Capitulo 1- Acepta mi mano…
-Buenas noches Draco.
Malfoy dio un paso hacia atrás y miró a su alrededor para comprobar que estaban solos en la Torre de Astronomía, pero entonces se fijó en la segunda escoba que estaba apoyada en la pared.
-¿Con quién más ha venido? -preguntó el rubio nervioso.
-Eso me gustaría que me lo dijeras tú, Draco o ¿has venido solo? -Malfoy miró a Dumbledore fijamente.
-No –contestó-, tengo refuerzos, esta noche los caballeros de la muerte han entrado en la escuela.
-Ah, Muy bien -dijo Dumbledore como si no pasara nada malo…-. Te felicito, has encontrado una manera de hacerlos entrar al colegio.
-Si -dijo Malfoy, orgulloso de si mismo.
-Y puedo preguntarte ¿Dónde están? -preguntó el Director tranquilamente.
-Se han encontrado a unos cuantos miembros de su orden abajo… Están luchando con ellos, pero no tardarán en subir, yo me he adelantado… Tengo algo que hacer.
-Pues ¿Qué esperas? Hazla -dijo el viejo director con voz cansada, pero dulcemente.
El rubio estaba cada vez más pálido, miraba al director con miedo y horror. Harry, escondido bajo su capa en la parte de abajo, era mudo espectador de lo que sucedía entre su director y Draco Malfoy… pero sobretodo miraba al rubio sin comprender porque Malfoy se veía tan asustado…
-Draco, mírate, tú no eres un asesino -dijo el director mirando a los ojos asustados de su alumno.
-¡Y usted como lo sabe! He estado a punto de matar a Katie Bell y Ronald Weasley.
-Dos intentos bastante pobres debo admitir, señorito Malfoy… pero, si no me equivoco, esos accidentes fueron no queridos por usted… teóricamente esos intentos eran para mi -éste empalideció mas aun si se podía.
-Cállese. Usted no lo entiende… si no lo hago, si no le mato… el Lord asesinará a mis padres… ¡¡tengo que hacerlo!! -gritó por ultimo Draco, Harry abrió mucho los ojos.
-Draco escúchame, no tienes porqué hacer esto… baja la varita, puedo ayudarte Draco -afirmó el director.
-No, no puede ayudarme, nadie puede ayudarme -habló el rubio desesperado.
-Draco, esta es tu decisión… tu sólo puedes tomarla… pásate a nuestro bando Draco, te prometo que tus padres estarán a salvo… Draco.
El rubio miró atentamente al director… Harry contenía la respiración viendo atentamente la mano de Malfoy que alzaba su varita…pero sorprendido se dio cuenta de que esa varita estaba bajando poco a poco… pero antes de que se bajara del todo, una explosión hizo que la puerta saliera volando y por ella entraron unos cuantos Mortífagos…
-Draco ¿a qué esperas? Mátalo ya -dijo su tía Bellatrix Lestrange. El rubio no sabia que hacer, iba a aceptar la ayuda de Dumbledore, pero ya era demasiado tarde.
Draco miraba a Bellatrix y los Mortífagos que la acompañaban. Si no lo hacia ahora, su familia moriría. Comenzó a levantar la varita con indecisión, aunque no quisiera, tendría que hacerlo. Dumbledore le había ofrecido protección, pero su tía Bellatrix se encargaría de que sus padres pagaran con sus vidas antes de que el director pudiera ayudarles.
-Señor Malfoy -llamó una voz desde la puerta, Draco sintió que su corazón saltaba al ver al hombre acercarse junto a él-, veo que aún no ha cumplido la misión que le mandó Nuestro Señor.
-Iba a hacerlo -Severus le miró y luego a Dumbledore.
-Esto no es trabajo para niños, no sé cómo el Señor Tenebroso te encargó tal misión.
-No te metas Severus, esto tiene que hacerlo Draco -gruñó Bellatrix, mirándolo ansiosamente.
-Cállate Bella, ¿en verdad crees que un niño podrá matar a Albus Dumbledore? -Bella calló, ella no lo creía, pero era una orden de su señor.
-Severus, por favor -suplicó Dumbledore, el director estaba en un estado lamentable, pero mantenía su porte.
-Mátalo Draco, mátalo ahora -apremiaba Bellatrix con voz ansiosa.
- Severus, por favor Severus -Bella rió estrepitosamente, creyendo que el Anciano rogaba por su vida.
-Avada Kedavra -el hechizo cayó de lleno en el pecho de Dumbledore, lanzándolo hacia atrás. Draco apretó su varita, bajándola mientras miraba a su profesor de pociones, quien aún la mantenía alzada y apuntando hacia donde había estado momentos antes el Director Dumbledore.
-Muajajajaja -rió fuertemente Bellatrix mientras paseaba por la habitación rumbo al cuerpo, cuando lo pateó y estuvo satisfecha se giró hacia los otros Mortífagos.
-Deja eso Bella, vámonos -dijo Snape, ninguno de los otros Mortífagos dijo nada saliendo por la puerta, Draco se quedó un poco rezagado.
-Lo siento -murmuró el rubio antes de girarse para ir con los demás.
Harry no podía creer lo que había visto… se negaba a creer que Dumbledore había muerto… pero entonces oyó como la voz de Malfoy susurraba “lo siento” y despertó…
Sacándose la capa y corriendo hacia la parte de arriba grito:
-¡¡Malfoy!! -todos los Mortífagos más el nombrado se dieron la vuelta, encontrando al mismísimo Harry Potter. …ste tenia la mano levantada en dirección a Draco, que se encontraban a cuatro metros de distancia. Su mirada no dejaba la de Draco en ningún momento.
Veo su mano tendida hacia mí como si fuera un salvavidas en una isla abandonada sin magia, pero tengo miedo: si voy hacia él y lo acepto, mis padres estarán aun más en peligro… pero si no la acepto, sé que me tocará verlos fallecer por culpa mía… Quizás Potter pueda salvarlos, Quizás pueda salvarme a mi.
No dudo más, esquivo a mi tía y a su grupo de Mortífagos y corro hacia esa mano que una vez no quiso estrechar la mía.
Nuestras manos se unen en una sola, rápidamente, sin tiempo a pensar, los Mortífagos al ver esa escena enfurecen y están preparados para hechizarnos a Potter y a mi. …l y yo seguimos cogidos de la mano.
-¡¡Accio Saeta de fuego!! -oigo gritar a Potter y de repente Potter y yo salimos volando por el balcón de la Torre de Astronomía, con la escoba de Potter esquivando maldiciones de los Mortífagos. Entre el ajetreo, mi visión no puede evitar mirar hacia abajo, en el suelo… veo la silueta de Albus Dumbledore tendido en el suelo… muerto… inconscientemente me abrazo a la espalda de Potter fuertemente, nuestras manos siguen unidas… y Potter aprieta la mía… dándome fuerzas. Yo, con voz algo amortiguada por estar abrazado completamente a su espalda, le digo:
-Gracias por tenderme tu mano…Potter.
-Sujétate Malfoy –respondió el moreno, esquivando las maldiciones mientras se dirigía a la otra parte del castillo.
Mientras volaba por el cielo sentí que todo estaría bien, que Potter podría protegerme a mi ya mi familia, olvide nuestra enemistad, lo ocurrido en el cuarto de baño, todo se había ido al ver su mano extendida hacia mi y al sentir la forma en que la estrechaba, algo cálido se apoderó de mi, ¿confianza? ¿Seguridad? No lo sé, pero por primera vez en mi vida sabia que estaba haciendo lo correcto y no sentí miedo de ello.
-¿A dónde vamos? –pregunto cuando noto que descendemos lejos del castillo.
-Al bosque –el moreno no dijo nada más hasta que aterrizamos-. Firenze –llamó, pronto un centauro apareció ante nosotros.
-Potter –saludó el centauro al moreno.
-Firenze ¿puedes ocultarlo? –dijo señalándome, no podía creer que me pusiera al cuidado de un centauro y más cuando éstos tenían fama de no querer a los humanos.
-Las estrellas dicen que aun no es tu tiempo de morir, el Dragón vivirá –fue su respuesta y el moreno pareció aceptar eso como un si.
-Escucha Malfoy, quédate aquí con Firenze, cuando termine todo yo volveré por ti y por tu familia –asentí, solo pude asentir, el tono de voz que había empleado había calmado todas las dudas que tenia por quedarme ahí con el centauro.
-Ven conmigo, joven Dragón….
Harry se fue volando de vuelta al castillo, topándose con un ataque en él profesores y aurores contra Mortífagos. Todo era un caos…
-Expelliarmus -lanzó un chico, al parecer algunos alumnos se habían unido a la batalla.
-Protego, Bombarda -lanzó el Mortifago hacia donde estaban los estudiantes que trataban de ayudar, el moreno rápidamente sacó su varita mientras descendía a toda velocidad hacia ellos.
-Protego -el hechizo se disipó, pero el mortífago estaba listo para lanzar un nuevo ataque- Desmaius -el mortífago cayó al suelo inconsciente.
-Harry -le llamó alguien que estaba con los estudiantes que habían estado luchando.
-Ginny, ¿Qué haces aquí? -preguntó mientras lanzaba otro Desmaius.
-Somos el ED -fue la única respuesta que dio, pero al moreno le bastó, ya que asintió.
-¡¡Harry, Cuidado!! -gritó su mejor amigo Ron al ver como Bellatrix Lestrange enviaba la maldición asesina al moreno.
Harry se dio la vuelta sin tiempo para poder evitar el impacto, todos se esperaron lo peor, pero de golpe Harry Potter fue empujado al suelo por una melena rubia que cayó encima de él.
-¿Malfoy? Que…
-No te libraras tan fácilmente de mi, Potter… -Draco Malfoy estaba encima de Harry Potter… acababa de salvarlo de la maldición asesina… todos estaban sorprendidos.
Bellatrix miraba alucinada a su sobrino…
-¡¡Draco, cómo te atreves a…eres un sucio y asqueroso traidor…!! -gritó Bellatrix.
-No me importa lo que pienses tía -dijo con desprecio.
-Draco, querido sobrino, recibirás lo que mereces... Avada Keda…
-Expelliarmus -lanzó Harry antes de que Bellatrix terminara de pronunciar el hechizo-. Tú no mataras a nadie más Bellatrix, tenemos cuentas pendientes -siseó hacia la bruja, aun recordaba muy bien la muerte de su padrino.
Pero en ese momento el moreno se dio cuenta de algo… Malfoy seguía encima suyo a horcajadas… se sonrojó un poco…
…ste también se dio cuenta y se levantó rápidamente. Los dos se pusieron apoyados de espalda a espalda…
-Bien Malfoy… A ver que sabes hacer... -dijo el moreno, el rubio sonríó.
-¿Tienes miedo Potter? -el moreno se sorprendió y, girando la cabeza, lo miró fijamente. Entonces sonrió.
-Más quisieras….
La lluvia de hechizos no tardó en llegar, Harry entre gritos organizó a los otros miembros del ED, entre ellos Ron y Hermione, que aun estaban un poco sorprendidos de que Malfoy hubiera salvado a su amigo.
Draco luchaba hombro a hombro con Harry, y sorprendentemente se sincronizaban a la perfección.
-Malfoy, vamos al castillo. Hermione, ¿Cómo va todo? -preguntó cuando se la encontró de camino al castillo, afuera la situación era controlada por los aurores, pero aun habían varios Mortífagos dentro del castillo y temían por los estudiantes que habían en él.
La castaña, corriendo, sacó una moneda que se iluminaba…
-Esta todo controlado… hay dos de los nuestros en cada casa…les he dicho que marquen el tres cuando estuviera todo calmado… -dijo corriendo.
El moreno asintió… Bien…
-Separaros por compañero de prácticas. Malfoy, tú conmigo -le dijo el moreno al rubio… Todos se separaron por grupos de dos.
-Potter ¿Dónde vamos? -dijo Malfoy al ver que no iban a ninguna de las casas como iban los demás.
-A por tus padres... -el rubio paró de golpe y miró al moreno fijamente.
Harry paró al ver que el rubio Había parado.
-Potter… mis padre están en la Mansión Malfoy… y allí están todos los Mortífagos que no están aquí, junto con, seguramente, el Señor Oscuro…
El moreno frunció el ceño.
-¿En qué parte de la Mansión los tienen?
-En las Mazmorras.
El moreno se puso a pensar- Malfoy, es tu casa… ¿no tiene ninguna salida de emergencia? La casa de los Black tenia un pasadizo secreto.
El rubio se veía pensativo… Hasta que de golpe se acordó de algo…
-En el laberinto. En el laberinto del jardín hay un acceso hacia las Mazmorras, pero está sellado. Mi padre lo selló cuando yo era pequeño porque siempre me metía dentro…
-Vamos entonces -Harry tomó la mano de Draco sin ser muy consiente de ello, llevándolo por pasadizos que él conocía gracias al Mapa del Merodeador, así lograron llegar a salvo hasta el despacho del director - haber, ¿Cuál era?
-¿No sabes la contraseña? -preguntó sorprendido y enojado que lo hubiera llevado ahí sin que se la supiera.
-Si me la sé, espera... caramelo de limón, fresas con crema, budín, chocolate, dulces azulados -y siguió diciendo todos los nombres de dulces, pero ninguno era la contraseña.
-Valentía -dijo Draco y la gárgola se abrió, dejando paso a las escaleras que dirigían hacia el despacho.
-¿Cómo…? -preguntó Harry sorprendido mientras caminaban por las escaleras.
-Es el director, tenia que salir con sus gatitos de alguna forma, no todo puede ser dulce Potter.
Continuará…………..
Me ves, Te veo,
Me oyes, Te oigo,
Me sientes, Te siento,
Me anhelas, Te anhelo,
Me deseas, Te deseo,
¿Me odias? ¿Te odio?
¿Me amas? ¿Te Amo?
Me lames, Te lamo,
Me besas, Te beso,
Me arañas, Te araño,
Me muerdes, Te muerdo,
Me gritas, Te grito,
Me gimes, Te gimo,
Me suplicas, Te suplico,
Me corro, Te corres,
Me miras, Te miro,
Me abrazas, Te abrazo,
Me respondes: Te respondo:
“Te Amo” “Te Amo”
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