En la mansión Kido, todos descansaban debajo de los cientos de ventiladores, era un día de verano, hacia bastante calor hasta que tocaron la puerta por esas casualidades, nadie se molesto en ir a abrir salvo el mayordomo, quien miro con desprecio a los caballeros de bronce que placían sobre los sillones como perros ante el calor y el aire acondicionado a todo lo que daba.
-Señorita- llamo el mayordomo y en menos de cinco segundos estuvo adentrando al living ocho canastos cada uno con un bebe adentro.
-¿y esto?- dijo el cisne.
-queridos caballeros de Atena y Atena- leyó Tatsumi- Me dirijo a ustedes para pedirles un enorme favor, a ocurrido algo fuera de mi control y lamentablemente no puedo hacer mucho y lo único que está a mi alcance es pedirles esta pequeña atención, se que Atena me entenderá pero claro está sus caballeros están primero para ella y no sé cómo tomen la situación, mas les suplico por todos los dioses sean compasivos con este acontecimiento.
-¿Qué cosa?- Dijo Seiya sorprendido mirando a los niños en los coches.
Atena tomo la carta y continuo- Primero están las explicaciones, para comenzar esos niños que les han llegado y espero que lean esta carta antes de botarlos a la calle son mis dioses guerreros, los ocho dioses guerreros de Asgard.
Shiryu busco una imagen familiar en los moisés a su vista y encontró la que buscaba, que tenía un cinturón con lobos y en la punta del moisés la imagen de un lobo- ¿Eres Phenril pequeño?- le pregunto suavemente mirándolo despertarse, segundos después el niño le mordió la mano- Si eres el, solo el lobo Phenril me mordería- sonrió luego lo llevo en brazos para arrullarlo y hacerlo dormir, cosa que logro rápido.
Atena complacida con aquella acción siguió leyendo- Después de la guerra que se llevo a cabo aquí en Asgard, uno a uno fue llegando al palacio, primero fue Tholl y de ultimo Siegfried, los ocho volvieron con la intención de hacer el bien, proteger Asgard y por supuesto pelear desde aquí por la paz, el amor y la justicia de mi pueblo. Hace unas semanas atrás, les di un día libre y aunque Siegfried protesto, los ocho salieron del palacio para ir a un manantial no muy lejos para relajarse, paso todo un día y ninguno volvió, preocupada salí a toda prisa del palacio con un grupo de guardias y mi hermana para llegar al manantial y encontrarme con estos ocho bebes, todos tenían puestas las ropas de mis guerreros y lo que me hizo reconocerlos, además las cicatrices que los caballeros de bronce les dejaron, fue que las armaduras aun los cubrían.
-Hola Siegfried- dijo Seiya sonriendo al moisés con un dibujo de dragón del cual segundos después salió una mamila que le dio en medio de la cara.
Atena miro molesta- Seiya deja de jugar- tomo la carta y prosiguió- Junto a mi hermana hemos intentado cuidarles, pero se nos ha hecho imposible y por alguna razón las niñeras que contratamos el mismo día salían a toda prisa del palacio, con mis deberes no tengo tiempo para cuidar de mis dioses guerreros y temo que en mis largas ausencias para rezar algo les pase, por ello les ruego que los cuiden hasta que los efectos de aquel manantial se reviertan…
-Acepto- Interrumpió Shun sacando de sus moisés a tres niños para abrázalos con ternura, un dúo de gemelos que tenían dagas colgando de sus cuellos y el tercero tenía un arpa de madera en sus brazos- ya verán yo los voy a cuidar muy bien se los prometo.
-Shun eres muy pequeño- le dijo Ikki tomando al niño del arpa- en todo caso por algo estos niños espantaban a sus niñeras, por lo tanto solo los más grandes y responsables deberíamos de cuidarlos, tu y Seiya no pueden ni deben, Shun apenas puedes cuidarte solo y Seiya es un irresponsable.
-Eso lo decido yo- dijo Saori tomando la carta con rabia- Por favor cuiden de mis dioses guerreros, en especial de Siegfried, Tholl y Hagen, sobran las explicaciones. Mis dioses guerreros al regresar tuvieron una charla entre ellos y tengo entendido quienes los vencieron, así que decidí que seguramente para ellos será mejor que se queden con aquellos que les ganaron.
-Phenril te quedaras conmigo- dijo Shiryu viendo al pequeño metiéndose la manga de su camisa a la boca- eres Phenril, no cabe duda.
Saori dijo con enfado- ya dejen de interrumpir- volvió a mirar el papel y continuo- Seiya te quedas con Siegfried y Tholl mas te vale que les trates bien, Shiryu te dejo a cargo a Phenril y Alberich por favor cuídales y ten cuidado porque desde que se volvieron bebes Phenril muerde a toda hora y Alberich golpea con lo que tiene en las manos, Ikki te dejo a cargo a Mime y Bud, estoy seguro que podrás con los dos, Hyoga te encargo Hagen y te lo advierto trátalo bien o le diré a mi hermana cosas espantosas de ti que se, finalmente Shun te dejo a Syd, por favor te lo ruego no lo separes mucho rato de Bud, cuando siente que se aleja de él llora desconsolado y no hay forma de calmarlo, Atentamente Hilda de Polaris desde la lejana tierra de Asgard.
-Ja, lo sabía yo cuidare de al menos dos- dijo Seiya triunfante.
-Oni-san, me dejas quedarme con los dos gemelos- pidió Shun mirándolo a los dos bebes que comenzaban a despertarse y a mirarse el uno al otro- en la carta dice que a Syd no le agrada separarse de Bud.
-Está bien, pero si surge algo no dudes en avisarme- dijo Ikki mirando a Mime- en cuanto a ti, espero que seas como te recuerdo.
-Ya están dadas las obligaciones- dijo Saori dejando la carta a un lado, luego saco otro papel de las canastas- aquí están las fechas de nacimiento, certificados de vacunación y demás cosas de su identidad, ahora se encargan ustedes.
-¿Qué ara usted señorita Saori?- pregunto Shun sonriéndole.
-Lamentablemente no puedo quedarme a ayudarles- dijo con seriedad- debo ir a Italia a cerrar el trato de la nueva fundación allá, volveré en cuanto pueda, no hagan destrozos y tienen la fundación a su disposición.
-Gracias Athena- dijeron todos.
Esa misma tarde Athena tomo uno de los aviones privados de la fundación a Italia dejándoles a sus caballeros un cheque en un sobre a cada uno para que cuiden de esos bebes de Asgard, los de bronce fueron al aeropuerto a despedirla antes de abrir dichos sobres y cuando volvieron a la fundación los abrieron rápidamente. Los sobres solo contenían sus obligaciones escritas en cartas y como poco unos números que eran sus claves de acceso para sacar dinero.
En la habitación de Shun, el peli verde recostó a los dos niños en la cama.
-Bien, ya están juntos ¿No es genial?- dijo mirándolos detalladamente como ambos se miraban entre si y luego los acobijo en sus brazos- ¡que lindos son! Ya entiendo porque su padre no mato a Bud, son una lindura, seguramente el sabia que en un futuro ambos se verían de nuevo y entrambos se querrían mucho.
Ambos niños lo miraron con cierta curiosidad y luego comenzaron a halarle del cabello, divertidos entre risas comenzaron a hacerlo con ambas manos riéndose al ver su reacción.
-Oigan, no, alto, deténganse Bud y Syd basta- dijo con dolor pero sonriendo internamente al ver el rostro lleno de felicidad de ambos niños.
En la habitación de Hyoga.
-Muy bien Hagen, te diré las pautas y tus las seguirás al pie de la letra ¿entendiste?- dijo con seriedad mirando al menor- Primero y principal, aquí se hace lo que dijo ¿Entendiste Hagen?-
El pequeño no dijo mas, solo se le quedo mirando y mirando sin entender aparentemente lo que en verdad le decía.
-Parece que sí, segundo oído los lloriqueos, así que no llores.
Y el niño le siguió mirando.
Hyoga satisfecho con lo que obtenía continúo caminando por la habitación con un semblante serio- Tercero, dormías conmigo porque no te queda otra así que ni se te ocurra hacer tus necesidades de noche, no te atenderé por más que llores o grites.
De un segundo a otro el pequeño comenzó a reír a carcajadas ya que Hyoga cayó al suelo al golpearse con una de sus botas que acababa de sacárselas.
-Deja de reírte- dijo con enfado.
En la habitación de Shiryu.
-Veamos- dijo sentándose a leer con ambos niños en brazos- puntos positivos para Alberich tiene todas las vacunas y como esperaba a ti te faltan todas Phenril- ambos niños lo miraron- será un problema ponértelas todas, pero como fiel que soy a mis principios te are poner todas y cada una de las vacunas- Phenril miro con temor, Shiryu le sonrió para tranquilizarlo- no te preocupes, una vacuna evitara que te enfermes y para cuando te des cuenta tendrás todas las vacunas y podrás hacer lo que quieras, bajo mi cuidado por supuesto- le sonrió tocándole la nariz, luego miro a Alberich- En cuanto a ti, pórtate bien que se que eres muy inteligente y se de lo que puedes llegar a ser capaz- Alberich comenzó a reír.
En la habitación de Ikki, el fénix estaba sentado en una silla mientras miraba al pequeño dormir en sus brazos.
-Me recuerdas a Shun de niños, pequeño e indefenso, que necesitaba de alguien que lo protegiera, dormía sabiendo que alguien lo protegía- Ikki le miro con ternura, recordó escasamente el pasado de Mime y miro preocupado- No soy una persona temperamental ni tengo actitudes de padre, aunque quizás parezca que las tengo por la forma en que sobreprotejo a Shun, pero puedo hacer el intento, te pareces mucho a Shun- lentamente se levanto de la silla y se recostó en la cama a dormir con el pequeño.
En la habitación de Seiya, el Pegaso estaba escapando de una pelota que Siegfried le lanzaba a cada rato y que volvía a él cada vez que la esquivaba, mientras Tholl bostezaba durmiendo en la cama de Seiya.
-He, basta- dijo con enfado- cuando la pelota no vuelva a ti me va a conocer Siegfried.
Pero el pequeño siguió con su juego divertido al ver las expresiones de Seiya al terminar de esquivar una pelota nueva que iban a su cara.
-Oye Siegfried tengo experiencia de niños pero no con malcriados.
Siegfried tomo la pelota con fuerza cuando esta regreso a él, luego miro detalladamente la habitación, cuando Seiya se le acerco la lanzo con todas sus fuerzas dándole al castaño en la cara el cual cayó de espaldas contra el suelo, Siegfried rio a carcajadas de su hazaña.
Llegada la noche, cuando todos supuestamente dormían, Alberich logro salir de los brazos de Shiryu y despertó a Phenril para que lo siguiera fuera de la habitación, camino junto con él hasta las demás habitaciones y despertó al resto, para luego sacarlos al pasillo y llevarlos hasta el living del piso de abajo. Cada uno se sentó en un sillón, Tholl, Siegfried y Hagen en el más amplio, Mime se sentó en uno de los individuales, Phenril que prefirió el suelo donde se recostó y Bud que estaba sentando al lado de Syd compartiendo otro de los sillones individuales.
El pequeño Alberich asegurándose que todos durmieran dijo- Creen que somos bebes con alma de bebes ¡Qué tontos son! Sabía que eran tontos pero no pensé que se la creyeran todos, en especial el dragón, pensé que al menos él y el cisne no se la creerían menos el fénix, pero son peor de lo que pensé.
-¿Para qué nos despiertas?- pregunto Mime- El fénix se preocupara si no me ve a su lado.
-Ahora le importas, cuando acabo contigo ni siquiera miro para atrás- dijo Alberich con enojo.
-El dragón no quería pelear conmigo- dijo Phenril cruzando los brazos- Además el quiere hacer que este bien.
-Les propongo algo compañeros- dijo Alberich con entusiasmo- es hora de la venganza, propongo que nos venguemos por ser derrotados.
-Ahora somos tus compañeros- dijo Siegfried con enfado- en la guerra de Asgard usted señor tenía sus propias metas y de seguro con sus sucias tretas nos iba a vencer a todos para poder cumplir con tus malditos ideales, sabes que, prefiero golpear a Seiya todo el día, pero porque me divierte hacerlo y tengo el presentimiento que a él también le gusta ese juego, no lo hago por resentimiento a que el allá sido elegido para llevar la armadura de Odín.
-Ikki me tiene cariño, dice que me parezco a Shun de bebe- marco Mime.
-Por otro lado el pato aun sabiendo que los bebes no entienden me puso reglas y creo más conveniente comprobar que la elección de Hilda fue correcta- dijo Hagen- por algo los eligió.
-Fue culpa de Alberich- dijo Bud- él sus su bromas a las niñeras nos trajeron aquí.
-A mí nadie me manda- dijo Megrez- Y esos caballeros de bronce tampoco, además a todos nosotros nos dejaron en ridículo, ¿Cómo caballeros de bronce pueden vencer a dioses guerreros? No tiene sentido.
-De todas formas no estoy de acuerdo contigo- dijo Syd- Shun nos trata con cariño a Bud y a mí, hoy nos dejo jugar con su cabello y fue divertido hasta nos ha prometido que no nos volveremos a separar.
- Te has vuelto un llorón Syd- marco con enfado Alberich- pero…- pensó un poco- Hagen tiene razón, debemos probarlos pasa saber si Hilda decidió bien y en todo caso sí hizo mal ellos se hartaran de nosotros y nos mandaran de nuevo a Asgard.
-Debo repetir que es una mala idea- dijo Siegfried- es poco ético probarlos en todo caso deberemos comportarnos como lo que somos.
-Somos bebes, tonto, somos malcriados por naturaleza- dijo Alberich haciéndole burlas- es más una manera de saber si ellos son buena elección eres tu Phenril, ¿Cuándo dijo el dragón que te van a vacunar?
-El dijo que mañana comenzaran a vacunarme- dijo Phenril sin entender a donde llegaba todo.
-Pues bien, mañana veremos qué tal se comporta el dragón cuando llores todo el día y es mas yo me encargare que tu llanto no se apacigüe tan fácilmente- sonrió con malicia- será una muy merecida y satisfactoria venganza.
Continuara