Misión imposible: Conquistar a Hanamichi
Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen
By Paz
Capítulo 1: Obsesión
-¡¡Voy a ganar!! -dijo Hanamichi enfrentándose a Sendoh.
No ha podido olvidar esa actitud prepotente, creyó encontrarse ante un gran jugador, sin embargo no fue así, no tardó en saber que era un novato, que lo ignoraba todo del básquet.
Sin embargo, no pudo evitar sentirse atraído por su inocencia e ingenua personalidad. Por ese motivo quiso saberlo todo de él, la única persona que podía darle esa información era pedirle ese favor a su compañero de equipo Aida Hikoichi.
Mientras esperaba tener en su poder todo lo referente a Sakuragi acudía algunas tardes después de su entrenamiento hasta su preparatoria con la clara intención de conseguir su amistad para luego tener su confianza.
Las veces que se acercó a Shohoku solo pudo verle marchar con sus amigos, riendo y fardando sobre sus cualidades en la duela, autoproclamándose un tensai. Le agradó aun más, llegando al punto de obsesionarse, espiando todos sus movimientos.
Aida fue muy eficiente, había llenado varias páginas con todo lo que pudo averiguar. En sus notas figuraba la mala fama que tenía Sakuragi y sus amigos, eran considerados unos matones, se enteró de los cincuenta rechazos que había recibido en la secundaria baja y también que se había inscrito al club de básquet de Shohoku a causa de una chica de la que estaba enamorado, nada de eso le desanimó.
Quería a Sakuragi, estaba dispuesto a conseguirle como diera lugar porque no tenía intención de renunciar sin antes luchar. Iba a persistir en su objetivo hasta conseguir su propósito.
Tan concentrado estaba en sus planes para conseguir al pelirrojo que no se dio cuenta que otra persona estaba atenta a sus movimientos mientras creía estar solo.
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La primera vez que le vió fue por casualidad, estaba recogiendo su bicicleta cuando escuchó que alguien hablaba cerca.
Pensó que no era de su incumbencia oír conversaciones ajenas, por ello, agarró el manillar y se dispuso a alejarse caminando para pasar inadvertido. No deseaba que descubrir su presencia y pensaran que estaba oyéndoles.
-Mío... tiene que ser mío..., a cualquier precio, caiga quien caiga..., no cejare hasta poseerlo.
Se inmovilizó, esa voz sonaba muy amenazante. Llevado por la curiosidad miró por encima del seto para ubicar a la persona que así se expresaba. Tuvo suerte al ver que le daba la espalda. Aun así no tuvo inconveniente en reconocerle, su cabello erguido era inconfundible.
Sus palabras fueron inquietantes, por lo que no tuvo inconveniente en enterarse quien era el chico que provocaba tal efecto en Sendoh. ¡¡Ese idiota no sabía lo que era hacer el ridículo llevando ese peinado!!
Ladeó la cabeza para ver hacia donde estaba mirando. En aquel mismo instante, un alborotado grupo de chicos salía del gimnasio, eran la Gundam de Sakuragi, este apareció tras ellos, se irguió un poco más, con cuidado para no alertar de su presencia a Sendoh. El pelirrojo avanzaba con pasos decididos hasta alcanzar a y adelantar a sus amigos. Se fijó que miraba a su alrededor con expresión distraída, más sus ojos estaban alertas. Su actitud le hizo saber que presentía el espionaje, pero no conseguía ubicar al autor del mismo. El comportamiento de Sakuragi le convencieron que aquella no era la primera vez que Sendoh merodeaba por allí.
Sendoh se desplazo en cuclillas tras los arbustos para buscar una mejor ubicación, procurando no hacerse notar, apartó un par de ramas, obteniendo así una mejor visión del objeto de su obsesión.
Estaba tan concentrado en mirar hacia Sakuragi que no advirtió que a su vez era sometido al mismo trato.
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Sintió un perverso placer en descubrir su presencia a los demás y dejándose llevar por él montó en su bicicleta y enfiló recto hacia los arbustos, con los parpados semicerrados, los esquivo apenas rozándolos, volvió a evitar otro y cayó sobre Sendoh que se había vuelto y quedo tan sorprendido por la inesperada aparición que no tuvo tiempo para evitarle, cayéndole encima Rukawa y su bicicleta.
Sus reflejos mermados por la concentración de sus pensamientos no respondió de inmediato y cuando quiso darse cuenta estaba tirado en el suelo enredado en la bicicleta que había caído sobre él.
Rukawa tuvo que evitar el brillo divertido de su mirada, dejándose caer en sentido contrario a su medio de transporte.
Se sentó en el suelo, como aturdido, alzaba los parpados con exagerada lentitud, cuando sus pupilas quedaron a la vista, su mirada parecía preguntarse que había ocurrido.
-¿Rukawa, estas bien? -sintió que jalaban de él para ayudarle a levantarse.
-¿Qué... qué...? -tartamudeo, quedándose sin palabras, incapaz de fingir. Ver a su lado a Sakuragi era bastante sorprendente. Su Gundam estaba ayudando a Sendoh a desembarazarse de la bicicleta.
-¿Te quedaste dormido?
-No..., no recuerdo -le parecía increíble que Sakuragi mostrara cierta preocupación por él. Se dirigió hacia su bicicleta, comprobó que estaba en perfecto estado, el había tenido buen cuidado para que no sufriera daños, sin embargo, con el idiota nunca podía saberse. Con la clara intención de marchar, se montó en ella al pasar junto a Sakuragi murmuró solo para él- Estoy bien, gracias.
Sakuragi se quedo estático viéndole irse.
-Vámonos, chicos. Vayamos en busca de diversión, me han dicho que han puesto un nuevo pachingo -sus amigos fueron tras él dejando a Sendoh en el olvido.
-¿Cuánto tienes para gastar? -preguntó Noma.
-Poco.
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Una semana más tarde, los accidentes fortuitos que sufría constantemente Rukawa comenzaron a ser fastidiosos. Eran demasiado frecuentes, además siempre le ocurría cuando él estaba rondando alrededor del pelirrojo, con la consiguiente perdida de tiempo porque no conseguía acercársele para expresarle lo que sentía por él.
Decidió cambiar de táctica, sabía que se reunía a menudo en Danny's con sus amigos y también que enfrente había una pequeña plaza, podía esperar ahí, seguirles sin dejarse ver y abordarlo cuando quedara solo. Le pareció un buen plan y tras perfilar todos los detalles para que nada fallara se fue a dormir con una satisfacción que no sentía desde que comenzó a ir tras Sakuragi. Esta vez Rukawa no iba a conseguir apartarle de él.
-…l es mío. Me pertenece. -murmuró antes de quedarse dormido.
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Al dejar el gimnasio, dió un rodeo para aparecer por otro lado sin ser visto, y quedo bastante sorprendido al no ver la presencia de Sendoh, ni por el jardín, ni por los alrededores de la preparatoria, pensó que había desistido de su deseo por lo que se dirigió hacia su casa.
Se sentía molesto y no sabía que provocaba esa emoción, últimamente, también él estaba actuando de forma muy rara. Fue un pensamiento rápido que no se detuvo a analizar.
No tardó en saberlo. Si fuera él no hubiera abandonado la persecución de su objetivo. Creyó comprender que Sendoh pensaba lo mismo. Sin dejar de pedalea iba cavilando, tratando de pensar como ese idiota, al cabo de un rato desistió, le resultaba imposible meterse dentro de su cabeza. No le conocía lo suficiente para adelantarse a sus propósitos.
"¿Qué harías tú?" Se preguntó, al instante una vocecilla sonó clara en su mente "Conquistar a Hanamichi"
Sobresaltado por ese evidente deseo, instintivamente puso el freno, fue tan brusco que casi sale despedido por encima del manillar, siente como le tironean de la camisa, impidiendo que aterrizara al otro lado de cabeza.
-¡Ey, zorro! -dijo una voz conocidísima- ¿Pretendes matarte? O ¿Te olvidaste de algo para frenar así? -tenía un tono divertido en su voz.
Kaede se volvió hacia él para contestarle malamente, cuando atisbó a ver una cabellera que se ocultaba en la entrada de un local comercial.
-¡¡Es eso!! -murmuró respondiendo a sus pensamientos.
-¡Eh! -Hanamichi quedó perplejo creyendo que le daba la razón- No vayas a hacer tonterías -le pidió inquieto- Solo era una broma.
-Vámonos, Hanamichi -su Gundam le llamó a coro.
Dirigiéndole una mirada inquieta Sakuragi dudó.
-Vete... -le pidió
Sakuragi así lo hizo.
Al quedar solo se bajó de la bicicleta y estuvo comprobando que la cadena del freno no se había aflojado. Mientras se entretenía fingiendo ajustarla, observó que Sakuragi y sus amigos no estaban a la vista.
Se montó y reanudó su camino, no sin antes fijarse donde se encontraba. El lugar se le hacia familiar, no tardó en ver a pocos metros el letrero anunciador de Danny's. Recordó que en ocasiones Sakuragi llamaba a voces a sus amigos para encontrarse ahí.
Sendoh también debía conocer ese detalle y su táctica ahora era esperarlo a la salida del local. Pensó que no perdía nada con alargar su regreso a casa, no siempre la casualidad iba a ponerse de su lado. Sabia que podía marcharse tranquilo, Sendoh no podía alargar su persecución por la evidente perdida de tiempo. Sakuragi estaba seguro, por ello se dirigió a su casa, tras una ligera cena, salió a practicar a una cancha cercana.
A su regreso, tras un par de horas de entrenamiento personal, dispuso todo para realizar un baño relajante antes de acostarse.
Estaba decidido a llevar a cabo su propio plan. Si Sendoh iba tras Sakuragi es porque sabía que tenía alguna posibilidad, él siempre pensó que el interés que mostraba por la hermana de su capitán era real, por ello, prefirió mantener una rivalidad con Sakuragi que ser ignorado completamente. En ningún momento se le ocurrió pensar que Sendoh no tenía esa certeza, que solo actuaba llevado por sus hormonas.
Antes de dormirse murmuró:
-Misión casi imposible: Conquistar a Hanamichi. -una sonrisa curvó sus labios.
Continúa en el próximo capítulo...
Paz