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Problemas Nocturnos por La Sombra de la Luz

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Notas del fanfic:

Mal summary.
Primer fic de APH.
Con mi pareja favorita: LudwigxFeliciano.

Notas del capitulo: Empezó siendo una cosa y a acabado siendo otra totalmente distinta... Y aun no se como acabara.
Es mi primer fic de APH y además hace tiempo que no escribo, perdonen las faltas de ortografía (nunca fueron lo mío) y seguramente las de redacción.
Disfruten de la lectura. Los comentarios y críticas siempre son bien recibidos.
Miraba a la pared, en la oscuridad de su habitación tumbado de costado en la cama con el pijama puesto y tapado hasta la cintura con las sabanas…

Sabía que en cualquier momento el detonante de su “problema nocturno” aparecería… Que volvería a entrar en su cuarto, sigiloso y se metería junto a el entre sus sabanas y le dejaría, como todas las veces anteriores, quedarse junto a el en su cama sin supuestamente “enterarse” hasta la mañana siguiente…

Pero era más consciente de lo que quería de aquello… Y ahora de nuevo la culpabilidad de saber lo que haría, le invadía.

Sentía que se aprovechaba del italiano… Y ciertamente lo estaba haciendo... Pero no por ello dejaba de hacer... De hacerle eso todas las noches...

Oyó el rechinar de su puerta viendo la luz del pasillo durante unos momentos, delineando su figura en la pared y después de unos segundos, esta desaparece oyéndose de nuevo el rechinar de la puerta al cerrarse y poco después siente como las sabanas son levantadas y el “misterioso bulto”-de nombre Feliciano y apellido Vargas- que ocupaba su cama todas las noches estaba de nuevo, pegado a su espalda adormilado y en proceso de caer en los brazos de Morfeo.

-Buona notte Alemania…-ni siquiera hizo falta que cerrara los ojos, en aquella oscuridad sumado al despiste de Feliciano. Siento su beso de buenas noches en su mejilla izquierda, y como este se acurrucaba contra su espalda, para dormir.

De nuevo la culpabilidad de lo que iba ha hacer, le removía su estomago hasta sentir un agrio sabor en su paladar…

… Pasados varios minutos sintió la respiración pausada del otro contra su espalda…

…Una media hora mas tarde, aun sin moverse de su sitio, comenzó a oír los débiles “hera” que soltaba el italiano cuando estaba profundamente dormido…

Gira sobre si mismo, sintiendo ahora el pelo de Feliciano en su nariz y como este se acurruca en su pecho... Podía sentir en su totalidad sus regiones norteñas contra si...

Con cuidado, como tantas veces, paso una mano sobre ese rizo tan característico de Feliciano, acariciándolo con los dedos... Viendo como el cuerpo del otro sufría escalofríos, y dejaba escapar de sus labios un suave gemido cuando extendió todo el rizo entre sus dedos dejándolo después luego escurrirse entre ellos... No podía ver su cara, que suponía que estaría seguramente sonrojada, con los ojos cerrados y mostrando gestos de placer cuando le daba esas caricias... Pero si podía sentir la respiración algo alterada de Felicano, sus estremecimientos y el calor de este en su cuerpo...

Se estaba aprovechando a costa del otro... Lo sabía era plenamente consciente de lo que hacía... De lo que le hacía... Pero no se detenia.

Delineando su figura desde el cuello hasta su cintura con la mano, lo abrazo contra su pecho, disfrutando del contacto de su piel contra la suya... Adoraba el contraste de calor y frió que se producía entre ellos en esos momentos.

Dio ligeros besos sobre el pelo castaño cobrizo, bajando por su rostro hasta llegar a su oreja, rozando su rizo con los labios... Oyó un quejido y sintió un aspamiento... Después de nuevo la respiración pausada del otro... Siguió bajando hasta llegar al cuello, donde daba lamidas superficiales aguantándose las ganas de profundizar mas el contacto.. Ya en su día se aventuro a ello, y obtuvo como resultado una marca, que perduro cerca de 2 semanas en el cuello del otro... Y no quería volver a tener que aguantar a Feliciano con sus preguntas del misterioso moretón...

Comenzó ahora a oír los bajos jadeos, contra su cuello y un leve temblor en su cuerpo... Trago saliva aguantando las ganas de besarlo, y subió de nuevo su rostro hasta colocar su barbilla por encima de la cabeza del otro, paseando sus manos por las ciudades italianas disfrutando del momento haciéndolo con suavidad y cautela...

Finalmente sus manos bajaron por su torso, llegando al la goma elástica de los dichosos calzoncillos rojos que usaba siempre Feliciano para dormir... Levanto la goma con cuidado notando con su mano la ahora semi despierta Torre de Pisa...

Las primeras veces que empezó a inspeccionar el cuerpo de Italia, cuando llego a esa región se mantuvo tímido y retraído... Pero según fue cogiendo confianza, comenzaba a explorar todo con mas soltura y ganas...

Acaricio toda la extensión con los dedos, con movimientos lentos pero haciendo con intensidad notando que su boxer también comenzaba a ser un estorbo... Su mano salió de los calzoncillos rojos y subió hasta su cadera para juntar sus entrepiernas y comenzar un delicioso roce entre sus capitales... Mordía sus labios, dejando solo oír jadeos roncos y algún gemido. Oyendo a su vez también los suaves gemidos que comenzaba a soltar el otro al sentir ese placer, entre sueños.

Siguió con ese roce durante quien sabe cuanto tiempo, hasta que su vista se torno blanca y su cuerpo que quedaba rígido sintiendo que todo y a la vez nada. Segundos después sintió una humedad conocida en sus ropas interiores, y un gemido un poco mas alto que los interiores por parte de italiano...

Comenzó a respirar por la nariz, regulando poco a poco su respiración sintiendo aun el hormigueo del orgasmo en su cuerpo... Con cuidado separo al otro de si, quitándole la ropa interior echándola a un cesto de la ropa sucia que tenia en su habitación cambiándosela por otra nueva -cosa que no era fácil nunca por que Feliciano en esos momentos se movía mucho- haciendo lo mismo con la suya volviéndose a meter en la cama, acariciando el rostro del otro a tientas con su mano...

La culpa de nuevo volvía... No podía seguir haciendo aquello... Se estaba aprovechando del otro de la peor forma posible...

Fue su primer amigo y aliado, quien le apoyo siempre en todo momento. No se merecía que lo usara para satisfacer su deseo. Pero... ¿Realmente era solo deseo? ¿Acaso era algo mas?... No podía determinarlo con exactitud. Ya en su día confundió sentimientos y conoció lo que era la vergüenza... Y esta vez no quería hacerlo mal, por que ahora quería hacer las cosas bien, quería aclarar que era lo que quería de Italia.

Pero... Si Feliciano, seguía colándose en su cuarto, volvería ha hacerlo y todo quedaría en nada... Debía aunque no quisiera, alejarse del otro... Por el bien de los dos. Debía aclarar ese caos mental que tenia en su interior, antes de que todo se le fuera de las manos...

Por que lo que no quería por nada del mundo perder la amistad con Feliciano.

Se acerco a tientas palpándole los pómulos besándole la frente... No volviera a sentirle de aquella manera durante algún tiempo...

Todo empezaría cuando el sol saliera... Y ahora, aunque pudiera después negarlo o decir que lo había echo mientras dormía, quería sentir a Feliciano junto a el. Paso sus brazos alrededor de la cintura del Italiano, dándole una ultima caricia a su pelo cerrando los ojos comenzando ahora a caer presa del sueño.

Un par de ojos ámbar se abrieron en la oscuridad de la habitación, notando la respiración pausada del alemán sobre su cabeza... Era la primera vez en todas esas noches, que le daba un beso en la frente y lo abrazaba... Era realmente algo que nunca esperaba que hiciera.

Sabía que si hacia algún sonido que indicara que estaba despierto, Ludwig no volvería a tocarlo... Y eso era lo que no quería... Le gustaba sentir sus manos en su cuerpo, acariciándolo... Aunque solo fuera mientras el estaba "dormido"...

Y pese a que se sentía muy bien entre aquellos brazos. Aquel beso... Le había dejado un amargo sabor en la garganta... Por que había parecido un beso de despedida.

Tsuzuku...

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