Misa’s Revenge.
Allí se encontraba ella, sentada en su sillón rojo y suave; “de seguro era carísimo”, pensaba, su cabellera rubia se extendía hasta más abajo de sus hombros, su cara era bellísima, cautivaba muchas miradas, siempre, adonde fuera que ella pasease, sería la chica con más pretendientes.
Pero de que servía, si ella solo amaba a un chico, ese era Light. Lo amaba con total devoción, siempre le era fiel, y juraría serlo por el resto de su vida, pero había solo un problema.
El no la amaba.
Ya lo sabía, pero no era su culpa. Todo era culpa de L.
-Odio a L. – Susurró entonces, sabiendo que desde un lugar no muy lejano, el mencionado debía estar escuchando cada insulto que ella le dedicase.
-Es un maldito Estúpido, todas las cosas que me ha hecho. – Refunfuñó de nuevo, bajando cada vez más la voz; recordó todas las cosas “pervertidas y extrañas “que le había hecho.
La ató durante días sin apenas dejarla comer o ir al baño, solamente unas pocas y escasas veces; la había amarrado a una silla cuando fueron a descubrir a Higuchi, la dejó sin novio…entre muchas cosas más.
-Me voy a vengar, juro que me voy a vengar.- Continuó diciendo, decidida por completo de que es lo que iba a hacer, porque se le había venido una idea a la mente.
- Ya va a ver como me sentí yo cuando me hizo todas esas cosas. Porqué voy a hacer que él se ponga en mis zapatos! – Dijo contenta, se levantó del sillón y bajo a toda prisa las escaleras, puesto que no podría hacerlo sola; necesitaba a alguien inteligente que la ayudase y ese era…
-Light! – Gritó la chica entusiasmada al ver a su castaño, en la planta baja, junto a L, por supuesto. Misa hizo un puchero al ver al pelinegro, este la vio con cierto recelo, aunque sin mucha importancia.
-¿Qué sucede, Misa?- El aire de indiferencia no hirió a la rubia esta vez.
-Necesito hablar contigo, a solas, Light. Por favor…- Pidió entonces, pudo notar como el detective pelinegro comía unos dulces tranquilamente intentando no prestarles mucha atención, pero tanto ella como el castaño sabían que estaba más atento de lo que aparentaba.
-No tengo ningún inconveniente de que vayas con Misa-san, ni mucho menos que hables con ella. Pero te digo que aumenta tu posibilidad un 5 %. - Espetó entonces el pelinegro, y Light se enojó enseguida, por supuesto, le molestaba que el simple hecho de hablar a solas con su novia solo le subiese más y más el porcentaje de posibilidad de ser el asesino en serie.
-Eso no tiene sentido Ryuuzaki!- Gritó entonces. – ¡Somos novios, y no es asunto tuyo lo que digamos acerca de nuestra relación!- Terminó dando conclusión y haciendo un millón de monólogos para sus adentros, estaba seguro que eso incrementaría aún más el porcentaje
-10%, además, Light-kun dijo anteriormente que Misa Amane no le producía ningún interés romántico, o sexual. ¿No lo habías mencionado? – La rubia estuvo a punto de replicar, pero se guardo sus palabras al ver que su novio había golpeado fuertemente la cara del pelinegro.
-Mi vida social es personal!, se que soy sospechoso a ser Kira, pero mis sentimientos hacía ella no son tu incumbencia, después de todo, estas buscando a un asesino en serie, dudo que encuentres una prueba favorable en una pequeña conversación a solas. ¿Crees que si fuera Kira no evitaría que Misa me pidiera hablarme en privado? ¿No crees que ya habría pensado que eso elevaría sospechas? Pero no soy Kira, así que no me preocupa. ¿Entiendes? – Cuando terminó su explicación L devolvió el puñetazo con una patada, analizando lo que Light había dicho rápidamente.
-Si Light-kun no fuese Kira, no se preocuparía por un 5 %, después de todo, no sirve de nada que suba el porcentaje pero que aún así no tenga pruebas. No es tanto el hecho de que fueses hablar con Misa-san a solas, sino tu reacción ante mi comentario. – Espetó al final, y el castaño se dio media vuelta mirando a la rubia, indicándole que olvidará el molesto incidente.
Light y Misa bajaron por el ascensor y salieron del edificio, el primero se encontraba un poco incómodo, no quería golpear a L, después de todo, hace poco tiempo las cosas empezaban a andar bien entre ambos, pero era tan insoportable…
Aunque algo en él hacía que valiese la pena hablar con el detective, pensaba que era porque su inocencia era provocativa, podría hacer comentarios que estresen, incluso actos que cayesen igual de pesados, pero el pelinegro resultaba adorable, en algunos aspectos, por supuesto.
-Light; he pensado mucho últimamente. – Interrumpió la rubia los pensamientos de su novio, este aún continuaba absorto a lo que decía.
-Que novedad, Misa. – Comentó entonces, esperando saber de que hablaba, terminar la charla, y subir a disculparse con L.
No.
¿Qué estaba diciendo?
"Me estoy volviendo loco, ¿O que?
Soy el Dios del Nuevo mundo, por favor, ¿Pedirle disculpas a L?, el debería doblegarse ante mí por joderme tanto mis expectativas, si tuviera una forma de explicarle quién es el que manda aquí lo haría sin duda, por supuesto que, es muy complicado…"
Kira empezaba a calcular mentalmente sus movimientos, sus tácticas para ganar de una vez por todas la maldita competición contra el mejor detective del mundo, quería acabar con él, pisotearlo y después dejarlo en la desdicha, o mejor aún, cuando fuese el Dios y Amo de todo el mundo, que L fuese su esclavo,”que humillación tan brillante”, pensaba entonces.
-Sí, verás, estaba pensando en que, ¿Qué tal si le hacemos ver a L como se siente estar en nuestro papel? – Inquirió la chica con un tono de voz suspicaz que jamás se imaginaba el castaño que ella tuviese.
-¿A que te refieres, Misa? – Preguntó entonces un poco confundido.
-Sí. El siempre anda fastidiándonos, a mi me hizo cosas pervertidas, a ti no te deja estar solo ni por un minuto hasta que empieza con sus sospechas, hace enojar a todos, que tal si le devolvemos toda la Karma que él nos ha dado. – Se explicó la rubia, entonces Light sonrió de medio lado, le gustaba la idea de ver a L en las mismas situaciones que ha pasado su novia, sobretodo la idea de poder violarle en esos momentos.
-Nada mal, así aprendería como nos sentimos todos los del equipo. – Concluyó el castaño. –Sería como darle una lección, una cucharada de su propia medicina. –
-Si!, ¿Entonces a Light-kun le gusto la idea de Misa? – Preguntó la chica contenta a más no poder.
-Claro que sí, y creo que podría hacer que los demás miembros del grupo nos apoyen. Esto será muy, muy divertido, Misa. – El castaño besó a la rubia, más que nada como agradecimiento por tan perversa idea, ni él se la había imaginado, aunque ya dado las claves del juego, sabía que sería sencillo.
Solo debía convencer a los demás de que ayudasen.
-L nunca volverá a ser el mismo después de esto.- Rió Kira entonces, esperanzado también de que después del plan, el pelinegro estaría demasiado agotado como para poder investigar.
Serán dos victorias en una! – Pensó el castaño.
Dos pájaros de un tiro.
-Entonces, comencemos…-
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