En el año 3010 el mundo estaba dominado por muchas familias mafiosas de Japón en las que destacaban:
Los Seguchi dirigida por Tohma Seguchi en Yokohama, un hombre de sonrisa angelical que escondía un demonio, no quizá al mismo Satanás. Tohma le había dado la oportunidad, a una simple mujer de ser su esposa, no por que la quería, si no que sus mismos hombres estaban desconfiando de su integridad como hombre, y para calmar los chismes (que eran muy, pero muy ciertos) se caso con Mika Seguchi, al poco tiempo tuvieron un hijo Tohma adoraba a ese niño, sus ojos color miel y sus cabellos como color oro, simplemente, hermoso, ya que tenía muchos enemigos y para protegerlo decidió darle el antiguo apellido de Mika. Y lo llamaron Eiri Uesugi. Tambien tenían otro hijo que Seguchi no le ponía tanta atención como a Eiri, este otro hijo era idéntico a Eiri solo que tenia el pelo y ojos negros como la noche, con el nombre Tatsuka Uesugi. Y por la falta de atención de su padre se alojaba en sus amigos, chicas, en el reventón, y por supuesto en el sexo, aunque solo tenia 16 años.
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Por otra parte estaba el famoso extranjero Claude Winchester apodado Mr.”K” que era mas conocido como un maniático de las armas, en la ciudad de Fukuoka, lo que pocos sabían es que tenia dos hijos, que por lo mismo que a Eiri les cambiaron el apellido, el mayor Ryuichi Sakuma, un as estratega, y hábil con las armas, cinta negra en karate, y con una inteligencia superior, su segundo hijo que era el tesoro tanto de K como de Ryu, Shuichi Shindou que desde que era pequeño alegraba los corazones de los integrantes de la familia, lo amaban, tenia un corazón bondadoso y con sus cabellos rosados, y sus hermosos ojos amatistas, era todo una rosa mística, que hechizaba a todo aquel que lo miraba.
Pero todo cambio cuando, a los 3 años de edad sufrió un atentado junto con su madre, fueron capturados por unos enemigos de Mr. K, ocasionando la muerte de la mujer y Shu contrajo una ceguera psicológica, no tenía ningún daño en los ojos, era como si su subconsciente se negara a ver. De eso ya habían pasado años, tantos que Shu se había olvidado que alguna ves pudo ver.
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Cada año, el 1 de enero todos los jefes se reunían en el centro mafioso más famoso del planeta “el palacio imperial de Japón”, donde discutían los problemas que tenían, y encontrar alguna solución.
En una mesa apartada de los demás, mas que nada por miedo, se encontraban hablando Seguchi y Mr. K, que dejaba un aura maligna alrededor de ellos, que seguro que cualquier ser vivo moriría si entraba en ella, parecían que en cualquier momento se desataría una matanza entre los dos mafiosos más poderosos del mundo. Todos miraban aterrados y otros se habían ido ya, todo mundo en esa sala le falto el aire cuando Mr. K y Seguchi se levantaron, al mismo tiempo, más que enojados, estrellando sus manos contra la pobre mesa,(la mesa no tenia la culpa). Retirándose cada quien a lados opuestos de la mesa.
Nadie sabía que era lo que había ocurrido, pero de seguro si preguntaban seria decir adiós a su vida.
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Era un día hermoso y Shu estaba en el patio, su voz se escuchaba por toda la casa, esa voz angelical que hipnotizaba a cualquier persona que lo escuchara, vestía una yukata rosa con flores fucsia que combinaba con su cabellera rosada, su canto fue interrumpido cuando sintió la presencia de alguien que conocía muy bien
SHUICHI-¿ryu-niichan?-deteniendo su canto para cuestionar
RYUICHI-Ah…no se como le haces-haciendo pucheros-¡¡shu-chan!!-tirándosele encima colgándose de su cuello
SHUICHI -¡Ryu-niichan!-sorprendido-…que bueno que ya llegaron-respondiendo el abrazo-¿y mi padre?
RYUICHI -moooh, shu-chan déjame abrazarte mas-mas pucheros- tengo mucho que no te abacho
SHUICHI -Ryu-niichan, por favor, quiero saludar a nuestro padre, ¿me llevaría con el?
RYUICHI -…-Ryu se quedo mirando con tristeza sus ojos opacos sin brillo, pero que alguna forma hermosos- suspiro-¡OK!, demo pasaras tooodo el día con migo y Kumagoro ne?
RYUICHI -si de acuerdo-le dedico un sonrisa, la mas tierna que se puedan imaginar. Tomo su brazo y lo dirigió hasta dentro de la casa.
Legaron al vestíbulo y ahí se encontraba K hablando con la servidumbre y el jefe de los mayordomos, amigo de Shu y amante de K, Hiro
K-entonces…quiero que todo sea perfecto ¿me entienden?-en tono enojado y autoritario- si ese crio cree que…-fue interrumpido por la presencia de sus hijos- ah hola shu-chan-nervioso llevándose una mano a la nuca, acercándosele a dar un abrazo y acariciar su cabello rosado-¿que hiciste en esta semana?
SHUICHI -bueno nada realmente, pero me alegro que hayan regresado
K-jajaja… si…oye Shu tengo que hablar contigo en mi oficina, me acompañas?-sonrisa forzada
SHUICHI -claro-confundido
En la oficina las paredes estaban llenas de armas desde pistolas hasta bazucas y armas que el mismo inventaba
K-Toma asiento-acercándolo a la silla y se sienta
SHUICHI -padre de que me quería hablar
K-mira Shu…-suspira-…yo no quise esto pero ese estúpido de Seguchi… bueno lo que tengo que decirte es que…-apretando sus manos, era insoportable pero lo tenia que decir-Shu, pronto te casaras con el hijo mayor de Seguchi, Yuki Eiri, pero si no quieres, no, por favor di que no, no te voy a forzar
SHUICHI -“que… ¿casarme… ¡con un hombre!?”-