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Entre las Llamas del Infierno por VerityMalfoy

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Notas del capitulo:

Muy bien este es el primero de mi serie "Entre las Llamas del Infierno" vamos a ver como esta hermosa parejita se consume entre las llamas de los 7 pecados capitales. Disfrutenlo!!!!! y ya comenten q es viernes si -.-

 

Pecado: Ira

 

"Si te enojas, piensa en las consecuencias"

 

 

 

 

Otra vez, la ira se apoderaba de cada poro de su ser, mientras su cuerpo se tensaba y en sus ojos se podían observar las llamas que lo estaban consumiendo por dentro, solo quería hacerlo pedazos, romperlo con sus propias manos, hacerlo sufrir.

 

Otra vez, el odio lo invadía corrompiendo su alma, mientras que su orgullo se volvía nuevamente añicos al observar las notas publicadas. Otra vez, en segundo. 

 

Apretó sus puños, clavando las uñas en su propia carne, pero ignoraba cualquier dolor que pudiera causarle, solo podía sentir odio y furia en ese momento. En sus ojos azules se acumularon unas cuantas lagrimas de pura frustración que amenazaban con escapar, oculto su miraba bajo el flequillo dorado de sus rubios cabellos sin dejar de mirar el tablón de anuncios, su mirada fija en el primer puesto. 

 

-Mello- un susurro suave y algo tímido alcanzo sus oídos- Amigo, ya llevas parado ahí casi 3 horas, deberías dejarlo, vamos a descansar, se esta haciendo tarde. 

 

-Déjame solo- respondió luchando consigo mismo para no gritarle al chico pelirrojo que estaba a su lado, conteniendo sus lagrimas, para que nadie, ni siquiera el pudiera verlas. 

 

-Pero…

 

-No me escuchaste- exploto esta vez, sintió como la mirada de su compañero se posaba sobre el, esos ojos verdes le brindaban todo su apoyo y comprensión lo que Mello interpreto como compasión- No necesito tu lastima, ni misericordia Matt, Lárgate.

 

-Como quieras- dijo Matt sin moverse un centímetro- Pero sabes algo, Mello. Esta obsesión mal sana acabara por destruirte- “Y me llevaras contigo” pensó el muchacho muy a su pesar.

 

-No recuerdo haber pedido tu opinión.

 

En el pasillo se escucho el resonar de los pasos de su mejor amigo alejándose, y eso fue suficiente para que el rubio por fin se derrumbara, dejando escapar sus lagrimas que escurrían libres y suavemente por sus mejillas y una pregunta se apodero de su mente, la misma que siempre se hacia tal día del mes como ese, “¿Por que?” una y otra vez se preguntaba a si mismo “Por que no puedo superarlo, me ha opacado en todo” la sangre hervía en sus venas “Matemáticas, física, química, biología, filosofía, psicología, literatura, es todas y cada una me a superado y lo que mas me enferma es que el muy maldito siquiera se esfuerza para lograrlo”

 

Te odio, Near. Todo era tan perfecto hasta que llegaste, jodiendo mi vida, volteando mi mundo de cabezas, arrebatándome lo único que realmente he deseado en la vida, L.

 

Sus piernas estaban entumecidas y en las palmas de sus manos quedaba el vestigio de las rosadas y palpitantes marcas de sus uñas.

 

Comenzó a caminar a paso lento y algo cabizbajo a su habitación, quizás Matt tenia razón y lo mejor seria descansar y olvidarse del mundo por un instante.

 

La oscuridad bañaba de negro los pasillos del enorme orfanato de Wammy´s House y por el cristal de los ventanales se solaba el espectral brillo de la luna, iluminándole un poco el camino.

 

Aunque prefería la oscuridad, el resplandor plateado de la luna, le recordaba a el y no podía evitar volver a sentir esa mezcla de enojo y frustración al pensarlo. Todavía tenia que caminar un largo tramo, su habitación se encontraba al otro extremo del recinto. Pero en su camino se dio cuenta que la puerta de la biblioteca estaba abierta.

 

Por lo general a esas horas de la noche todos los salones incluyendo la biblioteca estaban cerrados. Entro sigilosamente y un resplandor blanco lo sorprendio por unos segundos. 

 

Near, se encontraba sentado en uno de los mesones leyendo un libro, la luz del exterior lo cubría por completo, dándole un aura tan puro. El joven levanto la mirada al notar que alguien había entrado y dirigió sus ojos grises al invasor que osaba en perturbar su calma.

 

-¿Qué haces aquí?- pregunto el rubio

 

-Buenas Noches, Mello- contesto- Como puedes observar estoy leyendo.

 

-Eso ya lo se- dijo el muchacho sintiendo como la furia volvía a el lentamente- Me refiero a que haces aquí ha estas horas,  no deberías estar fuera de tu habitación de noche.

 

-Y aun así tu estas aquí- dijo el alvino que sin querer había rebasado la poca o mas bien casi nula paciencia de Mello, que lo hacia tomado por el cuello de su blanca camisa y lo estampo contra una de las estanterías, haciendo que unos cuantos libros se desplomaran en el piso.

 

El pequeño no se sorprendió en lo absoluto, conocía a Mello lo bastante bien, su carácter siempre tan efusivo e infantil.

 

-Cuida tus palabras- una de las manos del rubios sostenían con fuerza las dos de Near sobre su cabeza inmovilizándolo.

 

-Me gusta venir ha esta hora a la biblioteca, por que no hay nadie que me moleste- Near, tan social y simpático como siempre- ¿y tu? ¿Cual es la razón de que no estés en tu alcoba?

 

-Tu- susurro completamente cegado por la cólera que por fin se había apoderado nueva y completamente de el- Otra vez, tú- su mano libre se aferro al cuello del alvino apretándolo bruscamente negándole aire- Esta es la ultima vez queme humillas, Near.

 

Los grises ojos del muchacho lo miraban un poco entre sorprendido y asustado, no era la primera vez que resultaba la victima de los arranques de ira de Mello, pero era la primera vez que el rubio se mostraba tan amenazador y demente, casi poseído por el mismísimo Amón.*

 

Su mano se cerraba aun mas sobre la nívea piel de su garganta, clavando cinco pequeños puñales que se adentraban en su carne, provocando que poco a poco sintiera un ardor asfixiante y desesperante.

 

-Me…Me…Mello- los ojos del nombrado se posaron sobre los de su pobre victima, cuyas mejillas estaban tomando un color cada vez mas rojo y unas pequeñas lagrimas se formaban en sus ojos. Poco a poco fue soltando el cuello de Near, su mano temblaba ligeramente mientras el pequeño alvino llenaba sus pulmones de aire un tanto aliviado.

 

“No soy capaz de matarte” pensó Mello cuya cólera aumentaba aun mas al sentirse incapaz de hacerle daño al chiquillo que aun tenia sujeto fuertemente de las muñecas, no se iría así como así, lo humillaría. Le quitaría a Near esa mascara de frialdad en la cual se ocultaba, lo dejaría indefenso, caería a sus pies.

 

Volvía a colocar su mano sobre el cuello del pequeño, el cual volvió a mirarlo, el pánico podía notarse en esos apacibles ojos grises.

 

-¿Que haces?

 

Mello no respondió, solo acaricio suavemente la marca que había dejado alrededor de la garganta de su compañero y lentamente acerco sus labios a ese trocito de piel.

 

Suspiro. Near, podía notar un escalofrío que le erizo el vello de su nuca, el sentir esos calidos labios presionarse suavemente sobre su piel. Pero para su desgracia, el contacto no duro mucho, ya que el rubio volvió a alejarse para mirarlo nuevamente a los ojos, podía distinguir claramente la ira en su mirada, pero había algo más, algo que Near no supo identificar, algo nuevo en su mirada, un brillo singular.

 

Pero antes que pudiera identificar lo que era, una boca ajena arremetía agresivamente contra la suya, apasionada, demandante, sus ojos se abrieron desmesuradamente e intento moverse para separadse de los labios de Mello.

 

Pero poco a poco fue cediendo, sintiendo una extraña necesidad de cerrar los ojos mientras el mayor, se hacia paso violentamente entre sus labios con su lengua, sin darse cuenta había liberado las manos del pequeño, pero este no hizo nada mas que continuar con lo que Mello había iniciado. El rubio estampaba cada vez mas a Near contra la estantería, ambos podían sentir el calor del contrario invadiendo sus cuerpos y los dos se sumieron en el frenesí del momento. 

 

Mello sintió liberarse de todo su odio, ira y frustración, mientras que Near sentía por primera vez el contacto físico con otra persona que le había arrebatado su sentido común con ese beso que cada vez estaba subiendo mas de tono. Ambos estaban hundiéndose cada vez más.

 

Sus pulmones demandaban por aire y algo decepcionados, aunque ninguno lo admitiera se separaron a regañadientas , jadeando descaradamente el uno sobre los labios del otro.

 

-¿Que ha sido eso?- dijo Near algo mareado, sus mejillas estaban completamente sonrojadas e intentaba sin mucho exito normalizar su respiración

 

-Un beso- contesto Mello sin mas, alejándose del alvino y dirigiéndose a la puerta de la biblioteca para retomar su camino a su alcoba.

 

-¿Por que me has besado?- pregunto el alvino antes de que Mello desapareciera.

 

-He sido el primero, cierto- dijo con una sonrisa arrogante en su rostro, a pesar de que ese también había sido su primer beso, pero Near no tenia por que enterarse- Eso es para que nunca puedas sacarme de tu mente, para que cuando estés solo en tu alcoba no puedas pensar en nadie mas que en mi, y en este momento, para que sientas mi frustración al no poder sacarte de mi mente, para no ser el único en sentirse miserable.   

 

Y sin decir más salio del salón, dejando a Near solo en la biblioteca. Al llegar a su habitación toco delicadamente sus labios y sintió nuevamente la ira renacer en su interior, se maldijo a si mismo, le había gustado, deseaba volver a tener al pequeño alvino entre sus brazos y besarlo hasta mas no poder, había caído en su propia trampa, se había enamorado de Near en un arranque de ira.

 

Notas finales:

 

*Amon en demonología es un marqués del infierno el cual comanda cuarenta legiones de demonios. Él cuenta las cosas del pasado y del futuro. Es el demonio de la Ira.

 

Comentennn por favor T.T

 


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