Es fácil decir te voy a extrañar se siente morir
No puedo engañar a un corazón que supo amar
Con otra razón aparte de dar.
Las ojeras surcaban el rostro de aquel chico de cabellos naranjas, desde hace un par de semanas el sueño le había abandonado, y no solo el sueño le había abandonado, todo se había ido con él, todos sus días felices, todas las risas, todo, absolutamente todo le había abandonado.
No siento tu voz, no escucho tu andar
Presiento que dos es un número impar
No puedo seguir sin tu respirar
Entiende que yo solo quiero llegar
Ya nada era igual, por que su mundo lo formaban 2, por que ya no había con quien sonreír, ya no había con quien compartir, por que ya no existía la frase “tu dolor es mi dolor”, ya no mas…
Ya no habrían mas actuaciones fantasiosas, por las cuales las chicas se volvían locas, ya no mas…
Por que su mundo en un simple segundo se había reducido a uno, un mundo en el que solo quedaba él en una cama para dos, uno en un lugar vació.
No puedo volar si no están tus pasos que tienen el tiempo de ti
No quiero volar si no extiendes tus brazos y sientas la brisa en tu rostro y te mojes de mí…
Sus días parecían ya no tener sentido alguno, cada día se había convertido en una absurda monotonía, como si vivir ya no valiese la pena, y era verdad, por que para él vivir ya no tenia sentido alguno, si no había con quien caminar, por que sin su reflejo ya nada valía la pena…
Es fácil decir mañana vendré
No puedo fingir que voy a estar bien
No puedo seguir sin tu respirar
Entiende que yo solo quiero llegar
Y es que aquella fatídica noche había perdido la mitad de su alma y al parecer la mitad restante se estaba desintegrando lentamente, si tan solo esa noche no hubiesen salido, si él no hubiese insistido tanto, kaoru aun estaría a su lado, y eso, eso le pesaba en el alma.
La culpabilidad, la tristeza, la añoranza y la gran pena que sentía, se habían convertido en una maraña pegajosa de sentimientos que se habían alojado en su corazón y al parecer no tenían ninguna intención de moverse de lugar.
¿Por qué kaoru? ¿Dime por que te fuiste y me dejaste con esta gran pena?- preguntaba Hikaru a las estrellas, se encontraba acurrucado en el alfeizar de su ventana, en esa habitación la cual era demasiado grande, hace apenas un tiempo atrás era de dos, hoy solo era de él, y el olor q reinaba era el de kaoru, había tomado su loción como aromatizante para esa fría habitación, tal vez así lograra sentir un poco menos lejos a kaoru, pero a la vez ese olor le recordaba que de ahora en adelante le faltaría alguien, y de nuevo su mente le trasladaba y le hacia recordar con tristeza la noche en que su vida cambiara para siempre, una solitaria lágrima rodó por su mejilla, una mas de las tantas que había derramado.
Se levanto de su sitio, y camino lánguidamente hacia la cama, quería dormir, quizá así lograra olvidar por un momento, se abrió paso entre las sabanas, y se recostó, cargado hacia el lado de su hermano, su almohada aun conservaba un ligero aroma a kaoru, poco a poco el sueño le fue ganando, sus ojos cedieron al cansancio acumulado logrando sumergirlo en el mundo de los sueños…