*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~ Nuestro Aniversario *~*~*~*~*~*~*~*~*~*~
Odiaba que su “amiga” tuviera la razón, simplemente…
-tengo un sentido de la orientación pésimo…- suspiro con resignación.
Y era verdad, llevaba más de tres horas buscando el lugar donde se habían citado la noche anterior, él y sus nakamas. Sabían que precisamente hoy estaría deprimido y de mal humor. No quería preocuparlos, aun así ellos insistieron.
Observo que frente a él se encontraba un mapa del centro comercial, se acercó a él, al menos intentaría dar con la dichosa tienda donde lo esperaban.
No… ¡no es posible!
Si, si era posible, Zoro se había vuelto a perder. Volvió a suspirar por segunda vez, ¿Cuántas veces lo había hecho ese día?... demasiadas, desde que se levantó y vio esa estúpida fecha marcada. De pronto la voz de su dolor le asalto.
-“si suspiras tanto dejaras escapar la felicidad…”- como si lo hubiera escuchado hace ese mismo día.
Observo el televisor de un local, donde los conductores festejaban a una pareja por haberse encontrado el uno al otro. Esos programas le parecían absurdos, no puedes conocer a tu almea gemela en menos de una hora…
-pero yo lo he conseguido en una semana…- sonrió con dulzura.
Sí, nadie se lo hubiera imaginado ¿no? Roronoa Zoro enamorado en una semana, enamorado de la persona que nunca imagino. Un desquiciado profesor de Universidad. Se había enamorado como un loco estudiante ¡por dios! Era participe de una famosa banda musical “Los sombrero de paja” y era uno de los chicos acosados por hombre y mujeres… y el… ¡él se había enamorado de un profesor!
Y justo ese día, justo esa fecha, hace tres años atrás se habían declarado, tres meses después, justo esa fecha se habían casado en las vegas.
Parece mentira
Que después de tanto tiempo
Rotos nuestros lazos
Sigamos manteniendo la ilusión
En nuestro aniversario.
Justo hoy cuando se levantaba de su cama, un número encerrado en un círculo rojo en su calendario lo hizo sonreír. A pesar de haberse separado, seguía pensando en llamarlo, ese día, llamarlo y simplemente conversar de trivialidades o escuchar su respiración…
-con que poco me conformo- susurro para sí mismo.
Y sin darse cuenta había llegado a un restaurant que contenía sus mejores recuerdos… sus más grandes memorias. Miro alrededor del restaurante, se cubrió los ojos con los lentes que mantenía en la cabeza y a la velocidad de la luz entro al local.
Se situó en una mesa cerca de la que tanto a preciaba. Le sorprendió ver que justo esa mesa, la mesa del fondo se encontraba reservada.
-¿Qué le ofrezco señor?- pregunto el mesero que se había acercado a tomar su orden.
-ha… mmm solo… una cerveza- no sabía por qué había entrado, y mucho menos se dio cuenta que el mesero lo miro extrañado, aun así vio cómo se retiraba.
-vienes a un restaurante y pides una cerveza- escucho la grave y varonil de su demonio –no has cambiado en nada Roronoa.
Zoro levanto la vista hacia la persona que le había hablado. Estaba justo frente a él la persona por la que todo este tiempo había estado preocupado, sonrió invitándolo a sentar.
-cuento tiempo Mihawk- Zoro observo como el pelinegro se sentaba frente a él –creí que tanto trabajo en la universidad te había matado- sonrió de una forma que no lo habia hecho en esos días, con alegria.
No le importaba que todo aquello hubiera sido una coincidencia, se alegraba por que se haabía encontrado con el amor de su vida después de un año de no verse. Sin pensarlo desvió de nuevo la mirada a la mesita, leyendo el “reservado” nuevamente.
-¿la recuerdas?- pregunto el otro hombre mirando también la mesita donde vivieron el inicio d esu amor.
-_-_-_-_-_ Flas back -_-_-_-_-_
Estaba junto a su “profesor” se suponía que estaban en una reunión para hablar de “clases particulares”. Pero ambos sabían que era una cita. Porque justo el día que se vieron a los ojos algo cambio.
Justo el día que coincidieron en una reunión comenzaron a tratarse. –Lunes-
Cuando sus amigos los presentaron, sonrieron eso era el destino. –Martes-
Cuando el profesor asistió a un concierto del peli verde se abrazaron. –Miércoles-
Zoro se convirtió en uno de sus alumnos y se tomaron de las manos. –Jueves-
Y para el viernes, no podía vivir el uno sin el otro.
Su primer cita, no fue extraordinaria, pero si lo fue su primer beso. –Sabado-
Y el ultimo día, una cena en el restaurante, una cena inolvidable –Domingo-
Se miraban con una sonrisa, perdiéndose el uno en el otro, sobándose de vez en cuando carisias visibles ante los demás clientes, e invisible ante todos los ojos, el agarre debajo de la mesita, solo sus pieles y su sentido táctico estaban presentes cuando se apretaban las manos o regalaban mimos el uno al otro, por debajo del mantel.
Y con eso Zoro era feliz.
Y Mihawk quería más.
Esa noche, en el mismo momento en que el moreno trono los dedos, la música seso y las luces se apagaron concentrándose en especial en aquella mesa donde se encontraban charlando.
-Roronoa Zoro- hablo Mihawk, obteniendo su atención y la de los demás clientes.
-¿Qué haces?- susurro Zoro por lo bajito para no llamar la atención, claro aunque ya era imposible.
-solo quiero unirme en matrimonio con mi alma gemela, ¿te molesta?- pregunto el azabache levantándose de su lugar y tomando su mano- Roronoa Zoro- hablo viendo el rostro sonrojado de Zoro -¿quieres casarte conmigo?
Zoro no cabía de la felicidad, ¡aceptaba! Y sin más se lanzó a los brazos de su ahora prometido, pues las pequeñas lagrimas que trataba de esconder eran evidentes y no quería que los demás las viesen.
-si… acepto casarme contigo- hablo con voz entre cortada e hipos.
-bien- Mihawk rodeo la cintura del peli verde y se recargo en el hombro de su pareja –ahora, señor Zoro de Dracule deje de llorar- le hablo suave y amable.
Zoro no se despegó de aquel cuerpo hasta que estuvo seguro no volvería a derramar ni una sola lagrima. Todos los aplaudieron e incluso pidieron beso a la parejita, a lo cual no se negaron.
-_-_-_-_-_ Fin flas back -_-_-_-_-_
-sí, la recuerdo- contesto Zoro volviendo su vista a su acompañante.
La misma mesita
Que nos ha visto amarrar
Las manos por debajo
Cuida que el rincón de siempre
Permanezca reservado.
El silencio reino en la mesita, Zoro mantenía la vista en la mesa y Mihawk la posaba en su presencia, no podía evitar estar nervioso.
-aun te pone nervioso mi presencia, que tierno- hablo el chico para llamar la atención de Zoro.
-si… lo… lo siento- ¡diablos! ¿Por qué hablaba de aquella manera, el ya no… no quería nada.
-a pesar de que nos hemos separado, te aprecio Roronoa- hablo el mayor para tranquilizarlo.
-Zoro- llamo el peli verde –Zoro, recuérdalo me llamo Zoro, tu nunca me llamaste Roronoa, solo cuando éramos desconocidos me llamabas por ese nombre… me…- dejo incompleta la frase.
El mayor se dio cuenta que a Zoro le dolía su indiferencia, pero no podía hacer nada, ambos habían elegido sus caminos, ambos diferentes ambos separados.
-no puedo llamarte de otra forma- acoto Mihawk tratando de no ver el rostro lloroso de Zoro.
-¿por… porque nos separamos?
Y aunque la historia se acabó
Hay algo vivo en ese amor
Que aunque empeñados en soplar
Hay llamas que ni con el mar.
-sabias que te amaba… solo eran… problemas pasajeros- hablo Zoro decepcionado y aun con el rostro agachado.
-no lo eran- el pelinegro suspiro –todo era bueno, los primeros días e incluso meses después, se acabó el día en que nuestras metas no fueron las mismas…- al no obtener respuesta prosiguió –tu quieres ser el mejor guitarrista del mundo… yo… una familia, una persona que me apoye cuando lo necesite, tus giras y ensayos fueron la pala que cabo el vacío entre los dos…
-¡FUISTE EL PRIMERO EN MI VIDA! ¡TE AMÉ!- grito Zoro sin poder detener más su llanto –fuiste… tu quien…
-_-_-_-_-_ Flas back -_-_-_-_-_
Recordaba como esa misma noche había aceptado pasar la noche junto a su prometido. En su departamento. Estaba nervioso, pero la dulzura con que los ojos de Mihawk lo hacía saber que ese hombre nunca le aria daño.
-está bien cariño, si no quieres…- hablo Mihawk apartando algunos cabellos de su frente.
-es que…- Zoro tenía las manos en los hombros de Mihawk, ya no tenía la playera puesta y se encontraba debajo del moreno- eres… el… primero, soy virgen- aclaro avergonzado girando su cabeza.
Escucho la risita de su seme, lo cual lo hizo voltear con un poco de enfado, pero este muro cuando los labios de su agresor succionaban los suyos.
-eso me alegra- susurro Mihawk besando la oreja derecha de Zoro.
Y no hubo más palabras, solo respiración acelerada, entre cortadas, jadeos y gemidos de ambos. Recordaba como aquellas manos recorrieron con paciencia sus pectorales, como aquellos labios succionaban con benevolencia y como, aquella noche le entrego a Mihawk su cuerpo y alma.
Aun recordaba que mientras lo preparaba, lo miraba con un dulzura y le susurraba que lo quería, que lo amaba y cuando el tercer dedo de abrió paso en su entrada, Mihawk beso su cuello marcándolo.
Justo cuando saco sus dedos de su virginidad, el pelinegro le miro con decisión, con una mirada que le aseguro no dañarlo, que le proporciono calor y valor. Y entonces se unieron en una sola persona.
-¡arg!... duele, ¡sácalo!- hablo Zoro tratando de separarse de su amante.
-tranquilo… pron… pronto pasara- hablo con voz excitada su seme.
Si, justo cuando se empezaba a acostumbrar, el dolor fue mesclado con placer, pudo sentir como el miembro de su amante salía y entraba, como la cama se empezaba a mecer por los movimientos de su acompañante y pudo escuchar sus gemidos. Parecía que el dolor era parte para poder disfrutar de aquel placer.
Sintió las manos de Mihawk tomar sus pies por los tobillos y levantarlos hasta dejarlos encima de sus hombros, y sintió como se adentraba más en él. Siguieron con unas cuantas envestidas más, hasta que al final el primero en correrse fue Zoro, seguido de Mihawk, que lo miro y le susurro un “te amo” antes de que se quedara dormido.
-_-_-_-_-_ Fin flas back -_-_-_-_-_
-lo es y lo aprecio, fue un regalo inimaginable Roronoa- hablo con paciencia y comprensión el moreno –aun así… tu no dejarías tu sueño por cumplir el mío, porque yo no deje el mío por cumplir el tuyo.
Las flores de mayo
Poco a poco cederán
A las patas de gallo
Y nos buscaremos con los ojos
Por si queda algo.
-hace un año que nos divorciamos, aun así…- Mihawk saco de su saco un boleto –me iré a Europa, si necesitas algo llámame, si cambias de opinión… sabes cómo usar el boleto.
Zoro abrió los ojos sorprendido, Mihawk, SU Mihawk se iba de Japón… se separaba del lugar donde se amaron. Levanto rápido su cara, pues escucho como la silla donde se encontraba el moreno era arrastrada y sus miradas se cruzaron.
Negro vs Negro.
Pudo ver en los iris de su ex-esposo ilusión y…
“-te amo, no lo olvides-“
Quería escucharlo, quería que se lo dijera, quería ver que esas palabras salieran de nuevo de los labios del profesor, quería que Mihawk estuviera mintiendo, aun así todo aquello era la verdad.
-nos veremos- vio como el moreno dudo si acercarse a besarlo, como signo de despedía –Zoro.
Pero no hizo nada más que alejarse, no lo beso nisiquiera le revolvió el cabello como era su costumbre, solo una… <>
Vio como el joven pasaba frente a él, en dirección a la salida del centro comercial, luego la vista se posó en el boleto que se encontraba en la mesa. Dudo en si tomarlo o no.
El siete de septiembre
Es nuestro aniversario
Y no sabremos si besarnos
En la cara o en los labios.
-aquí está su cerveza señor- le extendió un tarro a Zoro el mesero de hace un momento -¿se le ofrece algo más?
Zoro miro al mesero que esperaba alguna otra orden o en su defecto su retirada. Y miro el boleto en sus manos.
-si…- dudo si preguntar o no –he visto que aquella mesa esta recervada.
-sí, es extraño la han reservado con anticipación, aun así, el año pasado nadie la ocupo se mantuvo sola toda la noche- hablo amablemente el hombre.
-¿y los años anteriores?- pregunto con curiosidad y nerviosismo.
-yo no trabajaba en este lugar a un- sonrió el mesero ante lo que contaría –pero me han dicho que dos años atrás, una parejita de amantes la reservaba en estas fechas, me han contado que era una pareja muy amorosa, la envidia de otras.
-ya veo…- Zoro sonrió con tristeza, ¡claro la envidia de otras! – ¿De qué forma reservan la mesa?- pregunto al mesero con una sonrisa.
-con tarjeta señor, ¿algún pedido?- pregunto esperando la respuesta del peli verde.
-sí, tengo dos- le sonrió levantándose de su lugar y entregándole el boleto –necesito que le dé esto a la persona que reserva la mesa, no importa el tiempo que tarde, los gastos corren por mi cuenta –vio como el mesero tomaba el boleto –y el otro favor…
Y aunque la historia se acabó
Hay algo vivo en ese amor
Que aunque empeñados en soplar
Hay llamas que ni con el mar.
Se encontraba con una tolla en su cadera, interrumpió su baño para atender a la persona que tocaba insistente mente la puerta. Al abrirla se encontró a un mensajero que le extendió un sobre.
-¿es usted el señor Dracuele Mihawk?- pregunto el mensajero.
-así es- respondió el moreno dudoso.
-tengo una entrega desde japon- le extendió el sobre un poco amarillento y después una tabla para firmar de recibido.
Serró la puerta de se dirigió a su habitación, miro el sobre no tenía remitente especifico, solo destinatario. Encendió la televisión para que al menos ella hiciera algún ruido. Giro el sobre y vio la fecha en la esquina inferior derecha, era de hace un año.
Abrió el sobre aun dudoso…
-¡hoy siete de septiembre tenemos a la banda de “los sombreros de paja”!- la voz de la conductora lo saco un poco de su estupefacción.
-sin mencionar que tienen al mejor guitarrista a nivel mundial, démosle la bienvenida a ¡Roronoa Zoro!- los aplausos en la televisión junto a los gritos le confirmaron que el peli verde que aparecía en pantalla con una sonrisa radiante había cumplido su sueño.
-cariño, no pensé que te gustara ese tipo de música- hablo la voz de una mujer que entraba a la habitación.
-¡papi!- le salto una niña a sus brazos, dejando escapar el sobre sobre la cama.
-¿Qué es esto cariño?- pregunto la mujer tomando el sobre y sacando su contenido -¿un boleto?- lo giro viendo la fecha –ya no te lo aran balido amor, es del año pasado- rio tomando a la pequeña –vamos, tenemos que ducharnos.
-aun así… te amo… Zoro- susurro viendo como su único amor triunfaba en su sueño.
Porque Zoro había alcanzado la meta que se propuso sin mirar atrás, devolviéndole su única oportunidad en su cara diciéndole: “puedo sobrevivir sin ti”.
El siete de septiembre
Es nuestro aniversario.
En el restaurante en Japón, se encontraban a punto de abrir, acomodando y limpiando el local.
-¡espera falta algo!- un mesero corrió a una mesa del fondo y coloco el letrero de “reservado” –con esto, he cumplido con mi deber.
~Fin~