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Have yourself a merry little christmas por loretta mink

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Notas del fanfic:

espero les guste

Notas del capitulo: espero les guste este fic es un regalito para mi prima ginnis espero que le guste
Have yourself a merry little christmas

Corrió, y corrió quería alejarse de ahí, de ese ambiente que lo asfixiaba como si una mano invisible le apretara la garganta, saco un cigarrillo de su chaqueta y lo encendió, hacia un frió de los mil demonios, miro con desprecio los adornos navideños que se encontraban en las casas, llego al parque y se dejo ir en una de las bancas del lugar, le dio una calada a su cigarro y soltó el humo poco a poco.

Descanso la cabeza en el respaldo de la banca, y cerro los ojos, disfrutando del sonido del viento, el movimiento de las pocas hojas que aun quedaban, solo dos años mas y podría alejarse de ese ambiente familiar que no lo beneficiaba, rió cínicamente, sus padres no lo conocían no hacían nada para hacerlo, si supieran todo lo que ya se había atrevido a hacer, y lo que era, si su santa madre se enterara rezaría por su alma.

Si, el sexo era algo sublime, sentir el estrecho pasaje de algún incauto era lo mas maravilloso del mundo, sentir la lengua de otro en su miembro era fantástico, ser un marica lo llenaba de orgullo, no entendía de romanticismos, eran perdida de tiempo, por ello no acabada de vislumbrar las razonas por las cuales las chicas se desvivían, encontrar a el príncipe azul era solo un a fantasía sin sentido, por eso le agradaba Lindsey, una bollera que al igual que él miraba el mundo tal cual era.

Tan enfrascado estaba en sus pensamientos que no sintió cuando alguien se le acerco, hasta que sintió un pequeño jalón en su pantalón, con fastidio se obligo a abrir los ojos y cuando lo hizo se impresiono, frente a el se encontraba un pequeño querubín, el angelito lo miro con esos ojos grises tan vivos, su cabello rubio parecía un rayo de sol, el pequeño le sonrió inocentemente, y sin que el lo invitara se sentó a su lado, el castaño lo miro enojado, “ hey mocoso, quitate, esta es mi banca”, el pequeño le sonrió y como si le hubiera dicho totalmente lo contrario, saco su libreta y sus lápices y se puso a dibujar.

El castaño chasqueo la lengua molesto, y cuando se iba a cambiar de banca la vocecita de aquel pequeño lo detuvo, “ mira te gusta, eres tu”, el ojiverde miro el dibujo que el otro sostenía para ser un dibujo hecho por un crió tan pequeño como aquel estaba muy bien hecho, en el futuro podría ser un gran artista, vio como el otro se le acercaba y se lo tendía, “ el castaño no lo acepto, “ por favor es un regalo de namidad”, al escuchar eso el joven se enojo mas, él odiaba esa fecha, el nacimiento de Jesús que tontería, dios no existía y si así fuera, éste seria un ser totalmente malvado que disfrutaba con el sufrimiento de los humanos.

“ no lo quiero, y largate”, el pequeño se entristeció, pero no se rendiría, por alguna extraña razón, aquel joven le atraía, quería estar con el así que se acerco a el de nueva cuenta, y l e dejo el dibujo en sus piernas, el adolescente miro al pequeño quien se sentaba a su lado, y se ponía a dibujar de nueva cuenta, el ojiverde miro hacia todos lados en busca de la madre de aquel crió, que se estaba tomando demasiadas confianzas con él, el pequeño miraba al mayor y sentía sus pequeñas mejillas arder, una acción que a su pequeña edad no entendía pero que no le desagradaba del todo.

El pequeño se dio cuenta de que algo vital se le había olvidado, su madre siempre le decía que presentarse era de buena educación y que siempre que conociera a alguien debía hacerlo, “ soy Justin y tu” el castaño miro al pequeño, “ como dices”, el pequeño al entender que no había sido escuchado inflo sus cachetes, “ dije que soy Justin y tengo, tengo”, el pequeño empezó a contar con los dedos, acción que empezó a desesperar al mayor, “ así, tengo así”, el pequeño levanto cuatro dedos de su mano, “ y tu, como te llamas”, al sentir como el pequeño lo miraba con intensidad e intuyendo que no dejaría de hacerlo hasta que le contestara, lo hizo, “ Brian y tengo así”, y con malicia movió las manos hasta formar el numero 16, el pequeño tomo la mano del mayor, “ mas lento”, Brian intento soltarse pero el pequeño no lo dejaba ir, así que se soltó con brusquedad, el toque de aquel, era suave, tibio y `por alguna extraña razón que el no comprendía se sentía bien, “ 16, dije que tengo 16 contento”, el otro solo sonrió kilométricamente.

“ Bri, quieres jugar con migo”, el castaño se paro de la banca, “no, déjame en paz deberías buscar a tu mami debe estar preocupada”, cuando el rubito miro como el mayor tenia toda la intención de marcharse lo volvió a tomar del pantalón, “ no Bri no te vayas”, el mayor quito la manita que lo sostenía, “ soy Brian no Bri y suéltame, mocoso”, el pequeño soltó varias lagrimas que irritaron mas al otro, “ deja de llorar acaso eres marica”, el otro se seco las lagrimas y tomo al adolescente de la mano y corriendo lo guió al centro comercial que se encontraba frente al parque, Brian impresionado por aquello no hizo nada para impedírselo, cuando se vio en la tienda de juguetes salio de su letargo, “ mocoso que diablos has hecho, deberías regresar al parque”, el rubio no contesto y lo guió a un stand donde abundaban los muñecos de felpa.

El mayor miro al pequeño, este le volvió a sonreír, “ escoge uno, mi mami siempre me da mi osito cuando me siento solo, tu también deberías tener uno”, Brian se hecho a reír al escuchar aquello, era lo mas ridículo que había escuchado en su vida, él ya tenia su consuelo, y era mil veces mas placentero que acurrucarse junto a un maldito oso de felpa, “ no lo quiero, puedes quedártelo tu”, Justin tomo un precioso león, quien a su parecer tenia la misma personalidad agresiva de aquel joven, y saco el dinero que su abuela le había dado para que se comprara lo que quisiera, y fue a la caja, la cajera intento inútilmente de localizar a la madre de aquel pequeño pero cuando vio como éste le extendía un billete lo tomo, al ver que era la cantidad justa por aquel juguete.

Brian miro sorprendido como aquel angelito corría con un león de felpa en sus brazos con la sonrisa mas brillante del mundo, y se impresiono cuando aquel juguete era puesto en sus manos, “ el te va a cuidar cuando tengas malos sueños, alejara al coco”, y sin darle tiempo al otro de replicar lo tomo de la mano y lo guió al pequeño lugar de juegos del centro comercial, lo dejo sentado en un cómodo sillón mientras iba a jugar a la alberca de pelotas, el ojiverde iba a dejar el insulso peluche en su lugar cuando escucho un llanto, y miro hacia esa dirección su sorpresa fue grande cuando vio como un niño gordo y mayor sostenía al pequeño de sus rubios cabellos, el ojiverde haciendo gala de su velada gentileza, y ética se acerco al par de niños y sin mucha delicadeza aparto al gordo de Justin, “ mocoso cobarde, que no te enseñaron que no debes meterte con los pequeños, déjalo en paz, porque si te vuelvo a ver cerca de él lo pagaras caro”.

Justin se abrazo al mayor, “ Bri gracias estaba tan asustado”, el mayor vio con fastidio como muchas mujeres comentaban cosas lindas acerca de “ los hermanos que se cuidaban uno al otro, “ o, “ que joven tan buen mozo, como me gustaría que hubiera mas como él”, si las buenas damas supieran todo lo que él hacia no pensarían igual y con ese pensamiento en mente se hecho a reír, y tomo al pequeño de la mano, “ bien yo ya te acompañe a donde querías ir ahora me toca a mi y cuidadito con que te portes mal entendido”, Brian no supo vislumbrar las razones que lo llevaron a decir aquello, pero lo hecho ,hecho estaba y ya nada podía hacer para cambiarlo y menos cuando vio como el rayito de sol, asentía como un buen niño.

Y lo tomo de la mano y ambos se dirigieron a una tienda de ropa bastante cara pero muy bonita, Brian dejo a Justin sentado junto a la cajera, quien sonrió tiernamente al ver como el “ hermano mayor”, dejaba sentado a su hermanito, Justin sostuvo el pequeño león en sus brazos y prometió cuidarlo bien, Brian le guiño el ojo al pequeño con coquetería, acción que no fue del todo recibida por el otro, el mayor sin embargo chasqueo la lengua molesto, que mierda estaba haciendo, coqueteando con un pequeño, movió la cabeza de forma negativa, él era un pervertido, si, pero nunca un pervertidor de menores, se dirigió a los vaqueros y escogió unos que parecían haber sido usados por un roquero, se los probo, y al comprobar que su trasero y su paquete se notaban con descarada facilidad sonrió y decidió llevárselos, tenia algunas conquistas aseguradas, cuando salio del probador y pago los vaqueros el niño lo tomo de la mano y ambos volvieron a reiniciar la marcha.

Brian podía jactarse de muchas cosas, pero tenia que admitir para si que ninguna de ellas podía llenar el vació que tenia en su interior, lo único que lograba quitárselo más fácilmente era un buen libro, le gustaba la escuela, compartir momentos con Michael su mejor amigo, y también con Lindsey , así que se dirigió a la librería del centro, en busca de un buen libro, dejo que el rubio se dirigiera a la sección infantil, y el se dedico a buscar algo que satisficiera su curiosidad, chasqueo la lengua cuando no encontró lo que buscaba, por eso odiaba a los heteros, ellos si podían tener su literatura y los gays se tenían que conforman con un libro cada día de San Juan, entonces se decidió por “ Entrevista con el Vampiro”, de Anne Rice, gracias a su amigo pelinegro se había vuelto fan de la fantasía, y aunque no era lo que buscaba se conformaría.

Miro a Justin el niño estaba platicando con una niña que pareciera que no conocía un cepillo, cuando se acerco al niño éste le sonrió, “ Bri ella es Jenny, vive en un orfanato”, vio como la niñita lo miraba con un poco de envidia, y la miro retadoramente, el rubio lo volvió a tomar del pantalón, “ me lo lees”, Brian abrió los ojos cuando escucho eso y se sorprendió mas cuando un libro fue puesto en sus rodillas, “ ha no, sunshine, eso no, no te voy a leer un cuento quien te crees que soy, tu mami”, Justin le sonrió, “ anda Bri, solo uno, si, si”, el adolescente chasqueo la lengua molesto y su molestia fue en aumento cuando la voz de una mujer se dejo escuchar, “ OH joven, nos ha salvado”, el ojiverde miro a la joven de forma asesina, ésta no lo noto y siguió hablando, “ vera, es que uno de mis empleados iba a leerle un cuento a los niños del orfanato pero no pudo venir, usted nos ha caído del cielo”.

El castaño se levanto, “ mire señorita, busquese a alguien mas, yo me largo, vamonos Justin”, la joven lo tomo del brazo, “ por favor, estoy desesperada te pagare”, Brian sonrió con malicia, “ eso, preciosa cambia las cosas”, el ojigris se acerco al mayor, “ Bri, eso no se hace es namidad, no le pague es gratis”, la joven sonrió, “ gratis entonces”, el mayor chasqueo la lengua le hubiera gustado poder golpear al niño, quien se creía que era, Justin le sonrió retadoramente y el ojiverde se sorprendió ya lo había notado pero, se daba cuenta nuevamente que aquel crío era mas listo y maduro que cualquiera que él hubiera conocido, y lo miro retadoramente también, cuando le trajeron una silla, Brian se sentó, si quería safarse de la situación tendría que hacer el papel de abuelita.

Vio como 15 niños se sentaban a su alrededor, expectantes, tomo el libro que anteriormente Justin había puesto en sus rodillas, y rió, a él jamás le habían leído un cuento, ahora se lo leería a un grupo de niños huérfanos, que al igual que él conocían la soledad, quizás por eso, tuvo mas ánimos para hacer lo que haría, y abrió el libro y empezó a leer, “ había una vez en un país muy lejano una princesa que..”, media hora después Brian alzo los ojos del libro, se sorprendió de sentir innumerables brazos a su alrededor, jamás de los jamases había recibido tanto cariño como el que sentía en esos momentos, los niñitos le agradecían por haberles leído el cuento, las niñas lo besaban en la mejilla, y todos tenían lagrimas de felicidad en los ojos, y sintió como los suyos se humedecían, al sentir la alegría de los otros, por que si, el tenia padres físicamente hablando, pero emocionalmente era como uno de esos huérfanos, y al sentir su cariño y agradecimiento un calorcito se impregnó en su pecho y no le desagrado, y sin saber como se encontró abrazando a los niños, vio como el rubito lo miraba y cuando los demás niños se apartaron de su persona sintió el efusivo abrazo del niño, éste lo sintió mucho mas calido que los anteriores y se permitió derramar una lagrima de felicidad.

La joven que había mirado todo, cambio su postura sobre aquel joven que a primera vista parecía el típico hombre egoísta, que no le importaba nada ni nadie mas que él, pero si eso fuera cierto se hubiera largado, y no lo hizo y se le antojo una persona extremadamente sola y falta de afecto en demasía y sintió pena por él, cuando Brian se levanto de donde estaba tomo el libro que había tomado para él y tomo a Justin de la mano y se dirigió a la caja, la joven que anteriormente había hablado con él se le adelanto, “ es un regalo, tómalo como agradecimiento”, Brian sorprendido solo pudo asentir, y sintió como la otra lo abrazaba y le daba un beso en la mejilla, Justin se sintió celoso al ver eso, y sin ser consciente se interpuso entre los dos jóvenes y abrazo a Brian posesivamente, éste al sentir el gesto sonrió sinceramente, “ sunshine debemos regresar”, y cargo al niño en brazos y corrió hasta el parque.

Jennifer Taylor miro preocupada hacia todos lados, su hijo, su Justin no estaba por ninguna parte, que haría, había tratado de buscarlo en sus lugares favoritos pero no estaba sintió como sus ojos se humedecían que haría sin su pequeño, su esposo la mataría, cuando estaba por llamar a la policía vio con asombro como Justin venia en los hombros de un adolescente , cuando éste miro a su mama agito los brazos, “ mami, hola”, la rubia corrió y quito a su hijo de los hombros de aquel atractivo desconocido, Justin abrazo a su madre, “ mami, el es Brian, Bri ella es mi mami”, Jennifer miro al atractivo joven y le tendió la mano, “ gracias por cuidar de mi hijo”, Brian acepto la mano que se le ofrecía “ no se preocupe”, la rubia miro a su hijo quien traía un león de felpa, “ hijo de donde sacaste eso”, el niño noto lo que traía en las manos, “ OH lo siento Bri esto es tuyo”, y le tendió el pequeño juguete y el dibujo, el ojiverde los tomo, la mujer miro sorprendida al adolescente, éste la miro retadoramente, “ me lo regalo su hijo”.

Jennifer miro a Justin, “ hijo eso es verdad”, el rubito asintió, “ si mama se lo compre con el dinero que me dio la abuela, Bri se veía triste así que se lo regale para que ya no se sintiera solito”, la rubia solo asintió, “ bien hijo debemos ir a la iglesia”, Brian no creía en la navidad pero había vivido cosas que jamás había vivido, y su corazón le decía que debía ir al menos a agradecer, lo que le había pasado, aunque dios y él no se llevaran bien, y se permitió acompañar al niño y a su madre, después de la misa, diviso a su amigo y a su estrafalaria madre, quien para él también lo era así que se acerco a ellos, quienes al verlo abrieron la boca sorprendidos, “ que tan maravilloso es que este aquí, que no tienen palabras”, después de aquello les regalo una de sus mas seductoras sonrisas, Vic el tío de Michael sonrió sinceramente, “ nos alegra que estés aquí”, Debby abrazo a quien consideraba su hijo, Mike hizo lo mismo, “ Brian me alegra que estés aquí, quieres pavo”, el ojiverde solo asintió.

Debby noto el pequeño muñeco que Brian sostenía celosamente junto a su pecho, y cuando iba a preguntar, que diablos hacia con él vio como un rayito de sol se acercaba a ellos, “ Bri, aquí estas estaba preocupado”, el castaño miro a Justin, “ porque nunca dije que permanecería con tigo o si”, cuando la pelirroja iba a reñir al otro por hablarle así a un niño su asombro fue en aumento cuando escucho la respuesta de aquel niño, “ claro que no, tu nunca me lo dijiste,” Justin sonrió cuando vio como el mayor sostenía su regalo y lo tomo de la mano para guiarlo a un lugar mas apartado, Vic sonrió, “ si el que esta con Brian no fuera un niño, hasta podría decir que es su novio jaja”, Debby le pego a su hermano, “ ni en sueños digas eso Vic, sabes que Brian es un puto egoísta, jamás conocerá el amor”, Michael se enojo a escuchar eso, “ no digas eso ma, todos merecemos amor”, la pelirroja arrepentida asintió.

Brian se sentó en una fuente la cual estaba adornada con preciosas luces de colores, “ vaya sunshine, este es un lugar, jodi, quiero decir muy romántico” , el niño se sonrojo y asintió, “ si por eso te traje aquí, me gusta mucho y quería compartirlo con tigo”, Brian abrió los ojos sorprendido, acaso ese crío estaba, no, no podía ser o si, se acerco a él con gesto coqueto como lo hacia con sus conquistas y al ver como el pequeño se sonrojaba pero no despegaba sus ojos de los de él lo comprobó, si aquel crío estaba coqueteando con él, y se sorprendió, pero no tanto cuando sintió como su mano era tomada y puesta en el pecho del otro, “ que, haces sunshine”, Brian sin ser conciente se sonrojo.

Y su sonrojo se convirtió en calor cuando aquel que lo acompañaba se sentaba en sus piernas, “ Justin basta ya deja de “, no pudo terminar la frase cuando sintió unos suaves labios sobre los suyos, Brian abrió los ojos hasta que éstos casi se salen de sus orbitas, lo que estaba viviendo era irreal y eso que no estaba bajo el efecto de ninguna droga sin ser conciente acerco mas el pequeño cuerpo al suyo y beso el pequeño cuello, “ Bri te amo”, Brian despertó de su letargo cuando escucho aquello, “ que dijiste, eres un pequeño, un mocoso tu no entiendes que es el amor”, y sin mas se alejo de ahí, dejando al pequeño triste, el ojiverde se paso la mano por los cabellos, que diablos había sido eso, ese beso había sigo la mar de diferente de los que recibía había sentido los sentimientos del otro, pero como era que un niño tan pequeño podía sentir amor, y mas por el alguien que acababa de conocer, un hombre mucho mayor, y se permitió derramar lagrimas estaba asustado.

Justin busco desesperado al mayor lo necesitaba como jamás había necesitado a nadie, y cuando lo diviso corrió hacia el “ Brian”, el ojiverde intento separarse de aquel que lo confundía, y con desprecio intento lanzar el pequeño león que sostenía pero no lo hizo su corazón por alguna inexplicable razón no se lo permitía y se dejo envolver por aquellos brazos, “ no digas que me amas, estas confundido, eres solo un niño, veras que cuando crezcas, encontraras a una joven y te casaras con ella” el niño negó fervientemente, “ no quiero, quiero estar con tigo”, Jennifer miro como Justin abrazaba a un desconsolado Brian, la mujer se asusto, pero solo le importaba su hijo, así que intento tomarlo y alejarlo de aquel que lloraba, “ no, mama, no me alejes de Brian el me necesita y yo a él”, la rubia se asusto al escuchar eso, y con mas ahínco intento separarlo y cuando lo logro el pequeño empezó a patalear, “ no, no puedes hacerme esto Bri me necesita”, “ no” cuando Justin escucho eso miro al castaño, “ no te necesito”, y lo miro con la mirada mas gélida que tenia, “ yo no necesito a nadie, así que vete por donde viniste y olvídate de mi”.

Jennifer miro con odio al mayor al ver como su hijo empezaba a llorar, Brian se levanto y se empezó a alejar de aquel que lo confundía, “ no, NO, “ no me dejes no te vayas”, Brian siguió su camino aunque cada palabra dicha por el otro era como una flecha en su corazón, “ Brian, no me dejes, te quiero”, sintió mas que vio como el pequeño extendía sus bracitos hacia el, “ no me hables ya te dije, no me importas, solo me importo yo”, y cuando dejo de escuchar al pequeño se permitió voltear, y con lagrimas rozando sus mejillas se permitió sonreír, “ lo lamento sunshine, gracias por darme la menor navidad de mi vida, pero yo no puedo amar, buscate a otro” y sin mas se alejo de ahí, abrazando desesperado aquel juguete, sin saber que años después se reencontraría con aquel niño, y lo haría suyo para siempre.










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