Sintió el frío de la gélida noche filtrarse a través de las puntas de sus pies, los tocó con ambas manos esperando brindarle un poco de calor a sus extremidades, casi congeladas, pero no pudo, sus manos también parecían bloques de hielo.
Respiró y el vaho ascendía al cielo como un denso vapor, que se robaba el poco de calor que albergaba su cuerpo, debía buscar algún modo de mantener su temperatura o moriría congelado, pero la sencilla idea de salir de su escondite le parecía algo inimaginable.
Si salía moriría, así de simple
Meditó una vez más sobre su arriesgada situación, agradeció a la vida por tener una habilidad deductiva superior a la del resto, pero también la maldijo ya que, hacía más complicado comprender el dilema en el que se encontraba, hacía más difícil todo. …l en alguna ocasión había sido el mejor detective de Inglaterra. No, que va ¡Del mundo! Había destituido al que ocupaba ese puesto y ahora lo poseía gustoso. Se lo había ganado a pulso o al menos eso era lo que creía; porque, al fin y al cabo, había sabido como tender su trampa para llevar a su captor a la perdición, había tenido una estrategia impecable que lo había librado de dos molestia a la vez, lo había librado de el molesto ángel de la muerte que amenazaba con llevarlo a su fin y, por supuesto del odioso guardián de la chica, que amenazaba destruirlo si la llevaba a su perdición. Se había librado de los dos con el mínimo esfuerzo y con una estrategia perfectamente planeada, pero no contaba con eso.
Abrazó sus extremidades y exhaló un poco de calor para calentarse las, ya congeladas manos. Tanteó en el bolsillo de su chamarra y encontró el teléfono celular que siempre portaba consigo. Anteriormente había solicitado ayuda, pero la conexión no estaba disponible. Se decidió a probar suerte nuevamente, rogó a los Dioses de que escucharan su ruego y permitieran, aunque sea por un instante que la llamada entrase para que el pudiera solicitar ayuda. ¡Mikami! ¡Misa! ¡Cualquiera!, sólo esperaba que alguien contestara al otro lado de la línea.
Marcó los números torpemente… 2…2…4…7….
El sonido retumbante del teléfono le indicó que esperara, para después, se filtrara la voz mecánica con el mensaje que él había escuchado en varias ocasiones esa noche
“el número al que usted desea llamar no se encuentra disponible o se encuentra fuera del área de servicio…”
Marcó uno y otro número, encontrando en todos el mismo resultado. Recordó la pesadilla. ¡Esto no podía estar pasando! ¡él los había matado! Recordaba perfectamente sus expresiones al morir y el escándalo que había hecho la prensa por los fallecimientos de aquellos miserables criminales ¿qué estaba pasando entonces? ¿Sería acaso su imaginación? ¡No! no podía ser así, él mismo lo había cargado en sus brazos y lo había visto exhalar un último suspiro. ¡Había sentido como su cuerpo perdía peso y se perdía en el ingrávido sueño de la muerte!
Pero estaba ahí. Lo había visto al entrar a la habitación
¿Por qué nadie más podía verlo?
Sus frías manos se posaron una vez más en las teclas del teléfono remarcando los números con las yemas de sus dedos, pero sin obtener alguna respuesta, más que la conocida voz grabada que repetía el mismo mensaje, una y otra y otra vez.
Colgó el teléfono y sintió una vez más aquella fría sensación recorriendo su columna vertebral. Tuvo miedo y sintió que su escondite había dejado de ser un lugar seguro.
Era increíble lo mucho que había cambiado su vida en menos de veinticuatro horas
Xoxoxoxoxoxoxoxoxoxoxo
Recordó los gritos de terror y la expresión de mórbida preocupación que manifestaron los miembros del cuartel. Habían dicho que la razón de dichas “alucinaciones” que era el nombre que le daban, se debía al exceso de trabajo y le habían pedido se tomará el resto del día para descansar y aclarar su mente. Pero él comprendía perfectamente que lo que había visto no se trataba de una alucinación ¡No! ¡…l no podía tener alucinaciones! ¡La persona que estaba mirando fijamente el computador era real! Tenía la misma forma de sentarse y la misma mirada abstraída en las cifras… incluso tenía la misma manera de caminar
¿Caminar? Esa… ¡esa cosa se estaba acercando a él!; visión o lo que fuere, tenía un aura envolvente que no era humana, esa sensación de frío que lo envolvía con la mirada, cautivándolo y atándolo a los recuerdos, los mismos que serían su perdición
¡Aléjate!- gritó- ¡yo no soy Kira! ¡No no hice nada! ¡Fue el shinigami! ¡Enloqueció!
El quipo de investigación se quedó pasmado por la respuesta de su líder, sus orbes castañas se habían agrandado y de ellas brotaban abundantes lágrimas que se fundían con su piel aterciopelada, sus manos, las cuales se revolvían inquietas por sus cabellos, desordenándolos como nunca antes habían visto. Es no era una reacción común en el sucesor de L, seguramente el exceso de trabajo era el responsable de tales alucinaciones, pensaron algunos… o tal vez la culpa, pensaron otros y a pesar de las opiniones divididas todos concordaron que lo mejor sería permitirle descansar para que su mente no sufriera más estragos de los que ya tenía
¡No!- suplicaba él-¡yo lo vi! No es una alucinación!¡L!¡L está ahí!- y señalaba la pálida pared
Light- kun-habló por primera vez Matsuda- todos extrañamos a Ryuzaki
¿Extrañar? No, más bien se habían acostumbrado a esa extraña presencia que se deleitaba con golosinas a toda hora del día y emitía acertados razonamientos. Extrañar es cuando se desarrolla un vínculo con algo o alguien y el hecho de verlo ausente causa perturbación…. La misma que él estaba sintiendo
El castaño empujó al oficial y trató de recobrar la compostura, se frotó los ojos esperando que la imagen se desvaneciera, pero cuando retiró las manos de sus párpados, pudo ver que estaba frente a él . mordiéndose el dedo pulgar como habitualmente lo hacía, y mirándolo de esa manera inquisidora en la que lo observaba antes, esa mirada que poseía sospecha, intriga y que ahora también, parecía emanar un fuego infernal y demoniaco .¡Odio! un odio que traspasaba las barreras mortales para ejecutarse.
Light Yagami olvidó toda compostura y autoimagen para emitir un grito desgarrador y balancearse hacia atrás, tropezando con una silla y tirándola en el acto. Mientras yacía en el suelo, retrocedía apresuradamente
¡No eres real!¡estás muerto!¡sabes que yo no soy Kira!
Y la visión de inframundo parecía reír al ver el martirio en su sucesor, esos ojos negros contemplaban con desprecio al humano que yacía a sus pies y se aferraba tan desesperadamente a una mentira
¡Yo no soy Kira!- gritó una vez más Yagami.
Souchiro contempló con pena la imagen de su primogénito. El trabajo lo estaba llevando a la locura, comprendía el extraño arrebato en él; ya que, ellos dos habían llegado a entablar, lo que a su parecer era una amistad, se habían acostumbrado uno al otro y la ausencia del detective estaba afectando los nervios de su hijo más que su presencia. L ya no estaba y eso estaba acabando con Light, pero si quería ser el digno sucesor de L y capturar al asesino en masa debía mantener el respeto que tenían hacia él todo el equipo de investigación, y para que ello ocurriera debía dejar de comportarse como un demente.
-tranquilo, hijo-fue el comentario de Souchiro, mientras colocaba la mano en el hombro de su hijo en un intento de tranquilizarlo, pero este estaba totalmente fuera de sí .Souchiro no tenía alternativa; con una maniobra discreta aprendida en el cuerpo de policía, desvió su mano a las cervicales de su familiar y presionó firmemente, haciéndole perder el conocimiento.
-se ha desmayado-gritó Matsuda alarmado
Souchiro cargó el cuerpo de su hijo-yo me haré cargo- argumentó antes de abandonar el cuartel
Espero se mejore, todo extrañamos a Ryuzaki, pero él lleva la parte más dura-comentó Matsuda, pero sus palabras se desvanecieron en el tenso ambiente del cuartel de investigación
Souchiro había usado una técnica para inmovilizar criminales que había aprendido en la policía japonesa, de eso no había duda. La había usado con su propio hijo, el cual había sido sospechoso de ser Kira, en un momento en el que este presentaba alucinaciones y era presa de terror debido a ellas. Si era Kira, como lo argumentaba L, lo habría confesado ya que la expresión de su rostro era como si hubiese visto a la muerte misma y no era algo que pudiera ocultar más tiempo, pero la acciones de su padre habían sido sospechosas, lo había silenciado en un momento crucial. Si se analizaba la teoría de que el poder mortal se transmitía con facilidad, y que Kira estaba en ese habitación el día que L y Watari habían muerto, dejaba una premisa totalmente lógica. Si Light Yagami no era Kira, entonces Souchiro, al poseer información de la policía y formar parte del cuartel de investigación era un aliado de Kira, o el asesino mismo, sólo así concordaba la decisión de L de observar la casa Yagami. Souchiro escondía algo y si Light lo sabía, esa era razón para silenciarlo.
tras llegar a esa conclusión Mogui dirigió la mirada al resto del equipo, rogando que no fuera el único que había llegado a ese razonamiento, el jefe Yagami, era un persona dedicada al trabajo y la idea de que fuese Kira no estaba en sus planes, pero la conducta expresada minutos atrás era de lo más sospechosa. Volteó de un lado a otro, hasta que se cruzó con otra mirada que parecía concordar en el mismo razonamiento y gritar a los cuatro vientos “el jefe esconde algo”. Lo investigarían , a él , a Light y a todos los que fueran necesarios hasta llegar al asesino y condenarlo a la pena de Muerte
xoxoxoxoxoxoxox
¿Qué habrá pasado con Light?- preguntó Matsuda bebiendo un sorbo de la nívea taza de café
El equipo se dirigió la mirada unos a otros, tratando de articular alguna respuesta coherente y dejar de lado las sospechas, infundadas a su jefe, pero el nerviosismo era un poderoso delator, mucho más que cualquier clase de amenaza.
Sospecho que el jefe, Yagami Souchiro es el segundo Kira- se escuchó una voz en el fondo de la sala, para después sobresalir el silencio sepulcral.
Pero… - refutó Matsuda dejando la taza en la mesa ratonera- eso terminaría la hipótesis de que Amane Misa es el segundo Kira
Si este poder maldito se transmite con facilidad como lo planteó L, entonces las probabilidades son muy altas… además
¿Además…?
Amane no tiene suficiente cerebro para ser el segundo Kira, y eso es algo que supongo ustedes no podrán a discusión
Los miembros del equipo de investigación afirmaron con la cabeza, si algo podrían decir de Amane es que tenía muchas cualidades, pero la inteligencia no era necesariamente una de ellas
¿Cómo lo detendremos?
Eso déjenmelo a mí. Yo me haré cargo del jefe Yagami.
Porque, Mihael Kheel no tenía ninguna duda acerca de sus habilidades, había trabajado con L en el caso del asesino serial en Los Ángeles, como uno de los agentes enviados por la INTERPOL, y juntos habían llegado a un apropiado desenlace con la captura del criminal , pero no contaban con que este enloquecería y mataría a tres agentes del FBI antes de quitarse la vida.
El joven rubio había sido miembro de la unidad de fraudes y homicidios. interesándose en ese caso de L.A debido a la presencia del detective mundial. Y, con hábiles maniobras , logró entablar conversación telefónica con el detective y conocer directamente el rostro de Watari. Pero cuando se enteró del caso Kira, ni tardo ni perezoso se integró a la policía japonesa, manteniendo comunicación telefónica con el detective, el cual le indicaba que tenía un sospechoso en mente, el cual, por cierto, trabajaba en el caso como una estrategia para capturarlo, porque , como L decía “el pez por la boca muere” y su estrategia de presionar a los criminales difíciles ejerciendo presión sobre ellos en la mayoría de los casos lograba alguna confesión o un acto que llevaba al criminal a su propia condena. No era fácil mantener una mentira cuando se era sometido a una presión extrema las 24 horas del día y el método casi siempre daba resultado.
Salvo esta última ocasión, ese, fue un error que Lawliet pagó con su propia vida.
Y él no cometería el mismo error.
Si Yagami Souchiro era Kira debía capturarlo y llevarlo a su ejecución cuanto antes.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español