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Blanco como nieve por Nydga

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Notas del fanfic:

Los personajes de Slam Dunk no me pertenecen, pues pertenecen a Inoue Takeshiko.

Los personajes de "Blanca Nieves" tampoco me pertenecen, pues pertenecen a "Gemmrys" (creo, ya no me acuerdo como se llamaba autor o autora de esta novela, asì te pido mil disculpas) jejejeje...

Notas del capitulo: Te repito q estos personajes no son mìo, son de Inoue Takeshiko, los de la novela de otro autor, solo los tomé prestados para divertir con mi historia.


Espero q les gustes, perdón si hay falta de ortografia, t pido disculpas.
BLANCO COMO NIEVE
Por: nydga
Capitulo único:


Erase una vez una reina que deseaba más que nada en el mundo tener una hija, de labios rojos como la sangre, piel blanca como la nieve y pelo negro como el ébano. Pero no había tenido buena suerte, el tiempo pasó y al fin nació un bebé, de largas pestañas y piel suave. La reina se emocionó mucho, no le importaba que ese bebe era niño, pero ese pequeño con labios rojos como la sangre, piel blanca como la nieve y pelo negro como el ébano, casi como una verdadera niña por el físico. Decidió, por ello, llamarlo, Kaede Rukawa.


Pero la pobre reina murió cuando Kaede Rukawa aún era un niño.


El Rey volvió a casarse. Su nueva esposa era muy hermosa… ¡Pero en realidad se trataba de una bruja disfrazada! Tenía un espejo mágico, y pasaba horas y horas contemplándose en él y preguntándole:


“Espejo, espejito,
dime la verdad:
¿Quién es la más bella?
has de contestar”


Y el espejo mágico siempre respondía:


“Reina y señora,
tú eres la más bella de todas”


Pasaron los años y Kaede Rukawa creció hasta convertirse en un jovencito de gran belleza. Un día la reina interrogó al espejo como solía.


“Espejo, espejito,
dime la verdad:
quién es la más bella
has de contestar.”


Pero esta vez el espejo respondió:


“Kaede Rukawa, no importa que él es hombre,
mi reina y señora,
es el más bello ahora”.


La reina, loca de envidia y de ira, dio este encargo a uno de sus cazadores.


-Llévate a Kaede Rukawa al bosque y, cuando estés en lo más profundo, mátalo. Tráeme después su corazón, para que vea que has cumplido mis órdenes.


Al día siguiente, el cazador se llevó a Kaede Rukawacomo le habían ordenado. Pero, una vez en el bosque, sintió lástima del niño y le dijo:


-Corre, príncipe, corre y no vuelvas nunca al palacio. La reina me ha ordenado que te mate.


El cazador mató un ciervo, le sacó el corazón y se lo llevó a la reina.


Mientras, en el bosque, Kaede Rukawa vagaba pérdido y asustado. A punto estaba de caer desmayado, cuando entre los árboles creyó ver una casita muy pequeña con el color rosa.
Abrió la puerta diminuta de la casita diminuta y en su interior pudo ver una mesa diminuta con siete platos diminutos y rosas. Kaede Rukawa pensó que sólo podía tratarse de una casa de enanitas. Agotado por la caminata, juntó las siete camas diminutas y se tumbó encima.
Apenas se había quedado dormido cuando se abrió la puerta de la casa. Eran las enanitas, que volvían después de una dura jornada de trabajo. No tardaron en descubrir a Kaede Rukawa


-¡Es un niño precioso!
-¡No hagáis ruido! ¡Qué duerma hasta mañana!


Cuando Kaede Rukawa se despertó a la mañana siguiente, contó a las enanitas su triste historia y se disculpó por haber entrado sin permiso en su casa. Las enanitas se compadecieron de él y decidieron tomarla bajo su protección.


-No abras a nadie, Kaede Rukawa. La reina puede descubrir que aún estás viva y venir a matarte.


Tras esta recomendación, las enanitas partieron a sus trabajos. Kaede Rukawa, mientras tanto, limpió la casa, lavó la ropa y preparó la comida para que, a su regreso, las enanas lo encontraron todo bien limpio y arreglado.


A la mañana siguiente, la malvada reina, que no se imaginaba lo ocurrido en el bosque, fue al espejo y le preguntó:

“Espejo, espejito,
dime la verdad:
quién es la más bella
has de contestar.”


Y el espejo respondió:


“Kaede Rukawas es el más bello.
Si vas al bosque darás con él”


La reina, furiosa, mandó encerrar al cazador en un calabozo y se dijo a sí misma:


“¡Kaede Rukawa ha de morir!


La reina se disfrazó de anciana, puso una manzana envenenada en una cesta y se encaminó al bosque. Cuando dio con la casa de las enanitas gritó:


-¡Ricas y apetitosas manzanas!


Kaede Rukawa abrió la ventana para ver quién era.


-Están muy maduras – aseguró la anciana – Si quieres, puedes probar una. ¡Verás qué dulces son!


La anciana le ofreció la manzana envenenada, que tenía un aspecto delicioso. Kaede Rukawa, confiado, le dio un mordisco y cayó sin vida al suelo. La reina volvió al castillo y lo primero que hizo fue preguntarle al espejo mágico:


“Espejo, espejito,
dime la verdad:
quién es la más bella
has de contestar”


Y, esta vez, el espejo respondió:


“Señora y reina,
tú eres la más bella”


La malvada reina quedó satisfecha.


Mientras tanto, en el bosque, cuando las siete enanitas regresaron a casa encontraron a Kaede Rukawa tendida en el suelo. Rompieron a llorar desconsolados.


Era tan bello, que las enanitas decidieron construir una urna de cristal, para que todo aquel que pasara pudiera contemplarla. Recostaron en ella a Kaede Rukawa y colocaron la urna en un claro del bosque, donde todos los animales pudieran verlo. Las siete enanitas se arrodillaron a su alrededor y, en silencio, lloraron su triste suerte.


En esto, el trote de un brioso caballo blanco rompió la placidez del momento. Era un príncipe llamado Hanamichi Sakuragi que, curioso, se había acercado a ver la urna de cristal. El príncipe contempló, admirado, aquella piel blanca como la nieve, aquellos labios rojos como la sangre y aquel pelo negro como el ébano. Y dijo:


-Deseo hacerlo mi esposo – dijo Hanamichi.


Las enanitas le explicaron:


-El príncipe ha muerto.

-Quizá no todo esté perdido. La fuerza de mi amor puede devolverla a la vida – aseguró el príncipe Sakuragi.


Como vieron que hablaba en serio, decidieron acceder a sus deseos.


El príncipe Hanamichi abrió la urna de cristal y tomó en brazos a Kaede Rukawa. En ese mismo instante, cayó de su boca el pedacito de manzana.


-¿Dónde estoy?

-Estás conmigo, a salvo. Y quiero que seas mi esposo – explicó el príncipe pelirrojo.


Kaede Rukawa y Hanamichi Sakuragi montaron en el caballo blanco y se encaminaron al castillo de éste. Las enanitas y todos los animales del bosque les despidieron, deseando que fueran muy felices.


Al poco tiempo se celebraron las bodas. Entre los invitados se encontraba la malvada madrastra, que había acudido vestida con sus mejores galas, sin embargo quién era el novio. Pero al verlo, fue tal su sorpresa que cayó enferma y murió.


Kaede Rukawa y el príncipe Hanamichi Sakuragi tuvieron un hermoso hijo y vivieron felices para siempre.


**********


Hanamichi se despertó al sentir como sus labios fueron posados por los labios tiernos de Kaede Rukawa, quien se sonrió tiernamente.


-Hey, Hanamichi – dijo coqueteando - ¿Has soñado conmigo?

-JAJAJAJA siiiii, soñé contigo… >_< -

-¿Qué soñaste? – preguntó Kaede desabrochando los botones de la camisa del pelirrojo.

-Bueno… soñé muy bonito… además por la culpa del cuento que leí ayer.

-¿Qué cuento leíste? – preguntó curioso quitándolo la camisa.

-Jejeje… “Blancanieves” – contestó acariciándose los muslos desnudos de Kaede que sólo tenía bóxer.

-¿Ah, sí? ¿Por qué leíste este cuento? Tú ya sabes que estos cuentos son para niños – dijo Kaede mordiéndose el labio inferior y desabrochando el botón del pantalón del pelirrojo.

-Jejeje, lo sé, pero me encanta leer estos cuentos para soñar contigo –


Kaede sólo respondió con una sonrisa tierna.


-Si, además eres como Blancanieves, sobre todo porque eres blanco como la nieve, tu pelo negro como el ébano y tus labios tan rojos como la sangre que ¡tengo ganas de besar a tus labios! – comentó el pelirrojo que volteó a Rukawa para quedar encima de él.

-¡Hanamichi! ¡Te amo! – dijo luego para besar a los labios de su esposo pelirrojo.

-¡Yo también te amo, Kaede! –


Al decir esto, Hanamichi puso sus manos en los hombros de su esposo kitsuine y con despacio las deslizó hasta su cintura, hizo que Kaede sintió un escalofrió y su corazón comenzó a latir.


Ambos se hicieron novios tres años, y después un mes se casaron, jamás van a separar nunca porque sabiendo que son el amor el uno del otro.


Ya se encontraban desnudos completos, haciendo el amor con mucha ternura y pasión hasta que llegaron el orgasmo.
Se sonrieron y se sintieron muy felices para siempre.


FIN


Notas finales: ¿Les gusto? Espero q si, dejen comentarios por fis!!!

Tengo prisa!!! Nos vemos en otros fics muac mchos besos!!!

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