Erotic music.
Ahí estábamos un día como cualquier otro de ensayos, tú y yo los primeros en el estudio para no variar. Te observaba con cuidado, no quería perder ningún detalle de tus movimientos, ya casi me los sabía todos… me faltaban algunos por descubrir… los más íntimos… los más sensuales…
Observabas las partituras como queriendo reescribirlas con la mirada, ponías el lápiz en tu boca y arqueabas las cejas, llevabas tus manos hacia tu cabellera castaña y después sujetabas la guitarra con fuerza…
-Qué opinas si cambio este acorde Aoi-kun? ¿No crees que es muy grave y Reita puede hacerlo mejor que yo?
Tus palabras me despertaron…
-Pero Uruha!!! Es la quinta vez que cambias ese acorde…creía que ya estabas complacido
No podía evitar mirarte intensam
ente, quería palparte, sentirte, olerte, probarte… amaba la forma en que sostenías el lápiz con esos labios carnosos y sensuales pero tú, ni siquiera notabas mis desvaríos
-Pues…lo volveré a cambiar…
Conocía tu mirada penetrante de la inspiración matutina, lo que seguía: tu ceño fruncido y tu mano tocando tu barbilla mientras la diestra se posaba en tus caderas. Yo embelesado en el banquillo de la batería tratando de adivinar tus formas debajo de esa camisa desabrochada hasta el tercer botón.
-Ahhhhhrrrggggg- gritaste desesperadamente - a este paso nunca podré alcanzarte Aoi, tu eres tan… perfecto con la guitarra…tan honesto…puedo sentir tu música correr por mi torrente sanguíneo desde el primer rasgueo
-En verdad Uru? Creo que exageras- me sonroje levemente, no podía creer que no notarás que todo eso brotaba al verte, al olerte, al rozarte- y dime… -vacilé un poco- no te imaginas qué me inspira?
-De verdad que me encantaría saberlo Aoi!!! Creo que mi música nunca será tan honesta como la tuya
Al decirlo un dejo de tristeza pasó por tu rostro, no podía entender como sentías mi música, y no entendías el mensaje. Tomé mi guitarra y la aferré a mi cuerpo imaginando que era el tuyo, rasgue las cuerdas para checar la afinación y comencé a tocar una tonada dulce que poco a poco se volvió más intensa, tú, atento mirabas mis manos resbalarse en mi compañera de lujurias, cuando mis dedos pisaban los trastes estaba tocando tu espalda y cuando mi mano rasgaba las cuerdas acariciaba tu abdomen, las notas más altas me llevaban hacia tus piernas y las más graves lamían tu cuello, con los bemoles mordisqueaba tu oreja y así con mis notas intentaba seducirte…
Tú mirabas pasmado, noté como tu piel dulce se enchinaba con cada uno de mis movimientos… ¿porqué no entendías que con mi guitarra te hacía el amor?
De pronto… lo inesperado… Te colgaste tu guitarra y la besaste entes de comenzar, yo no paraba de tocar y mi mirada seguía tus movimientos. Lo notaste… titubé un momento y perdí el ritmo un segundo pero cuando tu mirada se encontró con la mía lo recuperé, comenzaste a tocar algo nuevo, improvisabas junto conmigo y apretabas tu instrumento con fuerza mientras clavabas tus ojos en mí. Te sentí muy próximo, pegado a mí a pesar de que estabas a cinco pasos. Mis notas subieron de intensidad y levante la mirada para notar que humedecías tus labios, tus notas eran más suaves te dejabas llevar por mí… dejabas que te sedujera.
Sin dejar de tocar te sentaste con las piernas muy abiertas y colocaste la guitarra en posición casi vertical, deslizaste tu mano hacia los primeros trastes y comenzaste a lamer el mango… Me desquiciaba… ¿será que el mensaje te había llegado? ¿Comprendiste mi pasión por tí? Me acerque hacia donde estabas, tocaba notas más dóciles, te levantaste y te colocaste a mi espalda como solías hacerlo en los conciertos pero esta vez el calor de tu cuerpo no brotaba de aquella adrenalina que nos provocaban los fanáticos, sentí tu temperatura elevada y tu respiración agitada, aquello me colmó, por Dios!!!
El pequeño Aoi comenzó a despertar al escuchar tu agitación… estaba excitado con tus notas y tú con las mías. Dejé la guitarra en seco pero tú seguías tocando, el éxtasis se había apoderado de ti y yo me había petrificado con lo que tu música me decía, te separaste de mi espalda y tacabas más violentamente, volviste tu rostro hacia a mí y me miraste con lujuria. Paraste después de unos segundos…
Tu rostro se acerco al mío y percibí tu calor, estabas muy sonrojado…
-Ya entendí de que se trata- me susurraste al oído –pero hemos dejado la canción inconclusa… debemos trabajar más para terminarla y mostrarla a los demás
Tú mano se dirigió a mi entrepierna y notaste mi erección
-Creo que ya encontré mi fuente de inspiración- bromeaste
Mi mirada se clavó en el suelo y una leve sonrisa se dibujó en mi rostro, aún sentía mi cara hirviendo… me armé de valor… tome tu rostro en mis manos y… te besé
El ruido de pasos nos hizo separarnos. Ruki abrió la puerta intempestivamente
-Lamentó la tardanza!!!- gritó –pero Reita no terminaba de limarse las uñas y Kai no terminaba de rizarse el cabello
Los otros entraron rodando los ojos y reclamando a Ruki su actitud, todos sabíamos que el causante de los retardos era nuestro vocalista. Volvimos a la realidad… pero algo había descubierto… yo no te era indiferente… y esa noche lo iba a demostrar.