Sentimientos confusos
By Pikacha
1-. La noticia
La mañana era hermosa, el sol se encontraba en una posición hermosa dando un toque naranja al cielo mesclado con las nubes, haciendo que todo se mirara resplandeciente. El aire corría por el lugar dejando una pequeña brisa, refrescando la ciudad.
Nuestro bello durmiente se levantaba perezosamente de su cama, pero con una sonrisa inigualable, gracias a kami-sama que era viernes, y no cualquier viernes si no uno donde cumplía un año de novio con su pareja, definitivamente seria un día inimaginable.
El rubio se paró de su cama, para inmediatamente bañarse y arreglarse para ir a la preparatoria, tenía que estar más guapo de lo normal, tardo unos 15 minutos en estar listo, salió de su recamara para ir a desayunar.
– Naruto – le hablo su padre.
– Buenos días oto-san– dijo este dándole una gran sonrisa a su papá.
– ¿Así que por fin un año? – pregunto su padre correspondiéndole la sonrisa.
– Sí, de muchos más– contesto sentándose en el comedor, listo para desayunar su preciado ramen.
Así paso ese linda mañana con su padre, para que después este lo fuera dejar a la preparatoria. Al llegar comenzó a buscar con la mirada a su azabache por el lugar, pero no lo encontró, imagino que se encontraría en el salón de amargado como siempre.
– No te quiero en casa muy tarde, dile eso a Sasuke– le informo su padre para despedirse después de su hijo.
– Esta bien – contesto haciendo uno de sus habituales pucheros.
Caminaba lentamente saludando a uno que otro amigo o amiga, si Naruto era algo popular, bueno para todos fue una sorpresa cuando se enteraron que el rubio escándalo e imperativo era novio de Sasuke Uchiha, él típico chico popular pero reservado, dándole un toque de misterio a su personalidad, pero no por eso fue una sorpresa, si no porque estos dos no se podían mirar ni en pintura porque empezaban a pelear, cuando se enteraron que eran novios no hacían más que espiarlos para comprobar el chisme.
Naruto finalmente llego al salón, entrando con su gran sonrisa y dejando embobado a más de uno, algo que no le importaba a este. Sasuke por su parte se encontraba tranquilamente leyendo uno de sus libros favoritos, en esta ocasión le daría de regalo uno a Naruto, por lo menos para que tuviera más cultura.
– ¿Me extrañaste, teme? – pregunto el rubio al quedar de frente con su novio.
– ¿Tu qué crees, dobe? – contesto, para después besar los labios de su amado, sin importarle que alrededor estuvieran sus compañeros.
Entre insultos se entendían y se amaban, es que los dos se comprendían perfectamente con la mirada, eran tan opuestos que simplemente se atraían, no podían estar uno sin el otro, era como quedarse sin oxigeno. Al principio cuando se conocieron no se soportaban, se rechazaban mutuamente, claro después de ese encuentro ¿Quién no lo haría?
Flash back
Cierto rubio corría lo más rápido que podía a su primera clase que estaba en el laboratorio de química, algo que era demasiado complicado para él, con trabajo entendía lo que era las mezclas heterogénea y homogénea, para entender que era un isotopo, un enlace covalente o iónico, la química no era algo que se le diera.
– Lamento llegar tarde – dijo al dar con el lugar y tocar la puerta – pero me perdí ¿puedo pasar? – pregunto el rubio con una gentil sonrisa.
– pasa y siéntate en un lugar que esté disponible – dijo el maestro.
Inmediatamente Naruto quiso sentarse a un lado de la hermosa pelirrosa que se encontraba sentada en las primeras mesas, pero no había lugar.
– Joven no tengo todo el día, siéntese a un lado de su compañero Uchiha – se le estaba acabando la paciencia con los alumnos al profesor.
Un hermoso chico de piel blanca, cabellos negros como la noche y unos ojos tan perfectos y azabaches, en donde te podías perder en su profundidad chasqueo los dientes molesto, ¿Por qué lo ponían con alguien tan dobe? Para la próxima vez no contestaba las preguntas del maestro.
Naruto al instante supo que era ese azabache, por la manera en que reacciono, cómo si a él le gustara estar con un teme amargado con cara de estreñido. El rubio camino hasta sentarse a un lado del Uchiha, ignorándose mutuamente.
– Como ustedes no se conocen, formaran equipos con sus compañeros de alado y no quiero nada de peros– dijo mirando la cara de reproche de algunos de sus alumnos, por ejemplo la de Naruto– pondré la practica en el pizarrón y ustedes me la entregaran saliendo de clases, tengan cuidado con las sustancias. – ordeno el maestro.
Sasuke se puso a trabajar inmediatamente, entendiendo a la perfección lo que hacía, no como otros rubios que se perdían en las formulas escritas en la pizarra, definitivamente odiaba química. El azabache seguía trabajando mostrando sus conocimientos, pero el rubio se sentía opacado por su compañero.
– Vengan con el vaso de precipitado para darles el bromo– dijo el maestro, inmediatamente el Uchiha se puso de pie y se dirigió al maestro.
El rubio se cabreo en seguida ¿Qué? ¿Ni siquiera podía hacer eso él? Para recompensar su dolor tomo uno vaso de precipitado y un tubo de enseño ¿Qué tenia de malo si los mezclaba? Estaba a punto de hacerlo cuando se escucho un grito.
–¡¿Qué tratas de hacer, usurutonkachi?! – pregunto el Uchiha.
– Yo solo sigo instrucciones, baka– contesto este, para juntar las dos mezclas.
Después de que casi explotara medio salón y que el rubio fue salvado de morir en las manos de Sasuke, estos dos eran conocidos como enemigos numero uno. Para Naruto había sido un pequeño error y para el azabache había sido una completa estupidez.
Fin del Flash Back
– Oye ¿A dónde me llevaras? – pregunto el rubio.
Los dos amantes estaban sentados debajo de un árbol, disfrutando de su uno de sus recesos, las clases acabarían pronto y como regularmente cada vez que estos cumplían un mes más de noviazgo, el azabache llevaba a pasear a Naruto algún lugar, al rubio le dio por preguntar.
– mmm… es una sorpresa dobe– le contesto con una pequeña sonrisa que solo eran para Naruto, este contesto haciendo un puchero.
-– nunca me dices – dijo Naruto con sus mejillas infladas.
– para que preguntas si sabes que no te contestare, usurutonkachi – contesto felizmente Sasuke, cabreando a Naruto.
– Eres un teme– susurro.
El azabache abrazo a su novio por la cintura juntándolo más a él, sintiendo su calor y temperatura, respirando su aroma que le era tan exquisito.
– ¿Ahora me darás la prueba de amor? – pregunto el Uchiha, para mirar como su lindo koi se sonrojaba al extremo.
– Eres un pervertido, teme– le dijo sonriendo.
Naruto se daba a respetar mucho en compañía de Sasuke, nunca quiso que pensara que era un cualquiera, o por el pequeño traume que tenia, y aparte no quería ser uno más de la larga lista que había pasado por la cama del azabache, porque eso si a Sasuke se le conocía en tiempos pasados como un mujeriego, pero misteriosamente después de formar una relación con el rubio desecho a cualquiera que no fuera Naruto y eso verdaderamente lo apreciaba.
– Papá quiero que llegue temprano– comento este, haciéndose el del rogar.
– Eso se puedo arreglar, dobe – dijo sonriendo con una mirada lujuriosa.
El rubio rio ante el comentario – no creo que quieras enfrentarte a papá, recuerda la vez que fuiste a casa a pedir permiso para ser mi novio, si no fuera sido por mamá, ahora no estarías vivo– termino carcajeándose.
– No es divertido dobe, yo que iba a saber que tu padre era alérgico a las rosas y al chocolate, pudiste habérmelo dicho– contesto el otro.
Naruto rio con más ganas– nunca pensé que llevarías algún regalo– pero paro al notar la cara de enojo de su novio – estreñido– le dijo.
– Que graciosito– dicho esto el azabache junto sus labios con los de Naruto en un beso demandante, amaba a ese rubio más que a nada en su vida, era su adicción, su droga, su veneno y al mismo tiempo su remedio – te amo, dobe– le susurro en el odio, después de terminar con el beso.
– Te amo, teme– le dijo este correspondiendo sus sentimientos.
El timbre sonó interrumpiendo el momento y atmosfera de amor que se sentía en el aire, los dos resignados se dirigían al salón caminando lo más lento posible mientras que el rubio le dedicaba una de sus más grandes sonrisas a Sasuke, la persona a que le juraba amor eterno… pero podría ser que en un futuro eso cambiara.
La hora de salida llego rápidamente para los novios, el rubio estaba muy entusiasmado esperando ver a donde lo llevaba su novio esta vez. Los dos se dirigieron al auto del azabache dispuestos a viajar y disfrutar de una linda velada.
El rubio en el camino venia contando unos chistes a su novio que trataba de hacerse el frio y no reír.
– ¿Cómo se dice misterio en chino, teme? – Preguntaba Naruto, su novio simplemente se limito a encoger sus hombres– chan chan chan– contesto este para después empezarse a reír inmensamente.
Sasuke se digno a sonreír de medio lado, y para Naruto ese era un gran logro, era difícil hacer reír a su novio con algunos de sus chistes, el azabache solo se reía al molestarlo, entre otras cosas.
Pronto llegaron a su destino, que para sorpresa de Naruto era un bosque, estaban cerca de un barranco y el atardecer estaba a punto de dar comienzo.
– Disfruta la función, dobe– dijo Sasuke.
El sol se escondía y perdía entre los árboles, dando sus últimos rayos reflejados en el bosque, mientras que el cielo se miraba hermoso, con diferentes colores, un tanto naranja pero a la vez de morado de que la noche se acercaba. Naruto estaba maravillado con lo que miraba, jamás pensó que Sasuke conociera un lugar así.
Lentamente recargo su cabeza en el hombre de su amado, dándole las gracias con un pequeño susurro. El ocaso no tardo mucho en terminar y con ello se miraba un cielo completamente hermoso con las estrellas resplandeciendo por todo el lugar.
– En la ciudad no se pueden apreciar así– dijo Sasuke tan encantado como Naruto.
– Gracias Sasuke – volvió a susurrar el más pequeño.
El azabache de su bolsillo saco una pequeña caja, sorprendiendo a un más al rubio, en esta se encontraba un pequeño dije del sol junto con la luna, Naruto lo miro sin comprender.
– Tu eres el sol que tanto ilumina mi vida y yo soy tu luna que protege tu bienestar, quiero que tu tengas la luna y yo el sol, para recordarnos los momentos que estemos separados, para cuando peleemos recuerdes que tanto te amo, que cada vez que me extrañes sientas que tengas una parte de mi en ti – le dijo este apenado siendo un poco cursi.
El rubio sonrió de esa forma encantadora que Sasuke adoraba – Te amo Sasuke– soltó de lo más profundo de su corazón.
– Mi vida no tendría sentido sin ti– menciono el azabache, diciéndolo lo importante que era el rubio en él.
Naruto rápidamente se puso el collar con ayuda de su amante, amigo, confidente para que después este lo besara apasionadamente, ese era el momento perfecto para convertirse en uno solo, de demostrar cuando se amaban.
Sasuke inmediatamente empezó a besar con cuidado el cuello de su amado, un año de abstinencia le había afectado mucho, ahora se devoraría al rubio entero. Mientras tanto Naruto se dejaba hacer, quería sellar su cuerpo con el del azabache, demostrarle lo mucho que lo amaba.
El Uchiha aprovecho para empezar a colar sus manos debajo de la ropa del rubio, necesitaba sentir su piel canela, sentir su suavidad, su textura, su aroma y tomarla como suya. Sus respiraciones comenzaron a agitarse y sus pulsos se aceleraron, mostrando la adrenalina y pasión que sentían en ese momento.
La noche caminaba lentamente con dos jóvenes amándose, la luna y las estrellas serian testigos del acto que llevarían a cabo Sasuke y Naruto. El mayor fácilmente despojo a su amando de su camisa embriagándose con su tacto, ese rubio lo ponía a mil con tan solo un roce.
Sasuke ponía marcas en toda la piel de su kitsune, especialmente en el cuello, quería que todo ser sobre el planeta se enterara que Naruto Uzumaki era de su pertenencia y el que osara tocarlo la pagaría caro. El azabache comenzó a descender lentamente por el pecho del rubio llenándolo de besos, hasta llegar a uno de sus pezones, que se encargo de estimular mientas lo succionaba y besaba hasta dejarlo erecto.
Los pequeños gemidos resonaban por todo el auto como eco, algo que excitaba más al azabache, pero siendo sinceros cualquier cosa que viniera de Naruto lo excitaba.
– Para– susurro el kitsune.
Sasuke sabia porque su novio decía eso, el rubio tenía un pequeño trauma de su niñez, algún infeliz había abusado de su Naruto cuando este era solo un niño, se lo había confesado la primera vez que se había intentado pasar de la cuenta con él.
El chico escondió su rostro bajo el fleco, ocultando su vista de Sasuke, tenía los ojos acuosos y no quería que su novio lo mirara así.
– Naruto mírame– pidió su acompañante– yo no pienso dañarte– le dijo para tomar su barbilla entre sus manos y levantarle el rostro– te amo más que mi vida, si me dices que pare lo hare, pero quiero que sepas que yo no te dañare, quiero que cuando decidas que estemos juntos es porque así lo desees, yo cuidare de ti toda mi vida, velare tus sueños por siempre – le dijo con sinceridad para después besar su frente.
– Perdón – susurro el kitsune.
– No tienes porque pedirlo, será mejor que te regrese a casa, no quiero que tu papá intente matarme– dijo para después sonreír.
Si definitivamente dos personas después de llegar a su casa se bañarían con agua helada…
Sasuke regreso a Naruto a su casa lo más rápido que pudo, ese papi suegro era algo difícil de complacer. El rubio regreso todo feliz a su casa mientras contestaba las preguntas que su padre le hacía, era demasiado sobreprotector y más después que murió su esposa Kushina.
La noche seguía avanzando mientras que el azabache llegaba a su casa, que era un poco lujosa para preferencia de su familia. Sasuke llego y entro a su casa para encontrarse a su hermano echando chispas.
–¡¡ No puedes hacer eso!!– gritaba Itachi a su padre.
– Tranquilízate, no cambiare de opinión, es por el bien de la familia– dijo Fugaku con calma.
– ¿Es por el bien de la familia o por el tuyo?– pregunto cabreado el primogénito – no pienso irme, aquí está la persona que amo – termino diciendo.
– ¿Qué pasa? – preguntaba el menor de los Uchiha.
– Sasuke – menciono su padre – nos iremos a vivir a Estados Unidos cuando acabe el semestre– le soltó sin más su padre.
El azabache no sabía que decir, era si de repente le echaran un balde de agua fría, lo primero que se le vino a la mente fue su adorado rubio.
– Ni pienses que estaré de acuerdo– dijo por primera vez dándole la contra a su padre.
– Ustedes harán lo que yo diga, y no les estoy preguntando si quieren, es una decisión que ya tome por el bien de esta familia– decía alzando un poco la voz – no dejare que por un tonto amorío terminen perdiendo el juicio– les dijo Fugaku.
Mikoto, la madre de los hermanos Uchiha se encontraba oyendo la conversación, ella no tenía el derecho de opinar nada, era por su culpa que todo esto estaba pasando, por culpa de una enfermedad que le habían detectado tendrían que abandonar Japón, los doctores le dijeron que no podrían hacer nada por ella.
Fugaku en cuanto se entero, se puso a investigar, no iba a dejar que la mujer que amaba falleciera, no si él podía hacer algo y según la información que había conseguido en Estados Unidos había una cura, experimental pero era una probabilidad de que su mujer viviera.
– ¡¡Pero..!!—trababa de gritar Sasuke, defendiendo el amor que sentía por Naruto.
– ¡¡Ya basta!!—grito su padre– Es una decisión tomada y no la cambiare, así que váyanse despidiendo de Japón– informo Fugaku para después retirarse del lugar, para subir a su recamara.
Itachi y Sasuke no cabían en esa idea, separase del ser que amaban, no podían permitirlo, no lo aceptaban…
CONTINUARA…