Fanfic corto hecho cómo regalo a Y0misma, por ser Y0misma (em... es un nick, no soy yo misma xD).
Cry
-Fuji-sempai, ¿Has llorado alguna vez? –fue la pregunta que se le ocurrió hacerle al chico que le rodeaba con sus brazos. Ryoma estaba sentado de espaldas a él, recostados en la pared de la terraza de la escuela. Era su lugar para estar juntos sin interrupciones ni miradas reprobatorias o incrédulas. No era que les afectaran esos detalles realmente, pero a Ryoma le gustaba la privacidad.
La pregunta para otros podría sonar algo estúpida. Pero tratándose de Fuji, todas las preguntas, incluso las más sencillas, cobraban un significado diferente.
-Mmmm… creo que sí –contestó Fuji después de pensarlo. Le gustaba ver cómo Ryoma se interesaba en saber detalles tan simples de él, Generalmente Ryoma sólo mostraba interés frente al tenis y personas como Tezuka.
-¿Tú crees? –dijo alzando el rostro para observarlo. Como siempre, lucía esa sonrisa relajada y algo atontada a la que nunca se acostumbraría. Nadie normal sonreiría así.
-Es muy posible –volvió a contestar a medias– todos lloramos alguna vez
-… No podría imaginarte llorando –confesó Ryoma volviendo a mirar al frente y tratando de recrear en su mente la imagen de un Fuji llorando. Imposible.
-Justo ahora –el abrazo se hizo más fuerte –no tengo motivo para hacerlo –puso su cabeza en el espacio ente el hombro y el cuello de Echizen– Porque tuvimos relaciones anoche. Quién diría que fueses tan bueno estando arriba.
De la boca de Fuji, cualquier cosa podía sonar de lo más normal. El era simple y complejo a la vez, por no decir psicópata.
El más joven no pudo evitar rememorar ciertos detalles de la noche pasada. El sexo era una de las pocas cosas que podían hacer que su pareja de hace seis meses y medio –pero quien cuenta el tiempo- cambiase de expresión facial. Recordó haber visto todo tipo de expresiones mientras hacían el amor. El sexo era una de las pocas cosas que hacían que la sonrisa de Fuji quedara desdibujada.
-Algo está mal en ti –lanzó Ryoma, con ese tono aburrido que usaba cuando estaba frente a algo que daba por perdido. Era una suerte que Syusuke no pudiese ver, debido a la posición en la que estaban, el ligero sonrojo en sus mejillas. Si lo hubiese visto, seguro hubiese seguido hablando. El castaño se limitó a aumentar la presión en su abrazo.
Segundos más tarde, estaba dejando pequeños besos en el cuello del chico frente a él, quien se hizo el desentendido. Su próximo movimiento fue voltearse y encarar al castaño, quien parecía complacido ante esto. Ese día ninguno de los dos volvió a clases. Y esa noche, Ryoma volvió a ser activo.
A la semana, Echizen fue encontrado desnudo y muerto en un callejón sin salida al otro lado de la ciudad. En la pared se podía observar un mensaje en contra de la homosexualidad.
Si el pequeño príncipe hubiese podido ver la reacción de Fuji al recibir la noticia, no habría tenido necesidad de haberle preguntado sobre su llanto.
Fin