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SKITTLES por vaaliita

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Notas del capitulo:

Hallo!!

Un pequeño one-shot para leer

Espero les guste, disfruten :) 

SKITTLES

 

Si sale verde te quitas una ropa…

 

Si sale azul te beso…

 

Si sale rojo…sorpresa…

 

Si sale mora me dejas tocarte…

 

Si sale naranjo tienes que hacer lo que yo quiera…

 

Todo puede suceder con dos gemelos apasionados y una bolsita de skittles.

 

 

 

Caminaba por la plaza sin saber qué hacer, ese día lo tenía libre y se aburría más que nunca, por qué siempre sucedía eso, cuando tienes algo que hacer, esperas terminarlo rápido u odias tener que hacerlo porque tienes otras cosas más importantes que hacer. Pero ahora que al fin tenía el día libre, no tenía nada que hacer.

 

Entró a una tienda de ropa a mirar un rato, tenía suficiente dinero como para comprarse una linda chaqueta o unos zapatos, pero no se le daba la gana. Vio en otras tiendas un rato más hasta que su celular comenzó a sonar.

 

- Qué pasa Tom- contestó molesto, este se había quedado dormido hasta muy tarde y no había querido pasar un lindo día con él, justo el día que tenían libre para poder estar tranquilos y juntos, Tom no quería.

 

- Bill…no te enojes, quiero que vengas a la casa…te tengo una sorpresa…

 

- está bien

 

Esta vez su ánimo había mejorado, caminó a casa cuando de pronto su estomago rugió, no había tomado desayuno y se moría por algo de comer. Dio unas pocas vueltas hasta que se encontró con un pequeño quiosco, allí no lo pensó dos veces y volvió camino a casa con un paquete extra grande de skittles en la mano.

 

Amaba tanto a Tom, definitivamente no podía estar enojado con él. Al llegar a la casa, las camas estaban hechas y la casa relucía por lo limpia.

 

Al llegar corrió a abrazarlo fuertemente.

 

- que linda sorpresa Tomi…- susurró en su odio alegre, pues hace algunos meses Tom dejaba a Bill con todas esas tareas.

 

Se sentaron en el sillón a ver televisión mientras Bill continuaba comiendo los dulces.

 

El mayor lo miró fijamente, veía como sacaba un dulce de la bolsita con sus largos y delicados dedos, y luego lo depositaba en su boca, donde esos sensuales labios lo llamaban, se preguntó en un momento si Bill lo hacía a propósito, nunca había visto a nadie comer dulces de esa forma tan provocativa.

 

- ¿me das uno?- le preguntó extendiendo la mano hacia el menor

 

- claro- sacó uno color rojo del paquete y lo dejó en la mano de Tom- toma…

 

Lo sostuvo entre sus dedos por harto tiempo y lo observó detenidamente antes de comérselo. Luego de inmediato quiso otro.

 

- si sale azul me das un beso

 

- cómo- río mirándolo con una ceja levantada

 

- dame otro más y si sale de color azul me tienes que dar un beso

 

- ¿un beso? ¿Con lengua?- dijo pasándose la misma por los labios provocativamente.

 

- ¿de verdad me estas provocando Bill Kaulitz?- al perecer sus dudas eran ciertas, Bill le había estado coqueteando

 

- no…- sonrió inocentemente

 

- bueno, entonces dejémoslo, azul y me das un beso

 

- está bien, veamos qué sale  

 

Animosamente metió una mano en la bolsita de dulces con los ojos cerrados, movió la mano y tomó uno al azar. Sacó uno, y una pelotita color celeste apareció entre sus dedos. Tom se acercó más y las comisuras de sus labios se curvaron mientras miraba triunfante.

 

- espera un poco, esta es color celeste, no azul- dijo  y luego se la llevó a la boca para comérsela lentamente, cerró sus labios y los movió mientras se comía el dulce, para terminar se pasó nuevamente la lengua por los labios- cierra la boca amor- terminó mirando a Tom

 

- es lo mismo, son de la misma gama de colores, me debes un beso o es que no lo quieres – intento poner la cara más sexual posible y también sacó su lengua mientras jugaba con su piercing en el labio, intentando esta vez, él provocar a su gemelo- bueno está bien…

 

- bueno, esta vez podemos hacer una excepción- se rindió- pero es celeste, no azul

 

- ya no quiero tu beso

 

- Tomi, tu dijiste que querías que te diera un beso…

 

- a la próxima…- río al ver al menor quedarse con la ganas, él se lo había buscado, si hubiese aceptado el beso desde el principio todo hubiese sido diferente.

 

- dime un color…

 

- azul…mejor dicho celeste…- se corrigió de inmediato

 

El menor volvió a sacar uno con los ojos cerrados, esta vez esperaba a que saliese uno celeste, al sacarlo vio el color de reojo dándose cuenta de que era color naranjo, no quería ese así que sin que el otro se diese cuenta lo volvió a meter y buscó uno celeste para luego restregárselo en la cara al mayor.

 

- aquí tienes tu beso- dijo dándoselo

 

- gracias- lo tomó y se lo hecho a la boca saboreándolo- pero ya sabes lo quiero con lengüita y con todo…

 

- acércate Tomi- dijo haciéndole una seña con el dedo para que se acercase

 

El mayor obedeció por puras ganas de saborear a Bill, se acercó y con una mano le rodeó la cintura y con la otra el cuello. Cuantas ganas tenía de besarlo y  saborear sus labios, se preguntaba por qué hace tanto tiempo que no jugaban a algo o simplemente tenían un poco de sexo alocado, pero a Bill no se le daba la gana, ahora sí que le darían ganas cuando le diera ese beso.

 

Sus lenguas al sentirse comenzaron a jugar frotándose suavemente, nunca había dado un beso tan dulce como ese, tenía gusto a skittles, su dulce favorito saboreado de Bill, más perfecto y sabroso aun. Se acercó más a Bill y acomodó su rostro para poder sentirlo más. Bajó su mano por la cintura de Bill hasta su muslo comenzando a acariciárselo, pero cuando subió un poco más la mano hacia su entrepierna Bill le tomó los hombros y lo alejó.

 

- ¿qué pasa Bill?- preguntó Tom extrañado

 

- hasta ahí solamente, no quiero que nos pasemos de la raya

 

- ¿pasarnos? ¿De cuál raya me hablas?

 

- Tomi…tú sabes, no quiero hacer el amor en estos momentos – se defendió

 

- no me digas que te llega el periodo como las mujeres

 

- no- exclamó mirando la bolsita de skittles

 

- ¿entonces…?

 

- primero quiero que juguemos un poco…- dijo sacando un dulce color rojo y metiéndoselo a la boca.

 

Tom se recostó en el sillón mirando a Bill, le gustaba la idea, parecía entretenido, pasar algunas pruebas para después llegar al cielo junto a Bill en la cama. Asintió sonriendo.

 

- entonces…si sale rojo lo hacemos ahora mismo- dijo desafiante

 

- ¿seguro?- a Bill se le escapó una pequeña risita

 

- sí, si…

 

- bueno…a ver

 

Volvió a meter los dedos en la pequeña bolsita y sacó un dulce, pero nuevamente salió color celeste.

 

- lo siento cariño, creo que vas a tener que aguantarte las ganas

 

- saca otro

 

Bill metió los dedos nuevamente y salió uno color verde. Tom lo miró decepcionado y se lo quitó de las manos para comérselo él, le pidió al moreno que sacase otro, pero nuevamente salió cualquier otro color, menos el esperado, otro y otro, nunca salía el que él quería que saliera.

 

- Bill, creo que estás haciendo trampa…

 

- no, yo solo los sacó y no veo cuales salen

 

- entonces, si sale verde quiero que te quites…

 

- no- lo interrumpió- si sale verde tú te quitas tu chaqueta y los zapatos

 

- no lo haré

 

- sí lo harás - dijo serio, pero a la vez feliz

 

- no- se acercó a Bill serio

 

- siii- se acercó a Tom desafiante 

 

- no

 

- lo harás y punto

 

- está bien- se rindió al final alejándose de Bill tímidamente – de verdad que a veces me das miedo hermanito…ojala fueras así en la cama- río

 

- ya verás…

 

Metió una mano al paquetito y mágicamente salió uno rojo, el mayor lo miró de reojo entrecerrando los ojos, Bill le sonrió inocentemente y se lo echó a la boca sonriendo, era el último y solo él lo sabía. Lo volvió a intentar y esta vez salió uno verde.

 

- uno para Bill- dijo el menor riendo ante la mirada frustrada de su gemelo

 

- está bien, pero me toca

 

Tom se agachó y se quitó los dos zapatos que traía, por lo menos eso significaba un paso más para estar en la cama con Bill. Se quitó también su gran chaqueta negra, quedando con su gran polera también negra con una figurita en medio.

 

- ya…quiero intentar de nuevo, si sale rojo, ya sabes

 

- está bien- dijo suspirando, sabía que no saldría ningún dulce rojo en ningún momento.

 

Fue el mismo juego de antes, el moreno sacó casi cinco dulces y ninguno fue rojo hasta que Tom se harto.

 

- me aburrí- dijo cruzándose de brazos- de verdad creo que estás haciendo trampa…dame la bolsita

 

- no Tomi, son mis dulces

 

- Bill…- dijo abalanzándose sobre el menor

 

Estiró los brazos lo que más puedo para que Tom no lo alcanzara, pero este se tiró encima de él intentando tomar la bolsita de dulces. El menor tomó el paquete con una mano y estiró el brazo pero el mayor estuvo a punto de alcanzarlo, entonces se hizo una bola bajo él rápidamente y luego lo empujó a un lado para poder salir del sillón y correr.

 

- no te atrevas…- dijo el moreno arreglándose su pelo todo despeinado

 

Tom lo miró y salió corriendo detrás de él por toda la sala hasta que lo pilló agarrándolo de la cintura.

 

- ¡Tom!- exclamó Bill riendo con una mano en las manos de Tom para poder soltarse y con la otra en el aire junto con el paquete de dulces estirándola lo más lejos.

 

- dámela Billa

 

- no…

 

Volteó a Bill y le tomó un brazo con una mano mientras que con la otra intentaba alcanzar la bolsita, eso no era justo, él era un poco más bajo que Bill y además estaba sin zapatos, en cambio Bill tenía puestos sus tontas botas que tenían plataforma. Agarró la muñeca del menor y la movió para que a este se le cayera la bolsa.

 

Apenas la sujeta con la puta de los dedos, Tom tenía mucha más fuerza que él así que de pronto la bolsita se ladeó a un lado y resbaló de sus dedos cayendo al suelo junto con todos los dulces que quedaron esparramados por el piso.

 

- Tom…ya no tenemos con que seguir jugando…- dijo agachándose para tomar uno y mirarlo.

 

- aun no han pasado seis segundos- Bill lo miró con los ojos entrecerrado amenazante.

 

- Te lo dije…- se defendió mirando el suelo y dándose cuenta de una cosa- oye! No hay ninguno rojo…

 

- me los comí en el camino, sabes que son mis favoritos- sonrió a Tom inocentemente, ahora él era el acusado.

 

- bueno…entonces podríamos ir a comprar más- dijo de inmediato Tom, comprarían una nueva bolsa lleno de dulces rojos.

 

- vamos…

 

 

 

--

 

 

 

Bajaron al estacionamiento, Bill riendo se subió al auto al ver como Tom iba sin su chaqueta y sin sus zapatillas, tenía solo sus calcetines, pobre, se moriría de frío con esto del invierno en Berlín, no había nevado por suerte, pero aun en el estacionamiento cerrado se sentía aun aire gélido.

 

- lo siento Tomi, pero así son las cosas

 

- ya verás…- dijo mientras ponía el auto en marcha y doblaba la cabeza mirando hacia atrás para ver que no chocaba con ningún otro auto, no quería que su deportivo tuviese alguna raya.

 

Se demoraron un poco en llegar al quiosco más cercano, aunque hacía frió, muchas personas habían salido, seguramente para comprar algún regalo de San Valentín. Tom no le tomó mucha importancia al recordar que en pocos días más sería el día de los enamorados, para ellos todos los días era esa fecha, no últimamente, pero recordaba cuando antes lo era e iba a volver a ser así. 

 

Se estacionó en un lugar poco circulado para que Bill pudiese ir tranquilo a comprar los dulces, él no podía bajar por alguna razón que se debía a su hermano, pero no le importaba, con tal de que el menos no los abriese antes y se volviera a comer todos los de color rojo.

 

- hazlo rápido y no los puedes abrir hasta que estés aquí – le advirtió antes de que Bill cerrase la puerta del auto

 

- tranquilo…- y cerró la puerta

 

No tuvo que esperar mucho tiempo cuando Bill llegó corriendo al auto abrazándose a sí mismo. Cerró la puerta de inmediato y miró a Tom mostrándole la bolsa de dulces. El mayor puso en marcha su auto y entró al pedazo de carretera que tenían que tomar para llegar a su apartamento 

 

- las tengo- dijo abriéndola la bolsa y sacando unos cuantos para luego metérselos en la boca.

 

- dame- pidió el mayor

 

- estas manejando

 

- Bill…no seas así, solo uno

 

- toma- dijo dándole uno

 

- yo quiero elegirlo, alcánzame el paquete – dijo mirándolo de reojo

 

Acercó la bolsa al menor y el otro se la quitó de las manos riendo, Bill se lo hubiese quitado de las manos si no hubiese sido porque iban en la carretera y era peligroso.

 

Tom lo miró sacándole la lengua mientras con una mano sujetaba la bolsita y el volante, y con la otra intentaba sacar uno. Pero para mala suerte suya, cuando estaba a punto de meterse uno a la boca un auto se cruzó rápidamente y tuvo que tomar al volante con las dos manos haciendo que el dulce cayera entremedio de sus piernas y el paquete en el suelo junto a sus pies.

 

- ¡mierda, qué se cree ese hijo de puta! – Dijo molesto hasta que escuchó las risas del menor - ¿de qué te ríes Billa?

 

- de ti cariño…eres tan…- suspiró y decidió callar con la mirada amenazante que su hermano le había dirigido.

 

No hablaron hasta que al fin salieron de la carretera. Entonces Bill se acercó un poco a Tom apoyando una mano en la pierna de este.

 

- qué haces…

 

Se agachó más, apoyando la cabeza en las piernas del mayor y con la mano libre comenzó a buscar la bolsita de dulces que se había caído nuevamente gracias a Tom.

 

- Bill…- dijo un poco incomodo por la mano del menor en su muslo y su cabeza aplastando su entrepierna - amor…

 

- espera, ya casi lo tengo – dijo moviendo la cabeza un poco hacia atrás para poder mirar mejor donde había caído la bolsita.

 

- Bi…Bill

 

- ya…- dijo levantando la cabeza, colocando esta vez la mano entre las piernas del mayor para poder afirmarse.

 

- dos cosas- dijo concentrado en el camino, pues con Bill ahí se le hacía difícil- lo que haces se ve extraño…y ¿¡Quieres que nos matemos?!

 

- no- dijo moviendo sus dedos cerca de Tom, haciendo que este se moviera un poco- jamás querría eso, pero te digo yo algo. Muchas personas hacen eso en los autos…uno maneja y el otro se la…

 

- pordios Bill…- lo interrumpió- Sabes que mi sueño es hacerlo en todas las partes posibles, pero…ese no es mi estilo

 

- ¿no quieres?- preguntó inocentemente acercando sus labios al oído del mayor, este no dijo nada y solo se quedó mirando el camino- bueno, en todo caso esa no era mi intención, yo solo quiero los dulces…- dijo colocándose en la misma posición de antes.

 

- no, Bill no- dijo frenando bruscamente.

 

Creyendo que con eso podría detenerlo, pero el menor no había quitado la cabeza de allí e iba a acomodar la mano para que no le molestara a Tom, pero con la frenada había perdido el equilibrio y para al recobrarlo había apoyando la mano bruscamente en la entrepierna del mayor.

 

- ¡Mierda Bill!- gritó cerrando la piernas y contrayéndose de dolor, pues Bill le había dado como una patada.

 

- la tengo – dijo con la bolsa de dulces en la mano, colocándose de una vez en su asiento- ¿por qué tienes esa carita Tom?- dijo mirándolo extrañado, sabía que al pareces había aplastado algo con la mano, pero tal vez había sido solo su pierna… ¿o no?

 

- ¿acaso no te gustaba como te hacía el amor?- dijo sujetando el volante con fuerza y con la cabeza apoyada en el mismo

 

- ohh no…mate a nuestro regalón– dijo tapándose la boca con las manos- ohh Tomi, lo siento, lo siento tanto… ¿cómo está?

 

- sí, gracias estoy bien, de maravilla- dijo sarcástico

 

- de verdad perdóname…

 

De pronto unas bocinas y unos gritos los sacaron de su conversación.

 

- ¡vayan a hacer eso a otra parte niños!

 

- ¡ordinarios!

 

- ¡gays!

 

- ¡nena, por qué mejor no vienes para acá!

 

- ¡cállate hijo de zorra! - gritó Tom furioso ya totalmente recuperado– ¡si les importa tanto váyanse a otra parte, nadie los invitó a ver!

 

- ¡estamos en la calle imbécil! ¡Estás haciendo taco…muévete puto!

 

Volvieron a tocar la bocina varios autos, el mayor estuvo a punto de bajarse del auto a golpearlos, pero Bill lo tranquilizó diciendo que se apurara, para que pudiesen llegar más rápido a casa a hacer sus deberes.

 

Bill le acarició la pierna y aceleraron al auto, pero antes de eso Tom sacó un brazo para afuera levantando el dedo de en medio, justo el señor que estaba detrás de ellos les gritó unas cuantas maldiciones y había intentado hacerle un topón al auto, pero obviamente el deportivo del Kaulitz mayor ya había desaparecido de la calle.

 

- Tom…- lo tranquilizó Bill, pero de ponto Tom empezó a reír

 

Bill lo miró extrañado, pero lo tomó también con gracia y los dos se fueron muertos de la risa hasta el estacionamiento.

 

 

 

--

 

 

 

Fue el primero en entrar con la bolsa de dulces en la mano, estaba ansioso por seguir haciendo eso, también quería que saliera uno rojo, le gustaba cuando no lo hacían por harto tiempo, así después Tom se volvía loco.

 

- bueno te toca decir…y no me digas que quieres el color rojo –disimuló, eso era lo único que quería, por qué se torturaba de esa manera. 

 

- no…tengo una idea mejor- dijo sentándose a una orilla del sillón- si sale naranjo, tienes que hacer lo que yo diga…

 

- mmm…me gusta, pero tienes que tener compasión…- le advirtió

 

- sí, tu sabes cómo soy, después de que me golpeaste no seré tan cruel

 

- Tomi- alegó haciendo puchero

 

- saca uno solamente y veras

 

Bill hizo su trabajo y se tuvo que comer dos antes de que saliera el naranjo, que suerte la de Tom, pues habían acordado que solo eran tres oportunidades y justo a la tercera le había salido, como algunos dicen, la tercera es la vencida y así había sucedido.

 

- está bien… ¿qué quieres que haga?

 

- me gustaría que me sedujeras – dijo con una mirada lasciva

 

- ¿seducirte? Al mirarme ya estas derretido por mi

 

- eso crees… ¿qué no puedo vivir sin ti? - dijo parándose

 

- Es fácil seducirte  

 

- eso lo veremos, vuelvo en seguida- dijo parándose del sillón

 

Suspiro sin entender que pretendía Tom, pero dejaría que hiciese lo que quisiera – hazlo rápido…- dijo antes de que el mayor se encerrase en su dormitorio

 

Entró a la pieza y cerró la puerta detrás de él, se quitó sus pantalones y polera. Acto seguido se dirigió al armario de Bill buscando un poco de ropa para ponerse, se colocó uno de esos pantalones tan apretados que usaba su gemelo y una polera, luego se miró en el espejo riendo por su ridícula pinta, si esas poleras eran tan ajustadas que marcan el delgado cuerpo de Bill, en el se marcaban todos sus músculos, con eso mataría a su gemelo.

 

- listo- dijo abriendo la puerta y mirando el rostro sorpresivo del otro que río por su pinta pero no dejaba de mirar su cuerpo, de arriba a abajo. “Yes! lo logré”. Ahora él había seducido al menor- creo que se me ocurrió algo mejor- río acercándose caminando casi como pingüino- pero antes, no entiendo cómo te acomoda tanto esta porquería de ropa, cuesta un mundo caminar…

 

“Cómo se atreve a insultar mi ropa, le hubiese gritado miles de insultos por eso. Pero tenía una mejor idea”

 

Se dirigió al dormitorio quitándose la ropa a medio camino para luego dirigirse al closet de Tom, allí sacó lo que encontró, una larga polera, casi cuatro veces más ancha que él y unos pantalones que se las ingenio para hacer que no se le cayeran de la cintura, también tomó una cinta y se la puso en la frente.

 

- hola…soy Tom Kaulitz y soy un matador- comenzó Bill colocando una voz más grave y engreída, solo para burlarse de su gemelo- y vamos a ver si Bill es capaz de seducirme

 

Entrecerró los ojos mirando al menor, con que sí quería jugar, él le daría un poco de su propia medicina.

 

Colocó una voz chillona y comenzó- cómo puedes decir eso Tomi…si yo soy la reina de las flores, soy maravillosa, al verme ya te calientas, daa!- se burló colocando sus manos en su cintura moviendo las caderas de uno a otro lado.

 

Ahora si Tom le había molestado en serio, él no se creía una mujer.

 

- aja…eso crees Billa- dijo remarcando el sobrenombre que Tom le decía desde que eran pequeños- sabes que yo soy muy masculino, por eso quiero tener a mi gemelo hombre en la cama ahora mismo, ese chico…y lo que más amo de él es su gran pito! Sí, soy todo un macho- terminó tomando un poco de aire al final, escupiéndole todo en la cara a Tom.

 

- ehh…- se quedó mudo mirando a Bill- emm...lo siento…se supone que esto no era para pelearnos- río un poco al final acercándose al menor 

 

- creo que me descontrole…lo siento también- dijo más tranquilo tomando el cuello de Tom para abrazarlo en signo de paz- lo siento

 

- pero sabes algo…es verdad, amo todo tu cuerpo y me gusta tocarte justo en medio- dijo en su oído con sus manos en su cintura

 

- ¿mi ombligo?- preguntó inocentemente

 

- más abajo- susurró en su oreja rozándola con sus labios

 

Recorrió con sus manos la cintura de Bill hasta llegar a su vientre, iba a introducir su mano dentro del pantalón cuando Bill tomó su mano deteniéndola nuevamente.

 

- dejo que me toques si…

 

- ¿sí?

 

- si sale morado- río separándose

 

- desde ahora odio esos malditos dulces – dijo quedándose con las ganas y alejándose rápidamente de su contrario para no tentarse más.

 

- así son las cosas

 

Bill se dirigió rápidamente hacia el sillón para tomar la bolsa de skittles, intentando no tropezar con los pantalones que a cada paso se le caían más abajo, aun se seguía preguntando cómo el mayor los sostenía en sus caderas. La tomó y sacó uno frente a Tom, celeste, ese no era el que quería. Volvió a introducir la mano y…uno rojo había salido, ojala hubiese salido antes, pero ahora el desafío era otro. Al sacar la mano, nuevamente la tercera fue la vencida.

 

- muéstramelo Bill- dijo Tom acercándose como si ya hubiese triunfado.

 

- esta vez tuviste suerte…- dijo mostrando la bolita entre sus dedos

 

Tom sonrió y se acercó a Bill rápidamente para abrazarlo entre sus brazos, rodeándole por completo- te amo Bill…

 

Susurró antes de comenzar a besarlo con pasión mientras lo tomaba por la espalda acercándolo más a su cuerpo, al fin podrían terminar lo que habían empezado, ahora sí lo harían, no dejaría que Bill se le escapará otra vez.

 

Fácilmente le bajo los pantalones y tomó su cintura empujándolo contra la pared mientras el beso continuaba cada vez más lleno de pasión y fuerza, chocando sus lenguas frenéticamente, desasiéndose en gemidos de vez en cuando. Tomó una pierna de Bill y la levantó acercando sus cuerpos aun más haciendo ese beso aun más apasionado y desesperado.

 

Con la pierna que Tom sujetaba, Bill rodeó la cintura de este atrayéndolo más, sintiendo su creciente erección contra su cuerpo.

 

El de trenzas coló sus manos bajo la gran polera que traía Bill, recorrió su cuerpo con sus manos hasta quitársela y luego hizo lo mismo con la suya para que luego Bill saltara a sus brazos rodeando su cintura con sus piernas.

 

El mayor lo agarró del trasero mientras que con la otra mano acariciaba su espalda, Bill hacia lo mismo dándole pequeños arañazos, pasándole las uñas con fiereza. Tenía sus piernas abiertas frente a Tom, se sentía desprotegido con su intimidad chocando con la del mayor a través de la poca ropa que él traía, pero eso lo excitaba aun más, pero antes que nada, tenían que terminar con el juego.

 

Se separaron por unos poco segundos a tomar aire.

 

- creo que con eso es…suficiente- dijo Bill tomando aire

 

- ¿suficiente? Bill, apenas empezamos – dijo sentándose en el sillón con Bill aun encima

 

- no ha salido rojo, era solo tocarse un poco…y

 

- aun no te he tocado lo suficiente

 

- yo creo que está bien, dejemos que los skittles decidan – dijo Bill chistoso.

 

- ahora sí que sí, nunca más vuelvo a comprar de esos dulces…- dijo apoyando su cabeza en el hombro de Bill.

 

- que te apuesto a que sale rojo- dijo alcanzando el paquete que se encontraba entre los cojines del sillón

 

- está bien…

 

Bill tomó la bolsa y fuera de la visto de Tom buscó uno rojo.  

 

- ¿Cuál salió?- preguntó casi deprimido

 

- averígualo…- le dijo en el oído después de echarse el dulce a la boca.

 

Tom levantó la vista y miró como el otro le sonreía pícaramente. Le sonrió de vuelta y tomando su rostro lo acercó al suyo para besarlo.

 

Fue un beso casi desesperado, apretaba a Bill fuertemente contra su cuerpo saboreando cada parte de su boca, frotando su lengua contra la de Bill casi violentamente, sentía su sabor claramente, tenía el afrodisiaco sabor de siempre más un toque de frutilla.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Cometarios¿?

Gracias por leer :)


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