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Celos y envidia por Pikacha

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Notas del fanfic:

Quiero decirles algo que me tiene súper molesta, es más no voy a decir nombre ni nada por el estilo, pero hay gente que esta atacando a amigas mías por participar o creo yo en el foro de Fraw, y quiero decir que yo también estoy registrada en ese foro, soy un miembro activo en él, si quieren dejar de leerme háganlo, no me arrepiento de nada, solo sería gente que no tiene escrúpulos.

Les voy a decir algo, muchos piensan que Fraw se hizo con el fin de burlarse de los fan fics, pero no es así, es con una forma de ayudarlos a mejorar, esta comunidad también tiene un blog donde dominan a los mejores fics como recomendación para leer.

Bueno solo quería informar eso y les dejo las páginas:

Fraw: http://friction-awards.foroactivo.com/forum.htm

El rincón dementehttp://murderthegaa.blogspot.com/?zx=66c447817c307cd7

Notas del capitulo:

NOTA CLARA: LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN, SON DE CLARAMENTE DEL GRAN KISHIMOTO-SAMA OwO

 

¡¡Hola a todos!!

Perdónenme por tardarme tanto en actualizar o dar señales de vida xD, es que hace poco salí de vacaciones y ustedes saben como se ponen eso de los exámenes y trabajos finales, pero en fin la vieja bruja de historia me puso un 8 y tendré que hacer semestral el jueves u.u, pero creo que ya lo supere T.T

Bueno un nuevo fic, que llevo bastante avanzado :P, así que no me tardare nada en actualizar n.n

Las letras en cursiva son pequeños flash back por si no se entiende.

 

 

Celos y envidia.

1| Secuestro

La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten,
 y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás,
muestra cuánto se aburren.
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.

 

Sasuke, el menor de los Uchiha, el último descendiente de la familia…Desde edad temprana siempre fue un chico modelo, nunca fue un problema para sus padres, siempre fue un orgullo tenerlo con ellos, lastimosamente, siempre estuvo bajo la sombra de Itachi. “Sigue así, como tú hermano” eran las palabras que le dedicaban su padre cuando tenía algún merito o premio “como tú hermano”… Estaba harto de eso, quería superarlo, ser mejor que él y para eso necesitaba demasiado esfuerzo, pero él sabía que algún día lo lograría.

Itachi, el primogénito de la familia, el orgullo de los Uchiha. Siempre fue presionado para ser el mejor, no debían de existir los segundos lugares para su orgullo y vanidad, fue así como su personalidad se desarrollo…siempre el número uno, siempre el ganador, siempre el mejor, nunca el perdedor, nunca el segundo lugar, nunca se dejó vencer.

El menor de los Uchiha tenía un cabello azabache, con unos ojos profundamente negros, al igual que su hermano, los dos muy parecidos, claro con excepción de que el mayor tiene una ligeras ojeras, que sólo lo hacen ver más atractivo. Los Uchihas jamás han carecido de belleza, siempre suelen ser atractivos, pero orgullosos.

 

°°°

 

El día más feliz de su vida se acercaba… el tan esperado día de su boda.

Naruto Namikase y Sasuke Uchiha eran los prometidos, los que felizmente se iban a casar dentro de unos cuantos días. El azabache le había propuesto matrimonio al rubio después de 7 años de noviazgo. La mayoría ya lo había supuesto desde hace tiempo, pero Naruto jamás se imagino que el día de su cumpleaños, su novio le hiciera la propuesta.

Ese día había sido el mejor cumpleaños de Naruto. Había amanecido mientras que sus padres y abuelos le cantaban el cumpleaños feliz cuando apenas y se despertaba. Después de eso había salido al cine con su novio y al llegar a casa se encontró con una fiesta “sorpresa” donde se encontraban todos sus amigos.

– Hey dobe–  le hablaba su novio, mientras lo abrazaba por atrás.

– No me digas así teme dattebayo–  le contestó haciendo un puchero.

– Es hora de que partas el pastel–.

Los dos novios se acercaron a la mesa central, donde se encontraba un enorme pastel que tenía dibujado en el centro un gran Naruto (ingrediente de ramen) y con unas letras grandes de color naranja decía: Felicidades Naruto.

El rubio soplo las veinte velas de color naranja, pidiendo como deseo que siempre tuviera esa vida que tanto amaba. A pesar de cumplir veinte años, sus amigos le habían hecho comportarse como un niño chiquito en la fiesta.

La hora tan esperada por Sasuke se acercaba… la hora de los regalos.

Había de muchos tamaños y colores; grandes, chicos, colores oscuros o llamativos, pero sin duda alguna el que más llamaba la atención era el más grande de todos y de un color naranja lustre. El regalo perfecto para su futuro esposo.

Naruto abría regalo por regalo, uno de los más extravagantes fue el de Sai, que le había regalado una tanga, según él para que lo disfrutaran los novios, Sasuke a escondidas de todos le había dicho que era un excelente regalo…

Por fin, el rubio abría el regalo de su novio, grande fue su enojo, cuando se dio cuenta que cada vez que abría la caja salía otra más pequeña, frustrado y cansado llegó hasta la última caja, ésta era pequeña y de color negro.

El Uchiha se acercó al cumpleañero y se arrodilló ante él. El rubio abrió la caja y sus preciosos ojos azules se iluminaron, simplemente no podía creerlo, pero sin pensarlo dos veces le contestó antes de que su azabache pudiera hacer la pregunta.

– ¡¡Sí!! – gritó lanzándose a los brazos de su ahora prometido.

Sasuke sonrió y besó los labios de su Naruto. En la caja se encontraba un pequeño anillo, con una piedra de tamaño mediano, de color blanco, que por cierto lo había comprado con más de tres semanas de sueldo; el ideal perfecto..

La pareja se encontraba en la sala de la casa del Uzumaki, la luz estaba apagada y ellos estaban sentados en el sofá delante de la televisión contemplando una película de vampiros y hombres lobos. El azabache miraba de reojo a su novio, esperando el momento oportuno para empezar a meter mano.

Sasuke– lo llamó.

Hmp –  contestó.

¿A ti te gustaría tener hijos? –  pregunto el kitsune sin dejar de mirar la pantalla.

El Uchiha se extraño de la pregunta, pero enseguida supo que era algo importante para su novio – si son tuyos, si–  contesto con una sonrisa de medio lado – qué tal si comenzamos a trabajar en ello –  le susurró.

Sería una noche larga, fue lo único que alcanzo a pensar el rubio cuando Sasuke ya lo tenía debajo de él, repartiendo besos sobre su cuello y dejando muchas marcas que al siguiente día serían muy notorias, así era el Uchiha de posesivo con él.

 

°°°

 

Los días cada vez pasaban más rápidos, entre las cosas que elegir, los preparativos, las invitaciones, la ceremonia… el tiempo se fue volando y cuando menos lo esperaban el día de la boda había llegado.

La mayoría de los invitados se encontraban en la iglesia, esperando la hora en que el doncel llegara. Sasuke estaba platicando con algunos de sus amigos, un tanto nervioso, aunque quería demostrar lo contrario. Un Uchiha jamás debe mostrar nerviosismo o duda.

Tranquilo – dijo el Hyuga.

Tks– respondió.

– Un hombre de pocas palabras como siempre Sasuke-kun–  sonrióLee–  ahora explotaras la flor de la juventud junto con Naruto–  le decía mientras que alzaba el puño.

Todos sonrieron.

Los invitados estaban esparcidos; en la gran mayoría de las bodas se dividen de quienes vienen con el doncel y con el novio, pero en esta ocasión, los novios acordaron que se podían sentar donde quisieran, “si es tu amigo también es el mío”…

Fugaku se encontraba a un lado de Minato, platicando de lo fabuloso que sería ahora que podrían juntar las empresas, mientras que Mikoto y Kushina platicaban de lo hermoso que se veía todo el escenario y de lo magnifico que sería ser abuelas.

Un poco más atrás de ellos encontraban Tsunade y Jiraiya discutiendo de costumbre, pero ahora de un tema en particular: la unión de los novios, que si siempre fue muy obvia su relación, que si habían estado destinados a estar juntos, entre otras cosas.

Las damas de honor estaban cuchicheando entre ellas de las escenas yaoi que hacían esos dos en la etapa de la secundaria y preparatoria, de las veces que se escapaban y se oían ruiditos raros en el baño, donde después salían estos dos con la ropa un poco desarreglada y con cierto sonrojo en sus mejillas.

Definitivamente todos estaban felices por el compromiso… a excepción de una persona.

 

°°°

 

Naruto y Hinata estaban en la habitación del rubio terminando de arreglarse. La chica de ojos claros traía un vestido lila con un pequeño escote que hacía resaltar muy bien sus dotes de mujer, la vestimenta era un poco larga llegando hasta sus tobillos. Mientras que el rubio, traía un hermoso kimono de color blanco con un listo naranja alrededor con un gran moño en la parte de atrás.

Naruto-kun ccre-o que ya e-ss hora–  le dijo sonriendo, la chica tímida.

El rubio sonrió mostrando esa gran personalidad alegre que lo caracterizaba – sí, quiero ver a Sasuke date-bayo –  contestó imaginando lo apuesto que se debería de ver su prometido, mientras se miraba por última vez en el espejo.

La puerta de la recamara se abrió, dejando al descubierto a una persona, Hinata simplemente seguía contemplando a su amigo, éste sonrió al ver al invitado.

Hola…–  fue lo último que escucho la chica antes de caer inconsciente al suelo.

Naruto cayó en un shock al ver como su amiga era golpeada y caía al piso – ¡¡Hinata!! – grito, pero el villano del cuento no le dio oportunidad y lo tomo entre sus brazos tapándole la boca con un pañuelo, después de forcejar un rato cayó desmallado.

 

°°°

 

Dos horas habían pasado.

Sasuke se encontraba desesperado, Naruto no había aparecido, caminaba de un lado a otro, ¿por qué no llegaba? ¿Lo había abandonado? ¡¡No!! Su rubio jamás le haría algo así ¡¡Nunca!! ¿Qué pasaba?

Neji le hizo una seña con la cabeza a Gaara para que fuera por el auto, necesitaban saber que había sido del doncel, se encontraba tan intrigado como Sasuke, Hinata (su novia) estaba con el rubio y tampoco había aparecido, estaba preocupado.

Sasuke, Hinata no contesta el teléfono…–  le dijo al azabache.

El poco razonamiento que le quedaba al Uchiha lo hizo pensar, algo malo estaba pasando.

El azabache corrió a las afueras de la iglesia, llamando la atención de la mayoría de los invitados. El auto lo esperaba y este no lo hizo esperar más. Neji, Gaara, Sai y Rock Lee iban acompañando al Uchiha en el coche, pero el pelirrojo era el que conducía, por la propia seguridad de todos.

En un abrir y cerrar de ojos ya habían llegado a la casa del kitsune, esta se encontraba desierta, los Namikase les habían dado el día a sus sirvientes o la mayoría se encontraba en la iglesia para presenciar la ceremonia.

Sasuke no espero más y bajo del auto corriendo, azotando o tirando puertas para llegar a la habitación de su amado, lo que encontró lo desconcertó bastante; Hinata estaba tirada en el piso alrededor de un pequeño charco de sangre.

¡¡Hinata!! – gritó Neji al mirar a su novia.

 

°°°

 

Todos estaban en el hospital, los amigos, la familia, esperando a que la chica despertara y pudiera decir lo que pasó, lo más obvio es que pensaran que alguien secuestró al rubio sonriente, pero tenían que esperar que Hinata despertara.

El doctor se acerco –  los familiares de la señorita Hyuga – habló.

Yo soy su primo – dijo Neji – ¿Cómo se encuentra? – cuestionó.

– Al parecer fue golpeada en la cabeza con algún objeto de metal, pero en este momento ya se encuentra despierta – decía.

No corre ningún peligro ¿verdad? – preguntó el Hyuga más que preocupado.

No, ella se en…–  decía pero fue interrumpido de nuevo.

¿Podemos verla? – habló Sasuke.

Si, pero es necesario que no la presionen – diagnosticó con el ceño fruncido, mientras que se retiraba.

El Uchiha corrió hasta la habitación de la afectada, seguido de todos sus amigos. El azabache estaba demasiado alterado y los demás estaban ahí para controlar que no le hiciera nada a la tímida de Hinata. Entraron a la habitación.

La chica se encontraba medio sentada en la cama, se agarraba su cabeza.

Neji…– susurró.

Pero no le dio tiempo de reaccionar a la pobre, cuando Sasuke la agarró de los hombros – ¡¡¿Dónde está?!! – gritó.

¡¡Sasuke suéltala!! – le ordenó el Hyuga.

El azabache la soltó – ¡¡Que hable!! – le exigió.

Neji suspiró y se acercó a su novia que ahora soltaba lagrimas, este la tomó de las manos – no te preocupes todo está bien, yo te protegeré–  le susurró al oído.

Etto…– comenzaba a hablar – Naruto-kun y-y yo estaba-mos solos – hizo una pausa – en-entonces llegó al-alguien y él sonri-ó, lo-lo siguiente que supe-pe es que vi too-do negro y escuche co-mo gritaba-ba mi nombre–  agachó la cabeza apenada – se lo llevaron – alcanzó a susurrar.

¡¡No!! ¡¡No!! ¡¡No!! – gritaba Sasuke desesperado, no le podían quitar a su rubio ¡¡No podían!! Lo amaba, nadie se lo podía arrebatar, ¡¡Nadie!!

¡¡Contrólate Uchiha!! – le ordenó Gaara.

Pero el azabache parecía no escuchar, parecía loco, desquiciado, no podía aceptar la realidad que lo golpeaba en el rostro, el que sería el mejor día de su vida se convirtió en el peor. Sus amigos trataban de controlarlo, estaba creando un escándalo en el hospital, estaba paranoico, hasta que llegó una enfermera y le aplico un calmante.

Sasuke no podía vivir sin Naruto… no podía…

 

°°°

 

Lejos del hospital se encontraba Naruto inconsciente amarrado en una silla, en su boca tenía un pañuelo, sus manos estaban en su espalda y sus pies estaban firmemente sujetados en las patas de las sillas, el que había sido un hermoso kimono ahora estaba sucio y roto de algunas partes, delante de él se encontraba un azabache sonriendo con triunfo.

El rubio abría los ojos lentamente, los parpados le pesaban, sentía todo su cuerpo mutilado y cortado, había poco luz en el cuarto donde estaba, no tardo ni medio segundo en darse cuenta que estaba amarrado, algo estaba mal, sus ojos se abrieron de la impresión y empezó a forcejar para poder liberarse.

El hombre delante de él lo miraba curioso, extasiado, asombrado, que a pesar de la imagen cruel que presenciaba, podía ver que aun así el rubio se miraba hermoso. Volvió a sonreír y se acerco al Namikase, hasta quedar delante de él, lo miró directo a los ojos, mientras éste dejaba de moverse impresionado, y le acarició una mejilla, tocando lo suave de la piel de Naruto.

No podía creerlo, no lo creía…el rubio estaba más que impresionado, cerró los ojos tratando de tranquilizarse y recordó lo que miraron sus ojos antes de caer inconsciente. Quería gritar y preguntar por qué, pero el pañuelo en su boca se lo impedía, es que simplemente no entendía nada ¿Por qué el hermano de su novio le haría algo como eso?

Itachi miraba curioso al cuestionado –te amo…– le dijo sonriendo.

Los dos hermanos Uchiha estaban perdidamente enamorados del único descendiente Namikase…

 

CONTINUARÁ…

 

 

Notas finales:

Hehehe, bueno ya saben me gustan los capítulos cortos :P

Espero que me lean en el siguiente n.n

Y dejen muchos reviews >.<

 

Los quiere Pikacha


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