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Todo es posible si realmente crees en lo imposible por rodoxoxo

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Notas del fanfic:

Bien, aquí les traigo mi primer FanFic, el cual espero sea de su completo agrado, asimismo, me encantaría que dejaran comentarios y criticas de toda índole, será agradable poder saber cual es su punto de vista acerca de mi pequeña historia. Gracias a todos los lectores de antemano. Besos.



- Estoy confundido - Me preguntaba constantemente.


Trataba de buscar las respuestas en muchas cosas, pero nunca las encontraba; a veces me gustaba contemplar el cielo con la esperanza de que Dios me enviara alguna señal de que era lo que tenia que hacer, hacia donde debía dirigirme… cual era mi propósito en la vida… todos esos pensamientos pasaban por mi cabeza… no sabia que hacer… ¿Qué hago?... todo se resolvió, una vez que lo conocí a el, y así pude comprender lo que tanto me inquietaba.

 

Un día, como de costumbre, caminaba solo por la calle, sumergido en mis pensamientos; disfrutaba de escuchar música con mi Walkman Sony Ericcson, me gusta todo tipo de música, aunque la clásica me llama la atención, en especial el sonido que emerge del violín y el piano… cada vez que escucho la melodía emitida por esos dos instrumentos, me pierdo en un mundo fantástico que solo existe en mi mente… en donde me encuentro solo, pero feliz, rodeado de cosas que hacen que mi corazón lata de alegría y que de mis hermosos ojos cafés broten algunas lagrimas de felicidad… el imaginarme en aquel mundo propio me estremecía y me fascinaba… En fin. Caminaba tranquilo hacia el colegio, ubicado en la ciudad de Karakura, soy estudiante del ultimo año de secundaria, tengo 16 años, y, aunque se supone que debía pensar en cosas como la universidad y en otras propias de un adolescente, me inquietaban otras cuestiones, cuestiones que ni yo mismo podía explicar, solo las sentía muy adentro y me pedían que les hiciera caso, pero, no podía, debía tener otras prioridades...

 

En aquella calle, observaba a todas las personas que pasaban, algunas se me quedaban mirando, no es por ser presumido, pero soy un chico atractivo, rubio (tirando hacia color naranja), ojos grandes color Café, una boca provocativa, alto, buen cuerpo… en fin… un galán… aun así siento que eso no es importante… por lo que constantemente esquivaba aquellas miradas lujuriosas que me lanzaban algunas y algunos… Hmmm algunos… porque me cuesta tanto aceptar eso…

 

Sencillamente estaba cansado de mi vida… no me quejo la verdad, tengo un padre maravilloso que me ama, y dos hermanas hermosas, las cuales adoro y daría mi vida por ellas… lo único que me falta, es mi querida madre… como desearía que estuviera aquí conmigo… desgraciadamente el Señor se la llevo y solo me queda resignarme a la realidad… por ello me refugio tanto en mis pensamientos… solo deseo que esta herida cierre ya… es muy dolorosa. También están aquellos sentimientos, que debo obviar… ¿Por qué? Hmmm… solo se que están mal… pero ¿Porque me duele tanto?… ¿Que me esta pasando?…


En aquel instante, estaba inmerso en lo más profundo de mi mente, concentrado en la música que escuchaba; de un momento a otro, comenzaron a brotar cristalinas de mis ojos cafés y de repente me lance a la carretera sin pensarlo. Pero, ¿Por qué lo hice? No lo se, tal vez quería librarme de todo aquello que me hacia sufrir, solo pude sentir un pequeño golpe, que me hizo volar unos pocos metros… al caer en el asfalto caliente, pude alzar un poco la mirada y, a pesar de la reciente sacudida, pude observar el automóvil que me había lanzado hacía unos pocos segundos; era de color negro, muy elegante… eso no fue lo que paro mi corazón. De inmediato, aprecié que se bajo un caballero de cabellos y ojos azules, facciones varoniles y con un porte y una elegancia envidiables… lo observe un momento y sentí como si un rayo hubiera recorrido todo mi cuerpo; corría hacia mí y me dijo en tono fuerte pero preocupado:


- ¡Muchacho! Te encuentras bien.


Era una voz muy gruesa, pero suave y decidida… no se porque pasaban esos pensamientos por mi mente en aquel instante, es decir, me acababan de atropellar; aun así, la silueta y la voz de aquella persona dejaron marca en mi desde ese momento… recuerdo que me tomo en sus fuertes brazos y mientras me cargaba, cerré mis ojos, perdiendo momentáneamente la conciencia… a pesar de eso, podía sentir el calor emanado por aquel gallardo muchacho, que me había impactado tanto… y supe en aquel instante, que no era mi hora, aun quería seguir en este mundo, quería descubrir quien era el y sobre todo, que me pasaba, porque de repente sentí aquellos extraños sentimientos que invadían todo mi ser… Eso fue lo último que pensé antes de caer en lo más profundo de mí mente…


- ¡Al fin desperté! – pensé.


Abrí lentamente los ojos, en un principio, el reflejo de las luces no dejaban observar mí alrededor. Una vez que mis pupilas se adaptaron a la cantidad de luz emanada por las lámparas, me di cuenta que me encontraba en una habitación de hospital; justo a mi lado, se encontraba una enfermera, cambiando la bolsa de suero, puesto que ya se había terminado.


- ¡Vaya!, al fin despiertas muchacho. - Me dijo ella en tono de alivio.


- ¿En donde estoy? - Pregunto algo adormilado. Aunque ya sabia la respuesta, solo quería un poco mas de detalle acerca de mi situación.



- Estas en la clínica Karakura; te arrollaron hace unas horas. – dice ella.




- Me arrollaron – ¡ES CIERTO!… donde esta aquel hombre que me dejo sin aliento desde el momento en que su auto arremetió contra mi. Fue lo primero que vino a mi mente. Me sorprendió el hecho de que le diera tan poca importancia a lo que me había sucedido, pude haber muerto; aun así, lo primero que se me vino a la mente fue el rostro de la persona que me trajo a este lugar.



- El hombre que te arroyo fue muy amable, el te trajo y esta cubriendo todos los gastos… - dijo la enfermera.

– Fuiste muy afortunado, no sufriste mayores daños, solo algunas contusiones. Pronto estarás bien – agrego ella sonriendo.
En ese momento tocan a la puerta:


- Permiso – una voz muy masculina se insinuó al otro lado de la puerta – ¿Puedo pasar?.


- Por supuesto joven, pase adelante – dice la enfermera amablemente.
Mi rostro resplandeció cuando lo vi entrar, era el, aquel hombre que hizo que mi corazón acelerara a mil por hora en aquel momento tan critico, aun no puedo creer, que todos esos sentimientos tan hermosos nacieran en una situación así… jajaja… es gracioso verdad… que irónica es la vida.


- ¿Estas bien muchacho? - me preguntó apenado el ojiazul.



- Ahh sii ya estoy bien, no te pre…ocupes- ¡VAYA!, mi respiración se corto al escuchar su voz, no podía ni hablar… que me pasa con este hombre, apenas lo he visto dos veces, y es la primera vez que cruza palabra conmigo, ¿Porque me pongo así?.



- Me alegra mucho, gracias a Dios no te paso nada – respondió aliviado, mientras me miraba con aquellos ojos azules transparentes, llenos de ternura, casi podía ver a través de ellos, sentía que podía mirarlo toda la vida.




- Pero porque te lanzaste así a mi auto, no se que pasa por tu cabeza pero nunca, jamás debes atentar contra tu vida, es lo más sagrado que tenemos, recuerda que lo único que no tiene solución es la muerte. – me dijo el con un tono algo serio.



- Yoo… lo siento es que tengo algunos problemas yy… - que apenado estaba en ese momento; el decía la verdad; lo único sin solución en esta vida es la muerte… hay muchas cosas que me inquietan pero, debo tratar de solucionarlas de la manera correcta.

 

Estaba con la cabeza baja, apretaba las sabanas que cubrían mis piernas con arrepentimiento y dolor, de mis ojos brotaron algunas lágrimas... de repente, una sensación extraña volvió a recorrer mi cuerpo; su mano estaba posada en mi cabeza, acariciando suavemente mi cabello; era grande y cálida…


- No te preocupes, todo va a estar bien – me dijo el ojiazul mientras me mirada con amabilidad y con una hermosa sonrisa en el rostro…

 

Esas palabras llegaron hasta lo mas profundo de mi ser, me hicieron sentir reconfortado y seguro… No se que pasaba, pero quería estar con esa persona, deseaba que estuviera a mi lado y me protegiera… pero que estoy diciendo… no se ni como se llama; cierto que salvo mi vida al traerme aquí y le debo precisamente eso, la vida… acaso esa será razón para querer estar al lado de alguien… tal vez, pero entonces porque sentí aquellos hermosos e inquietantes sentimientos cuando lo vi corriendo hacia mi para salvarme… no entiendo que pasa, lo único que se que esto es algo maravilloso… y no quiero que se termine nunca.


- Muchas gracias, ojiazul – le dije mas tranquilo.


- Mi nombre es Grimmjow Jeagerjaques, mucho gusto. – dijo de imprevisto.


- Que bello nombre para esta bella persona – pensé un instante sin emitir palabra alguna.

 

Justo en el momento en disponía a responderle, llegó mi familia. Estaban muy preocupados debido a lo acontecido… y no era para menos. Mi padre y mis hermanas lloraron de felicidad al ver que estaba bien… solo pasaron unos momentos cuando me di cuenta, que el ya no estaba… se había marchado… estaba feliz de ver a mi familia… pero, porque de repente sentí como si algo faltara, justo como antes de conocerlo…

 

Entonces me di cuenta que a pesar de que me encontraba rodeado de tantas personas, no se alejaba aquel sentimiento de soledad…












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