Albus Dumbledore, el hasta ahora considerado el más poderoso mago del momento se encontraba en su despacho con una expresión difícil de definir. Una mezcla entre estupefacción e incredulidad. Sea lo que sea que hubiera echo que ese sabio mago acostumbrado a tener el control de todos tuviera semejante expresión era preludio de grandes problemas.
Dumbledore, vestido con su estrafalaria túnica de siempre, esta vez de color morado, miraba con ojos desorbitados un pequeño cuaderno desgastado por el tiempo, agarrado entre sus viejas manos, contemplándolo como lo más peligroso. Luego de un momento de reflexión, sonrió sutilmente. Mirando a su fiel fénix que lo veía con un brillo de entendimiento al parecer ya sabiendo lo que el mago pensaba, tanto tiempo juntos le había servido al ave para conocer perfectamente la mente manipuladora de su compañero.
- Este año promete ser bastante movido flawers- declaró sonriendo abiertamente con satisfacción- incluso yo diría que será bastante entretenido
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Harry caminaba con algo de dificultad por la estación de king cross. Con esfuerzo empujaba el carrito con todas sus cosas, intentado pasar los mas desapercibido posible. Aunque mucho se temía que era misión imposible siendo él quien era, recién nombrado elegido, como últimamente le decían en el profeta. De un momento había pasado de ser un loco con aires de héroe al salvador que todo lo puede. Era irónico cuan voluble podían ser las opiniones de los magos que se consideraban así mismos gente justa y poderosa. En todo el rato que llevaba caminado había procurado no mirar a su alrededor, haciéndose el desatendido de los claros murmullos que escuchaba a su paso. Todos lo miraban cuchicheado frases sin sentido, albándolo y admirándolo solo por unas frases dichas por el mismo periodicucho que hace no tanto lo había denigrado y humillado hasta el punto de tener en contra a medio mundo mágico. Pero claro, cuando se confirma el regreso de un mago oscuro uno tiende a cambiar de perspectiva. Lo único que rogaba es que ese año a nadie se le ocurriera acercase con el fin de ganar su favor. No tenía ningunas ganas de soportar la hipocresía de los magos. El no pensaba convertirse en el icono de la luz por nada ni nadie. Que se buscaran a otro chivo expiatorio que tuviera ganas de ser manejado por un ministerio corrupto y ruin.
Aguantándose las ganas de soltar un gemido de dolor logró instalar sus cosas en un compartimiento vacío. Después de acomodar a hedwig se tiró en los asientos, respirando agitadamente. Tenía ya ganas de que llegaran sus amigos, especialmente que llegara hermione. Necesitaba urgentemente una poción para el dolor, y estaba seguro que su castaña amiga vendría preparada para su encuentro, no así sus despistado amigo. Con un suspiro se recostó intentando buscar una postura lo mas cómoda posible. Tenía que darle merito a su tío, sus palizas podían llegar a superar incluso a las torturas de voldemort.
La puerta se abrió, harry sonrió abiertamente a los que entraron. Hermione ya acostumbrada solo le hizo falta echar un vistazo a la tez blanca de su amigo para rápidamente sacar una poción de su bolsillo y dársela. Harry la miró agradecido antes de tomársela
-¿Que fue esta vez?- preguntó indiferente hermione, aunque por dentro estuviera hirviendo de rabia, pero nada podía hacer si su amigo los tenia atados de pies y manos impidiéndoles ayudarle
-No te preocupes hermione, no fue nada importante-
-¿Que no me preocupe?- siseó sin poderse aguantar. Ron ya acostumbrado a esa eterna discusión se sentó resignado, sabiendo que nada haría cambiar de opinión al moreno - ¿como me puedes decir eso? No puedo creer que todavía tu dura cabezota siga empecinada en no buscar ayuda
-¿Ayuda para que?- habló harry con voz tranquila, relajándose a mediada que la poción hacía efecto en casi todas sus heridas - es un hecho que tengo que volver a esa casa, ahora mas que nunca con el regreso de voldemort
-Pero...
-Pero nada- cortó el moreno- ¿de que serviría decírselo a la orden? Ellos están ahora demasiado ocupados preparando el frente de una guerra
-Pero lupin
-Lupin está demasiado mal con lo de Sir- se atragantó sintiendo el común nudo en la garganta al recordar a su padrino - con lo que pasó en el ministerio para añadirle otra carga más
Pero harry- siguió empecinada la castaña sin querer dar su brazo a torcer -no puedes dejar que esto siga así, tus tíos son una alimaña que merecen lo peor
-Hermione tranquila, el año que viene cumplo la mayoría de edad y así no tendré que volver nunca más a esa casa
-Déjalo- intervino ron al ver que su amiga pensaba seguir protestando- sabes que en esto por mas que nos fastidie es harry quien decide, no podemos hacer nada mas que apoyarlo. Además, será mejor que nos vayamos ya a la reunión de perfectos
La castaña suspiró derrotada levantándose con el ceño fruncido- esta bien vendremos lo mas pronto que podamos harry- se despidió saliendo
-Cuídate compañero
-Hasta ahora- se relajó por fin al cerrarse la puerta. La verdad es que a veces le sacaba de quicio esa sobreprotección de su amiga hacia él. Ni que fuera un niño que necesitara que lo cuidaran. Es mas, nunca lo había sido, y sus amigos a pesar de que les había confesado parte de lo que vivía en su casa, ellos no sabían ni la mitad. Así que a veces le daba rabia que todos lo trataran como un pieza de porcelana con la que había que tener cuidado de que no se rompiera. Pues bien, hace mucho que se había roto, aunque nadie lo supiera, ni deseara saberlo.
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Dumbledore seguía mirando embelesado el inesperado objetado que había llegado por casualidad a sus manos. El destino, eso era sin duda. Era increíble como pequeños hechos se unían para dar lugar a increíbles acontecimientos. Aunque esta vez no fuera tan pequeño el suceso que cambiaría la vida de algunos.
Unos fuertes toques en la puerta interrumpieron sus pensamientos
-Adelante- dijo iluminándosele la mirada al ver la oscura figura de su mas estimado profesor, entrando en su oficina con su tosca expresión de siempre. Contuvo la sonrisa que estaba por escapársele, como se iba a divertir
Severus Snape entró con paso molesto en la oficina. Faltaba poco para que el tren lleno de estudiantes huecos llegara al colegio y al director no se le ocurría otra cosa que llamarlo por un asunto según él de lo mas "urgente". Pensando que tendría que ver con el señor tenebroso, rápidamente se había apresurado a llegar al despacho, para ahora encontrarse a Albus totalmente relajado, sentado cómodamente en su asiento. Contuvo una mueca de agonía al detallar la sonrisa alegre y los ojos chispeantes del director, su intuición le decía que nada bueno vendría a continuación
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Harry se levantó ya no aguantando la molestias de estar sentado, a pesar de haber tomado la poción aun seguían doliéndole un poco y entre que llevaba sin dormir casi todo el verano por la tendencia de cierto careto de serpiente en meterse en sus sueños, se encontraba echo mierda. Pero antes de poder salir, la puerta se abrió de forma algo brusca dando paso a una de las presencias mas molestas. Sus ojos verdes se encontraron con una mirada gris, desprovista de cualquier calidez
-Vaya pero si es cara-rajada alias san potter defensor de los incompetentes- sonrió burlonamente el rubio
-Piérdete malfoy- exigió harry agotado, sin ningunas ganas de enfrentarse a las estupideces de la rubia serpiente,
-Tsk potty y yo que venía a visitarte- ironizó- ¿y donde están tus perritos falderos? ¿Te has cansado al final de ellos?
-¿Y los gorilas sin cerebro que te acompañan? ¿Se han cansado se seguir a un pedante como tú?
-Mira potter- se vio interrumpido cuando el moreno cayó de rodillas apretándose con las manos el costado. Entornó la mirada con suspicacia, no entendía que le pasaba al moreno o si era alguna trampa, algo dubitativo dio un paso escuchando los gemidos de dolor que el moreno no podía evitar dejar escapar
-Malfoy vete- suplicó harry sintiéndose desfallecer, aquella herida del costado dolía como el demonio
Draco sin hacer caso de los balbuceos del moreno se arrodilló frente a él asustándose un poco al notar la sangre que se veía- ¿Potter se puede saber que diablos te pasa?
-Nada de tu incumbencia maldito pff hurón- masculló jadeante sintiendo que todo le daba vueltas - vete de una vez
-¡Si ya! Para que después me acusen de dejar morir al héroe- ironizó el rubio resoplando. A continuación lo levantó sin ninguna delicadeza, recostándolo en los asientos. El moreno ya sin fuerzas se dejó hacer sintiéndose extraño de que el rubio estuviera ayudándolo, a su manera claro, pero ayudándolo
-A ver- un poco mas delicado apartó las manos del moreno, quien puso algo de resistencia aun no muy seguro de dejar que le ayudara. Draco remangó la camiseta dispuesto a ver que era lo que aquejaba al moreno para estar en ese estado. Abrió los ojos con espanto a ver la herida que le recorría el costado. Estaba toda amoratada bullendo en sangre
-Potter ¿como te hiciste esto? - o mas bien quien
-Me caí- afirmó firmemente sin verlo a los ojos
-Ya- masculló. Vamos a fingir que me lo trago, total que mas me da lo que le pase al cara rajada - pues no se como eres tan idiota de no habértela tratado. Ahora está infectada - mirándolo duramente- entiendo que te guste exhibir tu martirio de héroe pero esto ya es demasiado ¿no crees?
-¿Que sabrás tu malfoy?- ladró ya arto. Tenía que soportar el dolor y ahora además aguantar las insinuaciones de esa serpiente engominada - ¿porque no te vas a fastidiar a alguien más?
El rubio sin hacerle caso, sacó su varita apuntando a la herida. Antes de que el moreno hiciera cualquier cosa para evitarlo, este pronunció un hechizo desconocido para el ojiverde. Un rayo morado salió de la vara dando de lleno en la herida. Harry muy al contrario de lo que pensaba que pasaría, sintió como el dolor se iba. Respiró recuperándose, mirando con atención al rubio que seguía mirando su herida con una expresión de concentración. Harry se removió incomodo haciendo que el rubio por fin lo mirara a los ojos con una expresión indescifrable. Ambos se quedaron un momento callados, sin saber que decir.
-Esto... ¿que clase de hechizo era ese? - preguntó harry ya sin aguantar el pesado silencio, aun sorprendido por la inesperada ayuda de malfoy
-Uno básico de mendimagia para curar infecciones- contestó con voz monótona
-Ya veo
Volvió a reinar el silencio. Ambos chicos se sentían incómodos. En los seis años en que se conocían era la primera vez que estaban juntos sin insultarse o buscarse pleito. Es mas ni una sola vez se habían ayudado hasta ahora.
-Bueno yo tengo que continuar la ronda- declaró el rubio saliendo rápidamente, sin que siquiera harry pudiera despedirse ni mucho menos darle las gracias. Ni modo ya encontraría la forma de agradecerle.
Al rato hermione y ron entraron comentando lo dispuesto en la reunión y lo que harían durante ese curso sin darse cuenta de que el moreno no les prestaba la más mínima atención. Pero harry simplemente no podía sacarse de la cabeza una mirada gris que por un segundo lo había mirado con preocupación
continuara....