Comensemos con decir que mi vida es un caos en estos intastes jijiji intentare actualizar rapidamente yap?
Muchas gracias a todos por leer y a Kurumada por creear a estos personajes a los que amo y adoro!!!!!! wiiiiiiiiiiiiiii
La llave.Lo llamaron muy temprano mientras esperaba a Isaac para ir a
interrogar a Saga Geminis sobre los ultimos asesinatos. Despues de la
llamada subio a su viejo auto azul y arranco de inmediato con un
sonido sordo. No podia ser, repetia su cabeza apretando el volante
mientras sus nudillos se volvian blancos, pero lo era. Lo supo cuando
sus colegas se apartaron sin decir nada en aquel corredor pegagozo del
motel Pecado. No tubo que empujar la puerta, esta abierta. La
habitacion en penumbra iluminada por los flash de las camaras le
revelaron el terrible allasgo.
Sobre la cama yacia el cuerpo de su mejor amigo, las muñecas atadas
tras la espalda aguantando su peso y el de su asesino provocaron la
dislocasion del hombro, lo supo por el morado en el hombro. Cerro los
ojos, los abrio y vio su cara, las cuencas de los ojos vacias,
arrancadas con un bisturi afilados, con un rictus de dolor en la boca.
- esta vez el desgraciado no uso anestecia- dijo alguien a sus espaldas.
Eso fue demasiado, cayo de rodillas destrozado perdiendose en las
hebras verdes sintiendo amortiguado como alguien lo levantaba y salia
de alli.
Hyoga se desperto con un terrible dolor de espaldas. De nuevo se habia
quedado dormido en la estacion de policia, en la mejilla tenia marcado
el teclado y un hilo de saliva se le escurria de la comisura. Se
estiro incomodo y un rayo de luz cayo gusto sobre su cuerpo de adonis
perfecto. El cabello dorado brillo enmarcando sus rasjos fuertes y
perfilados mientras entrecerraba los ojos con una pequeña lagrima
escapando.
- tac tac tac - escucho los inconfundibles tacos de Saori que iban y
venian.
El ruso vio a la joven secretaria con su cuerpo curvilio arreglar los
archividaros. Isaac estaba loco por ella pero esa joven, millonaria y
hermosa, estaba locamente enamorada del jefe. Observo la foto de el e
Isaac tomada el año en que llegaron a Japon en un proyecyo
internacional de la policia. Isaac estaba feliz, un paiz nuevo y
enigmatico a sus pies que sonreia apoyado en la cruz blanca frente al
lago. Hyoga siempre fue mas reservado, estaba preocupado por su madre
y extrañaba su paiz, el miraba a la camara triste. Le costo adaptarse
y con el apoyo de sus compañeros se acostumbro a la vida de Tokio.
Entonces todo se detuvo el dia en que Isaac fue asesinado.
- Al menos come algo- Saori frente a el dejo una humeante taza de cafe
y un sanduich recien hecho - debes irte a bañar y cambiar de ropa- se
sento en el escritorio cruzando las piernas con su apretada minifalda
- ademas estas atrazado con el informe de las desapariciones- sacudio
su cabello lila largo y sedoso - y ya que estamos- tomo la foto -
debes superarlo-
- Saori...-iba a reclamar el.
- Nada- de un salto se puso de pie y abrio el cajon - come y comienza
tu trabajo - saco unos archivos - estas en desapiraciones...no lo
olvides- guardo la foto, cerro el cajon y le puso los archivos junto
al emparedaro -hazme caso- revolvio su cabello y se alejo con el suave
sonido de sus tacones de aguja.
Hyoga suspiro, Saori no lo dejaba desistir, esa mujer admirable con un
cuerpo juvenil y la tenacidad de un huracan cuidaba con alma de madre
a todos los miembros del cuerpo. Si el rubio no se sintiera tan vacio
se fijaria en ella...molesto de sus propios pensamientos voto el
sanduich sin que la chica se diera cuenta y sorbio el delicioso cafe.
Necesitaba algo que llene su vida. Removio los archivos que tenia
enfrente. Las fotos de niños desaparecidos muchos años atraz se
dejaron ver, demasiado tiempo, nunca serian encontrados. Necesitaba
asirce a algo para sobrevir.
Entonces ese algo le devolvio la mirada desde ese cuadrito pequeño de
papel, ojos grandes y azules con un cabello verde llameante que le
recordo a Issac. Leyo el nombre: Shun Kiddo.
- Hyoga dormiste denuevo aqui?- despues de Saori siempte era Shyry el
segundo en llegar- ten- puso frente a el una caja de donas y se fue a
sentar en la silla del escritorio de junto.
- A veces siento que todos uds intentan engordarme- Hyoga reviso el
historial del niño mientras el chino prendia su ordenador.
Shyru Dracon llego a la estacion dos años despues de Hyoga e Isaac en
el mismo programa de intercambio. Al contrario de los otros dos
extranjeros se gano de inmediato a todos por su caracter respetuoso,
la progilidad de su trabajo y la filosofia pacifista que seguia. Los
otros dos eran ruidosos, alocados y constanted infractores de las
reglas. Pero igual los amaban, un aire fresco en la sobrivia jefatura
aburrida.
Despues de la siete la jefatura despertaba como un animal madrugador,
todos preparados para enfrentar el mal, comenzaban sus rutinas de
trabajo con el animo de acabar con el mal. Eran los heroes de estos
tiempos y se esforzaban por ello. Todo iba bien esa mañana, el jege
fue directo a su oficina y despacho los casos sin problemas hasta que
recibio cierta llamada que le hizo salir hecha una furia directo al
escritorio de cierto rubio que metia datos en su ordenaror.
- Hyoga Cydnus a mi oficina ahora!!- era raro verlo enojado, era mad
raro que en un chico de su edad sea jefe, mas Seiya se gano el cargo a
pulso y cuando el hablaba el mundo obedecia.
- si señor- se levanto y vio a Seiya regresar a la oficina dando un
portazo.
- que hiciste ahora?- pregunto Shyru preocupado alzando la cejas.
- nada- mintio sabiendo claramente lo que habia hecho. Se levanto ante
las miradas de burla o desaprovatorias de todos. Fue hasta la oficina
y entro cerrando la puerta tras de si. Algo totalmente innecesario por
que la oficina era un cubiculo de cristal en donde todo quedaba a la
vista.
- se puede saber que intentas hacer?- detraz de su escritorio se veia
imponente aun siendo una cabeza mas baja que el rubio.
- sobre que señor?- pregunto con la voz mas inocente que pudo.
- sobre estar fuera de la clinica del sr. Geminis todo el dia de
ayer!! Tienee una orden de restriccion!! Nos puede demandar por
acaso!! Acaso no entiendes!!-
- yo solo pasaba por ahy- explico sin darle importancia.
- No me importa!! Si vuelves a estar aunque sea cien metros de el te
suspendo!!-
- El lo hizo...- su tono era bajo pero cargado de odio y desocion - le
demostrare a todos que el lo hizo y lo metere a la carcel-
- No hay pruebas- ya no gritaba.
- Las encontrare...- susurro entre dientes.
- Hyoga ya debes dejarlo por el bien de todos...- suspiro y se sento -
encargate del caso de niños desaparecidos, es trabajo de
investigacion, te mantendra ocupado-
- señor...-
- es mi ultima palabra Hyoga- su voz tenia un tono rotundo de orden.
- si señor- se volteo y se fue de la ofina.
Fuera sus compañeros lo miraban de reojo haciendose los que
trabajaban. Malditos lambiscones!! Pensaba el rubio, la unica que lo
moraba de frente era Saori con aquellos ojos enojados y retadores.
Seria mejor tomar sus cosas e irse antes que la chica se le fuera
encima. Cojio el primer archivo de su escritorio y se bandio en
retirada.
- esperame Hyoga, voy contigo - Shyru tomo su chaqueta.
- No- le respondio tajante - ire solo-
Al salir de la estacion fue directo a su destartalado auto azul, subio
y apreto el volante para desahogarse. Estaba furioso!!