Kyouya se encontraba en la sala de su familia, fingía que hacia su tarea cuando en realidad sus cuadernos estaban llenos de dibujos, no eran más que la representación en papel del máximo de sus sueños. El y Tamaki abrazándose, besándose o simplemente algunas veces lo dibujaba haciendo unas de sus típicas poses de príncipe y sonriendo como solo sabia hacerlo.
Eso era lo que Kyouya hacia todos los días, era por eso que se dedicaba a espiar de reojo a Tamaki mientras atendía a las clientas del host. Era por eso que guardaba celosamente su carpeta negra.
Lo había tratado de negar por mucho tiempo, el heredero Ootori no podría estar enamorado de el…de alguien tan diferente a el, alguien que no veía la vida de la misma manera, no tenia la preocupación de llegar a ser el heredero de su familia, no le importaba nada mas solo se dedicaba a ser feliz y hacer felices a los demás. Eran tan diferentes, pero a la vez eran parecidos en lo menos indicado…ambos eran hombres.
Quédate un momento así
No mires hacia mí
Que no podre aguantar
Si clavas tu mirada que me llena el cuerpo
Y me ha pasado antes que no puedo hablar
-no puedo amarte Tamaki…- se repetía Kyouya una y otra vez haciendo añicos los dibujos que tenia en su mano.- no puedo…porque se que tu no sientes lo mismo por mi.- era mas que claro lo que Tamaki sentía por Haruhi, incontables veces Kyouya se veía obligado a escuchar las maravillosas hazañas de la peli café.
-obocchama tiene visitas- el ama de llaves de la familia Ootori entro a el cuarto de Kyouya sacándolo de sus pensamientos.- se trata del joven Souh.
-aaa...etto déjalo pasar onegai.- escondió los dibujos en un cajón de su escritorio y se sentó en su cama con su lap en las piernas, tecleando cosas sin sentido.
-Kyouya!!!! Mon ami!!!!- y esa voz resonó en toda su habitación, esa voz que reconocería entre millones de personas, aquella que lo elevaba al mas hermoso de los paraísos.
Tal vez pienses que estoy loco
Y es verdad un poco tengo que aceptar
Pero si no te explico lo que siento
Dentro no vas a entender cuando
Me veas llorar
La habitación estaba casi a obscuras, solo la alumbraba la pequeña lámpara de escritorio y la luz de la computadora portátil. Pero aun así Tamaki irradiaba un extraño brillo con solo entrar a la habitación; el rubio de su cabello y su perfecta sonrisa lo ilumino todo. Inevitablemente el pelinegro se sonrojo pero quiso esconderlo esquivando su mirada.
-hola Tamaki…que te trae por aquí. No recuerdo que tuviéramos algo en especial que hacer.
-y no puedo visitar al mejor de los amigos solo porque si?-
-eee…si, porque no?- su nerviosismo era mas que obvio, es que solo Tamaki sabia hacerlo temblar como nadie mas había conseguido. Solo Tamaki hacia que perdiera las palabras y que no fuera dueño de sus acciones.
Brincando como un niño pequeño se sentó en la cama de Kyouya y delicadamente le aparto la computadora de las piernas.
-deja eso por un momento si? Hay algo que tengo que contarte mon ami!!!
-tranquilo, Tamaki! Que pasa! Porque tanta emoción!
-es que…por fin me di cuenta de mis sentimientos, por fin puedo estar con quien amo…- se acerco delicadamente al rostro del pelinegro tomándolo entre sus manos. Los ojos de Kyouya se llenaron de esperanza, será que por fin lo iba a corresponder? Por fin lo amaría?-
-hoy le dije a Haruhi que me gustaba y acepto ser mi novia! No es genial?- y como un cubetazo de agua fría había recibido la noticia que temía todos los días escuchar, aquella verdad que se había negado a aceptar.
-Tamaki…lárgate.
-que pero porque?
-vete!!!! No quiero verte Tamaki, no vuelvas a hablarme nunca mas!- le grito Kyouya desesperado arrojándole lo que se encontrara a su paso, para después romper en llanto abrazado a una almohada deseando fuera Tamaki quien lo rodeara.
-mon ami…que pasa? Tanto así la odias? Yo pensé que serias feliz por mi- se acerco de nuevo a el casi con miedo para después abrazarlo lentamente dejando la cabeza de Kyouya en su pecho.
-feliz! Como quieres que sea feliz! Después de que yo e estado siempre contigo, te e apoyado en todas tus estupideces, e estado a tu lado. Después de estos años juntos… me cambias por esa!
-pero Kyouya no digas eso, tu siempre serás mi mejor amigo.
-si serás idiota Tamaki!! Que no te das cuenta de que yo no te quiero de esa forma!!!- se paro de la cama aventando a Tamaki para dirigirse al cajón donde guardaba sus dibujos. – ves esto Tamaki?- le aventó los dibujos uno a uno.- esto no es mas que la prueba de que estoy enfermo…de que estoy loco por ti. Te amo como nunca pensé hacerlo jamás. Te amo Tamaki Souh, solo a ti y nadie más. – el rubio miro con tristeza aquellos perfectos dibujos, pensó en lo estúpido que era al no haberse dado cuenta antes de haber echo semejante estupidez. De haber hundido a su mejor amigo.
-Kyouya… perdóname. Yo no puedo amarte. No sabes como quisiera hacerlo. No tienes idea de lo feliz que yo seria al verte sonreír como en estos dibujos pero simplemente no puedo. Te veo con un amigo, el mejor de todos y solo eso.
-entiendo Tamaki… lo entiendo.- cayo al suelo por fin rendido por las lagrimas. Era la imagen mas triste que se pudiera imaginar. Tamaki sentado al pie de la cama, sosteniendo los dibujos arrugados de escenas que nunca pasarían, sueños que nunca se harían realidad. Mirando tristemente al mejor de sus amigos que lloraba incado a sus pies rogándole en silencio que se quedara a su lado. En definitiva cuando las cosas no podían ir peor las luces se apagaron a consecuencia de la fuerte lluvia que se desataba afuera.
-es mejor que me vaya.- acaricio el negro cabello de Kyouya que caía delicadamente en su rostro para después caminar hacia la puerta, al llegar a esta un par de brazos lo rodearon por la cintura.
Nunca
Me sentí tan solo como cuando ayer
De pronto lo entendí mientras callaba
La vida me dijo a gritos que
Nunca te tuve y nunca te perdí
Y me explicaba que el amor es una cosa
Que se da de pronto en forma natural lleno de fuego
Si lo fuerzas se marchita
Sin tener principio llega a su final
-no me dejes Tamaki. Por favor.
-mon ami, sabes que es lo mejor. Si me quedara aquí solo te engañarías a ti mismo.
-y si quiero engañarme?? Yo…te necesito Oto-san. Entiendo que nunca me amaras demo… si enserio me quieres aunque sea un poco. Hazme el último favor.
-dime.
-quiero que…me regales esta noche. Solo tú y yo. Nadie más en este mundo nos debe de importar por unas horas. Déjame ser tuyo y se mío. Después puedes irte para siempre. No me importa que sea una mentira…por favor hoy has esto por mi.
-pero y Haruhi?-
-nadie se enterara de esto nunca. Y mucho menos ella. No me veas como tu mejor amigo, solo veme como la persona que más te ama en este mundo.- y antes de que se dieran cuenta de algo mas ya se estaban besando con ternura, solamente rozando sus labios. Al sentir que Tamaki se alejaba, el pelinegro lo atrajo mas a el tomándolo por el cuello, evitando que rompiera ese lazo que los unía.
Ahora tal vez no puedas entender
Que si me tocas se quema mi piel
Ahora tal vez no puedas entender
Y no te vuelvas si no quieres ver
-oka-san, y que pasara después de esto? Que haremos mañana. Fingir que nada paso?- dijo recuperando la respiración que el beso le había quitado.
-te diré lo que haremos mañana… yo seguiré administrando el Host como lo e echo todo este tiempo. Tú…bueno tú lucirás hermoso como siempre- acaricio un mecho de su cabello que caía sobre su rostro.- conquistaras a todas las clientas y cuando se vayan estarás contemplando a Haruhi como lo hiciste desde que llego. Solo que esta vez ella te corresponderá. La tomaras entre tus brazos.- lo abrazo tal y como estaba narrando.- y después te acercaras lentamente y la besaras con ternura.- acto seguido beso sus labios rápidamente y sin despegarse mucho de el siguió hablando sobre sus labios.- y pensaras “diablos besa mucho mejor que Kyouya! No se como me pude follar a ese tipo” y yo…bueno yo te veré desde una esquina dibujando que soy yo el que esta entre tus brazos y no ella. Estaré fingiendo que soy feliz por su relación. Y como siempre regresare solo a mi casa y pensare en ti como lo e echo desde que te conocí.
-oka-san yo…- dijo suspirando en su oído al sentir que las delicadas manos del Ootori bajaban por su abdomen llegando a tocar el cierre de su pantalón.
-shh no digas nada. Sabes muy bien que así será.- recostó suavemente a Tamaki sobre la cama sin dejar de besar su cuello dejando pequeñas marcas rojas que de seguro para el día siguiente serian invisibles. Le quito la camisa para hacer lo mismo con la suya. Paso lentamente sus dedos por la clavícula del rubio deslizándose a su pecho provocando que suspirara quedito al sentir como la boca de Kyouya de concentraba en sus pezones. Mientras lo hacia le retiro el pantalón de mezclilla acariciando su miembro por encima de la fina tela de la ropa interior. Y obviamente Tamaki no pudo evitar excitarse, al fin y al cabo era humano.
-hmm Kyouya…hazlo ya.- señalo la ropa que aun lo aprisionaba y que hacia que doliera por la falta de atención. Y sin hacerlo sufrir mas, el pelinegro deslizo esa prenda para sin pensarlo dos veces poseer con su boca el miembro de Tamaki acariciando sus piernas delicadamente.
-eres hermoso Tamaki.-
-hmm oka-san… no pares onegai.- sintió como los movimientos de esa boca lo hacían desvariar, perder la conciencia. Por fin el King había quedado sin palabras. Solo le quedaba gemir sin poder controlarse. Pero justo cuando sintió que el final estaba cerca Kyouya separo su boca de ahí provocando quejidos del rubio.
-tranquilo mi amor.- acaricio su rostro tiernamente y lo acomodo sentado en la cama recargado en la cabecera. De un solo movimiento Kyouya se apoyo en sus hombros y se fue sentando poco a poco en la erección del rubio dejándolo desconcertado al ver la cara de dolor de su amigo que se fue transformando en una muy diferente al tocar el mismo ese punto especifico.
-ahh Kyouya- grito tamaki al sentirse envuelto por esa estrechez- estas bien?
-hai…- le sonrió despreocupado y antes de moverse se volvieron a besar, esta vez mucho mas despacio. Queriendo memorizar cada rincón de esa boca que hasta ahora era desconocida para ellos.
Cuando se acostumbro a la nueva sensación, Kyouya empezó a moverse lentamente para después acelerar, obligando a tamaki a llevar el mismo ritmo con la mano acariciando su miembro.
-tamaki aa…tamaki…te amo- gemía bajito en su oído, haciéndole saber que solo el escucharía tan hermosa melodía.
Ninguno de los dos quería llegar al final, sabiendo que seria la última vez que estarían así. Pero ese momento por fin se alcanzo, fundiéndose en un mismo suspiro, diciendo el nombre del otro terminando abrazados.
Kyouya se retiro delicadamente de encima del rubio para después recostarse de espaldas al mismo. No pudo contener las lagrimas aunque intento que Tamaki no se diera cuenta sus sollozos eran demasiado obvios.
Que lloro por ti
Que lloro sin ti
Que ya entendí
Que no eres para mí
Y lloro
-no llores Oka-san. Ya se que te hago daño. No vale la pena que llores por mi no hago mas que lastimarte.
-baka, no me lastimaste. Me has hecho el hombre más feliz del mundo.- se giro para quedar cara a cara con tamaki, se sonrieron y se abrazaron fuertemente, pegándose lo mas que pudieran.
-mira, dejo de llover- dijo Tamaki señalando la ventana- creo que es hora de que me vaya. Mi abuela debe de estar echando chispas.
-jeje lo entiendo.- soltaron ese abrazo permitiendo que Tamaki se parara a vestir frente a los ojos melancólicos del rey de las sombras.
-nos veremos mañana, como siempre a primera hora….- una vez vestido se acerco a la cama donde estaba acostado Kyouya y le beso la frente.
-seriamos tan felices juntos Tamaki.- quiso atrapar esos labios pero el rubio no se lo permitió.
-tal vez. Pero yo no puedo amarte. Y esto que paso no cambia nada. Tu mismo lo dijiste. Mañana volverá todo a la normalidad.- simplemente se giro y camino a la puerta.- le diré a las sirvientas que no suban, que te sientes mal. Así nadie te molestara- le dijo fríamente mientras salía sin mirar atrás.
Fue entonces cuando lo entendió… Tamaki nunca fue suyo… y nunca lo seria. Ese amor por más fuerte que fuera no podría ser correspondido. Solo le quedaba aquel consuelo de ser su amigo. De verlo sonreír aunque no fuera para el.
Nunca me sentí tan solo como cuando ayer
De pronto lo entendí mientras callaba
La vida me dijo a gritos que nunca te tuve y nunca te perdí
Y me explicaba
Que el amor es una cosa que se da de pronto
En forma natural lleno de fuego
Si lo fuerzas se marchita
Sin tener principio llega a su final
Los meses pasaron y llego el día en que Tamaki se marcho con Haruhi a Francia. Dejando a Kyouya destrozado. Se había acostumbrado a fingir que era feliz por Tamaki que de hecho se creyó su propia mentira, pero ahora debía acostumbrarse a la amistad que llevaran por teléfono y resignarse a solo tocarlo por el monitor de la pantalla.
Todos los periódicos anunciaban el compromiso de la joven pareja aunque ambos lo negaban, solo era cuestión de tiempo para que esa terrible noticia llegara a el.
Pero en vez de eso vino algo que nunca se espero. Llego a su puerta Tamaki, destrozado casi sin poder ponerse de pie.
-tamaki por dios! Estas borracho que paso?
-ella…es una maldita Kyouya… Haruhi me dejo! Me dejo!
-pero como que te dejo!! Que tiene en el cerebro!
-dijo que no me amaba, que se había dado cuenta de que le gustaba alguien mas! Me dejo por un socio que le presente. Puedes creerlo!!! Yo mismo le abrí las puertas a ese bastardo!!!
-shh tranquilo- como pudo cargo a Tamaki a su cama dejándolo delicadamente ahí.- descansa, mañana cuando te sientas mejor pensaremos en algo.- acaricio su cabello depositando un beso en su frente, y justo cuando se iba a retirar la mano de Tamaki retenerlo.
-kyou-chan…no me dejes. No quiero estar solo.
-yo nunca…nunca te dejaría solo mi amor. Nunca. Ahora descansa- lo tomo en brazos y lo acostó en su pecho acariciando su cabello. Al poco rato el rubio se quedo dormido.
-porque no importa que tu solo me veas como un amigo, no me importa que tenga que consolarte cada vez que alguien te lastime. No me importa. Pase lo que pase me quedare a tu lado, nunca te dejare solo porque yo te amo. Y esa noche… esa única noche a estado en mi corazón todos estos años…
-Kyouya… te quiero.- balbuceo Tamaki entre sueños- intentare quererte como tu me quieres a mi.- Kyouya sonrió, aunque le quedaba mas que claro que tal vez Tamaki no recordaría sus palabras al día siguiente. Que todo eso era producto del alcohol que estaba en su cuerpo. Pero aunque fuera mentira…. Lo hacia sentir vivo.
Ahora tal vez no puedas entender
Que si me tocas se quema mi piel
Ahora tal vez no puedas entender
Y no te vuelvas si no quieres ver
Que lloro por ti
Que lloro sin ti
Que ya entendí
Que no eres para mí
Y lloro
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