Por Derecho ó por Amor
Por Tlacuilo
1. Lord Wolfram von Bielefeld
Las tierras von Bielefeld vecinas de las Weller y las Von Voltaire se alzaban gloriosas con sus bosques frondosos, su rio que cruzaba por la mitad de ellos llevando agua y peces a sus moradores de la aldea, en la colina mas allá del escampado se erguía el castillos del Lord alejado de todo y a la vez en el centro del mismo, el pueblo mas cercano quedaba a medio día de camino y sin embargo ese tramo era recorrido a diario por Lord von Bielefeld siempre al pendiente de sus siervos, si bien el joven Lord no derramaba amabilidad jamás se le podía acusar de injusto o arbitrario, algunos aldeanos intuían que su carácter era responsabilidad de su madre y sus hermanos mayores los Señores de la tierras colindantes a las suyas, los tres hijos de Lady Cecile von Spitzberg que a pesar de haber sido educados por su madre sin ayuda -ya que su padres murieron- eran todos hombres de bien y con el toque de sensibilidad que solo una madre puede dar , pero cuidado si alguien intentaba usar eso como debilidad por que se llevarían una peligrosa y mortal sorpresa ya que los tres eran considerados los mejores guerreros del reino y su alteza Shinou los tenían entres sus favoritos y mas allegados colaboradores, un gran atino de parte de Lady Cecil fue que sus hijos eran todo primogénitos de sus respectivos padres y así ninguno tuvo que tomar la vida religiosa.
En uno de los balcones del castillo von Bielefeld el joven Lord reflexionaba sobre lo ocurrido unos días antes.
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En el castillo pacto de sangre en las tierras von Voltaire, Gwendal y Wolfram discutían con Lord Weller, el motivo: el rapto de Lady Susanna Julia von Wincott prometida de Adelbert von Grantz por nada menos que por su amadísimo hermano Conrad , Gwendal caminaba de un lado a otro de su despacho murmurando que su hermano estaba loco mientras que su esposo Günter lo veía dese el sillón en que cómodamente estaba sentado acariciando su vientre que albergaba al primogénito von Voltaire , Wolfram fue el que se animo a hablar ya que el enojo del hermano mayor no pasaría en un buen rato.
—Y ¿que piensas hacer si su majestad Shinou interviene? Es seguro que von Grantz vaya con el a buscar una solución, no creo que se quede cruzado de brazos con el rapto de su prometida.
—Cuando eso pase ya lo veré.
—Ni el que el Rey sea nuestro tío te salvara de un castigo, podrías perder, tus tierras, tu titulo, ¡todo!- Grito el rubio
— ¡Por que diablos hiciste esto!
—-Si lo que les preocupas es que el castigo llegue también a ustedes no tiene por que, me alejare y….
— ¡Oh cállate ya Conrad! somos tus hermanos, tu familia, no te abandonaremos a tu suerte aunque de unos golpes no te salvas—respondió Gwendal y Wolfram asintió con la cabeza.
Günter, se paro con algo de dificultad y abrazo a su esposo es por eso que lo amaba tanto, Gwendal aparentaba ser Intransigente pero no lo era, es mas era muy cariñoso y consentidor con las personas que amaba como sus hermanos y el.
El castaño con mas calma explico el por que de sus acciones; Julia y el estaban enamorados pero Lord von Wincott la había comprometido con Adelbert sin su consentimiento y claro que cuando Conrad se entero entre los dos decidieron fugarse y no solo eso ya eran marido y mujer un fraile los había casado en un monasterio rumbo a Pacto de Sangre. Al oír esto ultimo Gwendal tuvo que sentarse, sin embargo entendía su hermano menor si alguien lo hubiese querido separar de su amado Günter no se quedaría sin hacer nada, afortunadamente, el compromiso entre los von Voltaire y los von Christ fue por mutuo acuerdo y con mucho amor, Wolfram se golpeo con la palma de la mano la frente en un gesto que todo entendieron muy bien; la situación requería medidas extremas. Mandaron a llamar a su madre y ella resolvió que Gwendal y ella irían con su primo Shinou para enmendar las cosas ofreciendo una dote sumamente cuantiosa a Lord von Grantz en desagravio de la ofensa, y por supuesto que seria enorme ya que Wolfram y Gwendal cooperarían también, rogando por que Lord von Grantz aceptara y no quisiera iniciar una batalla.
En eso pensamientos continuaba Lord Von Bielefeld cuando unos leves golpes en su puerta se escucharon, se quedo esperando creyendo que los había imaginado pues ya era muy entrada la noche y sus sirvientes no se atreverían a interrumpir su descanso, pero de nuevo se escucharon y con un poco de molestia el respondió.
— ¿Qué pasa?
Una voz algo temerosa se dejo escuchar. Desde fuera
—Perdón mi Lord pero alguien del pueblo vienes a buscarlo y dice que es muy urgente, que suplica lo escuche su señoría.
—Y no puede esperar a mañana.
—Lo siento Mi lord pero dice que es de vida o muerte.
—En un momento bajo y espero por su bien y el tuyo que no sea una tontería por que lo pagaran con unos azotes.
Enfurruñado el rubio dejo el balcón y tomo una capa que le cubría el batín abrió su puerta que era de dos puertas y se encamino por el pasillo que aun estaba iluminado por las antorchas, llego hasta las escaleras que dividían el palacio y llegaban hasta un poco antes de la entrada principal donde ya lo esperaba su sirviente Dorcas y un aldeano, el rubio supuso que el que lo busca con urgencia , hizo un ademan con la mano invitando al hombre para que hablara, el hombre se aventó a su pies aferrándose a la capa suplicando que lo ayudara, el rubio hacia intentos de quitárselo de encima y Dorcas lo ayudo, entre ambos separaron al angustiado aldeano que lloraba a mares, el rubio considero que era mejor que el asunto se tratara en su despacho ya que sus sirvientas ya estaban en la puerta de la cocina viendo la escena con curiosidad.
Al llegar al lugar se sentó en una gran silla de caoba, con cubierta de terciopelo y que en los antebrazos tenia piel de cordero para proteger los brazos del Lord y el hombre se quedo parado frente al gran mesa de roble que lo dividía de su Señor; la chimenea que estaba en la pared central fue encendida por el fiel Dorcas que era el único con derecho de quedarse con el Lord cuando trataba asuntos de esta índole ,aunque después las tres sirvientas de los Lores le sacaran toda la información-así es algo que compartían los hermanos era la servidumbre, mas por lealtad que por comodidad- Lord von Bielefeld espero con calma a que el herrero Shibuya se calmara- lo había reconocido antes de que se pusiera a llorar- estrujando su gorro tan tosco como toda su vestimenta, Kane empezó a tartamudear y con un poco de esfuerzo se le podía entender.
—Mi… mis…sobrinos Lord…Ellos…han sido capturados y encarcelados por Lady Alazor de Pequeño Simaron.
— ¿Y que esperas de mi? si ellos son sus siervos e hicieron algo malo, esta en su derecho yo no puedo intervenir.
-Pero es injusto mi Lord ella los encerró por que se negaron a dar el jus primae noctis.
Ese estúpida ley que tenia siglos y que a nadie la había interesado quitar -El señor feudal dispondrá de la virginidad de todas las doncellas que vivan en su tierra- el y sus hermanos no la tomaban en cuenta pero otro Lores si y se aprovechaban de ella con frecuencia cuantas veces no se sintió asqueado de solo pensar en forzar a alguien incluso tanto era su molestia que se la sabia de memoria por si acaso algún día Shinou la desechaba como ley, y eso fue lo que le llamo la atención, pero Kane dijo sobrinos acaso defendían la honra de su hermana, o seria que ellos eran ……….
Continuara…………..