Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

CARTA DESDE EL CORAZÓN por AICEN

[Reviews - 56]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Casi todo esta narrado en primera persona por Yuki, ha modo de carta para Shuichi, la canción de cuna que hay escrita me la he inventado.

Notas del capitulo:

Se que tengo sin terminar EL ELEGIDO y pido mis más sinceras disculpas a Saya_Misaky, a Ladyandrmeda y a todas aquellas personas que han seguido mis historias y me han enviado sus comentarios, siento deciros que haré una pausa con EL ELEGIDO porque no consigo sacarlo adelante de ninguna manera, y no quiero acelerar el final para quitarmelo de en medio, eso sería una falta de respeto.

Prefiero acabarlo bien, aunque lo haga de manera lenta, cuando la musa me inspiré mejor para esta historia, de momento se me han ido ocurriendo one-shots, varios y pequeños, y de diversas series que he decidido colgar a moodo de disculpa por mi falta de tacto al colgar dos capitulos de una historia que ahora no se como continuar, espero que les gusten.

El primero es de Gravitation, una serie que sin censura me gustaría más de lo que ya lo hace.

<!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:"Cambria Math"; panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:roman; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1610611985 1107304683 0 0 415 0;} @font-face {font-family:Calibri; panose-1:2 15 5 2 2 2 4 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:swiss; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-520092929 1073786111 9 0 415 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-unhide:no; mso-style-qformat:yes; mso-style-parent:""; margin-top:0cm; margin-right:0cm; margin-bottom:10.0pt; margin-left:0cm; line-height:115%; mso-pagination:widow-orphan; font-size:11.0pt; font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-fareast-font-family:Calibri; mso-fareast-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-fareast-language:EN-US;} .MsoChpDefault {mso-style-type:export-only; mso-default-props:yes; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-fareast-font-family:Calibri; mso-fareast-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-fareast-language:EN-US;} .MsoPapDefault {mso-style-type:export-only; margin-bottom:10.0pt; line-height:115%;} @page WordSection1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.WordSection1 {page:WordSection1;} -->

 SHUICHI:

He terminado mi nueva novela, y me sorprendo, por una vez no es una historia romántica, ni siquiera tiene un final feliz, no sé porqué decidí escribir mi propia historia, sin omitir detalle alguno, cuando me quería dar cuenta, ya había puesto detalles íntimos de mi vida, pero no los borré.

Ya pueden llamarme mil y un programas, ya me pueden rogar que conceda entrevistas interminables, ahora sé que puedo ir con la frente bien alta a reconocerle al mundo que fui un idiota.

Tanto miedo, tanto orgullo, tanto cinismo y sarcasmo, ¿de qué me sirven ahora?, las paredes puede que oigan mis gritos, pero jamás me contestan, mi “querido” cuñado por una vez no ha salido en mi defensa, mi hermano me odia y tú simplemente no estás.

Porque yo me cansé, otra vez, y te dije que te largaras, porque ya estaba harto de tus nauseas matutinas, de obligarte a comer, de tener que pelearme contigo por las noches cada vez que tú me decías “no tengo ganas”, de que montases un escándalo cuando yo te decía que fueses a un doctor y averiguases que pasaba.

Me pregunto a mí mismo si estaba preocupado, como siempre la respuesta es no, simplemente me aburría tener que sujetarte el cabello de tu frente mientras tú vomitabas, de tener que dejar mi trabajo porque tenías frío, o calor, o te mareabas, me enfadaba cada vez que llorabas por cualquier cosa o te ponías a reír de cualquier tontería.

Y aquella mañana fue el colmo, venías más blanco que un fantasma, sudando a más no poder, tus labios temblaban al igual que el resto de tu cuerpo, y comenzaste a tartamudear.

_FLASH BACK-

-yu…Yuki…yo…yo.

-habla de una vez mocoso, no tengo todo el día ¿por qué carajo has salido antes de trabajar?, ¿no podías quedarte con ese guitarrista de mierda?, ¿tenias que venir a joderme la existencia?-dijo Yuki.

-yo…yo… el médico…y una noticia… y…y

-¡largo¡-grito Yuki.

-pe..pe..

-¡que te largues, que ya no quiero tenerte delante¡, ¿a qué esperas, eh?-dijo el escritor.

-yu…Yuki.

-¡que se acabó¡, ¿me has oído?, ¡que recojas tus cosas, cojas esa puerta y te largues para no volver.

-FIN FLASH BACK-

Y lo hiciste, te marchaste, tan pálido como habías entrado y llorando a lágrima viva, diciendo como si eso funcionara de algo tu estúpido “te amo Yuki”.

Ni siquiera me preocupé, irías a casa de Nakano, o con el loco del conejo rosa, que aguantasen ellos tu enfermedad y a mí que me dejasen tranquilo, sabía que tu queridísimo Hiro vendría tarde o temprano a nuestro apartamento, diciéndome su letanía de “¿qué le has hecho?”, “si le vuelves a hacer daño”, y todas las demás cosas.

Y yo me concentré en mi novela, en el tabaco y la cerveza, puse una vez la televisión y cuando vi que retransmitían uno de tus viejos conciertos la apagué, dormía tranquilo y sin problemas, y me permití el lujo de llevar a nuestra casa y a nuestra cama a más de una mujer, ahora no tenía que rendirte cuentas ni explicaciones, ni oír tu alboroto o tolerar tu presencia.

Pero fue una mañana mientras leía el periódico cuando me di cuenta, estaba concentrado en el artículo de un narcotraficante, cuando por algún motivo que desconozco, me dio por fijarme en la fecha, diez de abril.

Y entonces, y solo entonces, el corazón se me paró, diez meses, habían pasado diez meses, ni Hiro había aparecido en mi puerta, ni tú habías vuelto pidiendo perdón, y ahora que lo recordaba, había visto en la televisión dos conciertos antiguos, pero no había noticia alguna de nuevas canciones, claro está, mi orgullo y mi ego me hicieron sonreír sarcástico y pensar que sin mí a tu lado, no tenías ni talento ni imaginación.

Pero me inquieté, demasiado silencio en el apartamento supongo, ya tenía olvidado tu perfume, y el calor de tu cuerpo, así qué pensé “ya me ha perdonado tantas veces que ese baka lo hará una más”. Y decidí “arrastrarme” a buscarte, montar la escenita del perdón con mis mejores y más sobre actuados ojitos “tiernos”, recuperarte, llevarte a la cama, tener sexo salvaje y desenfrenado contigo, y hasta quizás comportarme bien durante unos días.

Cuando quisieras darte cuenta de que yo volvía a ser el mismo de siempre, te tendría comiendo en la palma de mi mano, desesperado por un poco de cariño de mi parte, y decidido a salvar lo nuestro.

Claro está, sabía que me marearías con el tema de decirte “te quiero”, y en mis planes estaba incluido el “escupir” esas malditas dos palabras si con eso conseguía que me dejases tomar tu cuerpo y relajarme, ya las mujeres no me llenaban, todas fingiendo, todas expertas, y yo quería esa inocencia tuya que hace aflorar mis más perversos y oscuros deseos, quería recuperar y aumentar mi ego, saberme el seductor, el apasionado, el amante.

Así que deje mi novela en pausa, me puse mis mejores galas después de una ducha con jabones aromáticos, incluso utilicé la colonia que tú me regalaste para que mi seducción hiciese mayor efecto. Cogí las llaves del Mercedes, y cual si fuese adivino y supiera todos y cada uno de tus movimientos, fui primero a aquel parque donde tú te enamoraste de un hombre que te dijo que tenias cero talento.

Reconozco que me cabreé bastante cuando no te encontré, pero ¿qué más daba?, solo tenía que volver a coger el coche e ir a casa de Nakano, donde te habrías refugiado a llorarle tus penas. Después de pasarme, más de media hora plantado delante de la puerta del guitarrista sin que este contestase, encendí un cigarro, al fin y al cabo, tenía que relajarme para ir a NG Records y plantarme cara a cara con mi cuñado.

Yo siempre he sabido que me amaba, no soy ningún tonto, solo debía hacer la pregunta con una media sonrisa y ya tendría a Thoma babeando y respondiendo. Así que llegué y el amable portero me indicó que el presidente estaba en el edificio. Pero cuando entré lo encontré demasiado vacio, no es que pisara NG en muchas ocasiones, pero siempre estaba lleno de secretarias, productores, cantantes, músicos e incluso algún periodista en busca de exclusivas.

Llamé educadamente, algo no muy propio de mí, pero se trataba de dar buenos resultados en mi búsqueda, la gasolina no es barata Baka, y se me había acabado el tabaco, abrí la puerta cuando escuché el “pase”, y me planté delante del tecladista de Nittle Grasper.

-FLASH BACK-

-Eiri- dijo Thoma.

-hola cuñado, cuánto tiempo-contestó Yuki.

-¿en qué puedo ayudarte?-contestó con su típica sonrisa.

-¿dónde está?, ¿con el loco del conejo?-preguntó el escritor.

-¿tienes la poca vergüenza de venir ahora a preguntar por Shuichi?-contestó Thoma.

-¿desde cuándo tanta confianza para que ya no le llames Shindou?-dijo el escritor con una sonrisa cínica.

-desde que vino a NG completamente destrozado y explicándome su situación, desde que tuve que hacer una rueda de prensa diciendo que Bad Luck, se iba a tomar una gran temporada de descanso, y poco después tuviese que hacer lo mismo con Nittle Grasper cuando Ryuichi y tu hermano, decidieron encargarse de su cuidado, y desde que yo y los demás nos vimos implicados en algo que era problema tuyo-contestó con gesto serio el productor.

-ja¡, que pierda su inspiración no es problema mío, ni tampoco que ande de bajón por cosas sin importancia-contestó Yuki.

-¿sin importancia?-dijo Thoma.

-haber cuñado, ilumíname, ¿qué tema sacó de quicio el baka?, ¿de qué granito de arena hizo una montaña en esta ocasión?-dijo el escritor.

-¡te pasaste de la raya y lo sabes¡-dijo gritándole Thoma.

Y eso había dejado perplejo al escritor, su cuñado jamás había perdido la paciencia con él, nunca la había gritado, y sus enojos se basaban en amenazas vanas y en un leve levantamiento de sus cejas.

-¿de verdad quieres saberlo?, ¿por qué no vuelve a tu lado?-dijo el productor.

-sí, claro, como si pudiese importarme si se marchó por un polvo mal echado-contestó Yuki.

-toma esto-dijo entregándole la funda de un Cd con un disco en su interior.

-ve a casa, recuerda porque le echaste esta vez y luego pon en marcha tu sofisticado equipo de música en la pista nueve-dijo Thoma.

-si sigues dudando después de eso, ven y hablaremos.

-FIN FLASH BACK-

Llegué a casa cabreado, el muy jodido de Thoma no me había dejado nada en claro, ¿por qué te había echado?.

Porque estabas enfermo y me tenías harto, yo no soy ni tú medico ni tu enfermera.

Porque vomitabas cada cinco minutos y era yo el que tenía que dejar mi trabajo para sujetarte el flequillo, la solución hubiese sido cortarse el pelo estúpido baka, pero claro, tú y tu obsesión por parecerte al loco del conejo rosa, hizo que lo quisieras llevar largo.

Porque te mareabas, lógico sino comías más que porquerías y lo poco que cocinabas lo quemabas o no era apto para humanos.

Así que cabreado puse ese maldito Cd en el equipo y le di a la pista nueve, esperaba una balada romántica, con letras sosas en las que de alguna manera me dijeras cuanto me amabas, el daño que te había hecho, y todas esas bobadas, pero me quedé asombrado cuando después de unos segundos, comprobé que el único acompañamiento que ibas a tener era el sonido de un piano, y entonces, escuche tú voz.

“la noche ya llego mi vida,

 la luna brilla ya en el cielo,

es hora de dormir tranquilo,

y de tener dulces sueños.

Aquí estaré contigo,

vigilando por ti las estrellas,

y un ángel a tu lado,

te mostrará imágenes bellas.

Nada puede hacerte daño,

yo protegeré tu sueño,

y cuando llegué la mañana,

abrirás tus ojos bellos.

La noche ya llego mi vida,

 la luna brilla ya en el cielo,

es hora de dormir tranquilo,

y de tener dulces sueños.

Dime angelito mío,

dueño de mi corazón,

si eres tan feliz a mi lado,

como de tenerte soy yo.

Yo estaré a tu lado,

no tengas temor,

jamás tendrás pesadillas,

ni sabrás del dolor.

La noche ya llego mi vida,

 la luna brilla ya en el cielo,

es hora de dormir tranquilo,

y de tener dulces sueños.

Y dile a tu ángel,

que también vele sus sueños,

que aunque no esté a nuestro lado,

también deben ser bellos.

No llores por su ausencia,

yo te colmaré de amor,

quizás tu angelito,

nos lo devuelva a los dos.

La noche ya llego mi vida,

 la luna brilla ya en el cielo,

es hora de dormir tranquilo,

y de tener dulces sueños.”

 

Me quedé paralizado, esa canción era una nana, esos arrullos, eran para un niño, y entonces conseguí sumar dos y dos de manera coherente.

Nauseas, vómitos, mareos, pérdida de apetito, y tus balbuceos cuando tartamudeando me dijiste que venías del médico y tenías una noticia. Y de golpe la palabra vino a mi cabeza, yo el egoísta, el egocéntrico, cínico, frio, intratable, serio, sarcástico, el mismísimo demonio.

Yo Eiri Uesugi iba a ser, padre.

Salí corriendo desesperado, tenía que buscarte, encontrarte y decírtelo, ¿pero decirte qué?, que me acosté con otras sin dejar de pensar en ti, que yo mismo rompí en alguna ocasión algunos platos o vasos para armar el mismo escándalo que tú, que tuve que borrar en muchas ocasiones un capitulo porque no dejaba de llamar Shuichi al protagonista, que sin ti a mi lado mi vida no valía nada, que no podía poner la televisión o el equipo de música por puro miedo de oír tu voz en una canción, que ya no pensaba en Kitazawa, que no te fueras con el loco del conejo rosa, que… que te amaba.

Darme cuenta de mis propios sentimientos hacía ti fue una paliza mayor que la de enterarme de que con el tiempo que había pasado desde que te eche de casa, tu ya habrías dado a luz a nuestro bebe, me maldije a mi mismo por obligarte a pasar por el embarazo y el parto solo o acompañado de esa manada de inútiles que tú haces llamar amigos, incluso me llegué a imaginar al idiota americano de K amenazándote con su magnum para que empujases más fuerte.

Pero indiscutiblemente te amo, cada sonrisa, cada lagrima, cada locura, el ruido, que no sepas cocinar, que no tengas talento, que sigas siendo tan inocente en la cama, que me abraces cuando sabes que pienso en el hombre que casi me viola y al que maté, cada berrinche, que seas la luz que ha iluminado mi triste y patética vida.

Recorría las calles desesperado, sin saber a dónde ir o que hacer, “tarde” pensaba, demasiado tarde para que tú me perdones, demasiado tiempo y demasiados errores, ¿Cuánto dolor, cuánto daño te habría causado?, ¿hasta qué punto llegaría en esta ocasión tú determinación de no darme una nueva oportunidad?.

Volví al parque, a casa de Nakano, a NG, incluso a casa del loco del conejo, pero nada, no te encontraba, tu y nuestro bebé os habíais evaporado, y no lo vi venir, no vi aquel estúpido coche blanco que se estrelló conmigo, no fui consciente de las vueltas de campana que dio el Mercedes, ni de cuando perdí el conocimiento, no escuche el sonido de las sirenas de la ambulancia, pero sí recuerdo que soñé contigo, viéndonos a ti y a mí, tú en un escenario cantando y yo como tú único espectador.

Y desperté lleno de tubos, cables y agujas, en la fría habitación de un hospital, con mi cuñado mirándome no sé si con preocupación o con gesto de reclamo por lo que había hecho, y me dio igual la mascarilla de oxigeno o los goteros, el dolor y el sueño yo solo pude preguntarle algo.

-FLASH BACK-

-Shuichi-dijo Yuki.

-¿aún sigues con eso?- contestó el productor.

-por favor-contestó el escritor.

-¿tú rogando por algo?, ese golpe debió terminar de trastornarte-dijo Thoma.

-Thoma, por favor-dijo Yuki.

-aunque te lo dijese no puedes hacer nada, no en tu estado-contestó el otro.

-entonces déjame escribirlo y dáselo a él-respondió Yuki.

-FIN FLASH BACK-

Y aquí me tienes, escribiendo, cinco líneas se convirtieron en cinco páginas que luego pasaron a cincuenta, y que siguieron aumentando cuando meses después me dieron el alta hospitalaria y me encerré en mi estudio, solo que me falta lo más importante, ponerle el título.

Porque quiero terminarlo y mandarlo junto con Thoma, el único hombre que sabe donde estáis tú y el bebé, el muy desgraciado ni siquiera me ha dicho si es niña o niño, y mucho menos el nombre que le has elegido, pero hay va toda mi vida Shu, en estas páginas llenas de letras, en este que prácticamente es mi diario, sé que no me creerás cuando te diga que han salido de mi corazón, porque posiblemente pienses que no tengo uno, pero si lo tengo Shuichi.

Y es tuyo amor mío, te ha pertenecido desde el mismo momento en el que te vio, y lo seguirá siendo sea cual sea la respuesta que decidas darme, aunque se perfectamente cuál es la que me merezco, un no rotundo, un te odio, un te desprecio, o que no quieras volverme a ver, pero yo voy a estar aquí, en nuestro piso, en nuestro hogar, esperándoos a ti y al bebé al que ya le he preparado una hermosa habitación.

Perdóname Shuichi te lo ruego, te lo suplico, y haré todo aquello que me pidas, que me ordenes sin poner objeción alguna, sin peros, sin quejas, si desprecios.

Se acabo el egoísta, el cínico, el egocéntrico, el frio y demoniaco Eiri Uesugi, cambiaré, te diré cuantas veces quieras que te amo, que te echo de menos, que estoy desesperado por tenerte entre mis brazos, que quiero que te cases conmigo, que formemos una familia los tres juntos, haré cualquier cosa, pero vuelve a mi lado te lo suplico, porque esto lo digo seguro de mí mismo, consciente de mi decisión, orgullosos de poder rectificar mi camino y aprender de mis errores, esto te lo digo desde lo más profundo de mi corazón.

Y ahora ya lo sé, ya sé que poner en la maldita cubierta del libro.

Pero tengo que ver a Thoma un segundo, necesito que me diga algo, y he ido nuevamente a NG records, entrando sin llamar, enseñándole un libro al que le faltan el titulo y las dedicatorias.

-FLASH BACK-

Y me he arrodillado ante mi cuñado, en la postura más humillante que un hombre podría adoptar, con las lágrimas más sinceras que he derramado en mi patética existencia.

-te lo ruego Thoma, te lo suplico, dime el nombre del bebe-le he dicho.

Y él solo ha suspirado y ha murmurado un “él me va a matar”, pero luego me ha mirado con una sonrisa tierna, de esas que solo él puede dedicarme a mí porque para el resto es una falsa, una mentira.

-Edian, tu hijo se llama Edian-me ha contestado.

-FIN FLASH BACK-

Un niño, me has dado un niño Shuichi, y le has puesto el más hermosos de los nombres a nuestro pequeño, ¿por qué vas a dejar que sea nuestro verdad?, ¿vas a concederme el honor de ser padre, de estar a tu lado nuevamente?, ¿de convertirme en tu marido y a ti en mi esposo?.

Por favor amor mío, perdóname, quiero que seas mi vida, mi razón para existir, que te transformes en todo mi mundo, lee el libro Shu, léelo te lo ruego.

Estoy en NG Records Shu, con el paquete en las manos, escribiendo a mano las últimas frases mientras me observa mi cuñado que te hará entrega de mis verdaderos sentimientos, de la verdad, de mi corazón, y de mi amor hacía ti.

El titulo: Carta desde el corazón

La dedicatoria: A mí amado Shuichi y a nuestro hijo Edian, con todo mi amor y mi esperanza, con todo mi cariño e ilusión.

Escritor: Yuki Eiri…. No, ya no, ya no quiero ser nunca más un pseudónimo, ya no quiero que nadie vuelva a utilizar conmigo el nombre de un traidor que murió hace años, ahora soy padre, soy amante, soy amigo, confidente, compañero, consejero, soy lo que tú desees de mi amor mío, así que lo repetiré de nuevo.

Escritor: Eiri Uesugi

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

-llévaselo Thoma.

 

-UN MES DESPUÉS-

Sigo sin tener noticias suyas, supongo que me lo merezco, no tengo derecho ni a pedirle ni a exigirle nada, pero me he hundido en la esperanza lo reconozco, mi editora no para de llamarme preguntándome por mi manuscrito, creo que ya inventado toda clase de excusas para no admitir que la única copia del libro la tiene Shuichi en sus manos.

Y ha sonado el teléfono de repente, seguramente será ella, no quiero cogerlo, pero la muy desgraciada no entiende que me hundo en el remordimiento, que solamente quiero saber de dos personas, que el resto del mundo ha dejado de existir para mí.

Pero ante su insistencia cojo el maldito auricular y lo acercó a mi oído al tiempo que enciendo un cigarro.

-¿diga?-he contestado.

-para ser un escritor famoso y de renombre tienes talento cero-me han contestado desde la otra parte y he reconocido la voz al instante.

-¿Shuichi?-y he comenzado a llorar como un niño, cayéndose el cigarro en el piso.

-fumar acabará matándote-me has dicho.

-cariño por favor vuelve a mi lado-te he contestado.

-solo si abres la ventana para que se vaya el humo y el olor a tabaco-me contestas.

-espera-te he dicho.

Y no sé por qué lo he hecho Shu, pero he salido corriendo y he abierto todas las ventanas del apartamento, ha puesto ambientadores, he tirado las colillas y hasta el cenicero, y me he vuelto a poner al teléfono.

-ya…ya lo he hecho Shu-te he dicho.

-me alegro-has contestado.

-vuelve te lo ruego-te he pedido.

-Eiri-me has dicho llamándome por primera vez por mi nombre y dejándome suspirando por ti, por tu amor, con los ojos cerrados y el corazón latiendo a mil por hora.

-¿sabes lo que cuesta manejar al tiempo un carro, dos maletas, una bolsa de viaje, una de bebé y un bebé al mismo tiempo?-me has soltado de repente.

-¿qué has dicho?-te he preguntado.

-responde, ¿lo sabes?-me has contestado.

-no, Shu, no lo sé -te he dicho.

-pues abre la puerta y lo sabrás-me has contestado.

Te he colgado y he salido corriendo hacia la puerta de entrada y al abrirla me he encontrado contigo, que llevas al bebe en brazos, su carrito a la espalda, y el equipaje en el suelo.

-no nos vale solamente un perdona esta vez ¿lo sabes verdad?-me has dicho.

-lo sé -te he contestado.

-¿me ayudas con todo esto o tengo que entrarlo yo solo?-me has preguntado.

Te he hecho entrar en el apartamento y yo he ido entrando todas las cosas, acomodándolas de cualquier manera y en cualquier forma, y me he acercado a ti, que estás cambiando el pañal del pequeño en el sofá del salón.

Le has cogido entre tus brazos sonriéndole y haciéndole carantoñas, y yo he visto con mis propios ojos el espectáculo más hermoso del mundo, a ti, el hombre al que amo, con tu piel pálida y suave, tos ojos violetas, tu cuerpo delgado y tu pelo rosa algo más largo, con nuestro pequeño hijo de seis meses entre tus brazos.

-¿quieres ir con papá Edian?-le has dicho al bebé.

Y entonces me has mirado como solamente tú sabes hacerlo, provocando que todo mi cuerpo reaccione, que mi respiración se contenga y mi pulso se paré, y te has adelantado unos pasos poniéndome a ese pequeño en mis brazos.

Mi pequeño tiene la piel rosada, una matita de pelo rosa, heredada de ti amor mío, pero cuando ha abierto sus pequeños ojitos para mirarme, se me han llenado los ojos de lagrimas, tiene sus ojitos tan dorados como los míos.

-este és papá Edian-has dicho.

Con todo el cuidado del mundo para no dañarle, he separado los centímetros que nos separaban y te he besado, probando nuevamente el sabor y la suavidad de tus labios, en un toque suave, tierno, esperaré lo que haga falta para dejar que salga la pasión, haré lo que sea necesario para poder hacerte mío nuevamente, quiero vivir contigo, que no te me vuelvas a ir, no quiero estar solo.

Dejaré de escribir, te ayudaré con tus canciones, lo que tú me pidas.

-te amo Shuichi-te he dicho.

-lo sé-me has contestado con una sonrisa traviesa viendo que tu respuesta me entristecía.

Has cogido a Edian de entre mis brazos, hace rato que está dormido, me has preguntado por su habitación y yo te he cogido de una mano para llevarte hasta ella y enseñártela, la has mirado con una sonrisa pero poco tiempo, porque te has dedicado a dejar en su cunita a nuestro pequeño y a arroparlo suavemente.

Y me has mirado aún más traviesamente.

-así que ¿lo qué yo quiera?-me has dicho.

-lo que me pidas-te he contestado.

-de acuerdo, di que Eiri Uesugi es el mayor y más grande baka de la historia-me has soltado.

-soy el mayor y más grande estúpido, tonto, idiota y baka de la historia-te he dicho.

-ahora di me amas-me has pedido.

-te amo Shuichi-te he dicho.

-bésame-me has pedido.

Y lo he hecho, me he lanzado a tu cuerpo, te he abrazado con fuerza y he depositado todo lo que siento en ese beso, recorriendo con la lengua tus labios, acompañando tus movimientos, luego me has permitido entrar dentro de ella y he saboreado cada rincón, jugando con nuestras lenguas.

Cuando el aire se nos ha agotado a ambos, me he separado lentamente, y nos hemos mirado fijamente a los ojos, tus amatistas contra mis dorados.

Y como si de un lindo sueño se tratase, como si algún hada bondadosa me hubiese concedido un deseo que no me merezco, he oído de tu propia voz la frase que más he querido escuchar en todo este tiempo sin ti ni mi hijo a tu lado.

-hemos vuelto a casa Eiri amor mío.

FIN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Si lo deseais, podeís dejar comentarios, besos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).