Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Atrapado en tu red por karin_san

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

No puedo ignorar todas las señales con que Shiori ilumina mis ojos, ella me tienta con las cosas que refuerza esta pareja. Lo del CD drama fue la gota que rebaso el agua *_* demasiado amor se vio allí.

Notas del capitulo:

Tengo la teoria de que el capi alude a la técnica de Mu contra Papillon ¿por qué llamar así al capi? T.T no se me ocurrian títulos xD

Nunca te había visto tan triste, conocía varias facetas de tu ánimo, sabía que tus ojos florecían de pronto cuando algo te sorprendía, que tus ojos no pararon de florecer cuando pisaste por primera vez el santuario. Ese mismo día conocí como era tu rostro amable, cuando curioso al cruzar mi templo hacia el del patriarca me extendiste tu mano, afortunadamente, mi maestro siempre pendiente de mi retiró el saludo ingenuo de su peligro que bosquejé, yo aún no comprendía el dolor que podía causar, supongo que por ello esos días de mi infancia protegidos en el inocente desconocimiento no sabían tan amargos, no eran tan solitarios como los de ahora. Instantes después del descortés gesto de mi maestro conocí que forma tomaba el descontento en tu rostro, tus labios rosados se hundían y los puntos de tu frente se contraían sobre tu nariz. Me resultabas deslumbrante.

Conocí tu sonrisa observándote jugar con Dhoko, tu histeria viéndote discutir con Manigoldo tras ser embaucado en alguna de sus travesuras, la admiración cuando oías al anciano patriarca relatar una historia, la añoranza cuando hablabas de tu maestro y tus  amigos en tu lejana tierra, el interés cuando Dégel te explicaba algo que hubieses considerado magia poco tiempo atrás, la fascinación cuando veías entrenar a los ya santos dorados, la preocupación cuando nos anunciaron que Hades estaba entre nosotros, que la guerra había comenzado.

Poco pasó desde ese día y ahora te veo entrar al gran salón firme y elegante, acorde con la altura de tu rango pero...  envuelto en un manto de tristeza que jamás había visto reflejarse en las facciones de tu rostro. Gradualmente, la firmeza fue declinando mientras tras el relato sobre tu enfrentamiento con un espectro en Jamir el patriarca iba ordenándonos indicaciones a seguir. Finalmente, se nos fue permitido retirar a todos excepto a ti del recinto sagrado, supongo, el gran maestro había notado también tu aflicción y deseaba ahondar en los motivos.

Y ahora de pie en el umbral de mi templo no dejo de pensar en ti y en que aún no desciendes, no dejo de recordar. Una vez me dijiste que eras mi amigo, recuerdo aún como sentí que se quebraban una a una mis espinas al oírte, pero sé que eso no es cierto. Si fuera tu amigo, ahora estaría pensando en cómo consolarte y, en cambio, siquiera sé cómo podría entablar una conversación contigo. Si tú no me hablases cada vez que cruzas por aquí también para ti seria como una simple rosa plantada en el mármol frio de este recinto.

-Albafica.

Sacudo mi cabeza desconcertado ante tu voz, la luz de la luna baña los ángulos de tu rostro.

-Buenas noches, Shion-digo haciéndome a un lado pero en el fondo anhelando preguntarte por la tristeza que empaña tus ojos café, la niebla que empapa tu voz pero...  eso sería borrar las barreras de mi fortaleza, seria acercarme. Sería ponerte en peligro y exponerme al peligro de anhelar más de tu cercanía.

-Te ves pensativo.

-Eh...

- ¿En qué piensas?-dices extendiendo tu mano hacia mí y capturando unos mechones celestes que resbalan entre tus dedos mientras retrocedo.

-No es asunto tuyo- encubro mis sentimientos en las palabras más frías que consigo gestar.

-Somos amigos-dices frunciendo los hombros a la vez que avanzas a través de mi templo.

-No puedo ser tu amigo, Shion- suspiro para mí, sin embargo, oyes las palabras en el contraste con el hondo silencio de mis paredes.

-Es cierto... -dices deteniéndote en medio de mi recinto.

- ¿Qué...?

-La cercanía... hiere.

Hay desilusión en tu voz, hay frio ¿y tú brillo dónde está?

- ¿Por... por qué estás tan triste?- pregunto de inmediato arrepentido por quebrar mi propia ley del hielo.

Giras sorprendido hacia mí, es natural, supongo, yo jamás indago, yo jamás demuestro curiosidad ni preocupación, yo soy una rosa sembrada en el frio mármol de piscis

- ¿Por qué te inquieta?

Tornas contra mí mis propias palabras nulificando la distancia que separa a nuestros cuerpos. Intento retroceder pero un muro invisible detiene mis pasos.

- ¿Pero qué es...

-Cristall Wall

Me miras en silencio mientras de los nervios siento que acorralado se detendrá mi corazón. Algo tibio me roza bajo los pliegues de mi armadura, un calor que enturbia mi respiración.

-No me obligues a...- advierto cerrando los ojos de pronto embriagado en una multitud de sensaciones desconocidas, incapaz de alzar mi puño contra ti caigo de rodillas al suelo.

-Ni tu ni tu armadura están enfadados conmigo, al contrario- dices moviendo delicadamente tu mano. Extrañado siento las piezas de mi armadura ser suavemente tironeadas, instadas a irse embebidas en el influjo del canto dulce de tu cosmos-tu armadura está de acuerdo conmigo, tu armadura no quiere que estés solo- dices y de pronto todo el calor de mi cuerpo parece agolparse en un tenso nudo entre mis piernas.

-Detente- una súplica que ignoras mientras recorres con tu mirada el cuerpo que me vas desnudando.

-Tienes razón en que la cercanía hiere, los sentimientos que forjamos hacia otros duelen, pero... ese dolor vale la pena-muerdo mi labios para no gemir ante las pronunciadas caricias de tu cosmos calcinante, siento en brazas tus caricias invisibles irrumpir en cada uno de los poros de mi piel-los lazos con personas queridas valen la pena ¿no? Por proteger esos lazos peleamos ¿cierto?-dedos invisibles levantan mi mentón, turbias avellanas me contemplan anhelantes.

-Basta.

Una súplica débil

Tu respuesta es una presión de cosmos en mis pezones.

-Ahhh nooo mmmm

- ¿Por qué no? ¿Tú lo quieres? Lo vi en tu corazón. Yo también lo quiero, siempre lo he querido...  acariciar tu piel, desde que te conocí.

-Noooo

-Cuanto más trataste de alejarme más quise acercarme, cuanto más te alejes más me acercare-prometes haciendo descender lo más denso de tu cosmos por mi torso, haciéndome caer de espaldas suavemente sobre el frio mármol para luego sin reparos envolver mi hombría en tus dedos etéreos, me estremeces, me haces gemir, sonrojar, temblar, no quiero que me veas porque luego...

No puedo pensar: oprimes, presionas, deshaces mis pensamientos. Mi sangre se agolpa en la punta de mi sexo, mi cuerpo fuera de sí y lleno de ti solo responde a las provocaciones de tu cosmos, mis caderas siguen el vaivén que propones.

Frente a ti hago lo que siempre hice pensando en ti. Cierro mis ojos, guio mi mano, aprieto, te deseo, me muevo para ti mientras te siento llegar a mi boca, sueño su sabor, alucino su humedad, ansió deshacérseme entre tus labios.

Culminó.

Cuando reúno el valor de abrir mis ojos te hayo recostado a mi lado.

-Lo maté... me crie con él y lo maté... era mi deber como caballero pero... está bien, pese a lo que duele, está bien, no me arrepiento de haber forjado ese lazo con él, por ese lazo lo salve... como amigo... lo salve ¿está bien eso?

Entonces comprendo hasta donde llega nuestra amistad, que jamás te perderé, que...

-Sigues pensativo-me sonríes y trato de imitar el gesto que por falta de costumbre solo resulta en una torpe mueca-quiero estar cerca de ti, tan cerca cómo se pueda, Albafica.

Bajo mi rostro, uno mis manos en una fuente invisible, dejo una rosa blanca florecer entre mis dedos. A punta de pétalo rozó tu perfil robándote sonrisas, un nuevo tipo de sonrisas, unas que nunca había visto brotar entre tus labios.

-Me gusta tu pelo, es como el sol- digo acariciándolo con mi rosa.

-Me lo dejare crecer más.

-También me gustan tus puntos.

Digo logrando por fin sonreír, mostrándote una expresión que siquiera creía podía esbozar en mi rostro.

Notas finales:

Gracias por leer!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).