“ALGUIEN A QUIEN AMAR”
By: nydga
Capitulo nico
Todo el tiempo estuvo buscando desesperadamente alguien a quien amar… Estaba seguro de haber batido su propio rcord de la preparatoria; arrastraba tras de s tantos fracasos que ya no tena nimos para buscar una chica. Ya no ms bsquedas. Se acab, y con esa decisin se subi a la terraza…
Rayos… - buf una chica molesta con dos coletas ridculas - … me expulsaron por mi tonta demora.
Caminaba lentamente cruzndose de brazos, y se detuvo al ver un durmiente Kaede que se encontraba bajo un enorme rbol de cerezo, recargando su cabeza en el tronco ancho del rbol que desprenda ptalos rosados. Estaba disfrutando de la suave brisa que revolva sus negros cabellos, y de la agradable sombra que le permitira protegerse del ardiente sol.
Ay, qu guapo se ve – pens la chica, y alz su vista hacia al cielo rezando – Dios mo, por favor te pido que me…
Y en ese momento fue cuando vio como un pelirrojo que estaba en la terraza se subi en una barandilla… Esto aterroriz a la chica, que pens que el loco pelirrojo tena intenciones de lanzarse al vaco ah mismo y morir.
La chica solt un grito sordo, muy fuerte, el cual hizo que Kaede despertara abruptamente, asustado y molesto por la interrupcin del sueo. …l se volte a la izquierda y encontr a una chica que estaba gritando pidiendo que se detenga a alguien. Sigui la mirada de la chica para saber a quin haba que detener, y as mir para arriba, hacia la terraza de la preparatoria.
De pronto, el pelinegro sinti una gran angustia al ver la situacin tan peligrosa, y sin pensarlo dos veces se levant rpidamente y empez a correr hacia a la puerta de la escuela, para luego entrar en ella y subir las escaleras a toda prisa. Todo para impedir el posible lanzamiento del pelirrojo.
Mientras tanto, los profesores y los compaeros de la escuela salieron confundidos al or los gritos tan desesperados de la chica, y no tardaron en comprender lo que estaba ocurriendo.
ES EL PELIRROJO! EL FAMOSO JUGADOR DEL SHOHOKU! – reconoci uno de los chicos.
Qu, te volviste loco, pelirrojo?! – exclam el otro.
Qu te pasa?! Por qu piensas en lanzarte as?! – gritaban algunos.
Ests loco o qu??!! –era lo que ms se escuchaba entre el clamor juvenil.
Pues qu crees que ests haciendo, idiota?!
Todos iban a seguir reclamando, pero callaron y se aterrorizaron ms cuando el pelirrojo subi otro pie a la barandilla, y levantando las manos empez a gritar con furia a todos los presentes, y al cielo tambin.
QU…?! QUE QU… ME PASA?! QUIEREN SABER QU… ME PASA?!
Este grito llam la atencin de todos los que merodeaban cerca del patio, mientras que Rukawa lo escuch perfectamente subiendo a prisa las escaleras, an sintiendo un gran temor de perder a la persona que amaba.
USTEDES NO SABEN NADA DE M!! USTEDES NO SABEN NADA DE MI VIDA!!-gritaba a vos de cuello- MI VIDA ES MISERABLE!! MI VIDA NO SIRVE PARA NADA!! FUI RECHAZADO POR CINCUENTA Y DOS CHICAS!! POR QU…?! –se lamentaba l mismo.
Esa confesin dej a todos sorprendidos. Nadie saba de su vida y se arrepintieron en el acto por haberse burlado de l, pero el pelirrojo continu gritando y llorando desconsoladamente.
TODAS LAS CHICAS QUE AM… ME DESPRECIAN S”LO PORQUE SOY UN MALDITO IDIOTA, UN ASQUEROSO PANDILLERO!!! PERO NO LO SOY, DE VERDAD!! YO QUIERO SER AMADO POR ALGUIEN PARA NO ESTAR SOLO… PERO NADIE ME AMA!! NADIE QUIERE AMARME!! NADIE!!
Termin de gritar mirando a todos los presentes con lgrimas gruesas en las mejillas rojas por el fuerte llanto, con una terrible mirada de dolor. No era el mismo Hanamichi Sakuragi que todos crean conocer.
Las chicas se llevaron las manos a la boca tratando de contener un gemido de sorpresa, estaban anonadadas; nadie se imaginaba que uno de los mejores jugadores del basquetbol fuera tan miserable. Al lado de una castaa, Haruko Akagi tambin lo escuch todo, y se arrepinti por haberlo rechazado tan cruelmente, provocando que el shock emocional hiciera que sus ojos se llenasen de lgrimas.
La 52 que lo rechaz fue Fuji, la amiga fiel de Haruko, que tambin se sinti culpable. Pero estaba congelada, porque nunca pens que el pelirrojo poda intentarse suicidar.
Esta es la ltima vez… la ltima vez… - repiti Hanamichi ms cansado y calmo– Ya no volver a verlos nunca… porque esta es la ltima vez… estarn felices sin m… un maldito jugador… Un maldito pandillero!! ESTA ES LA LTIMA VEZ!! – dijo en un grito final.
Al or estas palabras eran como un “adis”. S, ese pelirrojo se va a resignar a morir ahora mismo para no vivir en una soledad tan larga. Piensa que nunca ser amado por alguien, sin darse cuenta de que ya era amado por un muchacho de zorrunos ojos azules. Pero l no lo sabe, y cree que es mucho mejor dejar de sufrir, ya que no hay razn de vivir si no tiene un amor.
Rukawa por fin lleg a destino y slo dese no haber llegado demasiado tarde mientras escuchaba que todos gritaban y pedan que se detenga, que no intentara una estupidez como el suicidio.
No lo hagas, Hanamichi! – le grit asomndose apenas por la puerta, recuperando el aliento por la carrera realizada.
Hanamichi estaba a punto de lanzarse, pero fue detenido por la voz desesperada de su rival, y gir su rostro para verlo, al mismo tiempo que mantuvo apenas la respiracin… Era raro que su rival lo llamara por su nombre. Bajando lentamente los brazos -que estaban alzados cuando estaba gritando enfrente a todos los presentes- pudo ver la mirada de terror del kitsune, y comprendi que el pelinegro senta un gran temor de perderle por un arrebato en le cual l mismo fuera quien le quitara la vida al pelirrojo. Pero no entenda por qu, si ambos eran rivales y se odiaban…
En ese momento, los presentes se percataron que haba alguien ms, quien estaba enfrente al pelirrojo.
ES RUKAWA!! – grit una de las fanticas del zorro al reconocerlo.
Yohei y la gundam tardaron en llegar al patio donde estaban reunidos todos los presentes que discutan mirando hacia arriba, y no dudaron de levantar sus miradas tambin, quedndose de piedra al darse cuenta de que Rukawa estaba junto con Sakuragi, De qu estaba hablando?, se preguntaban.
Aljate, porque si no vas a ver una de las peores escenas de tu vida – dijo un adolorido Sakuragi.
No…
Rukawa… por favor, te pido que retrocedas y vuelvas por donde subiste…
No lo hagas…
Vete… - dijo entre dientes.
No, no me voy a ir hasta que te bajes de la barandilla y prometas que no vas a intentar nada… por favor… - suplic Rukawa con voz desesperada.
Por qu debera hacerlo?... No eres mi amigo.
Hanamichi… si te tiras, voy a tener que tirarme contigo…
Qu? – dijo el pelirrojo sorprendido.
S… si llegas a lanzarte… voy contigo…-dijo decidido y con una mirada desafiante.
Kaede se acerc hacia Hanamichi, no para impedirle saltar, sino para demostrarle que s era capaz de lanzarse tras l. Y as se subi la barandilla, dejando a Sakuragi totalmente sorprendido y con miedo, mientras que muchas chicas gritaban con horror al ver tan temida escena. Haruko se desmay tras ver como Rukawa tambin tena intenciones de lanzarse al vaco junto con Sakuragi, pero no entenda por qu, si todas las chicas lo adoraban mucho y jams lo insultaban.
K-Kaede… - dijo el pelirrojo en el cemento en el que se apoyaba la barandilla, y cerr los ojos mientras derramaba otra lgrima, pero sintiendo algo que su corazn le estaba diciendo: que no lo haga. An as, a pesar de las culpa por las palabras del kitsune, iba a saltar, pero fue detenido al ser agarrado por la mano por Kaede.
Ya te dije que si te vas, voy contigo… - dijo Kaede tristemente.
Kaede… t eres mi rival… Por qu mi rival me impide esto?
Yo jams te odi… Te comprendo por lo que has sufrido, porque as siento yo dolor por no ser correspondido en el amor – le confes.
Sakuragi se qued sin habla viendo al frgil pelinegro que dejaba derramar unas lgrimas de sus ojos azules.
E-ests enamorado?
S…
P-pero no entiendo… si todas las chicas te quieren… Cmo es que no eres correspondido?
No, no estoy enamorado de ninguna chica… pero tengo miedo de confesarle mis sentimientos.
Qu?-dijo Hanamichi sin creerse lo que estaba oyendo.
S… es un chico…
Otra vez se qued sin habla. Estaba sorprendido, nunca pens que el kitsune estuviese enamorado de un chico, pero comprendi por qu Rukawa nunca hace caso de las nias ms hermosas, como Haruko. Logr que el pelirrojo se baje de la barandilla, dejando a los presentes aliviados. A Kaede lo pas mismo.
Sakuragi baj la vista, no quera ver la cara prdida del kitsune, pero descubri que las muecas del ojiazul estaban vendadas. Levant con rapidez la vista.
Qu… qu te paso tus muecas? – pregunt Hanamichi de golpe.
… Yo… yo me cort las venas hace dos das… - confes Kaede dejando a un Sakuragi nervioso y triste – Yo ya no quiero sufrir ms… no correspondido, y por eso me intent suicidar una vez… yo-yo estaba muriendo… mi mam llamaba para que desayunemos y me encontr en el bao… casi le dio un infarto por mi culpa… - sonri tristemente – Ahora comprendo porque mi mam me salv de morir, y es porque no quera perderme nunca y me quiere mucho, soy su nico hijo… la verdad, me senta culpable al ver como mi mam lloraba tanto por m y tema por mi vida… la jur que ya no volvera a hacer eso jams. Tengo que ser fuerte para seguir adelante… creo que tengo que olvidar a la persona que amo…
Ya no digas ms… por favor, me duele… - dijo el pelirrojo bajando la mirada – Soy dbil porque nadie me ama… por eso iba a suicidarme…
Hanamichi… no quiero que ests sufriendo as, porque tu sufrimiento ir aumentado poco a poco, tanto que tu alma podra hasta perder toda luz… Si t mueres ya no podr verte ni estar contigo… para m eres un muchacho especial, porque todos los das nos peleamos, nos insultamos… pero tambin jugamos el basquetbol… Olvdalo. Olvida todos los rechazos de esas chiquillas… Yo… yo quiero estar a tu lado…
Estas seis ltimas palabras hicieron que la mirada de Hanamichi se levantar rpido, confundida y sorprendida… Rukawa le estaba pidiendo que quera estar a su lado? Guard silencio un momento mientras pensaba a qu se refera Kaede con estas seis palabras, hasta que finalmente lo descubri.
T… t me amas…? Por eso me pediste estar a mi lado? – dijo Hanamichi en un hilo de voz.
Los ojos de Kaede se abrieron sorprendidos, Desde cundo Hanamichi era inteligente? Su garganta seca le impeda contestar, por lo cual desvi la mirada a otro lado. No quera ver los ojos rojos y los trazos de las lgrimas en Hanamichi, temiendo que el otro podra odiarlo an ms.
Contstame… por favor…
Pero el ojiazul no contest nada… Logrando que el pelirrojo sintiera como su corazn lata rpidamente, pues el silencio conceda el “si –como deca el refrn popular-. Se limit a acercar al pelinegro, y lo agarr con fuerza de los brazos, jalndolo, para colocar sus labios sobre los de un Kaede sorprendido.
El primer beso fue firme y suave. A Sakuragi le sorprendi gratamente lo suaves que eran los labios rojos del ojiazul. Aquel beso no era desagradable como se haba temido, en lo absoluto. Sin pretenderlo, realmente se encontr profundizando el beso con el consentimiento silencioso de Rukawa, quien estaba encantado. El ojimiel necesitaba saber si era amado por ese zorrito.
Al cabo de unos minutos tuvieron que separarse por falta de aire, pero se quedaron quietos y abrazados, sin dejar de mirarse ambos a los ojos.
M-me amas? – pregunt temeroso el pelirrojo por una probable negativa.
Desde siempre – confes, dejando atnito al pelirrojo, y continu diciendo – Me enamor de ti desde que te conoc en la terraza… te amo porque por ser como eres… torpe, expresivo, presumido, ingenuo, carismtico, con sonrisas bellas, por tu mirada de fuego… – la frente de Kaede se pos en el pecho fuerte del pelirrojo – Yo… yo tena miedo de ese odio que demostrabas por m… y tampoco me atreva a confesarte mis sentimientos porque estabas enamorado de la hermana del ex capitn Akagi, pero… eres el nico al que amar con toda mi alma por el resto de mi vida… - termin de decir Kaede.
La mano izquierda de Hanamichi estaba abrazando la cintura de Kaede, mientras que la otra la llev a sus ojos chocolates y empez a llorar de nuevo. Se senta estpido por no haberse dado cuenta de que su zorrito lo amaba tanto en secreto. Pero lo peor era que el zorrito intent suicidarse por l.
Perdname, Kaede…– dijo con tristeza, llorando desconsoladamente – Perdname, no me di cuenta que me amabas… Siempre te insult y te hice tantas cosas malas porque la mocosa te prefera antes que a m.
Ya no importa, solo quiero ser correspondido… no llores, por favor.
Kaede, perdname, perdname – repiti Hanamichi – Perdname por todo lo que te caus. Soy un maldito miserable…
Hana, por favor! No tengo nada que perdonar, mi dohaito… Te amar siempre, Hanamichi – y procedi a besar aquellos labios, que desde siempre haba soado con sentir, comprobando que eran suaves, gloriosos y deliciosos.
Sakuragi correspondi el beso, sintiendo como su corazn se ha envuelto por un maravilloso sentimiento de amor, que lo llenaba de fuerzas y ganas de seguir viviendo. Ya no importaba el pasado, porque ah se qued enterrado. Se separaron sin dejar de mirarse a los ojos.
Ya nunca te har dao. Te har olvidar todo lo que te hice– y dicho eso, tom firmemente la mano derecha de Rukawa, la bes y luego la llev directamente a su propio corazn, sin quitar sus ojos de l – Te amo… cuando saba que haba estado a punto de lanzarme, mi corazn sinti detenerse, porque fuiste a salvarme del suicidio… no pude dejar de sorprenderme, porque eres la nica persona que temi de perderme, y no me lo esperaba. All me di cuenta… te amo… mi corazn se enamor de ti tan slo en unos segundos… Eres los ms hermoso que he visto en mi vida… as te amo, y te amar siempre… te amo…
Hanamichi, yo tambin te amo con todo mi corazn. Quiero darte el amor que tengo reservado especialmente para ti, para llenarte de energas y fuerzas. Te amo para siempre, y te amar siempre…
El ojialmendra no pudo evitar abrazarlo con todas sus fuerzas. Ya no le importa nada ms, por fin ese zorrito era su amor, el amor de su vida, y jams lo separara de su lado.
El nmero diez haba credo que su destino siempre sera el del rechazo y la soledad, y el nmero once pensaba que su destino nunca sera estar con su ser amado, pero gracias a Dios, por fin ambos estaban besndose con mucho amor, abrazados y juntos.
Y Jams se separarn, porque el amor es muy fuerte.
FIN
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