Horas y horas en la escuela, ya le tenían harto, lo único que quería en esos momentos era desaparecer, ya no podía soportar los rumores; que si bien, no le importaban gran cosa, no dejaban de ser molestos, y es que, de alguna forma, todos se habían enterado de su gran y fallida confesión amorosa ¿Cómo había sido tan idiota? Ni él se lo imaginaba ¿Cómo pudo suponer que Ishida Uryuu le iba a corresponder? Lejos del hecho de ser shinigami -sustituto por favor- y Quincy, eran hombres, que bien, teniendo en cuenta las tendencias actuales, eso ya no importaba tanto; tal vez eso había sido eso lo que lo motivo, el saber que no sería el único, ni el primer ni mucho menos el último hombre que se enamorase de otro hombre, porque le pesase o no, él, Ichigo Kurosaki, se había enamorado de Ishida Uryuu.
-¡Bien chicos! -La profesora Occhi tan activa como siempre -Lamentablemente el chico nuevo no llego, pero ya mañana estará con nosotros, así pues, las torturas han terminado por hoy, vayan con cuidado a sus casas y no se droguen en el camino -Fue la última y rara instrucción antes de que la profesara saliera del aula, ya todos estaban acostumbrados a su peculiar forma de decir las cosas. Ichigo tomó sus cosas con calma, no sabía que debía hacer, mejor dicho, no se sentía con ganas de hacer algo, miro de reojo a Ishida; ni siquiera podía sentir coraje, ni frustración, nada, nada salía, salvo ese cariño avasallador que le tenía. Sintió una mano sobre su hombro y giró la cabeza. Tatsuki siempre había sabido como apoyarlo y le agradecía lo mucho que había hecho por él.
-Gracias -Fue todo lo que Ichigo le pudo decir
Debía agradecerle tantas cosas, el que lo apoyará, el que fuera su amiga, el que, después de lo que le hizo a Inoue, ella la reconfortara, la cuidara, la amara y más aún, que no lo culpara. Miro irse a su amiga, al lado de su ex pretendiente. Inoue lo volteo a ver y le dedico una mirada triste, una dulce sonrisa y un adiós con la mano. Afortunadamente, el día siguiente era viernes, así que esa tortura se aliviaría un poco el fin de semana, Ichigo solo asintió levemente. Cuando volvió a mirar de reojo para ver al quincy, este ya no estaba. Salió del salón con lentitud, cuando la mayoría de los chicos habían abandonado el plantel (no quiso irse con Keigo, Mizuiro o Chad), apenas había dado unos pasos fuera y se encontró con un chico, de cabello negro y algo largo y que además llevaba el uniforme de su escuela, este se encontraba sentado sobre la acera recargado en la barda que rodeaba la escuela, parecía que estaba durmiendo ¿y que le importaba a él? El chico naranja intentó seguir con su camino pero ni bien había dado 3 pasos, cuando regreso sobre los mismos, se plantó enfrente del chico y espero un poco, a ver si se percataba de la presencia… nada. Lentamente se agacho para verlo de cerca, notando que el chico era increíblemente lindo, una pequeña sonrisa se instaló en su rostro y se cargó al chico en la espalda. Este, ni se percató de lo que pasaba.
Desinteresado como siempre, fue el pensamiento que tuvo el quincy cuando vio que Ichigo cargaba al mocoso en su espalda. Se dio media vuelta, tal vez estaba preocupado por nada, tal vez esperarlo y haberlo seguido habían sido en vano.
……………………………………
-Buenas tardes -Oyó una voz que no reconoció para nada
-¿Eh? ¿Dónde estoy? -Fue lo primero que pregunto al incorporarse, no reconocía el lugar y mucho menos a la persona que le hablaba, seguía sintiendo los ojos realmente pesados… seguía teniendo sueño, con gusto se hubiese vuelto a recostar, pero estaba desorientado ¿a que olía?
-Estás en la clínica Kurosaki, mi nombre es Kurosaki, Kurosaki Isshin y soy el médico a cargo, mi hijo te ha traído, pensó que tenías algo mal, hasta que descubrimos que era solo falta de sueño –la voz de Isshin era un poco más tranquila que de costumbre.
-Ah -Conque eso era lo que olía, olía a clínica y se recostó nuevamente ya más tranquilo.
-¿Eh? ¡Espera no te duermas! Tienes que llenar un formulario y necesitamos que nos proporciones un teléfono para marcarles a tus padres -Isshin lo tomo de un brazo, nunca se esperó esa reacción, el chico le retiro la mano de un manotazo
-Solo quiero dormir -Dicho esto se tapó con las sabanas y volvió a quedarse dormido.
Salió del cuarto y se encontró con su hijo, recargado en de las paredes del pequeño pasillo
-No te preocupes, está bien, solo le hace falta dormir
-Gracias viejo -Le dijo escuetamente y se dio media vuelta, quizá debía de imitarlo y dormir también. Isshin miró a su hijo dar la vuelta en el pasillo. Realmente no le gustaba verlo así, tan apático, pero estaba claro que no le iba a contar tan fácil los problemas que tenía con el Ishida menor, suspiro con resignación, lamentablemente él había pasado por lo mismo con el padre de Uryuu, por lo que entendía perfectamente los sentimientos de su hijo. Debía ir a cerrar la puesta de la clínica.
………………………….
Al día siguiente, el chico no estaba, Ichigo recordó con fastidió como Chad había hecho lo mismo cuando lo del periquillo, suspiro fastidiado, tendría que llevar toda la bandeja de regreso a la cocina, además de tener que responder (y soportar) todas las preguntas que su escandaloso padre le hiciera. Se apresuró en ir a su habitación y terminar de alistarse para la escuela, afortunadamente, Mizuiro no pasaría por el esta vez.
-¡Ichigooooooooooo! -Bien, ya empezaba el viejo con sus griterías.
………………………
-¡Muy bueno días! Me alegra ver que todos han llegado a clases sin ninguna sustancia rara en el organismo -No se podía negar, esa era una cálida bienvenida, pensó Ichigo con sarcasmo -Hoy por fin ya tenemos al nuevo estudiante, pasa por favor
Las exclamaciones entre las chicas de la clase no se hicieron esperar “kawaii” “lindo” “adorable” tal vez Mizuiro perdería su lugar entre las chicas del salón, los chicos lo miraban con extrañeza, solo Uryuu e Ichigo lo miraron con sorpresa ¡era el mismo chico de ayer!
-Buenos días, mi nombre es Zangetsu… Tensa Zangetsu -Tomó una tiza y escribió en limpios kanjis su nombre en la pizarra, para después dirigirse a sus nuevos compañeros -Soy nuevo en la ciudad, así que espero que nos podamos llevar bien. Mucho gusto -He hizo una reverencia a la que todos le dieron la bienvenida.
-Bien Zangetsu, puedes sentarte allá, casi al fondo del salón, al lado de Kurosaki -Este al oírse nombrado se puso de pie, sintió su corazón palpitar con dureza contra su pecho, Tensa asintió levemente y se dirigió a donde estaba el chico de cabello extravagante le dedico una breve mirada y se sentó.
Ichigo e Ishida trataron de concentrarse lo más que pudieron en la clase.
-¿Y bien? ¿Qué quieres? -Le pregunto Tensa a Ichigo, era la hora del receso y lo único que pedía era no ser molestado y comer como Dios manda (afortunadamente ya había dormido lo suficiente). Ichigo fue al grano.
-Ayer te lleve a la clínica de mi familia, y te fuiste sin llenar los formularios…
-Ajá… ¿Y? -Le cortó el recién ingresado. Kurosaki hijo suspiró
-Tienes que llenarlos hoy, además de que tenemos que notificar a tus padres de…
-No quiero -Fue la tajante respuesta. Ichigo comenzaba a perder la calma
-¡Pues no es que no quieras, tendrás que hacerlo!
-Entonces oblígame
-¡No me pongas a prueba mocoso! -Era la primera vez que alguien (además de Ishida) lo sacaba de sus casillas, decidió que lo mejor era dejar (por el momento) las cosas por la paz, pero antes de retirarse, le amenazó – ¡Y por supuesto que te obligare!
Cuando el chico naranja se dio la vuelta, Tensa le mostró la lengua, ese chico no lo intimidaba en lo absoluto, además ¿por qué demonios tenía que meterse donde no le llamaban?