Por motivos de imposibilidad al distinguir los párrafos por colores, les pido que lean la historia con mucho cuidado, para poder diferenciar bien los tiempos y los lugares dentro del fic. Muchas gracias a tod@s por leer mis fics =)
FE
FANFIC YAOI
BASADO EN EL ANIME DE SLAM DUNK
RU-HANA
Dedicado a quien amé y a quien amo.
Capítulo 1
La fantasía del Angel.
I'm so tired of being here
Suppressed by all my childish fears
And if you have to leave
I wish that you would just leave
'Cause your presence still lingers here
And it won't leave me alone
Era la caminata más larga que hasta ahora había tenido desde que lo visitaba en ese lugar de la locura, donde su ojos se habían perdido para siempre en la súplica por que él le creyera. No deseaba nada más en el mundo sólo que le creyera, que sus ojitos dejaran su intimidante expresión y le vieran con fe.
Los pasillos inclementes prófugos de la realidad, blancos como la ceguera más inmunda le guiaban por la senda que odiaba transitar para llegar a verlo. Al lado suyo un doctor que se suponía lo ayudaba a que su mundo fuera el común, le explicaba lo que sucedía en ese instante con él.
Tenía tanto miedo de verlo y de nuevo escuchar esa historia fantasiosa y que lo tenía allí escondido, tenía miedo y rabia de no poder llevarlo consigo cada vez que él se le amarraba al brazo suplicando que le creyera que lo sacara de allí, que lo amara como antes.... pero si por amor era que lo tenía en ese lugar. Pobre y maltrecha alma que no supo como pedirle perdón antes que la locura llegara y que fracturaba constantemente la consciencia acusándose cuando él nunca lo hizo, sino que hasta donde la desdicha lo permitió se dedicó a amarlo.
No atendía a las palabras del verdugo vestido de blanco que creía conocer bien su corazón...... ingenuo, el único que conoció su corazón fue él, el único que supo qué escondía era el, el único que encontró esa inocencia extrema era él. Pero, el momento en el que piso el sendero de lo irracional, según todos, el mismo también se había muerto.
Por fin, llegó donde debía; el sitio donde su hombre apañaba esperanzas. Se asomó por el vidrio de aquella habitación, y lo encontró sentado en el piso, abrazado a sus piernas, quizás adormilado.
- El vidrio de ahora es blindado, para que no pase lo de ocasiones anteriores.
El instinto de ser observado hizo que la humanidad abandonada a su delirio, levantara la cabeza y sonriera como jamás lo había hecho al ver a su amante. se levantó de prisa, y puso sus manos en el vidrio para que él pudiera ponerlas también y fingir que las entrelazaban, como lo hicieron antes tantas y tantas veces en la esquizofrenia del sexo y la pasión. Pero de su joven amante, sólo quedaba lo que veía a través de ese vidrio, en esa habitación sin más que una cama y una mesa auxiliar. correspondiendo al gesto, el también puso sus manos en el vidrio, intentando que el hermetismo de este, le permitiera sentir la calidez de sus palmas.
- Dígame por Dios que ya está mejorando y que va a salir de acá
- Señor, como engañarlo, pero él no deja de decir lo que siempre ha dicho, y sus reacciones violentas, sus intentos de escape se hicieron tan frecuentes, que tuvimos que mantenerlo más de una vez amarrado a la cama, este cuarto lo mantiene alejado de cualquier posibilidad de escape y de querer hacerle daño a alguien; este es un vidrio que no va a poder romper..... pero eso no viene al caso, su mejoría es muy lenta, y sólo cuando usted viene se comporta con tranquilidad.
Que ese vidrio no se iba a poder romper. Que absurda frase. Que estupidez lo que ese hombre le decía..... no le preguntaba por un estúpido vidrio sino por si algún día su amante, volaría como un ave junto a él.
Depronto, El joven amante comenzó a gesticular palabras que ya no oiría. angustiado por saber que le decía, el otro joven con una sonrisa triste movía y movía sus labios diciendo quien sabe que cosa. No paraba de hacerlo y él de observarlo intentando adivinar o de leer sus labios, no le oía no sabía que decía su boquita pequeña y falta de sonrisas. pero hablaba y mucho mirándolo a los ojos como era su costumbre, con su mirada llena de dicha como si pasara una estrella fugaz, seguía en movimiento su boca ¿que tanto quería decirle el joven amante? que era todo eso que su boquita de flor decía y que ya no le podía escuchar; que eran todas esas fantásticas palabras que se le estaban desahogando en su boca y que ahora parecían querer ser libres ¿que decía su amante? que podía contarle de su estancia en ese cuarto blanco con una cama y una mesa; que podía haber soñado como para que le estuviese diciendo tantas cosas...... no dejaba de verlo mientras le sonreía con lo que decía, movía sus manos para capturar aún más su atención; mientras al otro lado del vidrio parado frente a la puerta el hombre con imaginación creía que se quejaba de un mal trato, le estaba haciendo una escena de celos o quizás sólo le contaba de lo bien que sería su vida. Pero no tenía idea qué podía decir su boca pequeña, pero eso era lo que anhelaba de nuevo escuchar.
paró un momento de hablar, y se acercó de nuevo al vidrio, plantando en él su mano derecha, para que su hombre hiciera lo mismo. y lo hizo, sin importar que ese doctor pequeño que no había hecho nada por su amante, lo estuviese viendo.
El amante encerrado en la habitación plantó su frente entonces en el frío vidrio para recibir un beso. Lo recibió plantó entonces esta vez sus labios como un chiquillo de primaria, para ser correspondido, y lo fue. Pero el vidrio era demasiado frío para imaginar lo que una vez fueron sus labios ansiosos y tibios.
El amante, se retiró entonces del vidrio. dio unos pasos hacia atrás sin dejar de verlo, de sonreírle.
- ¿Qué cree que vaya a hacer, doctor?
- Creo que quiere que lo observe hacer algo.
Hacer algo. Siempre solía hacer algo para que estuviera feliz. hacer algo. Quizá, bailar cantar así no fuese escuchado. hacer algo.... quizás el lenguaje de las manos para repetir todo lo que dijo pero que su hombre no oyó.
El hombre en el pasillo entonces, vio la gesticulación perfecta de los labios pequeños......
go mmen na sa i..............
y fue entonces cuando el amante levantó su mano a la altura de su propio cuello con el puño cerrado y la determinación firme. Entre sus dedos el instrumento artífice del fin, ante los ojos siempre incrédulos de su hombre, atravesó su garganta con un fino pedazo de vidrio, que muy seguramente había guardado meticulosamente de intentos anteriores y fallidos de fuga. La rasgó con rabia y con ira, mientras su hombre golpeaba el vidrio indestructible que al fin tuvo que ceder a la feroz patada que le propinó. Pero ya no había caso, su amante caía lentamente manchando la habitación de blanco muerte con un chorro a proporción en su cuello; entrando lo más rápido que pudo, lo sostuvo antes de que cayera completamente al suelo y con su mano intentaba parar la fuente inagotable de su sangre. EL amante entonces, desfalleciendo, estaba feliz, pues de nuevo su hombre lo tocaba, e intentaba parar la lluvia de minúsculos pétalos de Sakura, que era lo que veía en vez de su propio líquido. veía volar pétalos rosa, en lugar de escandalosas gotas de cinabrio, veía volar pétalos con su nombre.....
"mabushii hizashi wo se ni
hashiridasu machi no naka
tatakareta itsumo no you ni kata wo..........."
- hey Rukawa comenzó!!!!!!!!!!!
Era el llamado de la niña, que como todas las tardes daba el aviso a su compañero para que, a escondidas de su patrón, pudiera ver el programa del cual era fan número 1. corriendo dejó su labor de lavar el auto de su patrón y con ademanes humildes limpió sus manos con el delantal que llevaba puesto. sonriente se acercó un asiento y se acomodó a ver su programa que lo hacía fantasear. La niña obviamente enamorada, no cesaba de preguntarle tonterías acerca del capítulo de ese día.
- Bueno, según hoy creo, A Hanamichi le van a hacer que tenga una pelea con los de la escuela de Takesato.....
- Ahhhhh......- era la respuesta de la niña al escuchar y no entender lo que el muchacho decía. Acababa entonces el opening que por supuesto Rukawa tarareaba a la perfección, y venía la breve introducción que el narrador hacía comentando el capítulo anterior. Rukawa estaba ansioso por saber más de lo que pasaría y fue entonces cuando salió el que lo hacía soñar. No había nada que hacer, su humanidad más íntima se estremecía cuando un joven de cabellos rojos ocupaba la pantalla de televisión y le hacía reír con sus gracias infantiles. Que le gustaba no había duda, pero quería creer para él mismo que se trataba de aquel gusto del que las personas padecían cuando admiraban a alguien famoso, quería engañarse afirmándose que le gustaba por lo que representaba, el ser un jugador de Basketball, y no que le gustaba como hombre, aunque más de una vez, haya sentido una irrigación en su entrepierna.
El pelirrojo en la pantalla, el actor monumental de esa serie de Basketball, se llamaba Hanamichi Sakuragi. Su nombre real lo usaba en la serie. Todo era nuevo en esa producción, y Rukawa, la empezó a ver una noche en repetición, cuando llegó exhausto de su trabajo, y en su pequeño televisor pudo ver que otros realizaban su sueño frustrado, jugar muy bien Baloncesto.
A pesar de su estatura, Rukawa, no jugaba muy bien, le gustaba, admiraba como a nadie a todos esos hombre de colores de la NBA y sabía sus nombres sus juegos pero él mismo no podía hacer ni una sola de las jugadas de ellos. No tenía mucho tiempo para practicar, y entre la escuela y el trabajo de medio tiempo para poder pagar su alquiler, tuvo que rechazar todos los ofrecimientos que tuvo de aprender en el equipo de su escuela.
Pero ese programa le devolvía las esperanzas. Ese donde un joven y muy apuesto joven pelirrojo que peleaba mucho con un sabihondo del basketball llamado Hitoshi Matsura, poco a poco y paso a paso, aprendía del juego. El hacía lo mismo por las noches cuando podí0a entrenar y no llegaba muy cansado de su trabajo, practicando lamentablemente con un balón que no era original, pero que la niña con quien trabajaba con mucho esfuerzo le había regalado. obviamente nunca contaba ni con el material ni con la indumentaria necesaria para practicar y lo poco que sabía era imitando a su ídolo de pocos meses Hanamichi Sakuragi.
Rukawa observó atentamente el programa. no se perdía detalle de nada de lo que sucedía, y se entretenía anotando las divertidas cápsulas que el "doctor t" hacía de alguna jugada, o explicación del reglamento. Era muy feliz con su castillo de papel, e incluso alucinaba con que contaría con la misma suerte de su amado pelirrojo y conseguiría unas zapatillas profesionales al precio que el lo había hecho, y no comprándolos a la exorbitante suma que le habían pedido, que ni trabajando un año completo de tiempo entero podría pagar.
EL programa casi estaba por concluir y Rukawa anotaría como era su costumbre, el nombre del capítulo siguiente para poder alucinar con el 24 horas.
" el Staff de Slam Dunk, tiene el gusto de anunciar que rodará algunos capítulos en el estado de Kanagawa, ya que hemos sido invitados muy cordialmente por la escuela Shohoku, que se encuentra allá. Les recordamos que la serie ocurre en una escuela del mismo nombre, y su director ha querido rendirle un homenaje rodando en la escuela real. Pronto los visitaremos, y la fecha exacta la diremos al transcurrir de los capítulos, sigan con nuestra.........."
" desde aquel día cuando te conocí, yo quiero tenerte a mi lado siempre........."
- POR DIOS SANTO ESCUCHASTE LO QUE ESE HOMBRE DIJO!!!!!!!!!! VENDRAN AQUI A TU ESCUELA, KAEDE!!!!!!!!!!!
¿Qué si lo había escuchado?????, ¿QUE SI LO HABIA ESCUCHADO?????? pero por supuesto que sus oídos estaban a punto de reventarse con la noticia, y sus ojos abiertos parecían haber sufrido un colapso. Sus manos sudorosas destrozaban la libreta de anotaciones que de no haber sido por la niña hubiese roto por completo.
- Van a venir aquí y a mi escuela....... YAHOO!!!!!! - esa fue la completa emoción que pudo sentir el joven de mirada triste y color del cielo. tanta era su emoción que abrazó a la joven y se puso a saltar con ella no importando lo que los clientes del lavado de autos pensaran. la niña feliz, el joven aún más pero no por ella si no por que al fin uno de sus inocentes sueños se haría realidad, conocer a ese jugador al que quería parecerse.
en la alegría del abrazo no se dió cuenta que su patrón llevaba ya tiempo observando.
- Espero jóvenes que sea una noticia lo suficientemente buena como para que justifique que no estén trabajando.
- Señor!!!!!- dijo la niña soltando a Rukawa y empezando a dar explicaciones de lo sucedido, mientras Kaede Rukawa, miraba insistentemente el monitor para saber si en algún instante suelto daban la noticia con el día de la llegada. Como volaba esa mente ingenua y llena de ilusiones que se frustraban ante su condición, fantasear con un póster, o con un programa pronto se haría realidad, así fuese por un segundo que pudiera verlo de lejos, era el momento, tenía que entrar al equipo de su escuela, quizá los de la producción irían allí a ver al equipo real, y por unos instantes más verlo. A todos. giró su cabeza para ver a su patrón.
- Su hijo señor
- Que con mi hijo Rukawa-kun
- Su hijo es Capitán del equipo de su escuela..... y él una vez se ofreció a enseñarme a jugar baloncesto..... ¿podría decirle que ahora estoy dispuesto a aprender?
El hombre miró esos ojos de perro pobre, esas manos sudorosas y maltratadas por el trabajo, esas ansias que la gente humilde poseía, y después de analizarlo como a una cucaracha, le dijo que hablaría con su hijo, pero que si llegaba a faltar un instante al trabajo, no le importaría nada para despedirlo.
A Rukawa, nada de eso le interesaba. Su fantasía estaba por volverse realidad.
- Sabes Kaede, me alegro por ti - intervino la niña, quien se ganó una dulce sonrisa por parte de su compañero.
Como era obvio que su patrón no le diría nunca a su hijo, Rukawa, se escapó de clases, y fue a ver la práctica de ese joven. a través de un pequeño ventanal se imaginaba que el mismo podía jugar así como ese muchacho, que lo hacía muy bien a pesar de no ser muy alto, no al menos como él. Tenía un dribling perfecto además de una condición para saltar única. En uno de sus tiros sencillos a la canasta, viró su cabeza hacia el ventanal, y vio escondido entre lo humilde, los ojos añiles de ese muchacho que deseaba un poco más de suerte para su vida. Le sonrió y con un ademán le invitó a entrar en la duela.
Rukawa en extremo feliz retiró sus zapatos y entró a verlos practicar, saludo de lejos al hijo de su patrón con la firme determinación de hacerle saber sus intensiones.
- Se ha que has venido Rukawa-kun, mi padre me lo dijo, pero además añadió que no te ayudara, por que no rendirías en el trabajo.....- Rukawa bajó su mirada visiblemente decepcionado - pero como yo nunca hago caso a lo que me dice mi padre, por supuesto que te voy a enseñar. no te preocupes, podrás lucirte frente a los de ese programa jaja!!!!- el joven soltó en carcajadas, mientras con delicadeza golpeaba los hombros del muchacho soñador- pero- añadió- no podremos hacerlo a otra hora que no sea muy temprano en la mañana, a eso de las 6, cerca a tu edificio hay un parque, podemos practicar, dos horas sería perfecto. tu me dirás cuando deseas que comencemos
- Mañana mismo.
Estaba sorprendido el capitán por la seguridad que ese muchacho tenía por aprender a jugar bien al baloncesto.
Así fue como en las mañanas, Rukawa Kaede, comenzó su práctica de basketball. se sentía feliz, pues el joven le enseñaba con paciencia y de igual manera lo corregía, pero debido a estas prácticas matutinas y al evidente cansancio que le quedaba después de la práctica, comenzó a dormir como foca en las clases. Los profesores se armaban de tolerancia para no hacerlo expulsar y se ganó el apodo del bello durmiente, cosa que no le hacía para nada gracia. molesto por los comentarios, a la hora del almuerzo, se refugiaba en la terraza de su bloque, y allí dormía la hora entera, tragando en dos minutos su almuerzo cuando recordaba que debía comer.
*vaya, ahora entiendo por que duermo tanto en clases....*
LA fecha se aproximaba y Rukawa había logrado colarse en el equipo de baloncesto de su escuela. como las prácticas eran toda la tarde, había tomado el turno de la noche para trabajar. todo ese esfuerzo, le tenía agotado pero empezó a dar sus frutos, pues rendía a una velocidad sorprendente en el basketball. Parecía que si era lo suyo.
La niña, le había regalado unas vitaminas para que el trabajar de noche, salir a las 3 de la mañana, levantarse a las 5: 30 para practicar, no le mataran antes que llegara la visita de los integrantes del programa.
*Debo agradecerle por cuidar de mi.....*
- Rukawa, ¿sabes donde se va a hospedar Sakuragi-san?
- No tengo idea
- En el Kanagawa's Star.
- Gracias por decirme!!!!!, ahora podré ir a verlos!!!
- La noticia que te tengo no es esa - dijo la niña acercándose y tomándolo por una mano, cosa que Rukawa no rechazó - En ese hotel, trabaja un tío mío en la cocina.....
- El me va a dejar entrar para que yo pueda pedirles autógrafos!!!!!
- déjame terminar!, yo le dije que...... bueno vas a poder trabajar allí para que atiendas a los jugadores de la serie !!!!!
Rukawa de un suave jalón, abrazó a la niña sin dejar de darle las gracias por lo que hacía por él. ¿que si ella esperaba algo a cambio? como saberlo, como imaginar el giro de las cosas.
" señoras y señores, con ustedes los jugadores de SLAM DUNK"
Salían por la puerta del aeropuerto seguidos de una turba de fans que querían autógrafos. Por supuesto la mayoría chicas que estaban más que enamoradas de los integrantes del elenco. Rukawa al borde del infarto, mandó a la niña a que se pusiera en primera fila y pidiera un autógrafo al pelirrojo. salieron uno por uno, y por supuesto el señor Hanamichi Sakuragi , fue el más acosado por las niñas para los autógrafos. La chica, no se hizo esperar y puso su libreta de anotaciones en las manos del pelirrojo. este le sonrió y le preguntó su nombre.
- Kaede Rukawa
- ¿tu te llamas así?
- Bueno la verdad es para mi amigo, es que le dio un poco de pena venir él - dijo la niña mientras lo señalaba a lo lejos.
- Pues dile que venga.... - dijo el pelirrojo mientras le llamaba con la mano. Rukawa se quedó de una sola pieza. Sabía que era a él y con las piernas temblando se acercó. Bajó la cabeza al verlo en un ademán de saludo.
- Que no te de pena, si el autógrafo es para ti, no tienes por que decirle a esta niña linda que lo tome por ti - Habló bufonamente el pelirrojo. Rukawa levantó la vista por fin para verlo, pero más quedó sorprendido el pelirrojo al ver la hermosura del rostro de Rukawa. Le fue muy difícil disimular que sus ojos azules lo habían atrapado. Terminó de escribir el autógrafo y le dio una palmadita en el hombro.
- Señor Sakuragi, él lo va atender en el hotel donde se hospeda!!!
Hanamichi, volteó la vista antes de subir en la limosina, y se encontró con el rostro sonrojado de Rukawa. Si era cierto, lo vería de nuevo muy pronto.
Rukawa pedaleaba en su bici, para poder llegar al hotel y de nuevo recibirlos, pero esta vez sería uno de los que atenderían la cocina. se puso de prisa su delantal, ayudó a preparar algunos platos, y se dirigió a las mesas a servir la comida. Sin poder disimular su asombro, sonreía en extremo cada vez que servía comida a uno de los integrantes del staff y sabía que cuando los atendiera en sus habitaciones, tendría la oportunidad perfecta para pedir sus autógrafos y tomarles fotos.
- Tu, muchacho eres Rukawa no?, el señor Sakuragi a pedido que le lleves la comida a su habitación.
Rukawa no podía estar más feliz y subió hasta donde debía encontrarse el señor Sakuragi, el dueño de sus sueños. Llevaba libreta en mano, una cámara fotográfica y un cuadernillo de pedidos. El número de la habitación: el 11. golpeó pero al no recibir respuesta, abrió la puerta pidiendo disculpas. No halló a nadie, pero, en el fondo si que se podían escuchar unos gemidos escandalosos. No tuvo que volar su imaginación para saber que Sakuragi se encontraba con alguien. Probablemente una mujer que acababa de conocer.
quiso retirarse, pero era quizá la única oportunidad que tendría para llenar sus líbidos y ver a Hanamichi desnudo. Se acercó sigiloso como un zorro, y vio efectivamente que Hanamichi se encontraba encima de alguien, moviéndose sugestivamente gimiendo como un loco, enterrando más y más fuerte su pene en esa entrada vaginal.........pero tuvo que deshacer su idea cuando lo que vio, fue a otro hombre.
Tapó su boca para no exhalar un grito de sorpresa, de una buena sorpresa por supuesto. el hombre, nada más y nada menos que el otro protagonista de la serie, con quien siempre peleaba. nunca había visto cosa igual y la disfrutaba mucho. Hanamichi dejo de penetrar al otro, y se encargó de lamer como un perro el sexo enrojecido de su amante, era un delicioso y suave movimiento que estaba por hacerlo explotar. Rukawa sintió de inmediato que su bulto crecía, y que deseaba que fuera él quien era lamido.
el joven se derramó sobre en el rostro del pelirrojo quien recibió con agrado todo ese líquido salado, lo viró de forma violenta y comenzó de nuevo a penetrarlo sin importarle el dolor que pudiera estar sintiendo.
Rukawa no podía evitar excitarse más y más con el movimiento salvaje del pelirrojo, cuando le arañaba la espalda a su amante, o le robaba gritos con las mordidas que le propinaba en el cuello.
un movimiento en falso hacia atrás, hizo que Rukawa tropezara con un pequeño buró y eso llamó la atención del pelirrojo que de inmediato dejó de penetrar al otro joven y se paró de prisa para seguir a Rukawa que había escapado pero no alcanzó a llegar hasta la puerta cuando una mano sudorosa lo detuvo.
- Que haces aquí.
- Lo siento mucho señor Sakuragi, No quería ser entrometido
- No te preocupes....- le dijo en un susurro el Pelirrojo quien lo tomó por la barbilla y le plantó los labios en los temblorosos de Rukawa.
Ese beso que duró apenas unos segundos, fue eterno para Rukawa.
- Me gustas niño
- Señor yo..........
- no digas más....... y vuelve mañana.
Rukawa Salió del lugar con la firme intuición que ese beso se iba a repetir.
Sentado en la terraza de su escuela Sintió los pasos de alguien que subía a su encuentro.
- Con que aquí estabas estúpido zorro, llevo horas buscándote.
El joven levantó la mirada fría y vio a su pelirrojo con su aire bufón de siempre.
- Ahora se como te conocí, cuando iba a pedirte un autógrafo.
- que dices?
- Y también me engañas con uno de los del equipo. Y lo mejor ayer me vi lavando el auto, de mi patrón.
Hanamichi vio las hojas que tenía Ru en la mano y se las rapó las volvió pedazos y las tiró al aire.
- Mañana voy a verte de nuevo Hanamichi- San
El Pelirrojo abrazó a Rukawa y le dio un beso a sus cabellos.
***************************************
genjitslam@yahoo.es Yukino.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español