí –dijo Fuji levantándose.
Los otros chicos lo siguieron y con total tranquilidad se fueron a los jardines que estaban frente a ellos, luego de que llegaron el sismo se detuvo y tres segundos después la alarma sísmica sonó y escucharon las puertas abrirse, por estas salió una multitud de alumnos asustados, pudieron distinguir a varios miembros de su club y ver a Tezuka acercándose a donde estaban.
-¿Están bien? –pregunto Tezuka cuando se hubieron reunido.
-Sí, nosotros ya estábamos afuera –contesto Fuji tomando la mano del capitán.
-Nya, no estuvo tan fuerte, yo solo pensé que ojala no se rompieran las ventanas por que los vidrios nos hubieran caído encima –dijo Eiji despreocupadamente.
-Bueno, pero duro bastante –dijo Oishi nerviosamente.
-Eiji tiene razón no estuvo fuerte –dijo Fuji que no había perdido su sonrisa.
-¡Haaaaa!, eso estuvo fuerte –dijo Momo acercándose.
-No seas exagerado barril sin fondo –dijo Kaidoh aunque se veía pálido y asustado.
-¿Todos están bien? –pregunto Oishi preocupado.
Todos los titulares se reunieron con ellos y se veían nerviosos, en menor o mayor grado, el más afectado aunque quisiera disimular era Ryoma, el pequeño en verdad se veía muy nervioso, Momo se veía algo nervioso pero no tanto por lo que le alboroto el cabello al pequeño para tratar de calmarlo, Kaidoh también se veía un poco asustado pero Inui estaba cerca para tranquilizarlo; todo esto le parecía muy divertido a Fuji que miraba las expresiones asustadas de sus compañeros con una sonrisa sádica.
-¿Te asustaste? –pregunto Fuji en voz baja a Tezuka.
-No –contesto Tezuka de inmediato.
Sin embargo Fuji que había tomado la mano del chico de lentes sintió que estaba un poco sudada, prueba de que si se hallaba un poco nervioso por lo ocurrido. La gente alrededor del edificio se hallaba un poco más tranquila pero no por eso no había barullo, pues ahora tenían las esperanzas de que suspendieran clases y eso lo comentaban con entusiasmo.
-¿Ustedes que hacían tan temprano aquí? –pregunto Fuji con curiosidad.
-Estábamos en una conferencia, fue obligatoria para los de primero y segundo –dijo Momo.
-Yo quería recopilar algunos datos –dijo Inui escribiendo en su libreta.
-Ryusaki-sensei me pidió que llegara temprano –dijo Tezuka acomodándose los lentes.
-Como digan, ¿alguien tiene señal y saldo en su celular? –pregunto Eiji.
Todos checaron sus celulares para ver si tenían señal, ya que el gato había tratado de mandar un mensaje al celular de uno de sus hermanos pero el mensaje no había podido salir, era mejor un mensaje así no le podían decir nada.
-Creo que yo tengo –dijo Kaidoh viendo el aparato.
-¿Me prestas un mensaje?
-Claro –dijo Kaidoh dándole el aparato.
Eiji tomo el celular con rapidez y se dispuso a escribir el texto, sin embargo cada vez que intentaba poner una letra una lista de palabras aparecían y no sabía cómo quitarlas además de que no lo dejaban escribir el mensaje, Oishi vio la frustración de Eiji al verlo luchar con el aparato que se negaba a poner las palabras que él quería.
-Nya, ¿cómo se le quita esta cosa?, no me deja escribir –dijo Eiji frustrado.
-¿El T9?, dame acá –dijo Oishi quitándole el celular –díctame.
-Pon que Fujiko me invito a Chiba el fin de semana y regreso… ¿cuándo regresamos?
-Domingo en la noche –contesto Fuji.
-¿Domingo en la noche?, y el día de campo –pregunto Oishi con decepción.
-Lastima, será a la próxima, tu escribe –dijo Eiji apurando a su pareja.
-Creo que los están llamando, van a continuar con su conferencia –dijo Inui viendo como los demás alumnos ingresaban al edificio.
-Que mala suerte, no suspenderán clases –dijo Momo con pesar.
-Apúrate, Oishi, que Kaidoh tiene que entrar.
-No me presiones –contesto Oishi escribiendo –¿así está bien?
-“Fuji me invito a Chiba, ¿puedo ir?, regreso el domingo llamo luego atte. Eiji”…. está bien, mándalo, mándalo.
-Te dije que no me presiones –dijo Oishi mandando el mensaje.
Esperaron unos segundos a la espera de que el celular señalara que el mensaje si había sido enviado y cuando parecía que finalmente el mensaje si había salido apareció un cartelito en la pantalla de “mensaje no enviado”, por lo que Eiji bufo con frustración y tuvo la tentación de arrojar el celular al suelo el celular pero recordó que no era suyo por lo que le regreso el aparato a Kaidoh.
-¿Se mando? –pregunto Kaidoh tomando su celular.
-Nop, tendré que llamar después de clases por uno público –dijo Eiji.
-Después de un sismo las torres dejan de funcionar por un rato –dijo Inui.
-¿Y hasta ahora lo dices? –dijo Oishi con enfado.
-No preguntaron antes –contesto Inui haciéndose el desentendido.
-No era necesaria la pregunta –dijo Eiji con enfado.
-Tranquilo –dijo Fuji calmando al gato.
-Ya tenemos que entrar a clase –dijo Tezuka para poner fin a la discusión.
Todos ingresaron al edificio, unos para la conferencia y los de tercero para sus clases; el pelirrojo pudo entregar su tarea recién hecha por lo que salió del apuro y la profesor no se dio cuenta de que era una copia de la tarea del tensai así que la clase paso tranquilamente pasando por alto el hecho de que una vez mas Eiji se estaba quedando dormido. Ya después de clases cuando el pelirrojo hubo despertado y despegado nada más salir del salón fueron a las prácticas y de ahí se irían a la casa del tensai.
-¿Seguro no puedes ir? –pregunto Fuji poniendo ojos de cachorro.
-Mis manos están atadas, quieren que los capitanes y sub-capitanes de los clubs de la escuela se queden a discutir no se qué cosas –dijo Tezuka abrazando al castaño.
-Lástima que seas tan responsable –dijo Fuji resigando.
Después de las practicas se despidieron con rapidez de sus respectivas parejas y se fueron a toda prisa rumbo a la casa de Fuji, pero mientras andaban el pelirrojo recordó que aun le tenía que avisar a su familia que saldría de la ciudad y ahora si Fuji que ya tenía señal en su celular se lo presto para que hiciera su llamada.
-¿Cómo es el numero? –dijo Eiji sacando su propio celular buscando el numero.
-¿No te sabes el numero de tu casa? –pregunto Fuji.
-Se me olvida, además tampoco me sé el numero de mi celular, ¿para qué?, si nunca me llamo a mí mismo –dijo Eiji despreocupadamente.
-Buen punto.
-Bueno… ¿mamá?, ¿adivina qué?... Fujiko me invito a Chiba, ¿puedo ir?... ¡gracias!, eres genial, regreso el domingo, bye.
-¿Te dejo? –pregunto Fuji sabiendo la respuesta.
-¡Sí!, cuando le pregunte me dijo “ya que, ya vas para allá”, al parecer si llego el mensaje de hace rato, solo me dijo que me cuidara –dijo Eiji saltando de felicidad.
-Entonces vámonos –dijo Fuji subiendo a un autobús.