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Anécdota Navideña por Luffyana

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Notas del fanfic:

Get Backers no me pertenece y para aumentar mi desgracia el manga no esta licenciado en mi país T.T

Notas del capitulo:
Dedicado a Sunshine, que le advertí en su cumpleaños que haría esto xD

¡Feliz Navidad!

Jojojo!
Anécdota Navideña
Por Luffy.ana


Hola, ¿cómo has estado?... jeje, que pregunta, ¿no? Ah, no sabía como comenzar a escribirte esta carta, pero al menos si se que te escribiré en ella, ojala disfrutes de mi historia, esta es una anécdota Navideña, espero la disfrutes.

Era el día de noche buena en todo el mundo, en esta época tan especial del año se encontraba sumergido nuestro mundo. Para mi esta es una historia muy especial, algo que nos ocurrió hace mucho tiempo, a mi y amigos platicando en esta fecha, en ese día sobre nuestras navidades pasadas. Todo comenzó en el café de mi ex-jefe en el barrio de Shinjuku, Tokio, Japón, en el café Honky Tonk, estaba atardeciendo, era un día frío de invierno, parecía que iba a nevar…

- Listo jefe, esta todo preparado para recibir la navidad – le anuncie con alegría y entusiasmo a mi jefe de esa época.

- ¿Segura que preparaste suficiente comida para el par de vagos Natsumi? – Me pregunto en un tono entre preocupado (seguramente por el costo económico) y divertido de molestar al único del par que se encontraba allí en ese momento.

- Sí, esta todo listo – Le sonreí para darle de alguna forma ánimos, ese tipo de situaciones siempre me parecieron muy divertidas.

- Que molestoso eres, ¡si es tanto te molestamos no volvemos más! – Dijo en tono divertido el recuperador Mido Ban. Es un gran amigo mío, junto con su compañero Amano Ginji somos amigos desde que estaba en preparatoria, luego de ayudarme con algo muy importe que deseaba recuperar y que lograron recuperar para mi con éxito.

- Claro, por mi sería estupendo… claro, si es que se van pagando la deuda que tienen con migo – Mi jefe, Paul, le recordó de forma maliciosa y divertida, siempre he creído que le gustaba molestar al ojiazul de Ban y ponerlo en situaciones desventajosas para el. Ban ante el comentario solo se atraganto un poco con el humo del cigarro.

- Vamos Paul, como puedes hablar así, si somos casi de la misma familia… además no olvides que es Noche Buena – El ojiazul trato de poner la situación de forma ventajosa para el, más, sus nervios al decir aquellas palabras mostraba que tanto como yo, sabía que eso no servía contra el jefe.

- Sí, sí, trata de zafarte no más… - no seguí escuchando la divertida conversación, para prestar atención a quienes acababan de hacer sonar la campanilla de la puerta de entrada del café, eran Kazuki, Jubei, Shido y Emishi, todo amigos de Ginji, aunque por esa época no tenía claro que relación llevaban exactamente con Ban, sabía que todos en el fondo se consideraban amigos y compañeros cércanos.

Lo que sabía de ellos era poco, pero con ello me bastaba para saber que no eran malas personas. El Kazuki-san y Jubei-san había credo juntos, después de un fatídico accidente para la familia de Kazuki-san, este se quedo a vivir con la familia de Jubei-san, años después se dirigió a la fortaleza ilimitada con Jubei-san y Sakura-san, la hermana menor de Jubei-san.

Shido-san, en tanto, era el descendiente de una poderosa tribu que era capas de hablar con lo animales, pero en una ocasión tuvo que huir a la fortaleza infinita.

Emishi-san (muy divertido en mi opinión) era el único hombre de los Rouran capaz de usar la técnica del Rouranbutouben, su “clan” viven en la fortaleza y el los defendía de los peligros que habían allí.

Se preguntaran todos ustedes, ¿qué es ese lugar, la “fortaleza”?. Bueno, después de lo que viví con ellos, termine de responderme yo misma a esa pregunta, pero les contaré lo general, lo que todos sabían que era ese lugar. “Fortaleza Infinita” o “Mugenjo” también, es un gran conjunto de edificios sin terminar en medio del barrio de Shinjuku, se sabe que un gran numero de personas vive allí y también se sabía que era un lugar sin ley, sumamente peligroso, donde se cometían asesinatos y muchas otras atrocidades hacía las personas, donde ni la policía se atrevía entrar, ese lugar que era ignorado por todos los que vivían afuera, borrados de los matas e ignorado por el mundo; y de pasó, ¿por qué no ignorando a los que viven allí?

Que triste no, pero… ¿por qué les hablo de un lugar así en pleno día de Noche Buena?. Bueno, es que me es imposible olvidar ese lugar, dado que de allí es donde proviene uno de mis mejores amigos, Amano Ginji, una de las mejores personas que he llegado a conocer. Es un chico muy dulce, energético, colaborativo, alegre, preocupada del resto de las criaturas vivientes (aunque suene exagerado) y amistoso; y a la vez es algo torpe, divertido y un poco idiota, algo que me asombra, ya que es muy extraño que alguien así venga del lugar que les comente, ¿no creen?… jeje, pero ya me estoy desviando del tema… creo que ya lo hice y bastante.

Regresando a lo que ocurrió ese día. Estaban los amigos de Ginji y su compañero Ban sentados en la barra del café, mientras Paul-san estaba atrás de ella y yo les terminaba de servir un café a cada uno, cuando el casi inevitable tema del día en el que estábamos salio muy fácilmente a flote, todo empezó con un comentario de Kazuki-san.

- Muchas gracias por su invitación a esa fiesta Paul-san – le agradeció de ante mano el pelilargo.

- De nada, aunque no esperaba que legaran tan temprano, apenas acabamos aquí con los preparativos – Dijo sonriente mi jefe.

- Dirás: “Natsumi acabo con…” – Dijo divertido por fastidiar a Paul el ojiazul, este lo golpeo con un periódico que segundo antes Leia en paz.

- Jeje, sentimos llegar tan temprano, teníamos la esperanza de hablar con Ginji-san un rato antes de empezar de la fiesta – Nos informo.

- Es la primera navidad que pasaremos con Ginji-san, queremos que se divierta muchooo – Dijo el bromista.

- ¿Eh?, ¿la primera? – pregunte sorprendido y curiosa – yo creí que ya habían pasado aunque fuera una con Ginji-chan – les informe mi parece, todos me miraron ago incómodos ante el comentario.

- Bueno, es cierto que estuvimos un buen tiempo juntos, pero no alcanzo a ser sino meses, como los Voltz no alcanzamos a celebrar ni un cumpleaños, ni San Valentín, ni Navidad con Ginji-san – nos informo el maestro de los hilos.

- Si, todo gracias a cierto tarado cabeza de erizo – Shido bebió un poco de su café después de eso y Ban en respuesta bufo. Yo me quede un tanto sorprendida ante esa información y luego, llevada por mi curiosidad les pregunte.

- Chicos, como eran sus navidades cuando eran niños – pregunto curiosa pero alegre a la vez, y a los presentes se les erizo un poco la piel ante tal pregunta tan inesperada.

- Bueno, verás Natsumi – Habló Jubei, sorprendiendo un poco al resto, ya que en todo este tiempo no había hablado y nos perecía fuera de lo normal que le empezara a responder esa pregunta que los demás, al parecer no querían responder, al menos no ellos primero – Nunca encontré que fuera algo fuera de lo normal, con Kazuki, mi hermana y familia celebramos la navidad porque encontramos que tenía un bonito sentido.

- Siempre me gusto celebrarla con tu familia, era muy divertido, recuerdo que jugábamos mucho con Sakura para ver quien comería primero en la cena de navidad y ella normalmente nos ganaba – dijo el maestro de los hilos.

- Pues claro, éramos mayores, y ella menor, pero aún así, sigo creyendo que le dábamos demasiada ventaja en las carreras… 20 segundos es mucho tiempo Kazuki – dijo con un gotita en su cabeza Jubei mientras recordaba como intentaban ganar a pesar de la gran ventaja a la menor de los tres y el grito de felicidad y victoria de su hermanita retumbaba en su cabeza haciéndole sonreír aunque pocos lo notaron.

- Si, pero si piensan que ella debía tener más cuidado que nosotros al saltar por las rocas y cruzar el río, además de paso practicar su técnica para escalar ese pequeño acantilado cerca de la caza no creo que fuera tanto… aunque pensándolo bien, ella siempre parecía hacerlo muy fácil, tal vez tengas razón y me excedí, jeje – se rasco su mejilla, mientras Jubei lo miraba con amor dado a la expresión tan tierna (según y por lo que me contó después) que tenía Kazuki en ese momento, luego se dieron un rápido y tierno abrazo.

- Guau, debe haber sido muy divertido pasar la navidad con ustedes Kazuki-san, Jubei-san – dije enternecida por la historia.

- Parece que si se divertían ustedes dos – Dijo el jefe apartando levemente la mirada del periódico demostrando que había prestado atención.

- Jeje, si, realmente siempre fue muy divertido – admitió el maestro de los hilos y Jubei asintió con la cabeza respaldándolo.

- Bueno, ahora es el turno de Shidito, ¿no es así? – sonrió en bromista, mientras tomaba de los hombros de un desprevenido y sorprendo Shido.

- ¡Sí, es su turno! – Dije respaldándolos, nos miro con cara sorprendida y parecía querer no hacerlo, a ser tan serio, me pareció tan divertid verlo así.

- ¿Qué pasa te mordieron la lengua los ratones Shidito? – Dijo en tono burlón Ban-san para molestarnos pero respaldándonos a la vez.

- ¡¿Qué?!, ¡ja!, ni te ilusiones Mido que aún puedo insultarte – se miraron desafiantemente, pero antes de empezar una tonta discusión, Shido se sentó apoyando su cabeza en su mano derecha, y comenzó su relato – Bueno… a decir verdad, las navidades que recuerdo con mi tribu… siempre fueron muy alegres y tranquilas, con mi abuelo solíamos ir a ver a todos y pasar un rato con ellos, siempre me decía que para el era una época muy especial porque le daba una gran escusa para reunir a la tribu y que estuvieran todos juntos y felices por un día – sonrío recordando a su familia y toas las cosas divertidas que se daban ese día, luego me miró sonriendo – Luego, en la noche relazábamos un gran banquete y nos sentábamos todos juntos a esperar la Navidad.

Un ambiente tranquilo y de esencia alegre se poso por un momento en el café, luego, Emishi se paró listo para contar su historia. Quería escuchar su pequeño relato, después de todo, se supone que el paso mucho tiempo en la fortaleza y justamente nos paso a contar sus anécdotas de la Noche Buena que aso con su familia en la fortaleza, dado a ello, creo que casi nació allí, pero en realidad no lo creo así.

- Bueno Natsumi-chan, veras, dado a que mi clan esta en la fortaleza, tan entretenidas no fueron nuestras navidades – una sonrisa melancólica se poso en su rostro – pero a pesar de todo, logramos siempre tener comida suficiente como para celebrar un buen rato; y que estuviéramos todos juntos – su sonrisa se amplio levemente – bueno, entre todos siempre nos pareció la mejor manera de pasar la navidad, y bueno, gracias a mi, se lograban sacar muchas risas, jaja, creo que la final si lograban ser unos días muy felices entre todos nosotros – Sonrió con orgullo de su conclusión y yo me sentí muy feliz de escuchar algo tan alegre proveniente del Mugenjo, mas no se me escapaba algo o alguien muy importante de quien aún no escuchaba nada.

- ¡Bien, ahora es su turno Ban-san! – dije alegre, este me miro y luego de un suspiro paso a contar su pequeña historia. Había solo hace poco tiempo conocido la historia de Ban, cuando pequeño fue perseguido por chamanes enemigos a su familia, lo que le hizo estar solo durante su infancia bajo el cuidado de su abuela y Maria-san en Alemania y luego en Japón dos años antes de conocer a Ginji se escapo para vivir solo.

- Bueno, no hay mucho que pueda contarte Natsumi – Dijo con un tono algo desanimado mientras miaba la barra, el jefe algo preocupado le echo un ojo. Ban paso a mirar algún punto de la ventana – Como siempre debía estar escondiéndome de los que me perseguían mucho no logre celebrar… me llega a parecer irónico – sonrío melancólicamente – siempre miraba como los otros niños iban por la calle felices con sus padres a comprar regalos y hablaban del “Viejo Pascuero”, siempre pensaba lo mucho que me hubiera gustado estar en su lugar y tener una bonita navidad.
Cerró lo ojos mientras seguía con su relato, todos escuchábamos en silencio, aunque este era algo incomodo, mas su sonrisa no se desvanecía, eso me decía que faltaba algo por contar – Pero al final, esa vieja y María siempre lograban darme algo para celebrar, fuera un libro o algo de lo que pudiera sacar provecho, además de que se esmeraban por preparar algo rico para cenar. Recuerdo que lo de mi abuela siempre sabía extraño pero al fin y al cabo siempre lograban que esa fecha fuera especial, al menos para mi lograba serlo – abrió los ojos para encontrase con que todos lo miraban con ternura.

- Quien diría, la fría serpiente tiene sentimientos tiernos después de todo – todos sonrieron, siempre había sido extraño ver el lado tierno de Ban, era normal que solo Ginji conociera esa faceta, además de las mujeres antes mencionadas que cuidaron de el.

- No digas eso Shido, a mi me gusto mucho tu historia Ban-chan – Ginji abrazo por la espalada a su Koy, nadie había notado cundo llegó, pero con el había traído unas cuantas cosas que le jefe le había pedido comprar, estas estaban cerca de el, luego de salir de su impresión por ver al Ninja rubio las tomo y dejo en la cocina.

- ¡Gi-ginji!, ¿cuándo volviste? – dijo un sorprendido Ban.

- Cuando empezaste a contar tu historia – respondió este con una sonrisa, luego se separo del ojiazul y se sentó a su lado, luego nos miro - ¿Cómo lograron que Ban les contará algo así? – nos pregunto divertido.

- Bueno, todos me estaban contando sus anécdotas navideñas Ginji-chan – le respondí animada, su relato era el único que me faltaba – Solo falta que tu me cuentes el tuyo – le sonreí muy animada.

- ¿El mío? – Ginji pareció avergonzado y sorprendido a la vez, todos lo miramos dado a su actitud – Bueno, en realidad la primera navidad que celebre fue el año que salí de la fortaleza junto a Ban-chan – respondió algo avergonzado, dado que eso fue solo hace cinco años y el ya tenía 19 en esa época.

- ¿¡QU…!? – Dijeron Paul y Ban a la vez, todos los miramos, ¿a qué se debía su actitud?, en breve me enteré.

- Pero si esa vez lo que hicimos fue comer un plato de Honky Tonk, pasar la noche con Paul y bueno, recibir como regalo de navidad dormir en el cuarto de arriba, por poco y la celebramos en mi chiquitín – dijo un poco sorprendido el ojiazul, al igual que los demás, todos teníamos bellos recuerdos de la navidad y si era cierto, esta sería la primera Navidad celebrada “a lo grande” por Ginji-chan.

- Ginji-chan, ¿nunca lograste celebrar la navidad en la fortaleza? – le pregunte algo tímida, en ese momento temía haber echo una pregunta indebida.

- Este, en realidad no Natsumi-chan – Bajo su mirada hasta la barra – normalmente, era por esas fechas que los de los pisos superiores más violentos estaban, era difícil no pasar esa fecha sin ver como alguno de mis amigos moría debido a sus ataques – cerró sus manos en un puño y luego nos miro – realmente, llegaba a parecer una época muy sombría y muchos deseaban que no llegaran esos días – sonrío con tristeza.

- Pero, como es que Emishi si logró pasar buenas navidad – pregunte muy confundida.

- Bueno – Emishi tenía una sonrisa amarga en su rostro – sí es cierto que logré celebrar la navidad, pero no era algo fácil, solíamos ayudarnos entre los de mi clan y otras personas para pasar la navidad al menos en paz.

Por unos momentos todos sostuvimos una expresión triste en nuestros rostros, hasta que Ginji volvió a hablar.

- Natsumi-chan, no pongas esa cara, es cierto que no era del todo agradable, pero aún así, muchos lograban pasar muy bien esas fechas y con mi amigos solíamos esperarla con ansias. Las personas con las cales vivía antes de conocer a Teshimine-san siempre nos hablan de lo entretenida y bella que era esta fecha en el exterior y entre todos tratábamos de reproducirla, al final terminábamos todos muy felices… - Ginji sonrió dulcemente mientras una mirada alegre adornaba sus ojos, todos no pudimos contener nuestras propias sonrisas – además, no era tan triste, muchas veces hasta entre nuestros ataques nos encontrábamos con algunos que nos llegaban a ayudar, eso era lo que más nos llamo la atención de todas esas veces – Ginji sonría relámete feliz al recordar esos sucesos únicos que ocurrían por esas fechas – Siempre creímos que eso es lo que se llama un “milagro de navidad” – Concluyo realmente feliz.

- Que bueno oír eso Ginji-chan - sonreí mostrando mi alivio de no haberme equivocado al preguntar, al menos, no era un recuerdo desagradable para mi amigo, y eso me hacía feliz.

- Jaja, si, Ginji-san tiene razón, a mi siempre me llamó la atención todo eso era extraño para todos que sucesos así ocurrieran en un lugar como la fortaleza – dijo alegre el bromista.

- Bien Natsumi, suficiente platica, ya es hora de adornar el café – Me anunció el jefe, llena de energía y con la ayuda de todos adornamos el café en menos de lo que canta un gallo.

Luego, llego la tan esperada hora, el tan esperado suceso… ¡La fiesta de noche buena!, fue una noche muy entretenida, además de los que estábamos en el café llegaron Hevn, Madoka y Mozart, Sakura, Mackubex, Himiko, Maria ¡e incluso Akabane!

Fue una cena muy entretenida, lo pasos muy bien entre todos, reímos y comimos casi como una gran familia reunida en navidad, fue algo tan acogedor. Al momento de irse la parejas y los solitarios se fueron con muy felices a sus cazas y lo que nunca se me ha podido olvidar fueron unas palabras de Ginji-chan que escuche por casualidad esa noche, ya todo estaba cubierto por un bello manto blanco.

- Ven, ya es hora de ir casa Ginji – Ban paso su brazo por el hombro de su Koy para atraerlo junto a el y protegerlo del frío de la noche – ¿Te divertiste?

- ¡Por supuesto que sí Ban-chan! – Ginji le miro alegre y tiernamente a los ojos.

- Jaja, me alegro… quiero que todas estas fechas sean inolvidables para ti… - lo miro con ternura.

- ¿Por qué dices eso Ban-chan? – pregunto con una tierna expresión de curiosidad.

- Bueno, se que no debo preocuparme, pero… tu historia igual me dejo algo preocupado, jeje, se que es tonto – sonrío algo incomodo.

- Bueno, si lo es, pero para mi esta bien, esos recuerdos me demuestran que estas fechas son esperanzadoras – Ban lo miro igual de impresionado que yo.

- ¿Por qué?

- Porque si a nosotros en la fortalezas nos pasaban esos “milagros” no me imagino que otro tipo de cosas pasaban aquí afuera, eso me hace muy feliz, saber que cosas así le pasan a la gente sobre todo en estas fechas – sonrío con ternura – ¿Dime si no es una fechas de paz, amor y esperanza?

- Sí, tienes toda la razón – lo atrajo más a su cuerpo y comenzaron a caminar. Una fecha de paz, amor y esperanza, nunca había estado tan de acuerdo con alguien como lo estuve en ese momento. Definitivamente me costaría mucho trabajo, incluso ahora siete años después de olvidar aquella navidad.

Ahora estamos todos reunidos en mi casa, los mismos de aquella noche, aunque con unos extras, Madoka y Shido traen a su hija de cinco años y Akabane y Himiko vienen como novios, es increíble, ya llevan dos años saliendo y ambos se ven muy felices, aunque lo que todavía no deja de sorprenderme es que Jubei y Kazuki tengan un niño de casi seis año y Ban y Ginji dos mellizos (un niño pareado Ban y una niña parecida a Ginji) de seis años… espero que esta sea otra bella navidad con esta, mi segunda y gran familia. Espero que también tengas una feliz Noche Buena y Navidad, te he escrito esta anécdota madre, para que sepas lo que bien que me encuentro y de paso desearte que pases una bella Navidad allá en donde aún no puedo estar, se que pronto volveremos a pasar esta noche comiendo galletas de Jengibre y pasar el día conversando mientras salíamos a pasear, ¿lo recuerdas madre?, estoy ansiosa de que vuelva a pasar, pero mientras tanto, quiera que sepas que tu hija esa bien y se divierta con esta, su otra familia.

Con cariño tu hija,
Natsumi…


Fin
Notas finales:
Hola a todos, espero que les haya gustado este "pequeño" especial... jeje, porque eso espero, me he matado tratando de hacer tiempo para escribirlo... ¡si llevo dos semanas de vacaciones y unas cuentas pendientes con el cole, las propias cosas con mi familia y un coro en el que participo me quitaron el tiempo destinado a escribir fics!

Uf, eso me hace rabiar, mi meta era actualizar mis tres fics pendientes (al menos con uno ya tengo el cap y no es el que publico aquí) y hacer un especial de GB (el que acabas de leer) y otro de Sonic (ese no se logro), pero bueno, dos de cinco igual no esta mal xD, espero que lo hayas disfrutado y de paso aprovecho de desearte un feliz Navidad, este fic esta dedicado a mi amiga Sunshine (como ya dije), que le había prometido el regalo desde su cumpleaños (¡mission complete!), y bueno, sin nada más que decir me retiro, antes de que mi conciencia si vuelva de sus vacaciones y me empiece a molestar. Oh! allí viene, bye, bye!

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