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Crystal Tears por yaMii no0vaA

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Notas del fanfic:

 

 

Notas del capitulo:

¡Ohayo!

REY_LAN: Bueno que te puedo decir -.- al principio todo había sido planeado para que al final quedaran juntos pero rechace el proyecto y esto fue lo que se me ocurrio xDD Espero que no me odies por el contenido y pues te recompenzare cuando termine el otro proyecto xDD gracias por seguir mi fic de "Vuelve a mí" y pues disfruta de tu premio.

Fans de esta pareja... ¡NO ME ASESINEN POR FAVOR! u_u por Dios que fue lo unico que se me ocurrio[¬.¬ además de que odio a Seto Kaiba por ser tan grosero con mi lindo rubio *p* naaa... solo queria hacerle sufrir un poquitin }=D y no, no tengo nada en contra de Seto pero me encanta el drama y el hacer sufrir a algunos personajes en especial (mira a Yuki Eiri de Gravitation)]

No sean rud@s conmigo es mi primer fic de Yugioh que hago y que publico y pues espero que sea de su agrado. [Thanathos: ¬¬ ¿Bromeas? A nadie le va a gustar esto... Nova: ¬¬*** Tu callate odiosa.]

Los personajes de Yugioh NO me pertenecen, son de su respectivo autor.

¡ENJOY IT!

Crystal Tears

 

 

Lo había rechazado, como lo había previsto desde el momento en el que decidió por fin decirle sus sentimientos.

 

 

Pero las palabras que ese castaño le había dicho, eran aun peores a las que él había imaginado… ese día estaba lloviendo y él se encontraba corriendo sin rumbo fijo, quería llegar a un lugar en donde pudiera llorar libremente y sacar toda su frustración.

 

 

“Eres un tonto… ¿Creíste que te aceptaría? Eres un inepto…”

 

 

¿Por qué tuvo que ser tan bruto con él? ¿Por qué no solo decirle un “No siento lo mismo”? ¿Por qué ese empeño a lastimarlo profundamente? En esos momentos no había respuesta para alguna de sus preguntas.

 

 

Corría a todo lo que sus piernas daban y sin pensarlo llego hasta la playa… se quedo un momento mirando las agresivas olas que chocaban furiosas contra la blanda arena.

 

 

Camino hasta llegar a la orilla del inmenso mar azul… azul como los ojos de su delirio y sin poder evitarlo cristalinas lagrimas rodaron por sus mejillas. Fue un estúpido al confesar esos sentimientos que desde que le conoció habían comenzado a desarrollarse en su interior… hubiera sido mejor quedarse callado y seguir peleando con el castaño por el resto del ciclo escolar, al menos así… atraía la atención de Seto Kaiba.

 

 

“No estas a mi nivel… y dudo que lo estés para alguien más… siempre serás el mismo perro callejero… solitario y estúpido…”

 

 

Aquellas palabras retumbaban fuertemente en su cabeza hiriéndolo profundamente, se dejo caer de rodillas y golpeo la blanca arena con los puños. ¿Qué les había hecho a los dioses para merecerse semejante cosa? Nada… o eso creía él.

 

 

Lanzo un grito desesperado al aire, sacando todo el sufrimiento que se acumulaba en su pecho, las saladas gotas no dejaban de salir de aquellos ojos mieles de los que era dueño, se confundían fácilmente con la lluvia pero las reconocía al llegar estas a su boca.

 

 

Estaba dispuesto a entregar su corazón, de hecho lo hizo y sobre una bandeja de plata pero el castaño solo lo tomo como una burla como una más de sus bromas y destrozo esa parte de su ser con tan solo palabras.

 

 

“Espero que algún día desaparezcas de este mundo y me dejes en paz.”

 

 

Ya no lo soportaba, se sentó y encogió sus piernas las cuales abrazo con fuerza, un escalofrió recorrió su espina dorsal, estaba haciendo frio y la lluvia no ayudaba en nada, tal vez enfermaría de pulmonía y moriría en ese lugar. Una triste sonrisa se formo en sus labios. Eso era lo que él quería y por ese castaño era capaz de todo. Cerro los ojos con pesadez sintiendo como el helado viento se estrellaba en su rostro.

 

 

− ¿Por qué lloras? – Una linda niña de no más de 7 años lo miraba desde arriba cubierta por un impermeable y un paraguas era sostenido por sus blancas manitas, sus cabellos eran negros como la mismísima noche y sus ojos eran azules, tan azules como el mar, tan azules como el cielo, tan azules como los de Seto Kaiba. − ¿Te perdiste?

 

 

El rubio negó con la cabeza.

 

 

− ¿Por qué lloras? – Volvió a cuestionar la niña que ahora se había puesto en cuclillas frente a él para mirarlo fijamente con el rostro inclinado hacía un lado.

 

 

−Por que Dios no es bueno conmigo… − La niña negó energéticamente con la cabeza.

 

 

−Dios es bueno con todos, solo es cuestión de tiempo para que tu premio llegue a tus manos. – De pronto la niña se fue corriendo dejando nuevamente solo al rubio. Tal vez su madre le había llamado y ella tenía que regresar.

 

 

Cuan grande fue su sorpresa al ver correr a la niña nuevamente hacía el con una de sus manos tras la espalda mientras que no la otra agarraba firmemente el paraguas.

 

 

−Toma… − Una vez frente al rubio la niña saco de atrás de su espalda unas pequeñas flores blancas tan chiquillas y delicadas. –Ya no llores…

 

 

El rubio tomo las flores y después sintió como la suave mano de la pequeña le limpiaba las lagrimas, le regalo una sincera pero triste sonrisa. –Gracias…

 

 

− ¿Cuál es tu nombre?

 

 

−Me llamo Joey Wheeler… ¿y Tu?

 

 

−Mi nombre es Hikari…

 

 

− ¿Por qué me ayudas? ¿Por qué quieres que no llore cuando no conoces lo que me paso?

 

 

−Porque… No es justo que alguien tan lindo como tú llore… − la niña le sonrió dulcemente. –Mi mami siempre dice que hay que ayudar a las personas bonitas como tú…

 

 

−Tu mami debe ser muy amable.

 

 

−Si, siempre ayudamos a las personas. ¿Por qué no vamos a mi casa? Estoy segura de que mamá te aceptara sin protestar. – La niña se puso de pie y tomo la mano del rubio y lo obligo a pararse para después jalarlo en dirección de la casa de la pequeña.

 

 

Cuando estaban a unas cuantas cuadras de la casa de la niña, esta vio a su madre quien caminaba en el otro lado de la acera. Hikari soltó la mano de Joey y corrió en dirección de la mujer gritándole, atravesando la calle sin percibir que un camión iba a toda velocidad hacía ella…

 

 

Todo fue en cámara lenta, el camión freno haciendo que las llantas rechinaran en el pavimento pero a causa de que este estaba completamente húmedo y resbaloso no logro frenar con tiempo… arrollando a la niña en el acto.

 

 

Sus ojos se abrieron al máximo, pudo ver como debajo del transporte un charco de sangre se extendía por el suelo, el paraguas que sostenía había salido volando aterrizando en sus pies, su corazón se estrujo al escuchar a la mujer gritar a todo pulmón el nombre de la pequeña niña. Se dejo caer de rodillas en el suelo sintiendo como las lagrimas se agolpaban en sus ojos y algunas comenzaban a rodar por estas.

 

 

− ¡¡¡HIKARI!!! –grito a todo pulmón para levantarse de golpe, miro confundido su alrededor… seguía en la playa y había dejado de llover. ¿Todo había sido un sueño? Suspiro aliviado.

 

 

Se levanto del suelo y se sacudió la ropa que aun seguía húmeda, reviso el reloj en su muñeca… las 10:54… había estado dormido un buen rato. Sin pensarlo mucho dio la vuelta y se dirigió a lo que era su hogar, ahora que había cumplido su mayoría de edad se había independizado y sobrevivía de dos trabajos. Repartiendo el periódico en las mañanas y trabajando de mesero después de la escuela. Llego a un edificio con fachada vieja, subió por las escaleras hasta el tercer piso en donde se encontraba su departamento.

 

 

Un lugar con solamente lo necesario, una sala con sillones algo viejos y maltratados, un comedor para dos personas, una pequeña cocina con solamente lo esencial, una habitación y una baño completo. No podía quejarse, el lugar era muy acogedor.

 

 

Fue a su habitación y saco ropa de un pequeño armario que contaba con solo cinco cambios de ropa y un uniforme de repuesto. Tomo unos bóxers negros y su pijama que consistía en un short corto azul y una playera sin mangas blanca, se dirigió al baño y se dispuso a bañarse. Una vez limpio y con algo de calor se fue directo a la cama para dormir. Debía levantarse temprano para ir a trabajar y después ir a la escuela, aunque no quería presentarse en ese lugar… no después de lo ocurrido esa tarde, pero, no podía darse el lujo de faltar a una clase más o sería expulsado de la escuela.

 

 

Se tapo con las blancas sabanas y se hizo un ovillo tratando de buscar calor que fue otorgado rápidamente por las mantas que le cubrían. Antes de cerrar por completo los ojos vio la borrosa imagen de una niña… una niña de ojos azules…

 

 

 

−Hikari… − pronuncio suavemente antes de caer profundamente dormido.

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

El insistente sonido de su despertador le hizo abrir los ojos, tanteo la superficie del mueble que reposaba a un lado de la cama tratando de apagar el ensordecedor ruido.

 

 

 

 

− ¡YA CALLATE! –Grito eufórico tomando el despertador entre sus manos y aventándolo directamente con la pared, el aparato de destrozo al impactarse con la pared. –Ay no… tendré que comprar otro… − Se levanto con pesadez y se dirigió al baño para mojarse la cara y sus rubios cabellos, regreso a su habitación para colocarse el uniforme de la escuela, regularmente siempre se levantaba después de que él despertador sonara pero esta vez no tenía ganas de andar holgazaneando.

 

 

Se dirigió a la sala para ir por sus cosas pero se percato de un mínimo detalle… las había dejado en la escuela. Se pego mentalmente maldiciendo su suerte, salió disparado de su hogar, esta vez terminaría más temprano su trabajo para ir a buscar sus cosas. Y así fue, termino muy temprano y corrió con desesperación a la escuela.

 

 

Cuando estuvo frente ala puerta de su salón la abrió de golpe para encontrarse justamente con la persona que menos quería ver en esos momentos… Seto Kaiba, quien estaba muy sumido en su trabajo en su portátil. Sin decir nada entro al salón para encontrar sus cosas aun debajo de la silla, suspiro aliviado.

 

 

−Eres un tonto ¿lo sabias? – pudo escuchar el tono frio y burlón de aquel castaño pero decidió no prestarle atención. No quería seguir ahí por que eso le llevaría a pelear con el castaño y tras ello recordar lo de la tarde anterior. Tomo su mochila y estaba a unos pasos de la salida del salón cuando volvió a escuchar su arrogante voz. − ¿Huyes como un perro cobarde? No me sorprende… − Solo apretó sus puños enterrando sus uñas en las palmas de sus manos, no dijo nada y salió de ese lugar, cosa que sorprendió bastante al CEO porque regularmente se le habría lanzado encima pero no le tomo importancia y siguió con su trabajo.

 

 

Mientras tanto el rubio subió a la azotea del edificio, en ese lugar encontraba una paz confortable, ahí podía sentir como el viento hacia danzar sus hebras doradas y le daba una excelente vista del jardín que rodeaba la escuela. Había un árbol en especial que le encantaba, el cerezo más grande de todos, cuando solía estar preocupado o triste se sentaba a los pies del árbol y este hacía que olvidara todo dejándole solo la sensación de tranquilidad.

 

 

Tuvo que regresar a las aulas para poder tomar clases pero por más que se esforzaba en poner atención simplemente no conseguía nada. Paso todo el día en la misma posición con la mirada fija en el cielo, recordó los ojos de la niña e involuntariamente los del CEO más rico de Japón. Aún recordaba las cueles palabras de este ultimo.

 

 

Llegó el momento de que las clases culminaran y él junto a sus amigos salieron del aula para dirigirse a la salida de la escuela.

 

 

− ¿Que sucede hermano? Te vi muy pensativo en la clase… – Pregunto un alto y corpulento castaño de nombre Tristán.

 

 

−Nada, solo estaba soñando que viajaba a la luna…− dijo sin muchos ánimos.

 

 

− ¿Sucedió algo malo Joey? – Yugi se acerco a él para mirarlo fijamente pero este solo negó con la cabeza.

 

 

−Nada de que preocuparse Yugi… solo es eso… estaba distraído.

 

 

−Y yo diría que mucho… − Un chico delgado de azabaches cabellos amarrados en una coleta alta, de ojos esmeralda y un pendiente de dado colgando de su oreja intervino en la conversación.

 

 

−No se preocupen no es nada… − trato de sonreír como siempre pero esa sonrisa había perdido su brillo y esto no paso desapercibido por Yugi.

 

 

Salieron de la escuela e intentaron pasar la calle pero solo Yugi, Duke y Tristán habían conseguido hacerlo, así que esperaron pacientes a que Joey atravesara la vía, pero en el momento en que iba a cruzar la calle la vio… vio a Hikari tratar de pasar la calle para reunirse con la señora que estaba a su lado.

 

 

Y el sueño de la noche anterior se materializo frente a él, las llantas del camión rechinando, el grito de la madre, la sonrisa de la niña… “Las personas bonitas como tú no deben llorar” Quería salvar a esa niña, tenía la necesidad de hacerlo, después de todo ella si contaba con un futuro feliz junto a su madre… el perdió toda esperanza de vivir el día anterior al ser rechazado de la forma más cruel del mundo.

 

 

Sin darse cuenta sus cristalinas lágrimas rodaron por sus mejillas y él con una sonrisa corrió en dirección de la niña, empujándola fuertemente para que cayera a la orilla del pavimento sin lastimarse, él no quería seguir sufriendo y ¿Qué mejor que la muerte? Solo esperaba que Kaiba fuera feliz, que aquella chiquilla viviera hasta que Dios decidiera llevársela y que sus amigos le recordaran con fervor. Vio a Kaiba frente a él, con la niña a sus pies y lo único que pudo hacer fue sonreír sinceramente, el estaba dispuesto a complacer a su castaño delirio, cumpliendo su ultimo deseo… desapareciendo del mundo y dejándolo en paz… un fuerte golpe y después obscuridad…

 

 

“Te amo…”

 

 

− ¡¡¡¡JOEY!!!! – El ensordecedor grito de Yugi llegó a sus oídos pero lo escucho tan lejos que no le tomo importancia… ¿Qué había sido esa sonrisa de parte de Joey? Su corazón se estrujo en el momento de que ese molesto rubio le sonrío y pronuncio aquellas palabras que aunque no fueran audibles las había leído en sus labios.

 

 

−Oiga… − la niña jalo de su gabardina para llamar su atención y cuando él colocó su vista sobre ella esta le miro con el entrecejo fruncido.

 

 

 

− ¿Qué quieres? – le pregunto de manera fría.

 

 

− ¿Ahora estas feliz? – el CEO no entendió las palabras de la niña. –Cumplió tu ultimo deseo… deberías estar feliz…

 

 

− ¿De que rayos hablas? – rugió furioso ¡No entendía a esa niña!

 

 

−“Espero que algún día desaparezcas de este mundo y me dejes en paz…” Esas fueron tus palabras… eso deseaste que sucediera… y él te dio el gusto.

 

 

La escena del día de ayer llegó a su mente, sus propias palabras, tan hirientes como siempre en contra del rubio, las lastimeras lágrimas del de ojos melados… ¿Qué había hecho?

 

 

−No trates de lamentarte… fue tu culpa… de nadie más… − la niña le miro furiosa pero de pronto sus facciones se suavizaron en un gesto amable. –Pero él esta más feliz junto con papá Dios… y Joey Wheeler no volverá llorar por ti… no volverá a derramar lagrimas de cristal porque ahora esta más feliz que nunca.

 

 

–…– El solo permaneció en silencio recordando las dos palabras que había leído en los labios del rubio. Dos palabras, cinco letras… un sentimiento… que él rechazo por crueldad. Todo a su alrededor comenzó a moverse, los amigos del ojimiel corrieron en dirección del camión… el chofer se dio a la fuga mientras un enorme charco de sangre se expandía por debajo del vehículo.

 

 

–Tuviste tu oportunidad de ser feliz y la rechazaste… ahora es su turno de ser feliz… no lo recuerdes, no le lamentes, no le llores porque solo traerás tristeza a su alma. Y no es justo que las personas bonitas como él lloren por alguien que no merece sus lágrimas… – Y la niña se esfumo como si nunca hubiera estado ahí dejando un aroma a rosas a su alrededor.

 

 

Solo pudo apreciar como Yugi lloraba desamparado, con desesperación, mientras que Tea le acompañaba en su tristeza, Tristán golpeaba el camión con fuerza hasta hacer sangrar sus nudillos y Duke solo se mordía el labio con fuerza y apretaba los puños hasta dejar estos completamente blancos.

 

 

La gente comenzó a agolparse alrededor de la escena del crimen y el solo pudo darse cuenta de que había dejado pasar la oportunidad de su vida por puro orgullo y arrogancia… ahora el que derramaba lagrimas era él y no le importo que los presentes le vieran tan vulnerable, porque por dentro estaba completamente destrozado y lo que dijeran las demás personas en ese momento no importaba.

 

 

El cielo trono fuertemente y una fuerte lluvia azoto sobre ellos… miro al cielo sin importarle que se estaba mojando… cuanto lo lamentaba… pero ¿De qué servía lamentarse ahora? Lo hecho, hecho estaba y él no podía cambiar eso…

 

 

Soy un completo idiota… perdóname… cachorro”

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

Sentía ese dulce calor, ese perfume a rosas llegaba a su nariz dándole una hermosa sensación, no quería abrir los ojos porque no quería enfrentar la realidad pero él lo sabía… estaba muerto y el simple hecho de haber visto a Kaiba una vez más antes de morir le hizo muy feliz. Una lagrima rodo por su mejilla al recordar el rostro del castaño.

 

 

“No llores por la persona que no merece tus lagrimas…”

 

 

Abrió los ojos con pesadez para encontrarse recostado en el regazo de la pequeña niña de azabaches cabellos y ojos azules como el mismo cielo. Se sorprendió bastante… ¿Qué no había salvado a la pequeña?

 

 

 

 

 

–No te preocupes Joey… yo no morí porque no era humana… soy un ángel y mi misión era terminar con tu sufrimiento, papá Dios te dará una nueva oportunidad donde el que saldrá ganando, serás tú y no volverás a derramar lagrimas porque… no es justo que las personas bonitas como tú lloren… – le sonrió con dulzura para después abrazar al rubio.

 

 

“…y la persona que las merezca no te hará llorar”

 

 

Sonrió tiernamente y se dejo llevar por esa cálida sensación que lo llevo al sueño eterno. Solo esperaba que esa lágrima de cristal fuera la última que derramaría por amor.

 

 

O W A R I

Notas finales:

;________; Bueno ahí... lo tienen *sollozos* espero que hayan llorado como yo... digo, disfrutado como yo.

¡NO ME ASESINEN, SOY MUY JOVEN PARA MORIR Y TENGO DOS FICS QUE TERMINAR!

Me asegurare de recompenzarles con otro one-shot o fic (lo que salga xDD) más bonito y con un final feliz, solo denme tiempo ¿si?

Dudas, quejas, sugerencias? En RW porfis!

¡Un Rw no mata a nadie! ¡Gracias de antemano! Cuidense mucho y lean mucho yaoi xDD. ¡Bye-bye!

~Besos~


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