Bittersweet
¿Seré egoísta?
¿Será todo esto únicamente mi culpa?
¿Será esta voz el miedo que me corrompe?
¿Será este frío el abrazado de la soledad? Soledad, hoy solo queda una huella borrosa de todo lo que una vez fue, todo lo que alguna vez fui a tu lado y que hoy se desvanece como un sueño luchando contra la realidad.
Como mis pisadas sobre la arena se deshacen con el viento, así como cada grano flota al aire en la ventisca, así tú y yo fuimos arrastrados por la fuerza de un destino mil veces más poderoso que nosotros.
¿Eramos débiles desde entonces?
¿Nuestro amor no fue suficiente?
¿En que momento comenzamos a traicionarnos?...
Solo puedo sentir que el tormento de estar a tu lado es mil veces mejor que la pena de no tenerte cerca, porque todavía no consigo convencerme de que puedo vivir sin ti, porque aunque pueda no deseo hacerlo.
Me dejaste ir tan fácilmente que no creí sería importante, supuse que te daba lo mismo y así de herido me aleje; tenía que irme, cargando solo con el peso de mis errores, de mi pasado, porque incluso si añoré traer conmigo el cariño que me dabas, ya no se donde esta o si realmente existió. Es imposible no dudar cuando uno se siente a la deriva.
¿Cómo podría luchar contra el destino?
¿Cómo podría hallar la luz en mis tinieblas?
La nebulosa de inseguridad me acorrala, ayudando a la desesperación que sigilosa me caza día y noche; ¡he de luchar solo por mantener mi cordura!. No ha salido ella intacta en esta guerrilla ni yo tampoco, nos mantenemos de pie, mas mal heridos por la implacable fuerza de la justicia más cruel que conozco.
¿Por qué me odio tanto?...
¿Y si solo me hubiera quedado a tu lado?
¿Si hubiera corrido el riesgo?
¿Si hubiera ignorado las señales?
¿Si hubiera tenido menos miedo de perderte?...
¿Si me hubiera traicionado?...
Todas las promesas que hice se clavan en mi lacerándome, pues quise con ellas equilibrar mi propia locura, mis tentaciones, mi propio ser que clamaba a gritos por la sangre de quien me destrozaba, de quien no hacía más que dañar y mis manos se alimentaron de ella, bañaron mi alma en el crimen.
¿Soy un homicida?
La tardía llegada de mi esperanza finiquito mi tiempo en el mundo; no quería quererte, no quería saber de ti, no quería caer antes de tiempo, subsistí en la dulce ironía de aferrarme a la vida aunque no pudiera mantener el peso de mi existencia.
¿Por qué no temer a la muerte?
¿Tienes idea de lo que hay más allá de este mundo?
¿Tienes tanto miedo de seguir vivo?
El sabor agridulce de tus lágrimas que no he de probar nunca, ese que evité a toda costa por la seguridad de que serían adictivas; no quería hacerte daño, y ahora tu llanto me atormenta, haciendo eco en mi cabeza en todo momento, perturbando el ciclo de mis sombrías cavilaciones, sometiéndome más al peso de la culpa.
Mientras tú solo escuchas silencio… mientras yo vago sin rumbo, ya no tengo a dónde ir.
Regala tus pensamientos a alguien más, aquí no puedo tocarlos ni sentirlos, aquí no valen nada, son ligeras plumas destruidas en las lamas del abismo, unas llamas de fuego frío inconcebible.
¿Acaso te acuse injustamente?
¿Te consideré el autor de mis tormentos?
¿Con qué falta de agallas si me atabas al mundo que ya he dejado solo por verte sonreír?
Tus palabras no habrían cambiado mi destino, ni siquiera yo se si estaba escrito o fueron mis acciones las que lo forjaron, solo creó ciegamente que tarde o temprano esto iba a pasar; debes comprender que era mi deseo.
Me convertí en lo más trágico de tu vida y te pido perdón desde el olvido en que vivo, te regalo los recuerdos, cada vez que estuve a tu lado, mi último aliento, el poco calor que quede en mi cuerpo inerte será también para ti, no lo dudes nunca. Conozco bien la naturaleza perversa de mi ofrenda, pero es todo cuanto poseo y puedo comprender, no pretendo dejarte mi hipocresía, mis incontables mentiras vendrán conmigo y a tu dolor no podría aunarle el mío. Mis mentiras, mis dulces amigas y confidentes; tú lo sabías, conociste bien la nobleza marchita en mis acciones y me viste pagar el precio sin remordimientos.
¿Cuán desolado es este universo vacío que me hace caminar en aire caliente?
Ruego por que nunca me encuentres, que nunca llegues a mi lado ni busques la dulzura del reencuentro, no podría dar nada por ti esta vez. No anheles lo que solo puede lastimarte amor, fue eso lo único que quise enseñarte.
Si te dejo no busques la lógica en mis acciones, el sentido en si mismo carece de ella.
¿Debí pedir perdón por irme?
¿Te haría sentir mejor?
Que inocente al creer que era un juego mío; simplemente dije adiós, conteniendo mis lágrimas para que no me vieras llorar, para que recordaras solo mi sonrisa nostálgica.
Escapé de la vida rumbo a las pesadillas que me abrazaban más allá de ti y no existe vuelta atrás. Adiós.
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