CAPITULO 1:
Integra, Ceres Victoria, Walter, los soldados Hellsing, e incluso Alucard, no escatimaron a la hora de pedir los refuerzos, ¿Tan mal pintaba la cosa?
- No entiendo porque tenemos que ir todos.
Dijo Walter algo disgustado, había dejado la cena a medio hacer y eso lo irritaba. Integra fumaba algo nerviosa, mal tenía que ir la cosa para que los llamaran a todos.
- Cálmese ama, no le sentará bien el estrés, aun se recupera de su herida en el cuello.
Dijo Ceres intentando tranquilizarse ella también, Alucard solo miraba por la ventanilla algo distraído, no le gustaba viajar en coche, menos en uno tan transitado como era ese camión.
Al llegar al edificio abandonado todos bajaron algo nervioso, solo Alucard parecía tranquilo, el capitán al mando del batallón que los había requerido dice:
- Señorita Hellsing, un vampiro a tomado un rehén... es un vampiro autentico.
- ¿Y por un rehén nos habéis hecho venir?
Dijo algo disgustaba Ceres, Integra dice:
- Que más...
- El vampiro dijo que no lo liberaría si no llamábamos a... a Alucard, pensamos solo pedirle su colaboración, pero pensamos que querría estar presente.
Dijo el hombre mirando al vampiro de gran altura, que miraba el edificio, Integra dice:
- Alucard... ¿Pasa algo?
Solo produjo un leve gruñido mirando a otro lado. El capitán continúa diciendo:
- Hemos estado escuchando la conversación del vampiro con el agente retenido, solo han hablado de cosas tribales como la familia, y gustos personales, parece ser muy educado...
- ¡¡Ya salen!!
Dijo la voz de un soldado, y afirmativamente el soldado caminaba junto al vampiro, también alto, de pelo largo y rubio, casi blanco, ojos rojos como la sangre, sonrisa, piel extremadamente blanca, rasgos delicados y ropas negras, antes de llegar a donde los soldados esperaban, el soldado se voltea y dice:
- Muchas gracias por la conversación... suerte.
- Igualmente, espero que tu hijo se crie fuerte y sano.
Dijo con voz dulce y acompasada, el hombre caminó hasta Alucard y dice:
- Quiere hablar contigo.
Alucard miraba al vampiro con una cara un tanto extraña para los que lo rodeaban, parecía asustado por algo. Integra dice:
- ¿Le conoces Alucard?
- Me conoce...
Dijo el vampiro acercándose, extrañamente Alucard le dejó acercarse a Integra, le tiende la mano y dice:
- Mi nombre es, Albert Romasanta, encantado Lady Integra.
Dijo el hombre, tomando la mano de la mujer, esta asintió (El apellido Romasanta no es por lo del licántropo, que conste en acta XD Solo me gusta ese apellido.) Alucard gira su rostro y dice:
- Al... te creía en Roma.
El hombre se ríe y dice:
- Mira lo que tengo que armar para verte... me parece patético... hace al menos 50 años que no nos veíamos... asi es como me recibes.
Dijo alejándose un poco para decir, mirando a Integra.
- Estoy aquí porque sigo la pista de un Vampiro recaudador de almas humanas, le perdí la pista en Londres, asi que decidí acudir a la congregación Hellsing, necesito ayuda, pero no creo que fuera bienvenido si me presentaba en su puerta.
Integra ignoro las palabras de Albert para mirar a Alucard.
- ¿Alucard?
- Bebí su sangre, hace muchos años... se moría del cólera... le di una nueva oportunidad, la ha aprovechado bien... es un buen... caza vampiros.
Dijo mirando a otro lado, Albert dice:
- Siempre me gusto mi trabajo, incluso después de muerto... ya ves...
Integra dice:
- Podríamos hablar en otro lugar más privado.
- Oh, sí claro, pero antes, hay algo que debo hacer...
Se acercó inocentemente a Alucard, para de repente cambiar su expresión a una enfadada y darle un buen puñetazo en el rostro, arrojándolo al suelo, donde Alucard permaneció, mientras Albert decía:
- ¡Eso es por ser tan jilipoyas! Disculpe Lady Hellsing, son viejos pagos por un error.
Alucard se levantó del suelo muy cabreado, empuñando su Casull, Ceres dice:
- ¡¡Amo!!
Albert le mira y dice muy sonriente.
- Ambos sabemos que no lo harás... ambos sabemos... que no puedes hacerlo.
Alucard bajó su arma relamiéndose la sangre de su labio y dice:
- Si tan solo fueras diferente... gustoso te reventaría esa cara de egocéntrico que tienes.
- Mmmm, con lo que te gusta mi rostro.
Dijo Albert acariciándoselo. Alucard enfurecía por momentos y mirando a Integra de reojo dice:
- Eres un idiota de campeonato...
- Aun hay algo más que quiero comprobar...
Dijo Albert acercando su mano enfundada en un guate de cuero a su boca, mordiendo fuertemente, dejando correr su sangre. Bajó su brazo dejando su sangre caer al suelo, Alucard poco a poco se tensó, mirando el charco de sangre en el suelo.
- Aun deseas mi sangre por encima de otras... incluso la de tu dulce, dulce Integra Hellsing. Patético, marioneta de una humana... necesitado de la sangre de un vampiro segundón como yo...
Alucard guardó su arma, para decir muy serio mientras se marchaba.
- Integra, te veré en la mansión.
Y desapareció, Integra mira al vampiro de esbelta figura.
- ¿Qué pasa entre vosotros dos?
- Una larga historia joven humana... muy larga.
Ahora ya no parecía tan altanero y algo más apagado pronunció más palabras.
- He echado de menos a ese grandullón.
Parecía al borde de las lágrimas, Ceres se acerca a él, él la mira intensamente y dice:
- Pero veo que ha sabido sustituirme. Y muy bien.
Ceres dice, muy avergonzada.
- Usted... fue creación de mi amo...
- Si... hace tantos años, que los días se cruzan en mi cabeza. Era un caza vampiros que se moría del cólera hace 50 años ya... no sé porque me salvó la vida... porque maldita sea... me salvó la vida para convertirme en lo que más odiaba.
Al fin las lágrimas cayeron, y mirando a Integra dice:
- Podríamos irnos ya a concretar los detalles de mi misión.
Cuando llegaron a las puertas de la mansión, Alucard esperaba apoyado junto a la puerta principal, Albert fue el primero en bajarse del camión, seguido de los demás.
Se acerca a Alucard para hacerle una reverencia y decirle, muy sumiso.
- Perdone lo de antes amo...
Y entró en la casa sin más miramientos, Ceres e Integra, seguidas de Walter entraron después, luego lo hizo Alucard.
Hablaron en el despacho de Integra, Walter en la puerta, apoyado, Ceres a su lado, Albert sentado en la silla frente al despacho, donde estaba sentada Integra, Alucard estaba tras la rubia, mirando a trabes de la ventana la luna creciente de esa noche.
- Así que eres un vampiro caza vampiro... interesante...
- Bueno, siempre fui un caza vampiros, no es que sea un descontento con mi situación actual... simplemente agradezco mi nueva fuerza e inmortalidad... llegar a ser un día el ultimo... terminando asi con mi vida...
Dijo mirando de reojo a Alucard al finalizar, luego continúa.
- Pero siempre quedará uno... ¿Me equivoco?
Ceres estaba algo nerviosa, y eso Walter lo notó, asi que la tomó del hombro amistosamente, esta consiguió tranquilizarse un momento.
- Alucard es difícil... ¿Os conocíais? –Integra.
- Cuando renací, me enfadé tanto que... pregunte una y mil veces el motivo de qua salvara mi vida, era su enemigo y... aun me lo pregunto... tras unos años... simplemente se fue, aun sigo ligado a él, es mi amo, pero en ocasiones se me olvida, me pone de los nervios y me descontrolo...- dijo con un puchero infantil, luego continúa.- como antes...
Alucard camina asta apoyarse en el respaldo del asiento de Integra y habla por primera vez.
- Me marché para ver si te las apañabas sin mi... te fue bastante bien...
- ¿Y porque no me liberaste? ¿Tanto me necesitas?
Dijo el albino algo confundido y exaltado, Alucard se sonríe y dice:
- Yo debía regresar junto a mi amo... no era de tu incumbencia... no me dio tiempo...
Dijo el moreno más serio, Integra dice:
- Walter, quiero que le des un cuarto a nuestro invitado de honor... Ceres, Alucard, retiraros.
Los dos se marcharon, el segundo a regañadientes. Walter se marchó con la compañía de Albert.
Mientras caminaban por el pasillo Walter le dice:
- No sé si es bueno o malo, pero la única habitación habilitada con el sistema de dosel ataúd, es la que está junto a la de Lord Alucard...
Ahí Albert suspira y Walter le dice:
- Señor Albert yo no...
- Solo llámame Al, tuteémonos Walter.
Dijo mirándole con una sonrisa, y Walter asintió para decir:
- Al... no quiero entrometerme, pero se nota lo tenso que llega a estar Alucard a tu lado.
- Bueno... cuando Alucard y yo estábamos, juntos, por decirlo de alguna manera, nuestra relación fue muy tensa asi que... Supongo que los vampiros no cambiamos mucho con los años, para mí solo han sido días.
- Entiendo, supongo que pasar mucho tiempo con ese vampiro vuelve turumba a cualquiera, es tan... raro...
- Lo sé.
Dijo el albino riendo junto a Walter, al llegar al cuarto, Walter le da una llave y dice:
- Este es el suyo... ese.- señala la puerta del final del pasillo.- es el de Alucard.
- Muchas Gracias Walter, ahora mismo no tengo muchas ganas de descansar, me gustaría que me mostraras algo de este lugar.
El mayordomo asintió para llevarlo escaleras arriba.
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