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Curiosidad por dark_amassones

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Notas del fanfic:

Título: Curiosidad

Pareja: NaruSasu y un leve GaaSasu (ahora si será sasUKE xD)

Advertencias: Un poco de OOC por parte de Sasuke, lime, lemon y ligeras relaciones Heterosexuales.

Disclaimer: Sí Naruto fuese mío, cortaría los capítulos de relleno, Sasuke no se habría largado y el anime sería netamente yaoi, pero como no lo es, me conformo con liar a los chicos guapos *O*

Dedicatoria: A mi Amanta Naru Kai Ryuichi Safri Teme Koi-chan por soportar mis delirios sobre homosexuales y pasarse al lado oscuro del yaoi xD por ser mi esclava sex… er… yaoísta y casi insignificante por ser su cumpleaños n_____n espero que te guste amanta ¡Felicidades Safri te I lovio!

Notas del capitulo:

¡Hola! Bueno, realmente no sé que decir, este intento de two-shot lo terminé en tiempo record (2 días) así que espero sea de su agrado ¿Alguien lo leerá? ;________; si hay alguna alma piadosa que se anime espero no defraudaros. Quizá les desespere la actitud de Sasuke pero compréndanlo ¡le aterroriza la idea de darse un acostón con otro chico *O*! como lo dice el título, el fic se enfoca en la curiosidad y el miedo que tienen algunas personas de experimentar algo con su propio sexo cuando toda su vida han sido héteros… ¿cómo reaccionará Sasuke? Recuerden que la curiosidad mató al gato xD

¡Disfruten el leer como yo el escribir…!

CURIOSIDAD
To Safri-koi

» 1 « —

Desde que su hermano había formalizado una relación con otro hombre la familia Uchiha no había sido la misma.

Aunque Sasuke había estudiado la mayor parte de su vida en el extranjero —al igual que su hermano—, la idea de tener un pariente homosexual no le incomodaba tanto como a sus padres, quizá Mikoto lo acepte de buena gana porque Itachi es su primer hijo, pero para la cabeza de la familia y jefe de la empresa familiar; Fugaku Uchiha fue como ser apuñalado por la espalda ¿Dónde quedaba el buen gusto por una hermosa mujer? ¿Dónde estaba su educación como joven heredero? Todas las ilusiones que tenía en su primogénito se fueron al caño cuando les presentó a Deidara como su pareja a los 21 años de edad, hace más de cuatro años.

Para suerte de Fugaku, Sasuke había sabido dirigir sus gustos por la senda correcta. En Estados Unidos había conocido a una excelente mujer, inteligente y hermosa, con una familia prestigiosa en la medicina mundial. Karin, una joven pelirroja que había presentado como su prometida a la misma edad que lo hiciese Itachi con su novio rubio; a los 21 años.

Con planes para un futuro matrimonio, dos años después de formalizar el compromiso, Sasuke y Karin ahora viven juntos en un departamento céntrico a la ciudad de Konoha, lejos del barrio Uchiha, lejos de su familia.

– ¿En que piensas, Sasu-chan?- preguntó sentándose en el escritorio del mencionado, cruzando una pierna y recargando el mentón en su palma derecha –Creo que no me estabas escuchando, me siento ignorado.

– Bájate de mi escritorio Sai y no me digas “Sasu-chan”- rezongó mirando la computadora con el ceño fruncido – ¿No tienes a alguien más a quien molestar?

– No, Neji se cambió de Departamento, Yamatto-san salió a comer y Kakashi-san está de vacaciones.

Sin duda, algo que realmente odiaba era tener que lidiar con su primo Sai. Bendito sea el maldito día que se enteraron de su parentesco. Aunque fuese un mocoso odioso, el joven pelinegro no le es tan desagradable, incluso a veces —muy rara ocasión— le cae bien, sin embargo para sus 19 años, sigue comportándose como un crío, molestándolo a cada pequeña oportunidad.

– Lo que necesitas es relajarte- se cruzó de brazos cerrando los ojos –En un libro leí que una sesión extensa de sexo libera la toxina del estrés e incrementa la circulación de la sangre ¿Cuánto tiempo se te pone dura? Supongo que poco porque siempre tienes esa cara de estri…- y dejó de hablar al ser empujado, cuando cayó al piso se quedó mirando el techo aún más pensativo –O quizá un masaje sea una buena opción.

– ¿Masaje?- preguntó mirando de reojo a su primo.

– Si, Sakura trabaja en un Spa cerca de aquí, podría conseguirte un excelente precio-. Le guiñó colocándose de pie – ¿Sabes que es lo que dicen?- se inclinó para mirar de frente a Sasuke –Que los chicos dan un excelente servicio ¿nunca te has acostado con un hombre, verdad?

– ¡Claro que no!- gruñó molesto. Una cosa era que Itachi fuese gay y lo gritara a los cuatro vientos y otra es que él también lo fuera –Olvídalo, pensaba ponerte un mínimo de atención pero sólo dices estupideces ¡Sexo con un hombre! ¿Estás enfermo? Tienes novia y dices esas estupideces…

– Sakura es muy liberal en ese sentido- se encogió de hombros –Además ella ya sabía que tuve relaciones con chicos antes de ella.

– Me voy a volver loco…- murmuró masajeándose las sienes bruscamente.

El hecho que Itachi sea gay no significaba que debiera tenerle recelo, es su único hermano y las decisiones que tome las respeta, lo que más admiraba de él es que en ningún momento dejó de lado esa gallardía digna de un Uchiha, tampoco los buenos modales ni mucho menos las buenas relaciones con el resto de su familia, incluso Deidara es un joven modelo a seguir, con una excelente carrera universitaria y familia en muchas partes del mundo.

Una pareja envidiable, literalmente hablando.

Su relación con Karin es buena, no se mete en sus asuntos ni ella en los de él, es buena cocinando y tiene un excelente trabajo en los laboratorios del Hospital de Konoha, sus padres viven lejos y gracias a todo lo malditamente bueno en este mundo, sus hermanos Yugo y Suigetsu están del otro lado del globo. A 5 años de conocerse y dos de estar formalmente comprometidos para Sasuke no puede haber nada mejor, una buena futura esposa y un hogar tranquilo.

El resto de la tarde siguió ignorando al molesto de su primo, para las seis de la tarde terminó los asuntos importantes de la empresa y muy a su pesar tuvo que llevar a Sai al supuesto spa donde trabaja Sakura; su novia.

– ¿En serio no quieres una reservación?- señaló el edificio antes de bajar del auto –Conozco a unos chicos que realmen…

– ¡Ya lárgate!

– Está bien… ¡nos vemos mañana Sasu-chan!- gritó agitando la mano viendo perderse el Mercedes negro sobre las calles frías de Konoha –Con ese genio tendré que ayudarle a conseguir un masaje o un buen follón.

x — x — x —

El aparente estrés, la carga de trabajo en la empresa y la ausencia temporal de Karin lo ponían de muy mal humor.

Eso y las constantes interrupciones de Sai en su oficina cada día le hacían creer que en verdad sería bueno tomar uno de esos masajes de relajación, pero… ¡no! No podía doblegarse ante las ideas de su primo, sin embargo algo asaltaba constantemente su cabeza ¿sexo con un hombre? Itachi había demostrado que ese tipo de relaciones no son malas incluso le comentó que eran hasta placenteras, pero… ¿sería capaz?

– ¿Qué mierda piensas?- se reclamó a sí mismo camino a la oficina.

La curiosidad estaba comenzando a hacer estragos en su cabeza ¿cómo es posible que las ideas de un niño tengan más fuerza que sus propias convicciones? En su sano juicio se atrevería a liarse con un tío. No es sano —se repetía— no es razonable, no es digno de una persona comprometida, no debería pensar es eso, no en el spa donde trabaja la novia de su primo, no sería infidelidad porque sería un acto por curiosidad, no es que sea gay, no… no podía creer todas las tonterías que pensaba.

Ya había pasado más de una semana y Sai no dejaba esas absurdas ideas. Quizá era su imaginación, pero con la insistencia de su primo sólo lograba estresarlo más de lo normal, a ese paso terminaría con una crisis nerviosa. Miró el reloj y notó que casi eran las siete de la tarde –Es viernes, Karin llega tarde…- se cruzó de brazos y movió el cuello de lado a lado – ¿Y sí…?- la idea comenzaba a ser tentadora ¡Por un cuerno! Iría esa misma noche, pero pediría que lo atendiese una chica ¡Eso es!

Condujo más rápido de lo normal y cuando se dio cuenta ya estaba fuera del establecimiento, sentía un vacío en el estomago y su respiración estaba agitada. No pasaría nada ¿verdad? Caminó con un temblor en las manos, mientras más rápido entrara más pronto terminaría todo este asunto ¿no?

– ¡Bienvenido!- saludaron unas chicas tras la entrada, inclinándose y señalando la recepción.

– Buenas noches- dijo frotándose las manos, esperando no ver a Sakura –Quisiera una sesión masajista por favor.

– Buenas noches Señor, mi nombre es Jiraiya, soy el encargado- respondió el hombre detrás del aparador, la sonrisa de ese sujeto no le agradó para nada al Uchiha ¿Qué no es un poco mayor para dedicarse a eso? – ¿Le gustaría el servicio de una jovencita o de un varón?- preguntó extendiéndole un documento a Sasuke para que lo firmase.

Por un momento lo pensó, tomó la pluma y antes de firmar volvió a sentirse nervioso ¿debería hacerle caso a Sai? Dudó y al final firmó el papel.

– Un chico- dijo y el sujeto de cabello blanco sonrió complacido.

– Sígame por favor ¿Señor?

– Uchiha, Sasuke Uchiha.

– Muy bien Uchiha-san, por aquí- lo dirigió dentro del edificio y pasando un largo pasillo abrió la primera puerta –Que disfrute su estancia- rió dejándolo pasar.

Entró un tanto nervioso, vio la camilla y comenzó a sentirse acalorado, el vapor inundaba la habitación, provocando que el traje azul marino que tenía puesto le incomodara. Se quitó la leva y divisó a un joven del otro lado del cuarto, algo en él le llamó la atención, quizá su piel extremadamente pálida, o sus ojos color verde.

– Buenas noches, mi nombre es Gaara y seré su masajista- talvez su cabello rojizo era lo más admirable de ese chico –En aquella puerta podrá desvestirse- señaló y se dio media vuelta.

Sasuke entró y se desvistió aún más nervioso que antes ¿Por qué tenía que comportarse así? Ya que estuvo totalmente desnudo, tomó una toalla blanca y se la anudó en la cintura, respiró para relajarse y salió a donde estaba la camilla. Gaara estaba vestido únicamente con un bóxer negro ajustado, le indicó al pelinegro que se recostara bocabajo y una vez en esa posición, comenzó con el masaje. A cada movimiento de esas pálidas manos, Sasuke sentía que todo su cuerpo suspiraba de gusto, ya no le dolía el cuello ni los hombros, se sentía muy bien, tendría que comprarle algo a Sai por tan buen consejo.

– ¿Cual es tu nombre?- pronunció el pelirrojo sobre la oreja del Uchiha.

– Sa-Sasuke- trastabilló en un escalofrío. Sintió el aliento de Gaara muy cerca de su cuello y cerró los ojos fuertemente al sentir esas manos cerca de sus muslos.

Poco a poco Gaara fue obligando a Sasuke a abrir las piernas, el moreno respiraba lentamente, disfrutando de los movimientos que ya eran caricias. Los pies, las pantorrillas y los muslos interiores, cada parte de sus extremidades vibraban ante el pelirrojo, inconcientemente Sasuke gimió quedito, sentía su respiración más lenta y dificultosa, un cosquilleo le recorrió la espina hasta el vientre y una sensación de erección le aterró, le dolía el pene y levantó un poco las caderas, Gaara se dio cuenta y sonrió sintiendo la misma presión bajo su ropa interior.

Lentamente levantó la toalla que cubría la cintura de Sasuke y continuó con el masaje, recorrió ese redondo trasero hasta acercarse a su entrada, seguramente virgen. El pelinegro no podía pensar claramente ¡cómo podía permitir que el chiquillo se tomara esas confianzas! Pero no podía reclamar, esas sensaciones jamás las había experimentado, ni siquiera el sexo con Karin se podía comparar con esas habilidosas manos que delineaban tiernamente su ano.

– Deten… detente…- suspiró cerrando las piernas, no podría permitir que esto se saliera de control. Apoyándose con las manos, se irguió hasta quedar a hurtadillas en la camilla.

– No te preocupes- sonrió avergonzado –Creo que tú no eres de eso clientes…- realmente se lamentaba que Sasuke no quisiera continuar, tenía un muy buen cuerpo y no le caería nada mal liarse un poco con ese pelinegro.

– Podrías…- el pelirrojo notó la indecisión en esa mirada negra y sonrió de lado, quizá después de todo no terminaría nada mal la sesión – ¿Podrías clocarte detrás?- el rubor en las mejillas blancas de Sasuke se acrecentó, enterneciendo al ojiverde.

Gaara asintió y le pidió que bajara para que recargara el cuerpo contra la camilla, ya en esa posición, el pelirrojo se acercó a su espalda hasta que su pecho chocó contra esa blanca piel, escuchó lo que sería un gemido y su miembro se irguió. Comenzó a mover la cadera contra el trasero del Uchiha, aunque ninguno se había deshecho de sus prendas, Gaara podía sentir esas redondas nalgas fuertemente apretadas y Sasuke sentía ese miembro restregándose contra él.

¡Por el maldito infierno!

Apretaba las sábanas fuertemente, inconciente abrió más las piernas para sentir más profundo el pene de Gaara quien gustoso se frotaba más rápido.

Nunca hubo un contacto directo con su entrada, nunca hubo intercambio de palabras, sólo se escuchaban los gemidos de una semi-penetración, no hubo besos, no hubo caricias y sin embargo, los dos hombres dentro del cuarto se vinieron fuertemente manchando el piso de semen. Con las últimas respiraciones, Gaara guió a Sasuke hasta el baño y se ducharon juntos, sonriéndose cómplices, cómo dos desconocidos, cómo dos extraños que habían experimentado el éxtasis al unísono.

Una vez pagado el masaje en la recepción, el viejo Jiraiya no podía dejar de sonreír al ver a Sasuke Uchiha alejándose con la cabeza gacha, subiendo a su Mercedes y arrancando a toda velocidad.

Esa noche, hizo el amor con Karin como nunca antes.

x — x — x —

– Infidelidad; acto que realiza una persona cuando miente y/o engaña a su pareja con otra persona, ganándose el nombre de infiel.

Sasuke lo miró ceñudo por sobre la pantalla de la computadora – ¿Qué demonios haces con ese diccionario?- preguntó harto de escuchar a su primo citar frases y significados.

– Consultando información valiosa- Sasuke levantó una ceja irónico –Digamos que hay algunas palabras que no sabía que conocía y me gustaría saber que significan- hojeó el grueso libro y volvió a hablar –Infidelidad, desconfianza, temor… remordimiento...

Seguramente era una extraña coincidencia, una muy escalofriante y aterradora, o simplemente Sai ya sabía lo que había hecho y estaba restregándoselo indirectamente, como fuera… ya había experimentado lo que era relacionarse con un hombre y no tenía intenciones de repetirlo. Su carácter había mejorado, de eso no había duda, el trabajo lo hacía más rápido incluso casi no se molestaba con su primo. Ya habían pasado tres semanas desde su encuentro con Gaara y aún se sentía relajado, rara vez recordaba lo que había sucedido y molesto veía su entrepierna gritando por atención.

Quizá una segunda vez no le haría ningún mal.

Después de todo está totalmente conciente que no es gay y que no piensa engañar a Karin con ninguno de esos chicos, sólo era curiosidad.

x — x — x —

A la cuarta semana Sai finalmente había dejado de molestarlo porque Kakashi ya había regresado de sus vacaciones y la tranquilidad había regresado como caída del cielo a su oficina. Cómo no tendría que esperar a su primo, trabajó hasta tarde para ir de nuevo al spa y hacer una nueva reservación. Esperaba que no se le hiciera una costumbre, engañar a Karin nunca había sido una opción en su relación, lo que menos esperaba era terminar su compromiso cuando la estabilidad emocional era de lo más placentera, esta sería la última vez que lo intentase por lo menos eso esperaba hasta que saciara su curiosidad.

Condujo despacio hasta llegar al lugar, miró el reloj y se sorprendió que ya eran las ocho menos diez, suspiró y estacionó el auto. El viejo Jiraiya pudo reconocer a ese hombre joven en la entrada. Lo miró y sonrió cuando Sasuke se acercó para hacer una nueva reservación.

– ¿Con una jovencita o un varón?- preguntó extendiendo los papeles, sintiéndose extrañamente satisfecho de escuchar la misma respuesta de la primera vez –Por favor, sígame.

Caminaron de nuevo por el pasillo y Sasuke sintió su corazón latir agitado cuando se acercaron a la primera puerta; el cuarto donde está Gaara, ¿tendría que terminar su experiencia con el pelirrojo? Muy dentro esperaba que sí, de nuevo su estomago era un hoyo negro y sus manos un mar de sudor, pero se desconcertó cuando pasaron de largo.

– Gaara no está disponible por ahora- explicó Jiraiya sin mirarlo –Hoy lo atenderá uno de mis mejores masajistas- caminaron un poco más hasta llegar a la habitación número nueve – Que disfrute su estancia- y con una reverencia se retiró.

Fue en ese momento que realmente se quedó completamente perplejo.

Del otro lado de la habitación se encontraba un rubio recostado sobre un mullido sofá, tenía un bóxer color azul cielo aún más pequeño que el de Gaara, su brazo izquierdo estaba detrás de su cabeza y con la otra miraba su móvil como leyendo un mensaje de texto. Sasuke sintió una punzada bajo su ropa interior al admirar ese cuerpo pequeño —por lo menos más pequeño que el suyo—, esas piernas fuertes y su abdomen ligeramente marcado.

Si fuese gay, seguramente diría que estaba enamorado.

– Eres un idiota…- rió el rubio terminando de escribir su mensaje y al notar que había un cliente en la puerta, se sobresaltó avergonzado –Lo siento, disculpa mi falta de cortesía- hizo una reverencia –Mi nombre es Naruto Uzumaki y seré su masajista, en esa puerta puedes cambiarte de ropa.

La diferencia con Gaara era muy notoria, tanto en el físico —la piel de Naruto es bronceada y la de Gaara es demasiado pálida—, como en la actitud. Quizá sus deseos de experimentar algo nuevo habían caído al ver que se comportaba como un niño. Sin decir nada entró al cuarto y se desvistió, tomó la toalla y al salir se recostó sobre la camilla.

Talvez ahora si podría disfrutar de un buena masaje.

Había algo en ese chico que le era extrañamente familiar, pero ¿Qué sería? En su vida nunca lo había visto, porque seguro lo hubiese recordado, esa cara de despistado, esa sonrisa amable, incluso esos ojos azules. Estaba tan concentrado quebrándose la cabeza que no se dio cuenta en que momento Naruto había comenzado con el masaje hasta que sintió los músculos de la espalda relajarse, suspiró profundo tratando de recordar, sentía que en verdad conocía a ese muchacho.

Deidara.

– ¡Es eso!- gritó de repente levantándose bruscamente sobresaltando a Naruto. Ahora lo comprendía, ese masajista es muy parecido a su cuñado ¿cómo es que no lo había notado?

– ¿Disculpa?- Sasuke regresó del trance al escuchar la voz del rubio a su lado – ¿Te encuentras bien?

– Si, no es… nada…- enmudeció totalmente cuando miró a Naruto.

¡¿En que momento el masajista se había quitado toda la ropa?!


Continuará…

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Notas finales:

¿Qué les pareció la primera parte? En sí, esta historia ya está terminada, pero tuve que cortarla porque me estaba quedando un poco larga X_______x y no me gustaría que se fastidiasen. ¿Qué les pareció el pequeño lime de Sasuke y Gaara? *O* Si les gusta ver sufrir al Uchiha ¡Este es el fic xD! La segunda parte la publicaré antes del lunes (si alguien me deja un comentario, debo responderlo antes de actualizar) sólo os aviso que habrá otro lime y un lemon completo NaruSasu w Ya me retiro… todavía no termino de responder las reviews de Cupido Estúpido así que voy corriendo a replayar n_____n cuídense mucho y si alguien leyó ¡muchas gracias!

Feliz Cumpleaños Safri-koi
20 enero de 2010

Leona Dark


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