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Una noche más por OsaKa

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Tenia hambre... Un hambre atroz, me llenaba por completo. Era tal que tenia pensado comer lo primero que se pusiera a mi alcance. Aunque a la hora de la verdad no lo hice, claro, como siempre. 

 

Veía pasar gran cantidad de jóvenes que, por sus ojos y comportamiento, estaban ebrios. Algo habitual, pues era sábado. Odio eso... El alcohol empalaga la sangre de un modo insoportable, a otros les gusta, a mi no.

 

Sigo caminando. Mas de una chica me mira de forma sugerente, podría aprovecharme de ello, en parte mi hambre rabiosa me lo pide. Pero sigo caminando.

 

De repente oigo una voz, suave pero clara. Me giro. Pertenece a un chico aparentemente mas bajo que yo, moreno, con el pelo liso a la mitad del cuello y ojos azul celeste. Se esta despidiendo de sus amigos y no parece que este muy bebido, perfecto. Pasa a mi lado y me dirige una corta mirada, ya está, esta noche será él.

 

Toma el camino contrario al de sus amigos, el mismo que sigo yo. Le estoy siguiendo y él lo sabe, y parece no importarle. Llegamos a un paso de peatones, me coloco a su lado, bastante cerca. Él me vuelve a mirar y sonríe. Yo se la devuelvo sin mostrar mis dientes.

 

- Esos ojos... ¿Son de verdad?- se refiere a mis ojos color morado.

 

- Sí.-susurro. Ensancho la sonrisa, pero sigo sin dejar que vea mis colmillos.

 

- ¡Vaya!- dice con admiración. Unos segundos de silencio.- Soy Tsutomu.

 

- Delko...

 

El semáforo ya se ha puesto en verde. Comenzamos a cruzar.

 

- No eres de aquí ¿verdad?... Delko.

 

- No. Soy italiano, aunque me mudé aquí hace bastante tiempo.

 

- ¿Si? ¿Hace cuanto? Es verdad que casi no tienes acento...

 

- Hará unos 16 años.- mentira.

 

- No me digas, justo cuando yo nací...

 

- ¿Tienes solo 16? Parecías mayor.

 

- ¡Jaja! Tú sin embargo pareces más joven de lo que debes ser.- muy perspicaz sin saberlo...- ¿Cuantos años tienes?

 

- 22.- cuando deje de ser humano... A esa cifra súmale otros 78 años.

 

- Lo que yo decía.- comento con una sonrisa.-... Bueno, aquí me quedo yo...

 

Antes de entrar al portal hay dos escalones, sube uno. Yo alzo una ceja medio sonriendo. Ya sabe que no le voy a dejar escapar tan fácilmente. Voy avanzando centímetro a centímetro despacio. A penas queda uno, el cierra los ojos. Sello sus labios para introducir al momento mi lengua en su boca. El hambre me esta haciendo mucho mas sensible de lo normal al calor que emana de él. Ahora mismo podría bajar por su cuello y devorarle antes de que se diera cuenta, pero todo tiene su proceso...

 

Separo nuestros labios, pero aun sigo muy cerca. Entonces es él quien me besa unos pocos segundos.

 

- ¿Quieres subir?- pregunta algo cortado.

 

Guardo silencio. Premio.

 

- ¿Y tu padres?- pregunto desinteresadamente.

 

- Están de vacaciones.- murmura mientras vuelve a acercarse a mi rostro y vuelve a juntar nuestros labios. Yo le sujeto por la cintura y él a mí por los antebrazos.

 

Nos separamos de nuevo. Yo solo le sonrió a modo de respuesta afirmativa. él sonríe y abre la puerta. Llama al ascensor,"como tarda" comenta. Una vez dentro me abalanzo sobre él para devorar sus labios, noto toda la sangre palpitante que pasa por ellos. Me esta haciendo enloquecer. Bajo por su cuello besándolo y lamiéndolo, dejándole alguna que otra marca que nada tiene que ver con la que vendrá después. Como respuesta él solo alza la cabeza para dejarme mas espacio y aprieta sus manos sobre mis hombros.

 

Las puertas del ascensor se abren. Hemos llegado.

El chico busca desesperado las llaves de casa y abre la puerta rápidamente. Me guía a la misma velocidad hasta su habitación. Nos volvemos a fundir en un beso y caemos, yo sobre él, en la pequeña cama. Mis manos ya bajan por su cintura buscando su piel bajo la ropa. Él en un ataque de pasión desenfrenado me quita la camiseta, comenzando a acariciar mi espalda. Yo la suya la voy subiendo lentamente parando en sus pezones a jugar un poco con mis dedos. Comienza a gemir. Su cuerpo reacciona a cualquier cosa que yo haga.

 

Ya no lleva la camiseta, esta en el suelo. Ahora mis atenciones se dirigen a una parte mucho mas intima que lleva un rato reclamándolas. Mis labios siguen en su cuello, pero mis manos están mucho mas abajo. Le desabrocho el pantalón con facilidad, él me ayuda a bajárselo desesperado al igual que la ropa interior. Comienzo a acariciarle. Vuelvo a sus labios que sueltan pequeños gemidos de placer. Su piel esta toda brillante por pequeñas gotas de sudor. Por momentos se le cierran los ojos cuando no le estoy besando.

 

Esa imagen a la vez odiosa y abrumadora me hace recordar cuando fui humano, me hace desearlo por un segundo para poder fundirme con ciertos placeres de la carne. Placeres a los que tuve que renunciar para lograr la inmortalidad.

 

Sus jadeos se aceleran, siento como me clava las uñas en la espalda cuando meto un dedo en su interior. No va a aguantar mucho mas, y yo tampoco podré seguir controlándome. Ya he disfrutado todo lo que se me permite sin llegar al final.

 

Le beso por ultima vez. Jugando su lengua con la mía de forma ansiosa. Me dirijo de nuevo a su cuello, esta vez será la ultima. Beso un punto y acto seguido clavo mis colmillos en su piel. El chico, ya no recuerdo su nombre, gime fuertemente y me clava las uñas con fuerza, no se si a causa del orgasmo o del dolor, en cualquier caso no me importa.

 

Comienzo a succionar. En el preciso momento que la primera gota de sangre toca mi paladar una ola de placer llena todo mi ser. Placer que va aumentando a medida que me alimento. El chico se retuerce un poco todavía, pero no tiene suficiente fuerza como para apartarme. La sangre brota de su garganta y yo la recojo toda sin dejar escapar ni una gota. Ese delicioso liquido... Ese néctar rojo me esta matando de placer a la vez que me da la vida una noche mas...

 

El chico ya no se mueve, yo sigo bebiendo unos segundos antes de dejarlo completamente sin sangre. Una gota amenaza con caer por mis labios, la limpio con la lengua mientras alzo la vista.

 

Los ojos azules del muchacho miran al techo con terror, ausentes y sin vida. Poso mi mano sobre ellos para cerrárselos.

Me levanto de la cama y me pongo la camiseta, única prenda que me había quitado. Vuelvo la vista al muchacho. Por un lado siento algo de lastima, era hermoso, pero al recordar lo que sentí al alimentarse de él todo el posible arrepentimiento desaparece.

 

Miro el reloj que hay en la pared, las dos de la mañana... La noche es joven aun y a mí me apetece volver a experimentar esa oleada de sensaciones...

FIN

Notas finales:

Reviews?? :3


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