Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Que Nadie Vea - Final Feliz" por Lady

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Escuché la canción en la radio hace algunas semanas y no me la pude sacar de la cabeza, así que decidí buscar la letra y quedé maravillada. Y me dije, ¿por qué no hacer un fic sobre ella? jajaja de ahí nació esta historia. Debo admitir que también me inspiré en el fic de Maggots_Jeagerjaques, "Desapareciendo" (por cierto, se los recomiendo!).

Bueno, no queda mucho más por decir, espero que lo disfruten y no olviden de dejar sus comentarios para que lo actualice seguido!

Notas del capitulo:

Esta es solo la introducción a la historia, pero igualmente espero que les guste! Comenten!

&ntild

 

“Que no lo vea papá en la azotea,
cambiándole la ropa a las muñecas.
Poniéndose labial, que nadie vea,
haciéndose en papel un par de tetas.
Que nadie vea...”

Hola, mi nombre es Naruto Uzumaki y tengo 21 años; y debes en cuando me pregunto quién soy, y qué hago aquí. Esta es mi historia:

Debo decir que como hombre soy bastante atractivo, y tengo un porte algo femenino de por sí. Cabellos rubios como el sol, ojos azules como el cielo y piel canela. De cuerpo delgado, pero firme. Muchas chicas se me han declarado a lo largo de mi vida aunque siempre las he rechazado. No por nada en especial, simplemente porque me gustan los hombres. Así es, soy homosexual…

Desde pequeño me siento diferente a los demás. Siempre me gustó usar la ropa de mi mamá, aunque recuerdo que una vez mi padre se enfado conmigo por ello. Me llamó fenómeno y de muchas otras formas que preferiría no recordar. Desde entonces, lo hago a escondidas, donde nadie pueda verme. Claro que ya se ha vuelto un pasatiempo, mi pasatiempo.

Mis padres murieron cuando yo tenía 12 años sin saber que yo era homosexual. Hay noches en las que me entristece la idea de pensar que mis padres se fueron de este mundo sin saber quién era su hijo… Desde su dolorosa muerte en un incendio (preferiría no indagar en el tema ya que es muy doloroso para mí) llevo una doble vida. De día soy el típico estudiante universitario (si a eso se le puede llamar “típico”). Y por las noches soy una... puta. Por supuesto que ya soy un homosexual asumido. Aunque no siempre fue así.

“Que no sepan los chicos en la escuela,
que se le van los ojos en gimnasia.
Que prefiere la danza y la acuarela,
a eso del futbol y la acrobacia.
Que nadie vea…

Que no se entere nadie que a los nueve,
el closet es la única guarida.

Y mientras la ventana llueve y llueve,
las dudas se abren paso en estampida
Que nadie vea...

 

Mi infancia fue muy dura, es decir, ¿se imaginan lo difícil que es actuar como alguien que no eres cada segundo de tu vida? Por supuesto que varios rasgos de mi “verdadero yo” salieron a flote, volviéndome blanco fácil de burlas y agresiones. En especial de una persona, Sasuke Uchiha.

No pasaba un día que no me atormentara y volviera mi existencia aún más miserable de lo que ya era. Se burlaba de mi forma de hablar, de mi andar, de mis ideas y sueños. Se burlaba de mí ser. Mi sola existencia le provocaba repulsión, o al menos eso decía…

¿Qué ironía, no? El me maltrataba, humillaba y atormentaba por el mero placer que aquello le producía. Y aún así yo lo amaba. Lo amaba con todo mí ser. En cambio, yo que lo respetaba y hasta admiraba, no me ganaba más que su odio…

“Llegan los 16 y es de concreto,
el peso de tener que aparentar.
¡Que no se entere nadie del secreto,
mira de quien te fuiste a enamorar!
Que nadie vea…

Empiezan a rondarte los rumores,
la gente está empezando a sospechar.
¿Por qué ese pantalón y esos colores,
y ese swing femenino al caminar?
Que nadie vea…”

Es el día de hoy que no puedo olvidarlo, aún después de varios años sin verlo. Mi único amor… El se cambió de escuela en el último año ya que había decidido finalizar sus estudios en otra ciudad. Yo, en cambio, me quedé. Estudio diseño durante el día y, durante la noche trató de llenar el vació que me dejó mi dura infancia…prostituyéndome.

Cada noche, me arreglo y espero a que Orochimaru-sama pase por mí con el resto de mis compañeros. En su limosina viajamos hasta el antro donde ejercemos nuestra “profesión” a diario. Allí nos prestan ropa (no mucha, se imaginaran) y con nuestra mejor actitud nos encargamos de seducir a cuanto hombre se nos cruce. En realidad, no nos acercamos a cualquiera. Sino que nos dejamos guiar por nuestra “intuición” por así decirle, y tratamos de pasar la noche con hombres ricos y poderosos.

Aunque esa noche fue distinta al resto:

“Llegan los días de exceso y discoteca,
la risa, sexo moda y libertad.
La fiesta dura lo que una cometa,
y en medio de eso doma soledad.
Que nadie vea…”

Era sábado, por lo que no tuve que ir a la universidad. Con tanto tiempo libre, me dediqué a descansar un poco y le dediqué más tiempo que de costumbre a arreglarme para esa noche. Cuando Orochimaru-sama pasó por mi, salí al instante y recibí halagos de mi pervertido jefe.

-Naruto, hoy estás más hermoso que de costumbre. Tal vez algún día puedas llegar a reemplazar a Kabuto y volverte mi mascota personal. - Me dijo de tal manera que me resultó repugnante, aunque después de todo, es mi jefe, por lo que me limité a responderle:

-Muchas gracias Orochimaru-sama, pero estoy muy contento con mi trabajo actual, por lo que declinaré a su oferta por el momento.

En el transcurso del viaje tuve que aguantarme las insinuaciones de varios de mis compañeros, las miradas pervertidas del jefe y las de odio de su mascota, Kabuto.

Una vez en el antro, llamado Akatsuki, del cual Orochimaru-sama era socio, fuimos recibidos por Konan, la modista, que inmediatamente nos dio nuestros atuendos para aquella noche.

A mi me había tocado usar unos pantalones de jean bastante cortos (y provocativos) que marcaban mi perfecto trasero y una musculosa blanca que cubría mi cuerpo, aunque debido a que se encontraba bastante rota (a propósito, obviamente) dejaba ver lo suficiente como para excitar a algún tipo que me encontrara por ahí, lo que no tardó mucho en pasar.

Como de costumbre, me acerqué a la barra y comencé a beber algunos tragos provocativamente. Entonces fue cuando el señor Orochimaru en persona me presentó a un joven azabache (que por alguna razón, me pareció conocido). Aparentemente, se trataba del hermano del dueño de Akatsuki, Itachi, por lo que Orochimaru-sama me lo encomendó especialmente y me ordenó dejarlo satisfecho sin importar que. Asentí despreocupado y me marche con el joven, después de todo, estaba acostumbrado a ser encomendado a gente importante por el jefe. Ya en el auto me decidí a romper el hielo con mi cliente.

-¿Y cómo te llamas, guapo? – Le dije sensualmente, a la vez que me acercaba a él.

-No veo la necesidad de decirle mi nombre a una puta cómo tú. –Me dijo fríamente, logrando herir mi orgullo. Al parecer había tomado más de lo que creí, porque termine abofeteando al cliente en la cara cegado por la ira.

En ningún momento perdió la calma, es más, luego de tremendo golpe, solo se dedicó a mirarme fijamente y sonreír.

-Una puta con carácter, eso me gusta – Inmediatamente después de decir eso, me tomó de las mue;ecas y terminó con la distancia que nos separaba, atrapando mi boca con la suya, en un beso apasionado, como el que nunca antes me habían dado. Cegado por la lujuria, me deje llevar por las manos expertas de aquel azabache que me hizo sentir en el cielo, y por supuesto, yo no me quedé atrás.

Estábamos los dos muy excitados, y para mi sorpresa, el azabache me dijo:
-Hey puta, vamos a mi departamento.

Por alguna razón, me sonrojé. Y me limité a asentir con la cabeza y por lo bajo murmurar:
-…No me digas puta…

¿Por qué me avergonzaba que me llamara así? Después de todo, si soy una puta. Pero no quería que él me viera como una. Quería que me vea como algo más… ¿qué estoy diciendo?

...Ya es tarde, al parecer llegamos…

 

Notas finales:

Qué les pareció? El próximo capítulo lo inicio con lemon (^_^)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).