CAPITULO 1
“rescatándote”
-Mira...a...me..- susurró aquel hombre mientras la sangre seguía corriendo por su cuello.
Los ojos verdes encontraron los negros, Harry sintió un estremecimiento horrible, ese hombre que había asesinado a su querido Director, el profesor Dumbledore ahora ya estaba casi a punto de morir.
Harry Potter no podía creerlo, algo en el siempre quiso odiarle, siempre, pero simplemente no podía hacerlo, inclusive aun después de la muerte del director, inclusive aun ahora viéndolo morir. No quería dejarle. No era justo.
-Harry... ¡¡debemos irnos!! -murmuró asustada Hermione. -el va a morir Harry.. el veneno del Basilisco... no tiene una cura fácil de encontrar -
“pero si la hay...” pensó Harry entonces recordando una situación parecida a esta. Si había una manera de contrarrestar el veneno, miro a Hermione ordenándole que huyera cuanto pudiera, y antes de que su inteligente amiga pudiera si acaso decir algo Harry desapareció, llevando consigo el cuerpo de Severus Snape.
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“Estoy muerto”
Después de todo, morir no dolía tanto como el creía que dolería, lamentó tanto no poder haber echo tantas cosas que realmente hubiera el deseado hacer. Pero al final, su muerte fue recompensada con haber visto al final esos hermosos ojitos verdes.
-Lily... -murmuró Severus pero entonces se dio cuenta de algo. Aun dolía. Hablar era algo doloroso. Abrió los ojos lentamente, pudo ver que el lugar le era conocido para el y podría asegurar que el cielo ( o el infierno ) no debería tener la forma de la oficina del director, en Howgarts.
Severus trato de levantarse pero sintió un terrible dolor en su cuello, tocó con sus manos la parte de su cuello y se encontró con unas vendas. -esto... -
-bienvenido de regreso... Profesor -dijo entonces una vocecilla un poco quebrada detrás de el. Severus tardo en reconocer aquella voz y con mucha dificultad miro tras el.
Harry le observo con naturalidad. Su túnica estaba rasgada de un lado y el mismo estaba lastimado. Pero nada era comparado con unas lagrimas que se escondían detrás de los anteojos, en esos ojos verdes que el conocía tanto de una persona en especial.
-¡Po...tter! -musitó Severus aun con su voz lastimada. -¿Co...mo e-es q-que t..tu? -
-Las lagrimas del fénix curan el veneno del basilisco.. y una poción curativa para sanar la herida que Nagini lo dejo era suficiente para que usted pudiera sobrevivir... -Harry suspiró cansado, su cabeza dolía, tal vez Snape no recordaba aun que le había entregado sus pensamientos a Harry y este, mientras el estaba en su inconsciencia había visto todo.
-¿Cuán..to ti-empo a p-pasado, Potter? -interrumpió entonces el silencio Snape, tratando de aclarar su garganta.
-No mas de quince minutos profesor, solo pude salvarle a usted, Remus, Tonks y Fred Weasley han muerto en la batalla... -dijo Harry adolorido. ¿Como no estarlo? Acababa de descubrir que la única manera de derrotar a Lord Voldemort era si el mismo moría en sus manos.
Snape por su parte se quedo impresionado, pero no demostró emoción alguna en su rostro, después de todo, el si apreciaba a la Orden del Fénix, cualquiera de todos sus participantes, y ahora ellos murieron, como el debería de haberlo estado. Tomo fuerza necesaria y se puso de pie con mucho esfuerzo. Harry quien tenía su mirada entristecida le observo con atención.
-entonces al final... en estos minutos yo... observe aquellos recuerdos... -dijo al fin amargamente.
-hum..., entonces ya veo... porque no a tratado de matarme Po...tter -gruñó Snape. -pero aun no te voy a perdonar... por haberme salvado la vida... ni mucho menos creas que te lo agradeceré... -
Harry lo miro con sus ojos cristalinos. ¿Acaso el dolor aun podría continuar? Snape si podía continuar.
-¡yo debería estar muerto...! -gritó como sus cuerdas vocales trataron -no haber sido salvado humillantemente por ti Potter... -
-¡¡usted no merecía morir ahí, solo, por esa maldita víbora...!! -Harry sabia que le quedaba poco tiempo, Voldemort pudo un limite de tiempo, así que solo contaba con escasos minutos para bajar hacia ese Lord Tenebroso.
Snape sin embargo enfureció. -¿¡Quien... quien te crees tu Potter para elegir el modo en el que yo debería de haber muerto!? Eres igual a tu padre.. Igual... -
Severus sintió una punzada en su cuello de nuevo, llevo su mano hasta su cuello y sintió un liquido correr por este. Miro su mano, era sangre otra vez, la herida se había abierto.
-déjeme ayudarlo... -dijo Harry sacando una medicina. -solo bébaselo... -
-aléjate de mi Potter.. deja de decidir por mi... no me tomare tus estúpidos remedios así me muera aquí... -gruñó Snape mas que molesto haciendo a un lado la mano que Harry le había extendido.
-yo no estoy decidiendo por usted... -exclamó Harry mirándolo desesperado mientras una lagrima escapaba de sus ojos verdes pero no se noto debido a que se quedo escondida detrás de los anteojos.
-yo quería por una vez en mi vida decidir por mi... por lo que yo quería -
Severus le miro fijamente, el chico dio la espalda y suspiró profundo.
-quédese aquí profesor.. Howgarts necesita a un director, no necesita al niño que vivió... -
-Potter si crees que me quedare aquí a observar como todos pelean valientemente y tu me dejas aquí como un cobarde jamás te voy a per... -
Pero antes de que Severus reaccionara Harry volteo sobre si mismo y grito “¡Stupefy!” con tanto sentimiento que el profesor cayo inconsciente al suelo. El chico de ojos verdes se acerco a el, se hallaba como dormido, y su cuello comenzaba a sangrar considerablemente, Harry tomo la poción entre sus manos y le dio un largo sorbo.
“eres tan terco” pensó Harry sonriéndole a el hombre que yacía en el piso. Se acercó lentamente hasta el y pego sus labios con los del profesor, estaban fríos y tenían aun el sabor metálico de la sangre que arrojo anteriormente, y paulatinamente paso la poción hasta la boca de Snape, haciendo que el efecto funcionara casi de inmediato. Miro su reloj, solo quedaban diez minutos, observo a Severus una vez mas, parecía tan tranquilo, acarició su cabello retirándole unos cuantos mechones de cabello que caían sobre su rostro y descubrió que no era grasoso como el creía.
-Tal vez ya no le vuelva a ver nunca mas... pero sabe, le agradezco esos recuerdos mostrados... ver a mi madre feliz es algo que no había visto antes... Y al final, saber que usted estará bien.. yo... -Harry sintió un nudo en su garganta. Acercó sus labios hasta la oreja de Snape y cerro sus ojos. -yo... le amo, Profesor Snape, viva mucho tiempo para que Howgarts permanezca de pie, es usted, el hombre mas valiente que e conocido jamás.. -
Y con ello, Harry Potter cerro la puerta de la oficina del director, se calo su capa de invisibilidad y salió a enfrentarse con su destino.
Severus abrió los ojos lentamente, el dolor en su cuello ya no era tan insoportable como antes lo había sido, de pronto, como en flash back todo vino a su mente, Voldemort tratando de asesinarlo, los ojos verdes de Potter, la oficina de Dumbledore, los ojos verdes de Potter, una discusión, Potter, sus ojos verdes mirándolo con unas lagrimas. Sus ojos verdes. Lily Evans.
Se levanto de golpe; no sabia cuanto tiempo había pasado, solo escuchaba tranquilidad en el ambiente, caminó hasta la salida de la oficina del director, y de ahí, pudo entenderlo: Todo había terminado ya. No había mas gritos, mas batallas, solo podía verse tranquilidad y el sol ya en el cielo de la mañana.
Aun mareado se dirigió hacia el salón comedor, preguntándose que había pasado, ¿acaso Voldemort había logrado asesinar a Potter?
-¡maldita sea Potter...! -gruñó molesto Snape, si, le preocupaba que el chico muriera, después de todo el juro ante Dumbledore la protección de Harry Potter, el no quería que el único hijo y heredero de esos hermosos ojos verdes muriera. No quería dejar de ver esas sublimes gemas brillantes como aquellas que Lily poseía.
Llego hasta el salón comedor con un poco de angustia en su pecho, aun recargándose en la pared pudo llegar hasta la puerta de la entrada y no daba cabida a lo que sus oscuros ojos veían: los alumnos estaban sentados todos en una sola mesa, eran algunos pocos, mientras entraba encontró al fondo del salón a varias personas tiradas en el suelo, tal vez mas de treinta alumnos y personas mas grandes, sintió una terrible lastima al ver como muchos alumnos los abrazaban y les lloraban, pudo distinguir a los Weasley, abrazados ante el pálido y sereno cuerpo de Fred Weasley, un sentimiento de real tristeza sintió en su pecho, y aun mas al encontrar a la joven y bella Tonks al lado del cuerpo de Remus Lupin ambos con una total calma, Severus sintió un dolor un poco mas fuerte, era una lastima verdadera, Remus Lupin y Tonks apenas habían concebido a un niño al mundo y ahora estaban muertos... Prefirió no involucrarse demasiado y siguió caminando hasta entrar de lleno al salón comedor, acercándose entre los alumnos, sintiendo entonces muchas miradas que comenzaban a seguirlo.
Encontró a Lucius Malfoy y su familia sentados entre las mesas, ellos le observaron totalmente sorprendidos y pudo distinguir que Lucius se puso de pie totalmente pálido poniendo detrás de el a Draco y a Narcisa, “eso si es un ejemplo de cobarde, pero al menos es un buen padre y un buen esposo...”pensó Snape aun caminando, y entonces cayo en cuenta de una cosa que lo hizo detenerse... Voldemort había muerto, Potter gano... Potter... ¿donde estaba ese infeliz que lo había desmayado?. Snape busco con la mirada al chico y le encontró, Harry le miraba fijamente, justamente frente a el, con una pócima curativa en sus manos que al parecer se había estado tomando.
-pro...fesor -murmuró Harry con una felicidad embargada dentro de si. No el simple echo de estar vivo para volver a verle, si no el echo de que el estaba ahí. -yo.. -
-¿el esta..? -le interrumpió secamente mirando a Potter... -¿usted le...? -
Harry comprendió la pregunta y asintió con la mirada entristecida. -Su propio hechizo reboto y le asesino... - Harry miró a su alrededor, muchos alumnos habían sacado sus varitas para apuntarle, Harry levanto las manos y todos le observaron a el.
-no estén planeando lo que se que intentan hacer... -Harry miró asustado a la profesora Minerva quien apuntaba a Severus con su varita - Profesora McGonagall.. créame... como Albus Dumbledore, tengo toda mi confianza puesta en nuestro Director Severus Snape... ya se lo había explicado a Ryddle... profesor, por favor.. explíqueles usted.. ellos.. todos nosotros queremos que usted lo diga... -
Severus miro de manera horrible a Harry Potter y subió hasta la mesa de profesores donde observo a sus alumnos, muchos le miraban con curiosidad, otros con odio y algunos cuantos aun con temor.
Y entonces comenzó a hablar serenamente, no se detuvo, relato solo lo indispensable, como el echo de ser espía de mortifagos, el ser fiel a Dumbledore hasta el echo de darle una muerte digna a tener que esperar a ver como la maldición carcomía todo su cuerpo de maneras horribles (descripción algo horrorosa para muchos alumnos que lanzaron muchos gritos ahogados solo de escucharle) Y al final, la petición de Dumbledore para su muerte, para el cuidado de sus alumnos y para fingir la terrible limitación que se dio en el colegio.
-Tal vez muchos de ustedes saben el dolor que es perder a una persona como Dumbledore.. pero no saben el dolor que es perder a un padre, como lo sentí yo... -dijo entonces Severus dejando a todos aquellos que le miraron de manera juzgante con lagrimas en los ojos. -y tal vez entonces con esto, es probable que yo renuncie al puesto de director y de profesor... -
Severus se dio la vuelta, ya eran suficientes humillaciones en un solo día, vio a Harry bajo la mesa de profesores, de pie, con una cara de suplica, y antes de que intentara darle destrucción paso lo que no pensó que pasara, apenas bajo, un estallido de vitoreo y emociones encontradas se lanzaron.
-¡No se vaya...! -
-¡es usted muy valiente! -
-¡Albus lo a elegido, no es justo que deje esto así! -
-¡¡Lo necesitamos!! -
Severus estaba pasmado, ¿los alumnos le pedían que no se fuera?.
Bien, los días de humillación y sorpresa tal vez no acabarían ahí. Tal vez irse no era una buena idea... aun quedaba una cosa por hacer, Vengarse de Potter por ejemplo.
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