CAPITULO 1:
- Quiero que termines con Sasuke- dijo Sakura con odio en su mirada.
Quede en silencio por unos segundos que me parecieron eternos. No entendía lo que estaba sucediendo en ese momento.
Estábamos en el interior de una cafetería, sentados en una mesa que tenía vista hacia la calle. Sakura estaba frente a mí y Sasuke estaba a su lado con la mirada baja incapaz de mirarme.
- Estoy embarazada- agregó cortante mientras tomaba un sorbo de su taza de té y lo dejaba en su sitio.
- Sé que Sasuke es incapaz de terminar contigo. Es por eso que te pido que rompas con él… por el bien de mi hijo- concluyó con su mano posada en su vientre.
Estaba asombrado… con un nudo en la garganta que impedían a mis lágrimas escaparse sin permiso.
Mire a Sasuke una vez más, pero él seguía con su vista en el suelo.
Tomé un sorbo de mi café para recuperar la compostura. Cerré los ojos, asimilando lo que estaba pasando en ese momento… “Sasuke me engañó con otra persona”… “Me mintió”… “Y va a tener un hijo…un hijo… algo que yo nunca podría haberle dado”.
Todo era demasiado repentino, saber estas verdades en solo un minuto. Hasta ayer Sasuke aún me decía que me amaba mientras me hacía el amor, y ahora…
Me había traicionado de la peor forma posible, y la realidad implacable me golpeaba como una navaja en medio del corazón.
- No te preocupes. La traición no es algo que pueda perdonar. Espero que sean muy felices- dije levantándome para irme, y al pasar por el lado de Sasuke añadí- Adiós.
Al salir de la cafetería, salí corriendo lo más rápido que daban mis piernas. Después de haber recorrido varias calles doblé por un callejón. En ese instante apoyé mi espalda en la fría pared mientras me deslizaba por ella hasta quedar sentado en el suelo.
Tomé mi cabeza para reacomodar los sucesos recientes y las lágrimas comenzaron a brotar por mis ojos sin permiso como dos cascadas de agua salada llena de dolor.
Y me preguntaba una y otra vez: “¿por qué Sasuke me había mentido y engañado de ese modo tan cruel?”.
Mientras me hacia esa pregunta una y otra vez, vinieron a mi mente los recuerdos del día en que lo conocí.
FLASH BACK
La primera vez que vi a Sasuke, fue en la ceremonia de bienvenida al Instituto en nuestro primer año. Era alguien que destacaba mucho por ser muy atractivo: era alto, delgado, su cuerpo tonificado y musculoso y su cara blanca y de rasgos delicados. Pero nadie se acercaba a él. Poseía una belleza abrumadora y una personalidad fría e indiferente. Todos los estudiantes sabían quien era Sasuke, pero le tenían una admiración lejana y se conformaban con verlo desde la distancia.
Yo también era una persona que solo lo miraba desde la distancia. Hasta que el destino se hizo presente de una forma inesperada colocándonos en el mismo camino.
Fue un día en el que me encontraba solo en el aula de música, ensayando una tonada en piano para el concurso inter escolar en donde tendría que representar al Instituto.
Había estado ensayando “Claro de Luna”, pero las notas de una parte de la balada no las tocaba de forma correcta. Enojado y frustrado puse mis manos extendidas encima de las teclas, haciendo un sonido que retumbó como si fuera una bomba.
Fue en ese momento que me percaté de que no estaba solo en el aula, y que Sasuke me miraba desde uno de los asientos.
- No te enojes con el piano solo porque no te gusta como lo tocas.- dijo Sasuke con una sonrisa.
- Ese no es tu problema y no deberías estar espiando a las personas- dije todavía enojado.
- Tú puedes tocar mejor de lo que acabo de escuchar- continuó asiendo caso omiso de mi acusación- Sé que puedes hacerlo, porque “para Elisa” lo tocas de maravilla.
- Lo sé pero… ¿Eh? ¿Cómo…?- dije asombrado.
- Siempre duermo en los asientos de la tercera fila- respondió sabiendo a lo que me refería- He escuchado cada uno de tus pequeños conciertos.
Era realmente algo inesperado que alguien me halagara de esa forma. Era reconfortante.
- Vamos inténtalo de nuevo- dijo con una sonrisa sincera- Yo seré tu público.
Después de ese encuentro y sin darnos cuenta, nos hicimos amigos de forma instantánea como si nos conociéramos de toda la vida. Encajábamos a la perfección como si estuviéramos hechos para estar juntos.
Nuestra relación se volvió tan unida, fuerte y especial que fue imposible detener los sentimientos que teníamos, desear tocarnos y volvernos amantes.
FIN FLASH BACK
Estuve sentado en ese lugar hasta que los recuerdos me fueron dejando lentamente, solo en ese momento notar que ya había oscurecido. Más calmado al haber llorado y desahogado un poco el dolor que sentía, me puse de pié para dirigirme hacia mi departamento.
Caminé lentamente en dirección a mi casa, el aire nocturno en el rostro me ayudaba a tranquilizarme y a apaciguar un poco el dolor… pero el sufrimiento era inevitable. Decirle “Adiós” a la persona que amas puede llegar a ser el suceso más doloroso y triste, sobretodo cuando los separan barreras de mentiras y traiciones.
Al llegar a mi edificio una sorpresa me aguardaba a la entrada. Sasuke estaba sentado en las escaleras… me estaba esperando.
Tenía en su cara la misma expresión que hace unas horas atrás. Estaba triste y tenía la mirada agachada y fija en el suelo.
No quería verlo y mucho menos hablar con él. Así que caminé con paso rápido para entrar lo más pronto posible a mi casa. Pero al pasar por su lado agarró firmemente mi mano diciendo en un susurro:
- No digas que terminarás conmigo. No me digas adiós… por favor.
Su voz sonaba tan desgarrada que me golpeó en un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.
- Me traicionaste. No quiero volver a verte… Adiós- dije antes de salir corriendo por las escaleras para llegar a mi departamento.
Quería alejarme y arrancarme del dolor que sentía y que estaba carcomiendo mi alma. Pero que cada vez, se hacía más profundo y punzante.
Sasuke iba a ser padre… se había acostado con otra persona… me había engañado… me había traicionado.
Llegué a mi casa fin fuerzas. No tenía energía para dar un paso más y me senté en la entrada, con la espalda apoyada en la puerta principal.
En ese lugar dejé que el tiempo pasara sin prisas y que siguiera su curso normal, dejando que se llevara todo lo malo, lo doloroso y lo tiste.
Casi sin notarlo los minutos se volvieron horas, las horas en días, los días en semanas, las semanas en meses… hasta que pasaron 15 años.