Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Reconquistando el amor por Anjiru

[Reviews - 92]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

La verdad soy nueva es esto, asi que lo mas probable es que esto resulte un verdadero chilaquil... pero era una idea que tenía rondando en mi cabezita desde hace mucho, y si no la sacaba me iba a volver loca (si es que se puede mas!!) asi que tengan piedad de mi y no sean crueles, se aceptan quejas, sugerencias y tomtazos.

Por cierto, los personajes y la historia de Gravitation no me pertenece (que mas quisiera),  son propiedad de Maki Murakami (y la pienso poner en un pedestal) y cualquier referencia con la historia, me baso en el manga y no en el anime...

 

Cap 1._  Cuando el comienzo no es tan dulce

 A pesar de que era una fría tarde de noviembre, el café al aire libre se encontraba lleno en su totalidad, parejas de enamorados, estudiantes, oficinistas, pero lo que llamaba mas la atención era un par de bellas jóvenes de no mas de 20 años que se encontraban platicando animadamente, universitarias tal vez, estaban  degustando su café, cuando fueron interrumpidas por un bello ángel rubio, que se acerco decididamente a ellas con una rosa roja en la mano.

 -         Disculpen señoritas, no quiero ser atrevido, pero creo que ustedes son las chicas mas bonitas de tooooodo el lugar.

 Las mujeres miraron sorprendidas al galante caballero que se acerco a ellas, el pequeño ángel no parecía tener mas de 6 años, pero eso sí tenía la sonrisa más encantadora que hubieran visto jamás.

-         ¿En serio piensas eso pequeño?

-         ¡Claro! Bueno, yo y mis dos tíos que están allá.

Decía  esto mientras señalaba un par de mesas atrás, las chicas rieron tontamente cuando se dieron cuenta que en aquella mesa se encontraban dos hombres increíblemente atractivos que les sonreían seductoramente, a simple vista podrían pasar por gemelos, solo que uno era rubio y el otro moreno, y al saberse observados mandaron un ligero saludo con la mano, y mientras las chicas se deshacían en risas y miradas coquetas, el rubio aprovecho para murmurarle algo a su compañero que reía divertido con las acciones tanto del niño como de las chicas.

-         No puedo creerlo…

-        ¿Qué? El que haya funcionado…

 -         No, el que hayas caído tan bajo, como para utilizar a un niño de 6 años para tus conquistas,  en serio, no se que tienes más afectado si el cerebro o la entrepierna.

 -         ¡Oye! No seas amargado, no me las voy a levantar ni nada por el estilo es solo un juego inocente, además es divertido.

 -         ¿Sí?  ¿Y a tu adorado Sakuma también le parece divertido?

 -         ¡No seas maldito Eiri! My Honey sabe que le soy fiel hasta la muerte, y ni tu veneno ni tus intrigas nos van a separar, esto es solo un “entretenimiento” algo así como un deporte, para no perder la practica.

 -         Mira, lo que pase entre tu y el idiota del conejo me tiene muy sin cuidado, por mi se pueden ir a la Patagonia y no regresar que ni creas que los voy a llorar, solo que no se enteren que utilizas a Ei-chan para tu “deporte”  porque no voy  a meter las manos por ti.

 -         ¿Quién eres y que le hiciste a mi hermano mayor?!! ¿Desde cuando te volviste tan protector? De verdad que a veces te desconozco, tu, el gran Eiri Yuki…

 -         No digas estupideces Tatsuha! Solo no me metas en tus líos…

 Habiendo dicho esto, decidió ignorar por completo al idiota de su hermano,  ¿el sobre protector? ¿Que se creía, el experto en infantes? solo trataba de asegurarse que el mocoso saliera en una sola pieza o el tendría grandes problemas, después de todo era un hombre responsable que podía hacerse cargo de un niño, el cual perdió de vista en los escasos 10 segundo que se distrajo, - ¡demonios! ¿Qué tan difícil puede ser mantener a  raya al condenado enano?-  solo tenía que encontrarlo, y demostrarle su autoridad;  estaba a punto de levantarse y buscarlo cuando una cabecita rubia salio de quien sabe donde y se paro junto a Tatsuha, mostrándole la mas inocente de las sonrisas.

 -         ¿Ves tío? ¡te dije que si podía! – decía esto mientras le mostraba triunfalmente una servilleta con lo que parecían ser los teléfonos de las jóvenes, Tatsuha, con lagrimas en los ojos, miraba al pequeño con gran orgullo mientras discretamente guardaba el dichosos papelito en su chamarra.

 -         ¡ese es mi sobrino, cada día estoy más orgulloso de ti!

 -         ¡claro! Por eso eres mi tío favorito y mira que tengo muchos, pero de todos tu eres el mas divertido…

 Eiri bufó y prefirió hacer oídos sordos al comentario, conocía perfectamente esa estrategia y sabía por donde iba el asunto.

 -         ¿ahora si podemos ir a comprar el ultimo video juego de guitar hero? 

 -         ¿perdón?

 -         ¡dijiste que me lo ibas a comprar!

 -         No, creo que lo que exactamente dije fue “déjame pensarlo, a ver como te portas”, nunca dije que te lo iba comprar, así que se buen niño, quédate quietecito, y termínate tu malteada, que esto va a quedar entre tu y yo ¿vale?

 Dicho esto, se empinó su café y lo hizo a un lado, el pequeño puso cara de pocos amigos, empezó a hacer un puchero y en sus ojitos comenzaron a formarse lo que parecían ser lágrimas,  se avecinaba un berrinche marca diablo, y Eiri no estaba dispuesto a soportarlo, mentalmente se preparo para matar a su hermano, y para no tratar de ahorcar a Ei-chan, solo a el se le ocurría salir con dos críos, y cuando vio que la mirada de cachorro abandonado ahora iba dirigida a el, decidió que no se iba a dejar envolver tan fácilmente.

 -         Ni me mires siquiera…

 -         pero…

 -         yo no se nada…

 -         pero…

 -         arréglatelas con tu “tío favorito” yo no tengo vela en este entierro.

 -         Pero mi mami te dijo que me cuidaras, y cuando me pregunte que hice, le tengo que decir la verdad, yo no le puedo decir mentiras a mi mami…

 -         Mira enano, solo te voy  a decir dos cosas, una, conmigo no sirven los chantajes, yo soy experto en chantajes, es mas, yo invente el concepto, y dos, no le tengo miedo a “tu mami”,  a mi, los lloriqueos de los dos me vienen valiendo un soberano sorbete, ya deberías de saberlo, así que ve cambiando de estrategia porque esta no te esta funcionando.

 Ei-chan se dio cuenta que del rubio no iba a sacar nada, y lo que mas le molestaba era que tío Tatsuha se estaba riendo a carcajadas burlándose de el, bueno, si algo había aprendido de lo disfuncional que era su familia, era que había que aprovechar cualquier oportunidad para fastidiar al que se deje, y sacar provecho de eso, así que decidió hacer caso del consejo del rubio y le dirigió toda su atención al moreno, tío Tatsuha iba a comprarle ese juego o el dejaba de ser un Uesugui.

 -         esta bien, pero cuando vaya a jugar con Kumagoro, a el si le tendré que contarle  todo…

 La sola mención de su conejito hizo que la risa de Tatsuha despareciera, y le lanzó una mirada amenazadora a su sobrino, no pensó que usara un recurso tan bajo, el condenando mocoso estaba bien entrenado.

 -         ¿qué dijiste?

 -         que Kuma-chan siempre se entera de todo, de tooooodo, ¿no lo sabías?,  el esta en todos lados y siempre sabe lo que hacemos, y cuando se de cuenta que guardaste el teléfono de esas señoritas se va a poner muy triste…

 -         mira mocoso, Kuma-chan no tiene porque enterarse si tu no le dices nada, y no le vas a decir ¿verdad?

 -         Bueno a Kumagoro no, pero a tío Ryu… quien sabe…

 -         ¡Eiri, estas oyendo! Esta amenazándome, vas a permitir eso… a mí, a tu hermano… a…. a…. ¡no se vale!

 Hasta ese momento Eiri estaba tratando de parecer indiferente, pero cuando vio la jugada del menor, tuvo que reprimir una risa, pero el ver a su hermano de 25 años ser derrotado por un niño de 6, fue el acabose y termino por romper en carcajadas para disgusto de Tatsuha y triunfo para Ei-chan.

-         no si el carácter se hereda, ya me di cuenta, acéptalo Tatsuha, te acaba de ganar y con un margen muy grande…

-         condenado mocoso, pero vas  a ver, aaahhhhh, nadie amenaza al Gran Tatsuha y sale vivo para contarlo, tu…

 -         Bueno ya deja eso, rayos, si el mocoso pareces tu no el, y mejor se apuran, que  quedamos en regresar a las 5, acábense sus bebidas y después vamos a la tienda por el dichoso videojuego, y  a ver si para la próxima todavía te quedan ganas de seguir practicando tu “deporte”.

 Dicho esto le guiño un ojo al pequeño que lo miró sonriente, dando así por zanjado el asunto y declarando al absoluto ganador.

 Iban en el auto, el pequeño en la parte de atrás admirando su recién adquirido trofeo y Tatsuha todavía rumiando por el dinero que tuvo que desembolsar, Eiri dio un vistazo a la parte trasera para asegurarse que el demonio estuviera quieto, y le echo un ojo a su hermano dispuesto a seguir disfrutando de su dolor.

 -         ¿ya se te paso el berrinche, o también tú quieres que te compre algo?

  -         muy gracioso, ya deja eso, no es algo de lo que me sienta muy orgulloso, por cierto ¿A dónde vas ahora?

 -         a NG, ahí quede de dejar al enano.

 -         Pues me bajo antes, de todas maneras Ryu no esta ahí y tengo que regresar al templo en la noche… ya sabes el viejo cada día esta más histérico la edad no le ayuda en mucho…

 Tatsuha trataba de sacar conversación de donde sea, desde hace rato estaba intentando tratar un asunto con su hermano pero no había encontrado el modo de cómo abordarlo, conociendo su carácter, si lo mencionaba así de sorpresa, lo mas probable era que lo aventara del carro,  en verdad tratar con Eiri era sumamente difícil, sobre todo cuando no sabías como iba a reaccionar, más si se trata de algo tan delicado.

 -         … y bueno también esta eso de que no se ha sentido muy bien que digamos, y quiere que Ei-chan vaya a visitarlo… después de todo es su nieto…

 -         mmmmm

 -         claro, que no creo que se vaya a morir, bueno no próximamente, y a propósito de morirse, no te lo había comentado pero me llegó la invitación al templo y pues el viejo la vio y ya sabes como es, tuve que soportar sus quejas todo el resto de la semana…

 -         ¿te la enviaron? Pensé que ya te la había dado…

 -         No, bueno es que ya sabes como son esas cosas, tan tradicionales… y pues… bueno… ¿ya sabes que vas a hacer?

 -         Hacer con que…

 -         Pues con la  b-o-d-a…

 -         Tatsuha no seas idiota, también estoy invitado, solo que a mi no me llegó por correo, me la dio personalmente por eso me extraño que te la enviara.

 -         Aja, si, por algo será, y pues… ¿piensas ir?

 -         Si

 -         ¿Si?

 -         Estas sordo, dije que si, el hecho de estemos separados no significa que no podamos ser amigos, además ese un trato que tenemos, le prometí que lo apoyaría en todo y eso es lo que voy a hacer.

 -         Bueno, es que pensé que te iba a afectar…

 -         Si no me afecto hace tres años, no tiene porque afectarme ahora, ¿Por qué todos se empeñan en peguntarme lo mismo? ¿Qué no pueden entenderlo? Lo intentamos, no funciono, y por el bien de los dos optamos por el divorcio, antes de terminar odiándonos o matándonos,  ahora, yo estoy tranquilo, el quiere iniciar una nueva vida, esta en todo su derecho y yo no voy a hacer nada para perturbarlo ¿contento? ¿quedo claro?

 -         Si, muy claro, ya entendí tu punto de vista.

 -         Bien, entonces dejaras de hacerme preguntas estúpidas, y de hacer suposiciones tontas y le dirás a Mika y al entrometido de su marido que la próxima vez me pregunten directamente ellos mismos y no te envíen de mensajero si es que en algo valoran tu integridad física.

 Dicho esto hizo lo que mejor sabía hacer, ignorar a su hermano el resto del camino,  Tatsuha pensó que por la reacción que tuvo no estaba tan tranquilo como el presumía, pero claro que no iba decírselo, al contrario de su hermana el sí valoraba su vida, era lo mismo que hace tres años, cuando anunciaron a todos que se iban a divorciar por “diferencias irreconciliables” en realidad nadie lo creyó, sobre todo por la tranquilidad con la que Shuishi tomó todo aquello, el creyó que iba a encontrar a su cuñado llorando y en un estado de depresión, pero lo que encontró fue a un Shuishi  sereno y extrañamente maduro, pero eso si, con una sombra de tristeza en su mirada que hasta la fecha aun no lograba quitarse, porque dijeran lo que dijeran, el brillo en la mirada del pequeño cantante nunca  volvió a ser el mismo, y lo mismo pasaba con su hermano, aunque el insistiera una y otra vez que esa era la mejor decisión que podían haber tomado, jamás volvió a sonreír igual, el sabía de muy buena y confiable fuente (entiéndase Kumagoro) que Shuishi todavía amaba a Eiri, y que le cortaran un dedo si su hermano no sentía lo mismo, sobre todo la manera en que se aferraba al volante como si en eso se le fuera la vida, la sola mención de la próxima boda del cantante lo ponía en ese estado aunque no lo quisiera reconocer, para Tatsuha, tanto Shuishi como Eiri eran un  par de idiotas que habían dejado que su orgullo los llevara al estado de agonía constante en el que ambos se encontraban ¿qué acaso no podían darse cuenta?

 -         Bueno, aquí me bajo, mmmmm, pues cualquier cosa me llamas, ¿no?

 -         Aja

 -         Y si necesitas algo puedes ir a Kyoto cuando quieras…

 -         Aja

 -         En fin, adiós Ei-chan, portate bien y dale muchos besos a tu mami de mi parte quieres… y bueno… lo de hoy queda olvidado ¿vale?

 -         ¡Siiiiii tío Tat-chan! ¡No te preocupes que yo pico de cera! Y dile al abuelo que lo iré ver muuuy pronto.

 El carro salió disparado rumbo a NG ya llevaba 30 min de retraso y conociendo su carácter lo mas probable es que ya estuviera empezando a hacer drama,  se acercaba al edificio y trato de componer sus facciones, maldijo mentalmente a Tatsuha  por ponerlo en ese estado, ya tenía suficiente con fingir delante de Shuishi como para tratar de convencer a medio mundo que estaba “totalmente de acuerdo” con la dichosa boda,  y para colmo estaba a un paso de mandar todas sus buenas intenciones a la basura y decirle una cuantas verdades de lo que pensaba acerca de su “prometido”, pero no, había hecho una promesa y la iba a cumplir aunque en eso se le fuera el alma.

 -         Anda, vamos, ya llegamos no hagamos esperar a “mamá”

 Al decir esto el pequeño salió corriendo hacia las puertas del edificio y con un alegre “¡mami ya estoy aquí!”  fue recibido con los brazos abiertos por cierto pelirrosado cantante que llevaba un buen rato esperándolos en la recepción  y que a leguas se le notaba que estaba al borde de un ataque de nervios.

 -         ¡Mi niño, mi pequeño, donde habías estado, me tenías taaaaan preocupado! – Shuishi lloraba cual magdalena mientras apretujaba al pobre niño, que conociendo los arranques de su “mami” trataba por todos lo medios de liberarse del abrazo del cantante, mientras le enviaba una mirada de auxilio al rubio, que apiadándose de el se lo arrebato y lo puso a salvo en el suelo.

 -         No exageres, por dios, no es para tanto un ligero retraso

 -         ¡¡¡¡¡¿Ligero? Quedamos a las 5!!!!!

 -         Y son las 5:30, cual es el alboroto…

 -         Pero es que siempre es lo mismo te digo una hora y lo traes cuando se te pega la gana tiene cita con el doctor a las 7 y ahora tengo que salir corriendo pero claro eso a ti que te importa mi trabajo y horario no son importantes a mi que me muerda un perro mientras ustedes divirtiéndose en quien sabe donde y yo muriéndome de la preocupación…

 Y así siguió de corrido y sin pausa, los dos rubios se miraron con desesperación y complicidad, al parecer los dos compartían la misma poca paciencia hacia los arranques de histeria del cantante, pero también sabían como solucionar eso…

 -         no te preocupes mami, que yo me acorde tooooodo este tiempo de ti y no creas que se me olvido lo que te prometí, mira te traje los que a ti te gustan – y enseguida le mostró un paquete finos y caros chocolates que previamente habían preparado para contrarrestar el regaño que sabrían que vendría por haber llegado tarde, y junto con los dulces iba también esa increíblemente seductora sonrisa contra la cual Shuishi no se podía resistir, si nunca pudo con la versión original, mucho menos con la versión mini.

 -         Esta bien cariño, pero la próxima vez  recuerda que no podemos llegar tarde con el dr…

 -         ¡Y mira lo que me compraron! Y enseguida le mostró su preciado trofeo.

 -         ¡¿un videojuego?! Pero… ¡¡¡Yukiiiiii!!! Habíamos quedado que videojuegos no…

 -         No me digas nada ese fue el tarado de mi hermano.

 -         ¡Pero tu hubieras dicho que no! Ya sabes lo que dijo la maestra…

 -         Si, si, la maestra, pero ese es su trabajo, para eso están, para corregir a los niños y educarlos, además con lo que pago de colegiatura…

 -         ¡¡¡…..!!!

 -         … y no me estoy quejando, la educación de Ei-chan es importante, solo que exageran…

 -         Pero se distrae mucho en clase…

 -         Eso no lo heredó de mí… - Shuishi respingó, era cierto, para su desgracia Ei-chan había heredado su “gusto” por la escuela, y mejor ni hablar de su comportamiento… -  ahora, si vamos a hacer comparaciones…

 -         Bueno esta bien no vamos a discutir eso, digo no es taan preocupante, además se nos va a hacer mas tarde, Eiri cariño, despídete de papá que ya se tiene que ir…

 -         ¡Noooo! ¡no quiero! ¡quiero que se quede conmigo un rato más! ¿de verdad te tienes que ir?

 Eiri se arrodillo para quedar a la altura del pequeño, el también odiaba cuando tenían que despedirse, si por el fuera se lo llevaría y lo tendría junto con el para siempre, y siendo francos, con su “mami” incluido, pero se armo de toda la paciencia posible, no podía enojarse con su pequeño, por que si a alguien tendría que echarle la culpa, sería a el mismo, por ser tan idiota y orgulloso y no haber luchado cuando debería.

 -         Tengo trabajo atrasado y ya sabes como es la señorita Mizuki cuando me atraso- una sonrisa de aceptación apareció en su carita, a el también le asustaba la editora de papá cuando se enojaba… - además recuerda que prometí que el viernes pasaría por ti y estaríamos juntos todo el fin de semana.

 -         Esta bien, ¡pero júrame por Kuma-chan que el viernes sin falta estarás ahí!

 -         Lo juro solemnemente por Kuma-chan  que no faltare.

 El niño quedó conforme, sabía perfectamente que a su padre no le caía nada bien Kuma-chan, así que con ese juramento se aseguraba que no lo iba a engañar, mientras tanto Shuishi observaba la escena con un nudo en el estomago, siempre era igual cuando esos dos tenían que separarse, Ei-chan lloraba por tener que dejar a su padre y por otro lado estaba Yuki , que aunque lo disimulaba muy bien, el sabía que se le partía el corazón cada vez que tenía que dejar a su hijo, el saber que no estaban juntos como la familia que deberían ser, era algo que carcomía al cantante desde hace tres años, cuando había tomado esa decisión, decisión que en esos momento le parecía de los mas estúpida, pero no había marcha atrás, había dejado que su enojo y su orgullo le ganaran y ahora tendría que pagar las consecuencias de sus actos.

 -         de acuerdo ya escuchaste, el viernes vendrán por ti, ahora despídete para que…

 -         ¡Shuishi, donde te habías metido!

 -         ¡Tío Hiro! – el pequeño salió corriendo hacia el pelirrojo que se acercaba a ellos quien lo recibió efusivamente - ¡mira, te voy a enseñar mi nuevo videojuego!

 -         Si, claro, jugare contigo todo lo que quieras pero primero déjame hablar con tus papis ¿si? – Hiro se acerco a la pareja con el pequeño en brazos, no hubiera querido interrumpir la conversación pero llevaban demasiado tiempo esperando al cantante y el “productor” estaba a punto de bajar a buscarlo – lo siento Shuishi, pero Tomoe-san  tiene horas buscándote,  heeee, buenas tardes Yuki-san que milagro… - Hiro sabía que la sola mención del productor de Bad Luck  pondría a ese par incómodos, sobre todo a Shuishi, pero mejor los ponía sobre aviso antes de presenciar una “escenita”.

 -         Etto, gracias Hiro mmmmmm dile que enseguida voy… yo pues… ya termine de hablar…

 - ¡Shuishi…!

 Demasiado tarde, un atractivo hombre de cabello castaño y ojos verdes, se acerco rápidamente a ellos, Hiro se preparo para hacer la retirada con Ei-chan en brazos, Eiri adoptó la pose de prepotente maldito que tanto odiaba Shuishi, mientras que este último suspiraba cansadamente por tener que soportar una escena de celos… una vez más.

 -         ¿Dónde te habías metido? Ah, estabas con Eiri-san…

 -         Pues si, ya ves, que coincidencia, casualmente pasaba por aquí y decidí entrar a saludar – Shuishi fulmino a Eiri con la mirada, sarcasmo, grandioso, como si tener que soportar los desplantes de testosterona de ambos hombres no fueran suficientes. – espero que no te importe, digo no tiene nada de extraño después de todo solo le robe unos pocos minutos de su preciado tiempo

 -         No te preocupes entiendo que tienen que tratar asuntos “importantes”, lo que se me hace extraño es que tengas tiempo libre en tu apretada agenda de trabajo para poder venir a visitarnos – Tomoe-san menospreciaba el trabajo de Yuki, no consideraba el ser escritor una verdadera profesión, mas bien un pasatiempo, pero Yuki maldito lo sabía y no perdía oportunidad de restregarle que su “pasatiempo” le dejaba mucho dinero…

 -         Cuando se trata de Shu y Ei-chan, siempre tengo tiempo, es una de las ventajas de trabajar en casa, y que de paso me deje ganancias.

 -         Eso si es sorpresa, pero no siempre fue así ¿cierto?... Ah! Perdón olvidaba que ese era un tema “delicado”

 -         Privado querrás decir, pero no te preocupes estoy consiente que la discreción nunca ha sido uno de tus puntos fuertes…

 Shuishi miraba con desesperación a los dos hombres, que mas que adultos parecían dos críos de primaria peleando a ver cual era mas malcriado, viéndolos así, frente a frente, Shuishi no podía evitar compararlos, el castaño media 1.79 cm (no más alto que Yuki), vestía un elegante traje gris (pero no más que el de Yuki) y en conjunto resultaba atractivo (pero definitivamente NO más que Yuki), a sus 30 años Ichigo Tomoe era considerado un hombre exitoso (eso si, no mas que Yuki…) pero viéndolo detenidamente su más grande mérito no era el haber obtenido el codiciado puesto de productor de Bad Luck, uno de los grupos musicales mas famosos de Japón, sino el haber conseguido lo que a muchos les parecía imposible: conquistar a Shuishi Shindou, el cantante lo sabía, Yuki lo sabía, todo el mundo lo sabía, es por eso que el pelirrosado le permitía ciertas consideraciones, como el hecho de tener esos arranques de celos delante de su ex-pareja, a sabiendas que sabía de antemano quién resultaría ganador, porque para ser sinceros nadie le ganaba a Eiri Yuki, es por eso que antes de ver derramada sangre, decidió intervenir para aligerar la situación.

    - ¡¡¡ Pues ya que estamos aquí todos reunidos, mejor nos vamos o llegaremos muuuy       tarde!!!  ¡¡¡¿Verdad Hiro?!!! – Y le lanzó al guitarrista una mirada de desesperación   para que lo auxiliara y terminar con esa “reunión” de una vez por todas - ¿Por qué no       llevas a Ei-chan al carro y ahí te alcanzo? ¿siiiiiii?

 -         Heeeee, claro, vamos pequeño, termina de despedirte de papá – llevó al niño para que se despidiera de Eiri, quien lo recibió efusivamente.

 -         ¡Adiós papi, y recuerda tu promesa!

 -         No te preocupes aquí estaré, vamos, los acompaño afuera de todas maneras yo también me tengo que ir – Le quito a Hiro al niños de los brazos y se acerco a Shuishi para despedirse también de el, con una mirada de desgraciado que el cantante conocía perfectamente.

  -         Adiós Shu-chan, nos vemos el viernes… - Y le depositó un suave beso en la mejilla, que de inocente no tenía nada, mientras le tomaba la mano e ignoraba completamente al tipo junto a el, Ei-chan soltó una risita maliciosa, Hiro mal disimuló una carcajada y Shuishi deseo tener en sus manos una estaca y poder clavársela en el corazón.

-         Si… adiós… - y mientras observaba a las tres figuras que salían por la puerta de cristal, no quería voltear a ver al hombre que tenía al lado, ya que probablemente estaba verde del coraje, suspiro pesadamente, no tenía caso seguir prolongando el silencio, así que mejor terminaba esto de una vez por todas…

-         Bueno, etto, yo también me voy, no quiero perder la cita con el doctor, Hiro me va a acompañar y el me va a dejar…

-         Parece que disfrutas mucho esto verdad, digo, no parece molestarte el que se burle de mí enfrente de todos…

-         ¡no se burló de ti! Además tu empezaste… si ya conoces como es, no tienes por que seguirle el juego y moverle la boca…

-         Claro, olvidaba que cuando se trata de defender ya se de parte de quién te pones

-         No me pongo de parte de nadie, solo es que… en verdad me canso de estar peleando por esto, de repetirte una y mil veces que Yuki es así, que no va a cambiar nunca y que aunque no te guste lo voy a tener que tratar por el resto de mi vida por el simple hecho de que es el padre de mi hijo, yo… en verdad te quiero mucho, pero parece que no estas muy convencido… no se de que forma explicarte que lo que siento por el no es lo mismo que siento por ti…

-         No, por supuesto que no es lo mismo, de eso me he dado cuenta perfectamente, supongo que es algo con lo que tengo que aprender a vivir, pero eso no significa que este de acuerdo – desde que inició su relación con el cantante, la sombra de Eiri Yuki era algo que no había podido superar, sabía que Shuishi aun sentía amor por el rubio, y no iba permitir que este dudara, mas ahora que había logrado que aceptara casarse con el – creí que ya habías aclarado que lugar ocupo yo… y el lugar que tiene el.

-         Tomoe… - el cantante se acerco para besarlo, pensando que con eso lo pondría de mejor humor, pero el castaño se hizo a un lado – esos celos me lastiman ¿sabes?, significa que no confías en mi…

-         Por algo serán ¿no crees? Piénsalo, aun estas a tiempo… nos vemos mañana, temprano, no quiero que K rompa la puerta del estudio una vez más.

Le dio un beso en la frente al cantante (y este si fue casto…) y se retiro dejando al cantante, malhumorado, triste y confundido.

-         ¡Maldición! ¿Por qué tiene que se todo taaaan complicado?...

Se dirigió al estacionamiento para alcanzar a Hiro y a Ei-chan, mientras en el camino siguió refunfuñando y maldiciendo a Eiri, no por haberlo besado, claro, un beso de Yuki NUNCA seria molesto, sino por ser simplemente el … y porque aun después de todo ese tiempo todavía conseguía ponerlo nervioso, y lo peor es que aun se le notara, y eso lo llevo también a meditar en Tomoe. Cuando hace un año Sakano-san hizo su sorpresiva huida hacia América, y Seguchi contrato a Tomoe, nunca se imagino que terminaría con él, le caía bien si, puede que hasta le gustara,  pero nunca, nunca en su cabeza le pasó la idea de tener una relación y mucho menos el comprometerse… entonces recordó todo lo que había vivido el último año y lo que lo había llevado a la situación en la que se encuentra ahora, y solo hizo que le doliera mas la cabeza, hizo un gesto de negación y la sacudió fuertemente,  no quería seguir torturándose mas con eso, quería pensar en su pequeño y en nadie mas…

Su pequeño…

Pensar en Ei-chan hacía que irremediablemente pensara en Yuki, y eso no estaba bien, le había dicho a Tomoe que lo quería y era cierto, si lo quería, pero eso no era suficiente por lo menos no para su productor, este quería asegurarse que era el único en el corazón y el pensamiento de Shuishi, y para desgracia, tanto de el como del cantante, no había manera alguna de confirmarlo.

-         Lo mejor será olvidarme de todo y mudarme al Tíbet, me pregunto si los monjes tibetanos tendrán los mismos problemas que yo… - cerró los ojos y suspiro, pero en ese suspiro se fue un nombre que por mas que quisiera nunca iba a poder olvidarlo…

-         Yuki…

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Este final me costo sangre, sudor y lágrimas literalmente, y creo que me salió medio chafa,pero prometo que en el próximo me esmerare más... por cierto si hay alguna fan de Sakano, discúlpenme por "sacrificarlo", pero tengo pensado traerlo de vuelta !con romance incluido! así que hasta la proxima!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).