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Oni...giri por blackrain

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Notas del fanfic:

Un pequeño one-shot para los amantes del SasuSai (casi nadie escribe esta pareja, así que tengo que hacerlo yo) y para otros no tan amantes, pero que desean darle una oportunidad. Sooo queria subirlo desde ayer pero la pagina no me dejó

Naruto es de Don kishi...¡¡Pero Sai y Gaara se encuentran en mi cama!! (Hablo de peluches... ¡¡por ahora!!)

¿El titulo?, se refiere a un triangulito de arroz que comen los japoneses, lo vez mucho en Fruits Barket (o furuba según prefieran)

Notas del capitulo:

Bueno la santa razón por la que no había actualizado es la siguiente...

Mi memoria, con todas mis actualizaciones y fanfics inéditos desapareció hacia tres semanas, pegue papeles por toda la UNI para que me enviaran mi carpeta de fic´s (lo cual nunca sucedió) ahí estaban todas mis actualizaciones de los nuevos capitulos TT_TT

Después de eso, llegaron los exámenes de parcial...(No me fue tan mal) los cuales fueron brutales...tuve montón de ensayos que escribir...

Y para terminar me dieron una regañada por acabarme mi dinero en una convención de anime y manga que vino (Quien le puede decir que no al peluche de Gaa-chan y Sai-kun)


Una atractiva chica pelinegra de no mas de 15 años, de tez blanca y ojos oscuros pintados de negro(maquillaje), las largas pestañas habían sido rizadas y oscurecidas con ayuda del rimen, vestía con un sugerente traje de sirvienta color negro con los encajes y el mandil blancos, sus largas piernas estaban cubiertas con una medias de malla color negras y los holanes que hacían que su falda fuera mas corta le ayudaban a ocultar su ropa interior, vestía con unos zapatos de estilo de bailarina color negros, la chica acababa de entrar a la elegante oficina y se le veía bastante molesta, muestra eran que sus rojos labios se encontraban apretados.

-¿Que es lo que quieres?-pregunto de malas, la voz era algo ronca, algo extraño en una chica.

-No es para que estés de malas, Sai-chan-frente a la sirvienta estaba un elegante escritorio, tras de éste estaba un atractivo hombre de unos 20 años, vestía con un traje negro y una camisa color rojo oscuro, el saco estaba desabrochado y permitía ver la desanudada corbata color negra, los ojos de ese hombre eran tan oscuros como los de la sirvienta, sin embargo la piel, a pesar de que era blanca, no lo era tanto como la de la chica, los mechones negros con tonos azulados eran algo largos y se encontraban desordenados en un peinado poco común pero típico de ese hombre.

-¿Cómo no quieres que esté de malas?-La chica levanto la voz, muestra clara de que su molestia empezaba a crecer-¡Me mandaste llamar, diciendo que era algo urgente, sin siquiera darme tiempo de quitarme este ridículo disfraz!

-Quería verte de cerca- el hombre se paró de su asiento acercándose a la chica con paso lento pero decidido, el cual demostraba la clase carácter que poseía, media cerca de 20 centímetros mas que la chica, sonrió con superioridad al estar solo a unos pasos de la menor ésta dio unos pasos hacia atrás-te vez encantadora con ese uniforme y no diario tengo la oportunidad de verte de cerca.

-¡¡MALDITO ONIGIRI!!-llevando la mano a su cabeza la sirvienta se deshizo de la peluca lanzándosela al mayor en la cara, la voz de chico se hizo notoria con ese grito y debajo de la peluca lo que se encontraba oculto eran la oscura cabellera de mechones lacios, algunos largos hasta la altura de su barbilla- No tienes idea lo que sufro con este maldito disfraz, hoy tres sujetos trataron de propasarse.

El peliazul levanto una ceja, molesto por el apodo que acostumbraba utilizar.

-Es tu culpa-dijo algo serio debido a como lo molestaba el estúpido apodo- si fuera un mejor cazador de demonios no tendrías que hacer esto.

-Algún día sellare tus malditos ojos-el pelinegro se dio la vuelta molesto saliendo de la oficina, dejando al peliazul con una sonrisa marcada en sus labios, Sai no lo notaba, pero él si, el día que había quedado convertido en su “trabajadora” su amenaza había sido clara, “Te matare en la primera oportunidad”, sin darse cuenta Sai había cambiado su frase poco tiempo atrás, ahora su objetivo no era dañarlo, sino solo sellar sus ojos- Sasuke Uchiha enamorado-se dijo sonriendo con un poco de burla hacia sí mismo, lo que meses antes le hubiera resultado imperdonable había pasado a ser su realidad, un oni (demonio) enamorado de un humano, y no cualquiera, sino un cazador de demonios.

 

Sai acababa de salir de la regadera, vestía solo con un pantalón negro, dejando al descubierto su torso desnudo, la piel tan blanca se encontraba perlada por las gotas de agua, secaba su cabello revolviéndolo con una toalla, se le veía triste, sabia que Sasuke tenia razón, si hubiera cumplido con su trabajo correctamente no hubiera terminado haciendo ese ridículo trabajo.

-Pero si hubiera matado a Sasuke…-la frase quedo inacabada, sacudió la cabeza tratando de olvidar a Sasuke, se arrimo al espejo del baño para ver si se había desecho de todo el maquillaje de su rostro-odio esto…

El pelinegro cerró los ojos ante su reflejo, aun no podía creer como había terminado ahí…

Sai era un cazador de demonios, uno de los más jóvenes y de los pocos que quedaban actualmente, el mundo se encuentra plagado de demonios, la obligación de los caza demonios es eliminarlos, a cambio del demonio y tomando en cuenta su nivel, los caza demonios obtienen una recompensa de una sociedad anónima, la misma que les envía los datos sobre los demonios, mientras mas poderoso sea el demonio más grande es la recompensa, Sai confiado de sus habilidades, acepto la misión de uno de los demonios mas poderosos, según los datos que había obtenido ese demonio se encontraba en un bar muy conocido por las meseras, las cuales vestían demasiado sugerentes, Sai fue dispuesto a derrotar al demonio, pero para su desgracia cometió un pequeño error, en ese bar había dos demonios, una de las meseras era un demonio de bajo nivel lo cual Sai no noto hasta que ya había terminado su trabajo, para su desgracia, el demonio que él perseguía era el dueño del bar y con ayuda de sus ojos demoníacos, el sharingan, logro someterlo…

La regla fue simple, Sai  tenía que tomar el lugar de la mesera hasta que Sasuke consiguiera otra, de eso ya hacia 6 meses y el demonio no daba señales de desear dejarlo ir, incluso de hacia un tiempo Sai empezó a notar algunas marcas en su cuerpo (e incomodidades al levantarse) y olvidaba incluso horas de algunos días, sabia que los ojos demoníacos de Sasuke aparte de lograr meterse en su mente podían hacerlo olvidar cosas, aun así, se negaba a aceptar las conclusiones a las que siempre llegaba.

 

-Sasuke-sama se comporta muy extraño con la nueva-Sai logro oír la conversación de tres de las chicas del bar, sin ser notado, mientras seguía atendiendo tras la barra, donde el demonio lo había mandado desde el día anterior que hablaron, se lo dijo en lo que cenaban.

-Si-la rubia de cabello largo sujeto en una cola de caballo, se apoyo para escuchar y a la vez seguir participando en la conversación con más comodidad-¿supieron lo que les hizo a los tipos que trataron de pasarse ayer con ella?

-Si-la pelirrosa de cabello corto continuo hablando- les dio una paliza, además escuche cuando hablaba con un cliente que le pregunto que quien era, Sasuke-sama le dijo que era su prometida.

-¿Será eso cierto?-la chica pelinegra de ojos claros hablo en voz tan baja que a Sai le costo entenderle- Además vive en la casa de Sasuke-sama, no creo que Sasuke-sama mienta.

-Pero ella no ha dicho nada, ni siquiera parece quererlo.

-Sasuke-sama merece a alguien mejor-menciono la pelirrosa.

-Ya esa hora de cerrar-Sasuke llegó logrando que las chicas que hablaban se alejaran.

 

-Ya es hora de irnos, Sai-Sasuke se encontraba en la puerta del bar, esperaba que Sai terminaba lo que hacia, todo el rato que habían estado terminando de guardar todo el pelinegro no había mencionado palabra y era algo que lo tenia preocupado.

Sai pasó al lado de Sasuke, aun vestido de chica, salio sin decir nada rumbo al auto del pelinegro, Sasuke no soportaba mas eso, tomó el brazo de Sai jalándolo hacia él beso sus labios, mordiendo los labios de Sai para hacer que este abriera su boca, aun así el pelinegro no movió ni un músculo, por lo que Sasuke se alejo confundido.

-¿Qué demonios te sucede?-pregunto algo molesto.

-¿Terminaste?-Sai no mostró gesto alguno en su rostro, el labial se había corrido debido al beso y el resto se encontraba en los labios de Sasuke.

El demonio guardo silencio, soltándolo muy confundido, Sai ni siquiera había hecho lo de la primera vez…

Flash Back

 

Sai había salido del baño después de lavarse la cara y quitarse el disfraz de sirvienta.

-Maldito, Oni-Sai estaba furioso- ¡¿Cómo pudiste haberme obligado a hacer eso?!

-No te esfuerces en gritarme-Sasuke tomó con total calma la furia del chico-Realmente eso no me molesta para nada.

-¡¡Oni oni oni oni oni oni oni oni oni oni oni oni oni oni!!-Empezó a repetir infantilmente.

Sasuke se acerco a él, tomándolo de un brazo jaló a Sai hacia él, besando sus labios con brusquedad, Sai arrempujo a Sasuke, forcejeando con él para tratar de que lo soltara.

 -No me molesta que me llames oni, realmente eso es lo que soy, y no me duele aceptarlo.

-¡MALDITO!-Sai pasó la manga de su camisa limpiando su boca con un gesto visiblemente enojado-MALDITO ONI… ONIGIRI.

-¡¿QU…?!-Molesto, Sasuke le grito a Sai.

 

Flash Back End

 

Sai abrió la puerta del auto sentándose en el asiento trasero del auto negro de Sasuke, de mal humor Sasuke subió al asiento del conductor encendiendo el auto se dirigió a su casa, sin mencionar palabra entre ambos.

 

Sai salio del baño de su lujosa habitación, solo vestía con sus boxer ya que esa era su pijama habitual, dejo la toalla caer al piso, había algo que lo incomodaba desde que oyó hablar a las meseras del bar.

La puerta se abrió sin ser tocada, Sasuke la atravesó con la seguridad que lo caracterizaba, dando largos pasos se acerco a Sai, el pelinegro de piel blanca solo tuvo oportunidad de mirarlo al rostro, descubriendo que los oscuros ojos del demonio habían pasado a ser color escarlatas.

-Maldi...-Sai cayo inconciente en los brazos de Sasuke.

 

Sai abrió los ojos, se encontraba acostado en cama, se encontraba un poco aturdido, sin embargo, cuando trato de mover sus manos le fue imposible ya que se encontraba atadas con un listón negro a la cabecera de la cama, movió sus manos tratando de soltar su agarre, “Soy un Caza demonios, no puedo ser detenido por ésta ridiculez”

-No tiene caso que lo intentes-Sasuke estaba parado frente a la cama, sus ojos aun eran escarlatas- Esa cinta no es tan débil como lo aparenta.

El demonio solo vestía con su pantalón, su torso se encontraba al descubierto, Sai no pudo evitar clavar su vista en el abdomen tan bien formado de Sasuke.

-¡¿Qué demonios haces?!-grito asustado de pronto, siendo conciente de lo que sucedía.

-Esta vez-Sasuke sonrió haciendo que sus ojos volvieran a su color natural-no te dejare olvidarlo.

-¡¡Maldito Onigiri!!-Sai grito poniéndose completamente rojo-¡¡como si quisiera recordar lo que me haces!!

-Así que estabas al tanto-La sonrisa del demonio se amplio-aun así, no es correcto decir “me haces”, sino Ha-ce-mos.

-Mal…maldito, como si yo quisiera algo de ti…-El rostro de Sai se torno rojo, el cuerpo de Sasuke tenia tantas marcas como las suyas, sin embargo, el peliazul tenia algunas marcas hechas por uñas y tenia varias mordidas las cuales había  llegado incluso a sangrar, todas estás estaban diario cubiertas por la ropa lo que evitaba que se lograran ver cuando andaba vestido.

-¿Seguro?-Sonriendo Sasuke se sentó al lado de Sai, quien doblo sus rodillas, dispuesto a partear a Sasuke en la primera oportunidad.

Sasuke sostuvo las piernas de Sai por sus muslos.

-Eso ya lo habías intentado-le dijo sonriendo para empezar a recorrer las blancas piernas con sus mano, caricias que sintió como si una corriente eléctrica recorriera su columna.

-¡¡Mal…maldito Onigiri!!¡¡Suéltame!!-se sentía bastante placentero, demasiado para permitirse aceptarlo.

El gesto de Sasuke fue entre divertido y molesto, realmente odiaba ese apodo, pero el encantador gesto de Sai de reprimir lo que en realidad sentía, realmente no había manera de enojarse con él.

Sasuke se colocó con rapidez sobre Sai, colocándose entre sus piernas, las cuales sujeto de inmediato, el cuerpo del caza demonios realmente era muy flexible, lo que volvía todo mas divertido.

-¡¡Déjame!!-Sai grito cuando sintió los labios de Sasuke recorrer su cuello, trato de soltarse pero lo único que logró fue que sus muñecas se lastimaran.

-Disfrútalo-Sasuke habló en un ronco susurro en su oído, sintió la calidez de su respiración, para después sentir que empezaba a morder su oído, lo cual para su sorpresa ocasionó que dejara escapar un gemido.

-Suel-ahh…tame-la voz de Sai había disminuido hasta volverse un murmullo, las manos de Sasuke recorrían sus piernas, mientras que sus labios empezaban a viajar por su cuello, notando que dejaba algunas marcas en éste.

Sai no notó como sucedió, ese juego incitante de besos y caricias por parte de Sasuke, logro acallar su voz, empezó a calentar su cuerpo, se movía facilitándole a Sasuke llegar a mas lugares con sus caricias, ladeando su cuello para permitirle probar más de su piel con sus labios.

-Por favor-Si ni siquiera tenía idea de que era lo que pedía, sin embargo Sasuke pareció comprenderlo con facilidad, llevo una de sus manos hacía las manos de Sai, desatándolo de la cama, pero manteniendo el listón atando ambas manos para que se mantuvieran juntas.

Ambas manos se dirigieron hacía el rostro del demonio cuando se sintieron liberadas, Sasuke cerró los ojos temiendo el golpe, pero para su sorpresa ambas manos se colocaron tras el cuello del Uchiha, atrayendo su rostro hacía él, besando sus labios con desesperación, Sasuke correspondió el beso, ambas lenguas se esforzaban por recorrer el interior de la boca del contrario, tratando de memorizar el sabor, el mayor llevo la mano a la ropa interior del pelinegro de piel blanca, arrancando los boxer con facilidad, gracias a su fuerza sobre humana.

-I…diota-murmuro Sai entre las mínimas separaciones que hacían para tomar un poco de aire.

Sasuke dejó escapar una risita, llevando una de sus manos al trasero de Sai, separando un poco las blancas nalgas, listo para penetrarlo, lo cual ocasiono que Sai se estremeciera al saber lo que sucedería, incluso le sorprendió no haberse dado cuenta  en que momento Sasuke se había deshecho de su pantalón, el de cabello lacio empezó a besar el cuello de Sasuke, sabia que dolería, pero ansiaba que entrara, sentía su propio miembro rosar por momento la piel de Sasuke, lo que ocasionaba más gemidos.

Sasuke lo penetro de una sola embestida, ganando que Sai clavara sus dientes en su cuello y que las uñas se encajaran en su espalda, la calida sangre escapó del cuello, yendo a pintar de rojo los labios del menor, de inmediato y sin moverse demasiado Sasuke beso los labios de Sai, eliminando todo rastro de sangre para que el caza demonios no la bebiera.

-La sangre de un demonio ahh…-Sasuke gimió ante la placentera estreches-puede hacerte daño.

Una vez que el pelinegro limpio la sangre se alejo de los labios de Sai, sus ojos se enfocaron en los contrarios, empezando a moverse con lentitud empezó a notar el placer acompañado del dolor del menor.

-Ahh-De los delgados labios de caza demonios empezaron a escapar gemidos, que aumentaban de volumen conforme Sasuke empezaba a entrar con mas fuerza, cerro los ojos al notar que los del demonio se encontraban clavados en los suyos.

-Mal…ahhh maldito oni… ¡Aaa!-el de cabello azulado entro con más fuerza al notar lo que estaba por decir Sai, ocasionando que un pequeño grito escapara de los labios del pelinegro.

-Voltéate-Sasuke ayudo a Sai a quedar a gatas para facilitarse llegar con mayor profundidad, obedientemente el chico de piel blanca obedeció cuando el mayor salio de su interior, sintiendo a Sasuke acomodarse tras de él, dejando escapar un gemido cuando entró de nuevo.

El mayor llevo su mano al miembro de Sai, empezando a complacerlo con rapidez, ocasionando algunos gritos cuando lo penetraba con fuerza, al tiempo que el dejaba escapar los roncos gemidos disfrutando el interior del chico…

 

Ambos terminaron al mismo tiempo, saliendo Sasuke de su interior con  lentitud, el chico de piel blanca se dejo caer rendido en la cama, mientras que el Uchiha se coloco a su lado abrazándolo, rodeando con suavidad su cintura.

-¡Maldito, onigiri!-Sai volteo golpeándolo con fuerza, Sasuke ni siquiera se había molestado en desamarrar sus manos cuando lo volteó, por lo que se vio obligado a apoyarse con sus codos, y por esa misma razón lo golpeaba ahora con ambas manos.

Sin embargo, Sasuke lo sostuvo con una mano ladeándose un poco lo dejo bajo él.

-¿Quieres volver a jugar?-le pregunto con una sonrisa seductora.

Sai se dio la vuelta completamente sonrojado, se logro soltar de Sasuke con facilidad, dándole la se negó a mirarlo.

-Maldito onigiri-repitió en un murmullo.

Sasuke sonrió, acercándose a Sai empezó a besar con suavidad la parte de atrás de su cuello.

-Supongo que debería de decirte lo que te digo cada vez que lo hacemos, sin embargo, esta vez me da mas trabajo.

-No importa- Sai se oyó molesto-dilo, después de todo me harás olvidarlo.

-Esta vez no-dijo en voz baja el demonio- es por eso que se me complica.

Sai solo guardo silencio, en su mente vagaba la conversación de las tres chicas del bar.

Dijo que era su prometida”

“¿supieron lo que les hizo a los tipos que trataron de pasarse ayer con ella?”

-¿Qué soy para ti?-la pregunta escapó de los labios de Sai en un murmullo.

-Lo eres todo-dijo Sasuke contra su piel-te amo.

El corazón de Sai latió acelerado, las palabras de Sasuke, por más que se esforzó no logro notar mentira en ellas, lo peor es que anhelaba escucharlas y sabia que él sentía lo mismo.

-¡MALDITO ONIGIRI!-Dándose la vuelta se abrazó a Sasuke con fuerza, un abrazo que el mayor correspondió con una sonrisa.

-No te molestara que me quede contigo ¿o si?

-Es tu casa-Sai  ocultó su sonrisa-haz lo que te venga en gana.

 

-¿Por qué me hace daño la sangre de demonio?-pregunto Sai, el pelinegro se encontraba acostado sobre Sasuke, ambos solo eran cubiertos por una sabana de su desnudez.

-No te puedo decir-Sasuke sonrió, sus oscuros ojos se dirigieron discretamente al reloj del buró de Sai, ya solo faltaba una hora para abrir el bar, habían pasado todo la noche y la mañana en la cama de Sai, en momentos durmiendo y en otros…haciendo otras  cosas-es un secreto de demonios, menos se lo podría decir a un caza demonios.

Los ojos de Sai se marcaron con tristeza al oír la última frase, tristeza que Sasuke notó.

-Ya no soy un caza demonios-dijo en un murmullo.

-¿Es eso lo que deseas ser?

Sasuke no quería aceptarlo, hacia bastante que tenia que dejar ir a Sai, aun así no quería separarse de él.

-Eso es para lo que he nacido-el demonio bajo a Sai de encima de él, le dolía bastante.

-Si quieres puedes volver a serlo, tienes tu libertad de nuevo-se había sentado dándole la espalda a Sai, el chico menor sintió algo extraño, no era la felicidad que había esperado sentir, era algo muy diferente, una enorme e insoportable frialdad que lo consumía desde su interior-debo de prepararme para abrir el bar.

Sai bajo su vista, Sasuke estaba demasiado serió, eso aumentaba la frialdad que empezaba a inundar su pecho.

Sasuke tomo a Sai de la barbilla con su mano, levantando su rostro beso sus labios con pasión, un beso que Sai correspondió de la misma manera, después el demonio lo soltó, marchándose de la habitación con rapidez, completamente desnudo, Sai se sonrojo al verlo retirarse así, aunque sabía que no había problema, no había nadie en la casa de Sasuke.

-Volveré a ser un caza demonios-la falsa sonrisa que apareció en sus labios no logro convencerlo ni a él.

 

Había pasado una semana, Sasuke se encontraba sentado en la cama de Sai en silencio, miro el reloj, faltaba media hora para que abriera el bar, la habitación estaba igual que el día que Sai se marcho, el día que le dio la libertad.

Había ido a cambiarse ese día, y cuando volvió no encontró a pelinegro, pensó que lo volvería a ver, por lo que se fue al bar, a pesar de que estuvo algo intranquilo, pero desde entonces Sai no había vuelto, movido por el estúpido sentimiento que lo manejaba se había quedado día tras día esperándolo en casa, pero Sai no volvió, había dejado el bar a cargo de sus empleadas pero ya tenia que parar, ese sentimiento que lo obligaba a esperar a Sai no había desaparecido, pero tenia que seguir, no podía vivir así, podía buscar a Sai y obligarlo a quedarse a su lado con ayuda de sus ojos, pero así no valía la pena.

-Maldita sea-se le había hecho tarde para salir a trabajar.

 

El demonio llego al bar desanimado.

-Ahora le traigo su pedido-oyó la fingida voz femenina que tan bien conocía lo que lo obligo a levantar su rostro, vio a Sai, disfrazado de atractiva mesera, atendiendo las mesas con una sonrisa, en ese momento se dirigía, con una charola llena de vasos vacíos, hacia la barra.

Sorprendido y sin tiempo de preguntarse nada, Sasuke se apuro a caminar hacia él (ella), sujetándole por la estrecha cintura beso sus labios desesperadamente justo enfrente de todos en el bar.

-Se…me…-Sai se alejaba lo mas posible tratando de hablar pero el Uchiha se negaba a alejarse-caerá...

Sasuke supo que se refería a la charola, por lo que con un movimiento de su mano la lanzó al piso.

-Yo lo pago-murmuro contra los labios de Sai, quien al sentirse libre de la charola se abrazó al cuello de Sasuke, correspondiendo con voracidad el beso, lo había ansiado, bastante, todas las horas que estuvo lejos de el se le hicieron eternas.

Ambos se retiraron un poco por la falta de aire.

-Estas…haciendo una escena-dijo Sai apenado mirando a todos los que lo observaban, algunos clientes (en su mayoría todos eran hombres) silbaban ante el espectáculo.

-Vamos a mi oficina-tomándolo de la mano, Sasuke lo llevo con él.

 

 -Pensé que no te volvería a ver-Sasuke había cerrado la puerta y acercándose a Sai le había quitado la peluca, ahora se encontraba acariciando su rostro con dulzura.

-Acaso crees que permitiría que algún otro casa demonios derrotara a uno de los demonios mas poderos y se quedara con mi recompensa.

-Entonces vienes a matarme-el semblante de Sasuke no cambio ni un poco.

-No-Sai sonrió-me haz causado bastante molestia para dejártelo tan fácil, además tengo que cuidar que no cometas estupideces, además-las blancas mejillas se sonrojaron-me enteré que aun no contratas otra mesera.

-Claro que no-Sasuke sonrió feliz, algo un muy común en el cuando Sai no estaba a su lado-tu serás mi sirviente, necesito un chico atractivo en casa, no una mesera que todos traten de manosear en este establecimiento…tú, mi adorado Sai, serás solo mi victima y de nadie más.

-Maldito onigiri…

Esta vez la tonta ofensa no le resulto tan molesta, sonriendo el pelinegro beso sus labios, dispuesto a deshacerse de ese uniforme lo antes posible…


Notas finales:

Bueno si me dejan reviews para contarme su opinión me harían mega happy...Si no aun así gracias por leer ^^U, espero algún día tener la oportunidad de escribir una segunda parte, donde salgan Ita, Naru y Gaa-chan

El lemon, no estoy segura que se le pueda considerar del todo un lemon ya que esta incompleto... aun así espero que el esfuerzo se aprecie xD

La actualización de la semana que viene es cafetería...

¡¡wiiiiiii!! Ya tengo la mitad escrita en la libreta, solo falta la otra mitad!!


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