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Pacto con el diablo por himurita

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Notas del fanfic:

Es un fic que escribí a petición de una amiga, el productor para ser más exactos, fiel seguidora y fanática de Eiri Yuki.
Cabe decir que ella es la mente maestra de este fic n_n

Notas del capitulo: Espero que les guste n_n
Capítulo I

Luzbel


Llevo aproximadamente dos años observando a Kiryuu Zero. …l es un joven de veinte años que trabaja en el bar Cross, sus rasgos físicos? Su cabello es blanco como la nieve, al igual que su inmaculada piel, sus ojos cual joyas violetas y una figura esbelta que deja apreciar sus trabajados músculos.


En cuanto a su personalidad podría decir que es amable y a la vez reservado, pero sobre todo misterioso, la mayoría del tiempo tiene cara de pocos amigos y a pesar de su trabajo no socializa mucho.

Pero hay un momento en particular cuando sus ojos brillan con intensidad y sonríe con sinceridad, sólo cuando esa chica aparece, ella… Yuuki…


He llegado a detestar ese nombre, al igual que la persona que lo porta, una hermosa chica de cabellos castaños, de complexión sumamente delgada, es muy alegre y activa, la persona más amable, ingenua y buena que he conocido.
Es la alegría de Zero, lo que lo hace sumamente feliz… y no puedo evitar odiarla, la odio por ser todo para él, la odio por tener su amor y por tenerlo a él.


Aún no sé cómo es que un mortal ha cautivado de esta forma a un dios, alguien tan poderoso como yo, atrapado por la belleza de ese chico, es algo inconcebible.


Pero he llegado a un punto en que ya no puedo soportar más esta situación, no puedo soportar el como lo mira, como lo toca, como lo abraza y mucho menos el como lo besa, el sólo pensarlo hace que me hierva la sangre, pero lo que más me molesta es que el le corresponde de la misma manera…


Es por eso que eso que ella debe desaparecer, Cross Yuuki debe desaparecer…




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-Zero!-ahí está ella con esa sonrisa que hace que todo mi mundo se ilumine.


-Yuuki-le respondo la sonrisa y camino hacia ella, pero se me adelanta y prácticamente salta a mis brazos.



La beso mientras la acojo entre mis brazos, luego caminamos tomados de las manos por las calles que en esta época del año están cubiertas de nieve.


-Zero, por aquí-corrió emocionada hacia una calle hermosamente decorada con brillantes luces.


Yo sólo permanecí mirándola bailar en la nieve, entre aquellas luces que la hacían verse aún más hermosa.


Le sonrío y doy un paso para acercarme, pero justo en ese momento las luces se apagan y todo se vuelve oscuridad, una oscuridad casi sobrenatural que hace que todo lo que pueda ver sea un manto negro.


-Yuuki!-la busco con desesperación, pero es como si corriera en círculos, ni si quiera puedo sentir nada, como si todo a mi alrededor se hubiera esfumado.


-Zero!!-escucho un desgarrador grito de los labios de mi amada.


Sentí que mi corazón se detuvo al escuchar la y temí lo peor, de pronto todo se iluminó nuevamente y mis ojos la buscaron inmediatamente.


La nieve se teñía de rojo, un rastro de sangre aparecía ante mis ojos, lo seguí con desesperación y fue cuando pude divisar su cuerpo tendido sobre la nieve.


-Yuuki!!-me apresuré a ir donde ella estaba y la tomé entre mis brazos, miré con horror como estaba cubierta de sangre y no pude contener las lágrimas que se agolparon en mis ojos-Yuuki resiste! Te llevaré al hospital ahora mismo.


Antes de que pudiera cargarla, sentí su mano acariciar mi rostro, con esa calidez con la que sólo ella puede hacerlo.


-No llores Zero…-susurró débilmente.


-Todo estará bien Yuuki, en seguida te llevaré para que te atiendan.


-Esto ya no tiene solución, así que prométeme que serás feliz-la tristeza se reflejaba en sus ojos, a pesar de que en sus labios se dibujaba una hermosa sonrisa.


-No, te vas a recuperar-más lágrimas salían de mis ojos mientras sentía su cuerpo cada vez más débil.


-Te amo Zero…-sujeté su mano y la abracé con fuerza a mi pecho, sintiendo como se desvanecía en mis brazos.


-yuuki!! No me dejes, Yuuki!!-lloré y grité hasta quedarme sin voz y sin lágrimas, había perdido al ser que más amaba.


Esto no puede ser real, debe ser un mal sueño, una horrible pesadilla que se irá cuando despierte.


-Yuuki…




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Era obvio que él sufriría, pero nunca creí que a tal grado. Me parte el corazón verlo así y todo es por mi culpa. Yo soy el causante de su desgracia y siento que nada de lo que haga podrá ayudarlo.


Se ha encerrado en si mismo y a pesar de su dolor no derrama ni una sola lágrima desde aquella noche, de la cual ya ha pasado un año. Sé que es mucho tiempo, pero supongo que necesita su espacio para recuperarse, que su corazón sane y pueda olvidar a Yuuki.




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-Bienvenidos al bar Cross! Es un orgullo presentar a nuestras estrellas, Shiki, Hanabusa y Zero!-todos aplaudían y gritaban mientras los mencionados subían a la barra y la música comenzaba.


Creo que no lo mencioné, pero a parte de servir bebidas como cualquier barman normal, también baila cada noche sobre la barra, tal vez suene poco creíble, pero así es, el chico más sexy del bar realizando movimientos proactivos que me hacen querer saltar sobre él, desgarrar su ropa y hacerle el amor ahí mismo.


Justo ahora no puedo apartar mis ojos de él, pues a pesar de que Shiki y Hanabusa son muy apuestos, Zero brilla con mucha más intensidad.

Con cada movimiento de sus manos, sus caderas, sus piernas, e incluso sus ojos, siento que estoy más cerca de perder mi autocontrol.


Ya he esperado lo suficiente y es momento de comenzar con mi plan.
Una vez que el baile ha terminado, Zero se dirige a servir bebidas, así que me acerco para poder hablarle.


-Un tequila doble, por favor.


-En seguida-me sirve mi trago sin siquiera mirarme.


-Pareces triste-digo intentando iniciar una conversación.


-Eso no le incumbe-contestó cortante.


-Puede que no, pero no soporto ver a alguien tan bello como tú con esos ojos tan tristes.


No obtuve respuesta alguna, ni una palabra más salió de sus labios esa noche. Me trató con indiferencia, tal y como ha venido haciendo cada noche.


Pero si ya he esperado tanto, un poco más no me matará, aunque creo que alguien como yo no podría morir nunca.



Cada noche voy a ese bar a verlo bailar y decirle unas cuantas palabras, que sé reconfortan su alma aunque sea un poco.



-¿Quién te corto las alas, mi ángel?
¿Quién te arranco los sueños hoy?
¿Quién te arrodillo para humillarte?
¿Y quien enjaulo tu alma, amor?


Dejame curarte vida
dejame darte todo mi amor
Ángel, ángel, ángel de amor
no te abandones, no te derrumbes amor.


Quien ató tus manos, ató el deseo
Quien mató tu risa, mató tu Dios
Quien sangro tus labios y tu credo
Por que lo permitiste ángel de amor



-¿Por qué lo hace?-por primera vez se ha detenido a hablarme-¿Por qué me dice eso?



-Porque puedo ver a través de tu alma-me acerqué lo suficiente para poder acariciar su rostro-puedo sentir tu tristeza en mi corazón.



Inesperadamente una lágrima salió de sus hermosos ojos violetas, la cual me encargué de borrar con mis manos.


-Gracias-dijo con una sonrisa y se marchó. …l me sonrió! Esa sonrisa era sólo para mí.


A partir de ese momento él comenzó a abrirme sus corazón poco a poco, nos hicimos amigos y logré que confiara en mí, así que decidí que era momento de dar el siguiente paso, aunque desde ese momento ya haya pasado medio año más.


Si, lo sé, esto se ha alargado demasiado, desde que Zero tenía dieciocho años hasta ahora que está cerca de los veintidós. Pero hoy es el día….


Como cada noche fui al bar a verlo y ahora lo acompaño de regreso a su casa.


-Zero-le llamo una vez que hemos llegado a la puerta de su casa.


-¿Qué sucede?-se detiene y voltea para mirarme.


-¿Qué harías si te dijera que yo puedo regresarte lo que más quieres?


-¿De qué hablas?-me mira confundido y sorprendido, pero a pesar de eso, sé perfectamente que lo único que pasó por su mente fue el nombre de Yuuki.


-Hablo de esa persona ala que amas, aquella que no puedes apartar de tu mente y hace que tu corazón sufra. Hablo de Yuu…


-Cállate! No digas su nombre!-ha caído de rodillas en el suelo, tapando sus oídos para no escuchar mis palabras-deja de jugar conmigo.


Me acerqué hasta él y lo abracé esperando que se calmara un poco, una vez que se tranquilizó tomé sus manos para descubrir sus oídos y lo abracé con más fuerza.


-No estoy jugando Zero, yo puedo regresártela.


-Deja de hacer esto…me lastimas-vi como sus ojos se nublaron de lágrimas.


-Zero mírame-le levanté el rostro y lo obligué a mirarme.


Quedó sorprendido al mirar mis ojos, pues ahora destellaban un rojo intenso y unos filosos colmillos se asomaban en mi boca.


-Ka…Kaname?-llamó un poco asustado, pero tomé su mano y la besé.


-Yo controlo el inframundo y puedo traerla de regreso, a cambio de… de un pago por su puesto-no pude evitar la sonrisa que se dibujó en mi rostro.


A caso olvidé mencionarlo? Ah lo siento, soy Kuran Kaname, y soy luzbel, el ángel caído.
Notas finales: Les agradecería mucho que me dejaran saber su opinión

Sayonara!!!!!!!!!!!!

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