-diálogo-
-pensamiento-
-“escrito”-
Dibuja conmigo
En un lugar lleno de colores y fantasía, se podía sentir la calma y alegría, felicidad y sueños se respira, era simplemente acogedor. Pequeños destellos de luz se percibían por la zona, era un lugar donde no existía la guerra, el rencor ni la venganza… todo era absoluta paz y armonía.
Un chico de hermoso ojos azules tan inmensos como el cielo, iba caminando sin rumbo fijo, mirando todo a su alrededor, estaba más que maravillado con lo que su vista le ofrecía. Su cabello era rubio tan brillante como el oro, tenía unas orejas de zorrito en su cabeza, junto con una cola esponjada de color naranja con la punta blanca, en su mejillas tenia marcadas unos bigotes de zorro.
El kitsune camino hasta llegar a una especie de pared, de al parecer un cristal que le obstruía el paso, esta era transparente, podía ver a través de ella, la toco sintiendo un tacto frío, no era muy alta pero estaba fuera de su alcance cruzarla.
El rubio se sorprendió al mirar a un chico del otro lado, era un chico de cabello azabache, con los ojos tan negros como la noche, su piel era tenaz y tenía unas orejas y cola de Neko.
El rubio se acerco lo más que pudo al vidrio para llamar la atención del azabache. Los dos cruzaron miradas y se sonrieron, el neko de nombre Sasuke se acerco aquel lindo kitsune llamado Naruto, pero eran cruelmente separados por la pared.
Los quedaron de frente.
-¿Puedes oírme?- pregunto Sasuke.
-¿Eh?- Dijo el rubio poniendo la palma de su mano de lado enseguida de su oreja, dando a entender que no.
-¡¡¿Puedes escucharme?!!- grito el azabache.
-no escucho nada- menciono Naruto, poniendo sus manos de lado y negando con la cabeza.
El Neko puso su mano en su barbilla tratando de encontrar una idea para hablar con el kistune. Su rostro se iluminó recordando que tenía en su bolsillo unas crayolas. Saco los colores y estaba escribiendo en la pared hasta que recordó que tenía que hacerlo al revés, tacho lo escrito.
“¿puedes escribir?”- puso en el cristal. Hecho eso aventó uno de los colores del otro lado para que el zorrito pudiera escribir, inmediatamente se agacho y recogió la crayola.
“claro”- escribió el rubio.
“¿Qué tal si dibujamos?”- puso el gatito y dibujo una carita de él sonriendo.
“si”- contesto el otro poniendo un monito de él en una pose sexy.
El azabache se sorprendió al ver el dibujito, entonces puso a un monito feo.
“Al menos tú no estás así”- escribió señalando el dibujo recién hecho.
El kitsune rió un poco ante el comentario, y se puso a dibujarle algo, los dos se sentaron a colorear la pared con sus dibujos. La atmosfera se fue poniendo un poco más oscura pero seguía igual de hermosa con los destellos de luz, el tiempo pasaba y ellos se divertían.
Naruto se quedo observando los hermosos ojos del azabache cruzándose con su mirada, sus ojos estaban sobre el otro, podían sentir amor el uno por el otro, el rubio volteo su rostro con un sonrojo en sus mejillas.
-dibujas muy bien- pensó el gatito al mirar todo lo que habían hecho- quiere estar a tu lado y poder tocarte- siguiendo pensando. Sasuke poso su mano sobre el frio cristal, el kitsune lo miraba con una sonrisa comprendiendo y puso su mano en donde estaba la del otro regalándole una gran sonrisa todavía con el sonrojo.
Se quedaron así por un tiempo hasta que el azabache quito su mano, y escribió:
“se siente frio”- agacho su mirada con tristeza y Naruto hizo lo mismo- “quiero estar contigo”- escribió, los dos anhelaban estar un lado del otro y regalarse amor.
“Tu estás conmigo… solo nos separa esta tonta pared”- le puso el kitsune.
Sasuke se levanto enojado estaba harto de solo desear estar con él, quería tocarlo y abrazarlo y si se podía hasta besarlo, levanto su puño enojado golpeando la pared. El rubio también se puso de pie asustado y se pego al vidrio.
-¡¡Espera!!- gritaba- ¡¡No lo hagas!!- pedía-¡¡Detente!!- suplicaba.
El azabache lo ignoro y siguió golpeando la pared con toda su furia hasta que por fin pudo hacerle una pequeña abertura, fue cuando el rubio retrocedió… si podría romperla por fin podrían estar juntos.
-Apártate la destruiré- ordeno Sasuke haciendo una seña para que Naruto se hiciera más para atrás. El Neko siguió golpeando fuerte mente hasta que por fin consiguió romperla, pero no sabían que eso sería su sentencia.
Al momento de romperla su mano derecha cruzo un poco, pero el vidrio retrocedió volviendo a crear la barrera, su brazo había sido desgarrado…
-¡¡Ahhhh!!- grito al momento de sentir el vidrio contra su piel.
Después de un tiempo los dos se estaban de nuevo frente a frente separados por el cristal, Sasuke llevaba una venda de yeso en su brazo. El se miraba triste y como no estarlo en su condición.
“¿Te encuentras bien?”- escribió Naruto.
-si estoy contigo, si- pensó el gatito y asintió con la cabeza.
“¿Quieres dibujar?”- trazo Naruto poniendo un carita feliz de él en el vidrio.
El azabache con mucho esfuerzo escribió en la maldita pared, sus trazos estaban mal hechos pero aun así su caligrafía era entendible.
-“ya no puedo dibujar mas”- los dos agacharon su rostro mostrando su tristeza, lo que tanto los unió en un principio jamás se volvería a repetir.
Sasuke iba caminando lentamente hacía la pared para encontrarse con Naruto, el rubio le sonrió de el otro lado, en el suelo se encontraba una linda caja con un hermoso moño rojo. Camino hasta quedar de frente con el regalo.
“Para ti”- estaba escrita en la pared.
Naruto ahora venía con una especie de gabardina que cubría todo su cuerpo, sus brazos venían escondidos dentro de ella. El estaba felizmente sonriéndole del otro lado.
Sasuke se sentó y comenzó a abrir el tan deseado regalo, cuando lo miro no pudo evitar sorprenderse y querer separarse de él, trato de alejarse lo antes posible.
En la pared el kitsune había escrito:
e="mso-bidi-font-style: normal;">“dibuja conmigo”
El tan lindo regalo era el brazo del rubio…
Una parte mía para ti, Sasuke.