Cierto rubio estaba agotado. Sangraba una herida fatal en su pierna derecha, mientras que su brazo izquierdo ya ni respondía. Dos miembros de akastuki (lo dejo a vuestra opinión, los que queráis) también estaban cansados, pero podían seguir. El oji-azul no. Incluso había sacado las nueve colas y solo había conseguido quedarse exhausto. Sus oponentes eran demasiado, tanto que por primera vez en su vida, comenzó a temblar de terror. Si lo querían a él, podría entregarse, pero después la aldea quedaría a merced de Akastuki y otros enemigos. Gritó de desesperación, ya no podía hacer nada porque ya lo había dado todo. Cuando el enemigo se acercó, le miró con desprecio y asco, queriendo molerle a patadas a sabiendas de que no podía ni moverse. Cayó de rodillas, tosió, se llevó las manos al pecho. También allí tenía un desgarrón horripilante, algo que a cualquier persona le hubiera matado. Pero él no era cualquier persona: …l sería el próximo maestro hokage, Naruto Uzumaki. Hizo acopio de fuerzas y se levantó con un fortísimo dolor que le quería obligar a rendirse.
- ... jamás... -se dijo a sí mismo- ...por lo menos... hasta que pueda salvarle... -y antes de caer inconsciente sobre el suelo, en su mente se formó la silueta de aquel que seguía considerando su amigo.
Uno de ellos cogió en brazos al rubio y echó a andar. Estaban no muy lejos de la aldea, pero lo suficiente para que no supieran que Naruto había desaparecido hasta que fuera demasiado tarde. Al cabo de no mucho rato pudo llegar a la base de la organización. Miraron al rubio casi con respeto, ya que él había sido el que había derrotado a Pain (Juas juas juas...) y había plantado cara a Deidara e incluso a Itachi una vez, saliendo intacto del enfrentamiento, y habían necesitado a dos personas para hacerle frente.
- Nos a costado un rato. Este es el último -se relamió Deidara de gusto. También estaba contento porque el maldito crío le había dado una paliza.
- Empecemos, pues -dijo Tobi, inusualmente serio.
Naruto empezó a abrir los ojos y se acordó de todo de golpe. Ahora estaba rodeado de miembros de Akatsuki que discutían qué hacer con él. Como siempre, se levantó sin pensar, aunque fue el mayor error que pudo haber cometido: Todos tenían la vista puesta en él, que todavía estaba débil y no podía mover el brazo. Pero algo mejor que antes estaba, así que sabiendo que no había ni una posibilidad de dos mil, les gruñó amenazante. Uno de ellos fué a atacarle hasta que notaron una nueva presencia en la estancia, una que hizo que a Naruto le dieran escalofríos. Los ojos que le observaban ahora con cautela se podían diferenciar de la oscuridad, porque eran todavía más oscuros que ésta.
-...vaya vaya... -dijo esa ronroneante voz profunda, que le sentó al rubio como una cuchillada- mirad a quién tenemos aquí. Por Dios, estás hecho un asco, Naruto. -desde luego, estaba cuebierto de sangre y suciedad.
- ...serás... -dijo él, con los ojos rojos de ira (era el máximo a lo que podía llegar)- ...no te bastaba unirte a Orochimaru y matar a tu hermano... también te tenías que unir a los Akatsuki... ¿Por qué, Sasuke?
- Porque todos aquí tenemos el mismo objetivo, y salgo ganando.
- ¿Empezamos con la técnica? Me aburro... -dijo Tobi, ganduleando.
- Voy, no podemos hacerlo si está consciente -dijo Sasuke. Los oscuros ojos del pelinegro se volvieron igual de rojos que los de Naruto, primero, con tres aspas, luego, con forma de shuriken-Mangekyou sharingan -murmuró.
Naruto empezó a verlo todo borroso. Todo estaba oscuro. Ahora se encontraba en la aldea... y era pequeño. Estaba sólo. (...) Mientras, los Akastuki vieron cómo la técnica de Sasuke manipulaba al chico, que ahora se había encogido sobre sí mismo y temblaba.
- ¿Qué es lo que le estás mostrando, Sasuke? -dijo Zetsu. - Ni si quiera se intimidó cuando amenazamos con quitarle la vida. ¿Qué es esto?
- Sólo le estoy haciendo recordar cosas que ya vió... - Su explicación fue interrumpida por un grito desgarrador que hizo que algunos se encogieran de compasión, pero Sasuke seguí indiferente. O por lo menos, eso parecía.
…l se encontraba sólo y a la vez rodeado de gente. Llamaba a Sakura, a Kakashi, a Iruka... nadie le respondía. Estaba sólo. Se miró las manos: Eran las de un crío. ¿Habría soñado que crecía y se hacía tan fuerte que los aldeanos le respetaban? No, no podía ser un sueño... Pero él estaba ahí, en el columpio, con toda la gente que le miraba con desprecio a su alrededor. Empezó a hiperventilar. No, no, no podía estar pasando. Se dió un pellizco. Dolía. No, no estaba soñando, pero no era real...
Desde la base de Akatsuki, todos esperaban a que Sasuke diera permiso para hacer la técnica. Los chillidos del rubio se habían apagado, y ahora estaba de rodillas en el suelo. Miraba al vacío, perdido en la técnica que el pelinegro ejercía sobre él. Una disimulada lágrima brotó del ojo azul que reflejaba un sufrimiento más agonizante que cualquier otro causado por una herida. Convulsionaba. Sasuke se giró, ante la fija mirada de los demás, y el hechizo se deshizo.
Naruto pareció despertar de un sueño, pero el rastro de terror había hecho mella en él. Sus piernas no lo sostenían en pie; se doblaban y le hacían caer otra vez. Pero no desistió, y Sasuke volvió a mirar los casi penosos intentos de seguirle. Sus ojos azules mantuvieron con firmeza la mirada del Uchiha, penetrante y fría, que no obstante le hizo sentirse mejor. Deidara se impacientaba: Aunque todo esto había durado en total no más de medio minuto, estaba ahí parado sin hacer nada. Fue a quejarse cuando Tobi le interrumpió:
- Sensei, esto es algo personal -aunque lo decía con el mismo tono de voz que siempre, iba en serio.
- Si alguien me mata... has de ser tú, Sasuke -dijo de repente el portador del Kyuubi, aceptando su derrota.
- No puedo creer que estés hablando en serio -dijo él, sarcástico- el que nunca se rinde ni aunque le estén amenazando todos los miembros de Akatsuki -todos le lanzaron al rubio una mirada de desprecio- ¿Ahora, después de 4 años de haber estado persiguiéndome por todo el continente, me encuentras y me dices que te rindes? -desenvainó la larga espada que había conseguido con Orochimaru, Kusanagi- ... no me lo esperaba de tí, Naruto.
La mirada que le dirigió hubo un instante en el que los negros ojos brillaron, una especie de mensaje que sólo su mejor amigo sabía descifrar. …l, como toda respuesta, bajó la cabeza esperando su ejecución.
- Lo siento, Naruto. No podré darte ese placer. No podemos matarte hasta que Kyuubi haya sido extraído. -Los ojos azules del pobre muchacho empezaron a dilatarse al darse cuenta de lo que eso significaba- La criatura por fin estará completa. Y destruiré Konoha.
Sabiendo lo que estaba arriesgando, él se levantó y miró desafiante al Uchiha.
- Por encima de mi cadáver -gruñó el rubio.
- Que así sea -le respondió el pelinegro.
Si había alguna razón por la que Akatsuki no había intervenido, era por la intensidad del chakra de Sasuke, y la prohibición de Tobi sobre intervenir en la discusión. Mientras, los dos se estudiaban detenidamente, sin prisa.
A la vez, los dos se atacaron, cada uno con su respectiva arma. Desde luego, el portador de Kyuubi estaba en clara desventaja:
Agotado y sin fuerzas, se enfrentaba a un oponente quizás tan o más fuerte que él rebosante de energía. Y no obstante, cada vez que chocaban, una amplia sonrisa iluminaba el rostro de Uzumaki. Al cabo de un rato, hubo una breve pausa, para recuperar aliento, y Sasuke (que en realidad no la necesitaba) aprovechó para preguntar:
- ¿Acaso te lo pasas bien?
- Estupendamente -sonrió el otro. Estaba cubierto de cortes y arañazos.
- Prepárate, porque ahora llega la diversión -le dijo el Uchiha. Liberó el sello maldito.
Mientras, en el interior de Naruto...
- No te preocupes... Toma todo el poder que quieras...
- ¿Por qué me lo pones tan fácil, zorro condenado?
- Porque si no usas todo mi poder... Esta vez te aniquilarán.
El cambio fue lento pero brutal. Una, dos, tres colas.
- Parece que lo has perfeccionado, Naruto -le dijo Sasuke.
- Prepárate tú, Sasuke... Porque ha llegado el momento... De mostrar todo mi poder... -la cuarta cola se formó, y unas palabras de Naruto que sólo pudo escuchar Sasuke resonaron- no mueras...
La lucha era brutal. Todos miraban cómo la novena cola salía y las dificultades de Sasuke para esquivar los golpes mortales. Zetsu casi se mordía las uñas, junto con Konan y Pain, que los miraban entretenidos. Deidara y Kisame sonreían disfrutando de la pelea, mientras de no se sabe donde, Tobi había sacado un cubo de palomitas que comía con ansiedad. Sasuke en ese momento invocó a la serpiente gigante que no era nada en comparación al enorme diablo que tenía en frente. Usó mas de un chidori: No consiguió nada. Usó su último recurso:
- Mangekyo Sharingan!!
Con dificultad, consiguió apaciguar lentamente a la bestia. Totalmente transformado, no daba señales de ser Naruto en ningún sitio. Era un Zorro gigantesco de mirada intimidante y mortal. Pero habló:
- Ah, un Uchiha. Así que tú eres el que ha hecho que Naruto haya venido a mí... No era una mala elección -una sonrisa suya mostró toda una hilera de afilados dientes- ¿Qué le has hecho?
- Sólo queríamos sacarte de ese patético cuerpo, nada más. -dijo Sasuke.
- Mmmm... Si consiguieras que Naruto rompiera el sello, no tendría que morir, aunque de todas formas, a mí me da igual... Después de todo, lo odio por haberme encerrado en su cuerpo y usarme sólo para sobrevivir... Pero creo que lo del sello es más rápido. No pienso colaborar para que fusionéis mi cuerpo perfecto en el de una esencia mezclada. No señor, os mataré a todos antes de que eso ocurra. Jejejejeje... Por algo tengo un chakra ilimitado... No puedes controlarme, Uchiha... ¡¡UAJAJAAJA*!! (*Risa maléfica de zorro loco)
- Pero yo sí -dijo Tobi con la boca llena de palomitas todavía. - ¿Te acuerdas de la última vez?
- Si no te hago pedazos por haberme enviado a estar encerrado en el cuerpo de este mocoso es...
- ...porque no puedes -dijo simplemente Tobi- soy superior, Zorro.
- GRrrrRrr... Pero los demás no... Puedo matar a todos menor a tí... Llevo mucho tiempo sin matar a nadie, ¿Sabes? El crío estúpido este nunca se carga mas que a los que son necesarios. Es un soso. Si me esperas, quizás pueda hacer entrar en razón al chaval, y así ser libre de una vez. Si queréis, os daré algo de mi chakra para hacer funcionar ese trasto... como agradecimiento. Y al crío... Podréis hacer lo que queráis con él... Si es que sobrevive.
- ¿No es seguro que sobreviva? -inquirió Sasuke, al oír esto último.
- No, y si calculo bien... Las posibilidades son mil contra una. Contra él. Pero de la otra manera moriría con seguridad así que.. ¿Qué mas te da? ¿Acaso lo quieres con vida? ¿Es tu amigo o algo así? -inquirió el zorro con tono de burla en su voz. Sasuke negó con la cabeza.
Pero una vocecilla acusadora le recordó: ``pero una vez lo fué´´.
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