Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ni mío, ni tuyo por Paz

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Ni mío, ni tuyo

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

By Paz

Capítulo 1: El regreso

 

Un año de peleas, de riñas, de insultos han conseguido que Hanamichi comience a preguntarse si su actitud hacia su compañero de equipo esta motivada porque Haruko esta enamorada de él, o acaso es otro sentimiento el que ha provocado su mal comportamiento.

Mientras permaneció en el hospital curándose de la lesión sufrida en la espalda tuvo mucho tiempo para pensar y si bien, su compañero no le iba a visitar ex profeso como el resto de sus compañeros, si solía correr por la playa todas las mañanas, justo cuando el salía a tomar sus diez minutos de reposo al sol, razón por la cual se veían todos los días, aunque solo el primero de ellos, Rukawa se paró delante suyo, al principio, pensó que iba a hablarle, enseguida se fijo en la camiseta que llevaba y supo que estaba presumiendo para fastidiarlo, lo cual consiguió, su mirada se encendió rabiosa y estuvo a punto de levantarse de golpe, si no fuera por la punzada que sintió en su espalda y que le dejo inmovilizado apenas inició el movimiento.

Rukawa no fue consciente de su dolor, una sonrisa de satisfacción asomó ligera en sus labios, dejándole sorprendido, cuando se marchó corriendo, sus labios se contrajeron como si así pudiera evitar el latigazo de dolor que le recorrió.

Al principio, pensó de Rukawa no volvería a pasar, porque ya había conseguido lo que se proponía, por ese motivo, se quedo mirando asombrada la figura del corredor que iba aproximándose hasta donde el estaba. Aunque estaba lejos no le costo mucho reconocerle. Estaba dispuesto a ignorar su presencia, cuando al pasar cerca suyo, se fijo que giraba la cabeza en su dirección y le dirigió un breve un gesto de su rostro inexpresivo a modo de saludo.

Y así el resto del tiempo que permaneció hospitalizado le veía pasar, supo que esa era su manera de hacerle saber forma que Rukawa sabía expresarse su aflicción por su lesión. Esos encuentros, todas las mañanas, era su forma de visitarle y desde entonces no pudo evitar pensar en él y en ese esbozo de sonrisa que vió el primer día.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Ayako y Haruko le visitaban todos los viernes por la tarde, conversaba animadamente con ellas y le distraían con frecuencia, hasta que una tarde, solo llegó Ayako, y sorprendente no hecho de menos a la hermana de su capitán, ni siquiera le interesó saber el motivo que provocaba su ausencia.

Además de su rehabilitación, al entrenador Anzai consiguió que recibiera clases extraescolares, gracias a su intervención puso pasar de curso y no retrasarse en sus estudios.

Su gundam también le iba a ver casi todos los días con el propósito de animarle, como eran tan alborotadores muchas tardes el personal sanitario tenía que ir a su habitación a pedirles que bajaran la voz y cuando se excedían les despedían sin contemplaciones.

Cuando se reincorpora a los entrenamientos, ya sabe que su amigo Miyagi es su nuevo capitán y sabe que a pesar de la amistad que los une él no va a permitirle ninguna de sus tonterías, también que Akagi y Kogure están en la universidad y que Mitsui sigue con ellos porque ha repetido el curso. Sabe que ese tiempo, alejado de básquet, le ha hecho recapacitar, que apenas le permitan volver a jugar, se forzara al máximo para mejorar su juego, para que ese año él pueda ser elegido el mejor jugador de Kanagawa y con ese pensamiento abre la puerta del gimnasio.

-Hola a todos... -saluda como si el día anterior fuera la última vez que les vió.

Tras un corto silencio por la impresión de su regreso, todos los que le conocen se alborotan y salen a su encuentro, el primero en llegar a su lado es Mitsui que le da un corto abrazo, se separa al instante como abochornado por su reacción.

-Bienvenido, Sakuragi... se te echaba de menos... en la duela -se explicó al ver que sonreía como si de algún modo supiera lo que guardaba en su corazón.

-Gracias..., vengo con muchas ganas de jugar.

-Me han dicho que no has estado inactivo -comentó Miyagi que fue el siguiente en saludarle con igual efusión.

-Se hace lo que se puede... -dijo con falsa modestia, porque sus ojos brillaban con exaltado júbilo. Había probado su fuerza jugando un uno a uno y podía decirse que estaba en excelente condiciones. Demás esta decir que perdió el juego, pero le ayudó a demostrarse a sí mismo que está recuperado porque la diferencia de puntos había sido mínima.

-Tendré que evaluar tu estado físico. -comentó Miyagi, le costaba que por mucho que hubiera practicado, su anterior estado físico no podía conseguirse después de tres meses de inactividad. El entrenador Anzai les había comunicado que ya le habían dejado salir del hospital hacia tres días por lo que poco podía conseguirse en ese tiempo.

-No hay problema. -accedió sin molestarse por su decisión. Era su capitán y también su amigo, ya tendría ocasión para enterarse en que plena forma se encontraba, aún así añadió- Puedo decirte que estoy al cien por cien de mis capacidades físicas -comentó sin que su tono de voz tuviera ese matiz de superioridad al que estaban acostumbrados. Al mismo tiempo, su mirada se desplazó por la duela hasta llegar hasta Rukawa que estaba practicando tiros de tres puntos como si estuviera ajeno al regreso de su compañero de equipo.

Ante la sorpresa de sus compañeros, Sakuragi, desde donde estaba situado alzó la voz.

-¡¡Ey, Rukawa!! -Llamó su atención- Gracias.

El silencio más absoluto se hizo en el gimnasio. Todas las miradas se volvieron hacia el chico de ojos azules. En todas las pupilas estaban impresos los mismos interrogantes. ¿Qué ha sido eso? ¿Qué se traían entre manos esos dos? ¿Acaso durante ese tiempo habían consolidado una amistad a espaldas de todos?

Rukawa imperturbable continúo con sus tiros, como si no le hubiera escuchado.

Sakuragi se encogió de hombros. …l era así, no iba a molestarse con él. Ya no tenía sentido.

-Muy bien, chicos... se reanuda la practica -dijo Miyagi dando unas palmadas para conseguir la atención de todos- Sakuragi, ve a cambiarte. Por ser el primer día comienza dando unas vueltas alrededor de la duela. No se canses en exceso. -recomendó.

-De acuerdo, capitán... -se dirigió hacia la puerta del vestuario.

Apenas había traspasado la puerta, todos vieron como Rukawa dejaba de practicar. Le siguieron con la mirada convencidos que se dirigía tras los pasos de Sakuragi.

Todos se quedaron chasqueados cuando Rukawa se acercó al borde de la duela donde había dejado su bolso. Consciente que iba a necesitarlo, no lo dejo en su taquilla, lo abrió y tras buscar en su interior sacó una banda negra para su brazo y la sustituyó por la que llevaba. Había notado que no le ajustaba lo suficiente.

Al volverse advirtió que todos le miraban como, así lo creyó, si les importara lo que estaba haciendo.

En ese instante, Sakuragi salió del vestuario y sin mirar hacia él, comenzó a correr, Rukawa se incorporó a la práctica con el resto del equipo.

Continúa en el próximo capítulo...

Notas finales: Hasta la próxima semana...

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).